Entrevista: Godwin Borg
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Conocí a Godwin Borg en Úbeda en el verano de 2006, minutos antes de que experimentara uno de sus recuerdos más preciados: poder estrechar la mano y charlar amigablemente con su ídolo Basil Poledouris. Y nos seguimos encontrando, de manera intermitente, en años posteriores. Era un tipo barbudo e imponente, con un gran sentido del humor, siempre directo al grano y con cierta tendencia a imitar a personajes de película, una habilidad obtenida tras años de larga práctica.
Pasamos mucho tiempo juntos en 2013, durante el segundo festival de música de cine en Córdoba, donde tuve ocasión de conocer al ser humano detrás de los personajes. Un viaje que continúa a través del tiempo gracias a Facebook o al correo electrónico. De hecho, ésa es la forma en la que hemos llevado a cabo, en el transcurso de varias semanas, la entrevista que estás a punto de leer. ¡Disfrútala!
Óscar Salazar
Godwin Borg nace en Malta en 1973 y forma parte de la escena musical desde finales de los años 80. En 2008 funda Kronos Records, un sello independiente especializado en música de cine, tanto clásica como contemporánea. En sus casi 10 años de actividad, Kronos ha editado más de cien bandas sonoras en formato físico. En 2016 Godwin se embarca en el lanzamiento de Vulkan Records, sello especializado en Metal.
¿Cómo te aficionas a la música de cine?
Muy temprano. Mis padres solían llevarnos habitualmente al cine a mi hermano y a mí. La afición a la música nos llegó a los dos bastante rápido. Desde muy joven era todo oídos en lo que respecta a la música de las películas o de las series de dibujos animados que veía en el cine o por la tele.
¿En qué momento descubres que existen discos con la música de las películas?
Me crie en los años 70 y 80, una época en la que Malta vivía bajo un estricto régimen político que no permitía casi ningún tipo de importación y donde los lujos, como la música, eran precisamente eso: lujos que la gente no necesitaba. Así que, ni tan siquiera estaban disponibles.
En los 80 las cosas estaban cambiando y comenzaron a aparecer en algunas tiendas un par de vinilos o CD. Yo sabía que los discos existían, porque lo ponía en los créditos de las películas, ya que acostumbro a leerlos. Pero no conseguí mi primera banda sonora en CD hasta finales de los 80: la edición de 2 discos de La guerra de las galaxias. Espero haber respondido a tu pregunta.
Sin duda. Y, aun así, sigue habiendo un abismo enorme entre ser coleccionista y tener una casa discográfica. ¿Cuándo se te ocurrió la idea de Kronos Records?
En realidad, se trata de una serie de coincidencias que me llevaron a hacerlo. En primer lugar, había montones de bandas sonoras que pensaba que merecían editarse. Algo que, por algún motivo, no terminaba de ocurrir. También estaba mi interés en la restauración de grabaciones antiguas. Y más. Mi cabeza era un hervidero de ideas.
Y, entonces, en cierto momento, no me renovaron mi contrato laboral, lo que terminó por juntarse con todas mis ideas y, de esta manera, nació Kronos Records.
¿Qué puedes contarnos de los inicios de Kronos?
El comienzo fue realmente bueno. Jamás habría imaginado que un sello nuevo, completamente desconocido, pudiera atraer tanta atención en medio de una crisis financiera mundial.
Por suerte, o porque conozco a mucha gente en el mundo de la música de cine, no lo sé, el primer título, Contatto Con L’Oriente, Omaggio Al Maestro Akira Ifukube, tuvo una recepción excepcionalmente buena. Algo que me animó a editar un segundo CD unos meses después y, luego, otro, y otro.
Al principio, el espacio de tiempo entre lanzamientos era mayor del que es ahora por varios motivos. Principalmente porque, en aquel momento, vivía en un pequeño apartamento en Berlín y el espacio era bastante limitado. De todas formas, no todos los lanzamientos obtuvieron el mismo recibimiento que el primero. En cualquier caso, las cosas se fueron ajustando con el tiempo y, nueve años después, siguen a buen ritmo.
¿Resultó complicado sacar al mercado ese primer disco?
En realidad, fueron bastante más difíciles los siguientes. Ya te he comentado que a mí también me sorprendió lo bien que fue el primero… Así que, no, no fue complicado para nada.
¿Qué criterio sigues para decidir qué se edita y qué no?
Es fundamental que la obra me guste. Y suele ser importante que a otra gente también pueda gustarle tanto como para comprarla. Pero, principalmente, tiene que ser algo que me cautive y que me haga querer comprar el CD yo mismo.
