First to the Moon: Entrevista a Alexander Bornstein

Escrito por , el 4 agosto 2019 | Publicado en Entrevistas

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Las tendencias cinematográficas han cambiado en las últimas dos décadas, pero la televisión y los documentales siguen siendo una bendición y un buen campo de batalla para entrenarse y experimentar musicalmente. Por otra parte, el reciente aniversario de la llegada del primer hombre a la luna ha propiciado el lanzamiento de varias producciones que reflejan este tema y hoy vamos a centrarnos en una de ellas, el documental First to the Moon.

La partitura de Alexander Bornstein ofrece un poderoso tema central que abre el disco y vertebra la banda sonora. Un trabajo que sabe captar el elemento evocador del espacio y de la aventura del ser humano. Es indudable que, cuando se tiene libertad y tiempo para poder escribir con calma, se consiguen tan buenos resultados como el que nos ocupa. A continuación, tenéis una breve entrevista que os puede ayudar a conocer este trabajo, y a su compositor, un poco mejor. Si con ello os animáis a ver el documental o a adquirir el CD editado por Notefornote Music, seguro que no os arrepentís.

Rubén Franco

Alexander Bornstein (California, 1986) ha escrito música para largometrajes y películas televisivas como The Last Heist (2016), Kill Ratio (2016), The Surrogate (2018) o Murder In-Law (2019) y para el documental First to the Moon (2019). También ha compuesto música adicional para series de televisión como Sobrenatural, Agente Carter, Perdidos en el espacio o La dimensión desconocida y para películas como Baywatch: Los vigilantes de la playa (2017) o Shaft (2019). Su primer álbum de concepto, Schematic (2017) está disponible en plataformas musicales.


ENTREVISTA

¿Cuál es tu primer recuerdo musical, el momento en el que decidiste que querías dedicarte a la música de cine?

En realidad empecé a componer bastante tarde. Aparte de un par de años de lecciones rudimentarias de piano de niño, no comencé mis estudios musicales realmente en serio hasta los veinte. Y hasta entonces había estudiado cine. Dicho lo cual, ¡llevo escuchando música de cine desde primer grado! Todavía recuerdo los ojos en blanco que me ponían en Sam Goody cuando les preguntaba si tenían las bandas sonoras de RoboCop o de Decisión Crítica.

Al comenzar a componer en la universidad (con papel y lápiz al principio, con Finalemás tarde), tuve la suerte de cruzarme con profesores que me propusieron estudiar composición y piano/teoría del jazz. Ni me había planteado un futuro en la música hasta que ellos me hicieron ver que era posible. Y terminé por sacarme el título de teoría y composición en la Universidad de Nueva York. Doy gracias cada día por poder hacer lo que hago. De hecho, ese “momento” que comentas tuvo lugar tan pronto como me di cuenta de que “podía hacer esto” siempre y cuando estuviera dispuesto a trabajar duro. Si hacía algo relacionado con el mundo de la música, eso ya era una victoria para mí. Haber llegado hasta aquí, trabajando en proyectos como en los que estoy, es realmente un sueño hecho realidad.

Carátula BSO First to the Moon: The Journey of Apollo 8 - Alexander BornsteinFirst to the Moon, uno de tus últimos trabajos, ha sido publicado por la discográfica Notefornote Music recientemente. ¿Qué puedes contarnos de él?

He admirado el programa espacial de los 60 desde siempre, así que trabajar en First to the Moonha resultado ser una experiencia increíble. Me reuní con Paul J. Hildebrandt, director y montador de la película, a principios de 2018 y comenzamos a trabajar en los temas y en el concepto sonoro en verano. Una vez encontramos el tema principal, me puse a trabajar en la banda sonora completa en agosto y grabamos en octubre. Al terminar la película, me planteé la edición discográfica teniendo en cuenta cuál podría ser la mejor experiencia auditiva sin las imágenes. Me encanta cómo Jerry Goldsmith o Elmer Bernstein solían organizar sus discos maximizando el impacto musical de sus composiciones, y me gustaría poder seguir haciéndolo en mis siguientes álbumes, siempre que esto sea posible.

¿Cómo te planteaste la música del documental?

Paul y yo decidimos casi desde el principio que queríamos diseño sonoro para contar la historia, pero que ésta requería un tema principal con el que relacionarse. Además de la orquesta, la electrónica y los sonidos procesados resultaron fundamentales para añadir color. También decidí desde el principio trabajar sobre un único tema musical, sobre el que poder desarrollar la banda sonora (en Crewse escucha el tema con guitarra acústica y en 1968, la pista anterior, está presentado con las trompas, aunque en clave menor). Una vez encontrado el tema, a modo de prueba para Paul, compuse una suite en tres partes: la primera parte trata sobre el amor de los astronautas por la aviación; la segunda, sobre el reto de llegar a la luna y la tercera es mi representación del astronauta leyendo el Génesis en Nochebuena.

Escuchando la composición, transmite muchas emociones diferentes. ¿Dónde encontraste la inspiración?

Gracias, me encanta que me digas eso. Inspirarme fuer realmente fácil. He estado enamorado del programa espacial desde séptimo curso: mi rutina al salir de la escuela era ver la serie De la Tierra a la Luna de principio a fin; y llegué a ser capaz de citar cada tripulación de la NASA de las misiones Apolo y Géminis. Poder contribuir, por poco que sea, al legado de los logros del programa Apolo no es algo que me haya tomado a la ligera y ha resultado ser un sueño. Si bien es cierto que toda esa presión me creó dificultades al comienzo, una vez me di cuenta de que lo único que tenía que hacer era dejar que las imágenes de esta increíble aventura fueran mi única inspiración, la música empezó a fluir de manera natural. ¡Ya podría ser así siempre!

¿Podría ser éste uno de tus trabajos más gratificantes? Hay muchos momentos que me encantan, como los cortes Dark Side of the Moono The Good Earth, que me recuerda a Thomas Newman.

A día de hoy, diría que éste es el trabajo del que me siento más orgulloso. Ha sido una experiencia maravillosa escribirlo, grabarlo y todos los implicados han mejorado la música de una manera que ni tan siquiera habría podido imaginar. Estar asociado a una historia como la del Apolo 8es un privilegio. The Good Earthes la música de mi escena favorita de la película, así que resulta agradable oír que a ti también te gusta.

Repasando tu filmografía, vemos que has colaborado con el compositor Christopher Lennertz. ¿Cómo es trabajar con él? ¿Qué has aprendido junto a él?

Llevo trabajando con Chris, de manera más o menos intermitente, casi siete años, de los cuales he sido su asistente unos cuantos. Le debo mucho y mi experiencia después de todo ese tiempo es fantástica. Además de aprender muchas cosas estupendas sobre composición, es un caso perfecto de cómo escuchar a los directores/clientes. Al fin y al cabo, esto es una forma de arte colaborativa y Chris es increíble llegando al centro de lo que se necesita creativamente y siempre se enfrenta a cualquier reto con amplitud de miras. Realmente puedes sentir la manera tan positiva en la que la gente reacciona ante ello.

También has trabajado en una de las primeras cadenas de realidad virtual. ¿Qué nos puedes contar de esa experiencia?

Invisible ha sido un proyecto único en el que trabajar. Chris y yo nos embarcamos en él en 2016 y, en la primera sesión para ver dónde poner música o no, nos dieron un equipo de realidad virtual en el que poder ver el episodio. Y eso NO es nada habitual. Hizo falta dar la vuelta a muchos hábitos musicales y nos dejaron manga ancha para explorar el sonido envolvente como mecanismo musical. La realidad virtual también es un reto para el espectador: el medio es tan inmersivo que influye en cómo se experimenta la música durante el visionado. La verdad es que me encantaría trabajar más en realidad virtual si surgiese la oportunidad.

¿Qué se siente al grabar en lugares tan míticos como Abbey Road o Remote Control?

¡Pánico absoluto! Estoy de broma, aunque puede que sólo un poco. Resulta difícil estar en sitios con tanta historia y no sentirse intimidado por ella. Sin embargo, hay que centrarse en el trabajo a realizar y sacarlo adelante. ¡Aunque no te voy a negar que es tremendamente emocionante! No soy de sacar fotos, pero no pude evitar hacer una a la entrada de Abbey Road. Hay una pequeña placa del Concejo de Westminster junto a la puerta dedicada a Edward Elgar, que fue uno de los primeros compositores en grabar en los estudios. Incluso después de un vuelo tan largo y del jet lag, sentir esa conexión, salvando las distancias, con un artista que admiro tanto representó un momento muy especial.

Si tuvieras que recomendar una de tus bandas sonoras a un nuevo aficionado, ¿cuál escogerías y por qué?

First to the Moon, sin duda. Me siento muy orgulloso tanto de la película como de la banda sonora, así que me encantaría que la viera/escuchara tanta gente como fuera posible. También estoy muy satisfecho de mi álbum en solitario Schematic, un experimento con música electrónica (combinado con elementos orquestales, como cuerdas).

¿Nos puedes contar algo de tus nuevos proyectos?

Ahora mismo estoy escribiendo música adicional para la nueva temporada de Perdidos en el espacio, para la serie The Boysy, en otoño, también trabajaré con Chris en la temporada final de Sobrenatural. Y también espero poder anunciar más proyectos interesantes según avance el año.

Buena suerte con ellos y muchas gracias por tu tiempo.

Gracias por tomaros el tiempo para entrevistarme y por vuestras palabras tan amables sobre mi trabajo.