Mis comienzos fueron como aficionado y soy coleccionista desde hace décadas (aún lo soy), así que tiene que ser algo que me compraría si lo editaran otros. Recibo muchas propuestas. La mayoría de ellas realmente buenas; pero, por varios motivos, tiempo y dinero los principales, tengo que escoger.
¿Cómo es el proceso? ¿Cuánto tiempo puede llevar?
Nunca es exactamente igual. En el caso de las películas más antiguas, suele tratarse de títulos que me interesan desde hace mucho. Consigo el material, los derechos y lo que sea necesario para el producto final y me pongo a trabajar. A veces las grabaciones tienen buen sonido y va todo como la seda. Otras veces el sonido dista de ser tan bueno y, por lo tanto, el proceso se alarga. La verdad es que no se puede decir que lleve un tiempo determinado.
Sin embargo, siempre me encargo primero de la música y después del diseño gráfico. Me encanta hacer ambas cosas y, en ocasiones, alterno unas horas de trabajo en la música con otras en el diseño. Ayuda a evitar estancarse haciendo una sola cosa. Pero también disfruto de un buen reto, así que trabajar en las grabaciones que no llegan en buenas condiciones también es muy gratificante.
¿Y en el caso de bandas sonoras más contemporáneas?
En ese caso, el audio siempre (o casi siempre) se encuentra en condiciones óptimas, aunque nunca está de más pegarle un buen repaso para detectar cualquier posible anomalía. El material gráfico también resulta más fácil de conseguir y de trabajar con él, porque su resolución es mejor.
Los títulos más actuales llevan menos tiempo. Sólo en el caso de películas más antiguas no se puede asegurar que todos los proyectos requieran la misma cantidad de tiempo o esfuerzo.
Hablando de cosas más antiguas o más modernas, ¿por qué tomas la decisión de lanzar la Serie Oro?
Relacionado con lo que comentaba antes, uno de los principales motivos para lanzar Kronos Records era poder editar aquellos títulos por los que otras discográficas no parecían demostrar el suficiente interés, quizá porque no había llegado su momento. Siempre me ha gustado lo que me parece bueno, independientemente de la época a la que pertenezca. Si es algo que me interesa y que se puede hacer, lo hago.
En cualquier caso, siempre he creído que algunos títulos pertenecen a una categoría especial. Y con esto no quiero restar méritos a otros, para nada; pero supongo que el nombre lo dice todo. Se trata de joyas que desentierro, limpio, pulo y edito para que otros puedan apreciarlas.
La idea comenzó a fraguar hace unos cinco años, pero no fue hasta unos meses después, en enero de 2013, cuando lancé los dos primeros CD: Saladino de Angelo Francesco Lavagnino y Quel Maledetto Ponte Sull’Elba de Michele Lacerenza. Un par de títulos a los que les tengo mucho cariño.
¿Trabajas habitualmente con los compositores?
Sólo he tenido el honor de trabajar con el compositor directamente en muy raras ocasiones. En otras, se trabaja con los herederos. Pero, principalmente, suelo tratar con la casa editora para este tipo de lanzamientos.
¿Hay alguna diferencia en trabajar con el compositor?
Sí, en el sentido de que es estupendo estar en contacto con el artista de manera directa. Y es divertido, pero también ofrece un punto de vista único. Por desgracia, la mayoría de los compositores clásicos han fallecido ya, así que no es algo que suceda a menudo.
Aun así, trabajar con la familia también ofrece una perspectiva peculiar, como en el caso de los CD de Francesco De Masi. Filippo es, sin duda, el mayor experto en el trabajo de su padre, así que siempre resulta estupendo hablar con él.
Los compositores de los lanzamientos “normales”, como Nic Raine, Christopher Zirngibl, Alexander Cimini…, ¿colaboran en el proceso?
Sí, mucho. Acabas de mencionar a tres de los compositores con los que he tenido el placer de trabajar y espero repetir la experiencia. La verdad es que hacen que la tarea resulte mucho más divertida y sencilla. De hecho, el material que me ofrecieron estaba listo para usar.
Con dos de ellos estoy colaborando en nuevos lanzamientos. Una vez que los veas, sabrás de qué te hablo. Pero, por ahora, mantengamos el suspense, porque no quiero estropear la sorpresa. Kronos jamás anuncia sus lanzamientos antes de tiempo.
Has editado un CD de Rachel Portman. ¿Cómo surgió la oportunidad?
Como con cualquier otra banda sonora, en realidad. Les pregunté tanto a Rachel como a su editor y la cosa se puso en marcha. Still Life es una composición estupenda. Pero, claro, ¿hay alguno de los trabajos de Rachel que no sea tan maravilloso como inspirador? El CD se agotó casi inmediatamente, algo que no me sorprende.
¿Pasó algo parecido en el caso de Ripley’s Game?
Ripley’s Game fue una historia completamente diferente. Salvo Ripley’s Game y otros cuatro lanzamientos, ninguno de nuestros títulos se ha editado antes en CD. De hecho, un buen puñado de ellos ni tan siquiera se ha editado en ningún otro formato anteriormente…
A veces hago una excepción y selecciono un título que o pide una reedición a gritos o necesita una nueva presentación. Y ése es el caso de Ripley’s Game.
¿Y Padre Pio?
Padre Pio es otro de esos títulos que ya tenía una edición previa en CD. Sólo una, para ser más exactos. Una que desapareció rápidamente. A este paso, la nuestra también se agotará pronto.
La música estaba bastante lista ya. Lo que faltaba era un nuevo libreto y comentarios, de los que se encargó nuestro colaborador habitual y amigo John Mansell de Movie Music International.
La música va más allá de las palabras y algunos compositores tienen una voz especialmente potente y elocuente. Ennio Morricone es uno de estos compositores. Y, de entre sus trabajos, hay algunos que sobresalen más que otros, como es este caso particular. Padre Pio es, definitivamente, una de las mejores bandas sonoras “recientes” de Morricone. Ha sido estupendo trabajar en su reedición.
También has editado música de varios compositores españoles, como Carles Cases, Iván Palomares o Aritz Villodas. ¿Qué relación tienes con la música de cine española?
¿Mi relación con la música de cine española? Bien, hay que echar la vista atrás unos años… Mi primer viaje a España, en 2006. Por aquel entonces no conocía a muchos compositores españoles. Sólo a los famosos, como Antón García Abril, Ángel Illarramendi, Roque Baños o José Nieto; pero el talento que he descubierto con cada nueva visita es abrumador.
España es, para mí, EL PAÍS de los auténticos talentos emergentes de la música de cine. Hay muchos compositores dotados en todo el mundo, pero nunca he encontrado tantos juntos en un único lugar como en España. Y quiero decir con auténtico talento, genuinos melodistas y auténticos maestros de su arte. He tenido el placer de trabajar con algunos de ellos, como el genial Carles Cases, el increíble Antonio García y la nueva hornada, como Iván Palomares, Aritz Villodas, Sergio Peña, Sergio Jiménez Lacima y algunos otros con los que no he tenido la oportunidad de trabajar todavía. No desesperéis, chicos, que también llegará vuestro turno.
Si hay algo que realmente me impresiona más que el calor y la amabilidad de los españoles, es la calidad de la música que produce España. ¡Simplemente asombrosa! Y, justo cuando creías que se había terminado, ¡te espera otro regalo! Entonces, sí, tengo una relación muy afortunada de hecho.
¿Qué nos puedes contar de Omaggio a Donaggio?
Trato a los compositores como a todo el mundo. Son gente normal, como tú o yo. Ya que tiendo a tratar a los demás como quiero que me traten a mí, acabo teniendo muchos amigos. Algunos son compositores, otros albañiles y así.
Un día, hablando con Pino Donaggio, una cosa llevó a otra y, unos días más tarde, me llama y me habla sobre una joven pianista italiana, Isabella Turso, que ha estado trabajando en un tributo a su figura. El CD no son versiones, sino reinterpretaciones al piano de varias piezas de la carrera de Donaggio. Él mismo me puso en contacto con Isabella y, entre ambos, trabajamos en esta edición tan maravillosa.
Hace poco has lanzado un nuevo sello discográfico, dedicado a otra de tus pasiones musicales, el Metal. ¿Existen diferencias si lo comparamos con la edición de bandas sonoras?
Realmente, no. Los principios y procedimientos son más o menos los mismos y el origen es también el mismo. Ante todo, tiene que tratarse de un grupo que me guste. Entonces, se ve si se puede hacer y, si es el caso, nos ponemos a ello. A veces, los vientos son favorables y otras, no tanto, pero es exactamente igual que con las bandas sonoras. La música es en realidad un idioma universal que une a personas con orígenes completamente diferentes bajo un mismo techo o espacio.
¿Alguna sorpresa para los próximos meses?
Sí, ¡claro! Eso, siempre. Me encuentro trabajando en un buen puñado de títulos que verán la luz en los próximos meses. También se acaban de anunciar nuestros dos últimos lanzamientos más recientes: Salvatore, Questa È La Vita, de Paolo Vivaldi, y Queen’s Messenger, de Stelvio Cipriani.
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