El Don de la Inmortalidad: James Horner
El 22 de junio del año pasado, todos los aficionados a la música de cine nos despertábamos conmocionados por la triste noticia del fallecimiento en accidente aéreo de uno de los compositores más interesantes (para parte de dichos aficionados) y polémicos (para los restantes) de las últimas décadas: James Horner. Un acontecimiento que consiguió que nos olvidáramos de estériles discusiones, para sumirnos en un profundo dolor. Pero Antonio Piñera y Antonio Pardo Larrosa fueron capaces de tragarse ese dolor, hacer de tripas corazón y comenzar su particular homenaje al maestro angelino.
James Horner, El don de la inmortalidad es un exhaustivo repaso de la obra horneriana, escrito desde la admiración reposada, y discriminatoria, que da la perspectiva del tiempo; sobre todo, cuando se vuelve la mirada atrás hacia toda una carrera musical. El libro, que cuenta con 272 páginas y ha sido publicado por T&B Editores, está prologado por el orquestador Conrad Pope y el productor discográfico Robert Townson. Tras una breve biografía del compositor, los autores pasan a desglosar cada una de las obras de Horner, combinando abundante información junto a una valoración personal.
De lectura amena, el libro nunca aburre, cada texto aporta algo diferente: unos son comentarios al uso; otros, estudios en profundidad. A veces, leemos representaciones teatralizadas o nos sumergimos en curiosas disquisiciones filosóficas. Contando con la ventaja de saber que no nos guía un único punto de vista, sino la visión (¿audición?), siempre subjetiva, de cada uno de los autores. Y, para aquellos que quieran sólo los hechos, la verdad desnuda, pueden revisarse la completa discografía que se incluye en el anexo.
Pero basta ya de cháchara por mi parte y dejemos que sean los mismos Antonio Piñera y Antonio Pardo quienes nos lo cuenten. Abran bien los oídos y escuchen, porque si les gusta lo que van a leer, no pueden perderse James Horner, El don de la inmortalidad. Su dolor nunca desaparecerá del todo, pero se hará igual de reposado que su admiración.
Óscar Salazar
Antonio Piñera García es el creador de la popular página Musicadecineblog.com, aparte de colaborar en otros portales dedicados a la misma temática. Es miembro del jurado de los Premios de la Crítica Musical Cinematográfica, que se entregan anualmente en el Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (Fimucité). También es el autor de los libros Miklós Rózsa: Una vida, dos pasiones y El legado musical de la Hammer, ambos publicados por T&B Editores. Ahora mismo está inmerso en la escritura de la que será su primera novela.
Antonio Pardo Larrosa es autor de Sotto Voce: Artículos, reseñas y otras chanzasy de El baúl de los genios, un curioso diccionario de música clásica, dedicado a los compositores más desconocidos y olvidados, del cual se encuentra escribiendo su tercera y última parte. Colabora con asiduidad en Sinfoníavirtual, Latecla 88, Scoremagacine, Bandasonora.org y Musicadecineblog.com. Escribe en la revista Melómano, donde coordina la sección de música cinematográfica. Es miembro, así mismo, del jurado de los Premios de la Crítica Musical Cinematográfica. También ha colaborado en el ensayo Regreso al motel Bates, dedicado a explorar en profundidad la película Psicosis.
Para empezar, desde AsturScore nos gustaría agradeceros el que podáis compartir con nuestros lectores parte de vuestro tiempo.
Antonio Piñera: Gracias a vosotros.
Antonio Pardo Larrosa: Sí, gracias a vosotros por el interés mostrado, es un placer y un gran honor compartir con los amigos de AsturScore y con todos vuestros lectores nuestras impresiones.
Supongo que la idea del libro surge tras el fallecimiento de James Horner el pasado verano. ¿Fue muy duro ponerse a trabajar en tales circunstancias?
Pardo: La verdad es que sí, me costó mucho asimilar la noticia, ya sabes, te levantas al alba para empezar una dura jornada de trabajo, enciendes el Smartphone mientras el primer café de la mañana humea con fuerza, y ¡zas!, lees estupefacto en el Facebook que James Horner ha fallecido en un accidente de aviación… A partir de ese momento todo cambia, ¡Horner ha muerto y no me lo puedo creer!, fue lo que pensé mientras las noticias asaltaban una tras otra mi muro –fueron cientos-. Como muy bien dices trabajar en esas terribles circunstancias fue algo muy duro que todavía hoy, meses más tarde, me sigue produciendo una extraña y amarga sensación que, como se suele decir en estos casos, ya forma parte de mi propia realidad.
Piñera: El principal problema es que, de repente, te das cuenta de que no vas a disfrutar de nuevas obras del maestro, y eso en una época donde volvía a resurgir con grandes composiciones. Fue duro, pero a la vez gratificante. El volver a repasar toda su música y poder dedicarle este homenaje ha merecido la pena.
Una vez que la idea está asentada, ¿cómo os decidís a colaborar en la redacción del texto? ¿Hubo algún criterio especial para decidir quién escribía cada comentario?
Piñera: La verdad es que no.
Pardo: El proceso de creación tuvo un desarrollo muy fluido, muy natural, por así decirlo. Dividimos el trabajo por la mitad para que los dos tuviéramos la misma cantidad de reseñas.
Piñera: Cada uno elegíamos las que más nos apetecían.
Pardo: Una a una, atendiendo a criterios personales que como te puedes imaginar condicionaron sobre manera las palabras que dan vida a cada uno de los comentarios.
Piñera: Yo casi prefería que él hiciera las más destacadas y así, por mi parte, poder redescubrir partituras más desconocidas para el público o que hacía años que no escuchaba. Además, Antonio es un gran conocedor de Horner, y creímos que sus comentarios serían más acertados en estos films que sobresalen de los demás.
Pardo: Recuerdo que Antonio me llamó diciéndome:
– Antonio, tengo que comentarte una cosa.
– Dime –le contesté mientras tecleaba sin descanso.
– Titanic es tuya…
– ¿Y eso? –le respondí contrariado-, ¿estás seguro de lo que me estás diciendo? Titanic te tocaba a ti.
– Sí, ya lo sé –me replicó con mucha seguridad-, pero si la escribo yo, ¡la voy a poner a parir! (Risas)
– Vale –le dije frotándome las manos-, yo la escribiré, no hay problema, es una historia que puedo contar muy bien…
Más o menos así fue el proceso de creación, llamadas telefónicas, una gran cantidad de correos electrónicos, mensajes por Facebook a horas intempestivas, y sobre todo y lo más importante, mucho consenso entre las dos partes, sin eso no habría sido posible realizar esta obra.
¿Cómo fue el volver a ver todas las películas y repasar las bandas sonoras?
Pardo: Fue una sensación agridulce, demasiado extraña, ya te lo puedes imaginar, volver a ver en la pantalla el nombre sobreimpresionado de James Horner: Music composed by James Horner, un subidón de adrenalina que ya no volveremos a sentir de aquí en adelante, aún así fue un placer volver a re-descubrir la obra integral del Maestro -sí, así es, permíteme que lo llame de esta forma, porque para mí lo fue y lo seguirá siendo-, una obra tan grande, compleja y original que solo en su conjunto se puede entender lo que este hombre consiguió más allá de todas las palabras que sobre su obra y su persona se han vertido durante estos últimos años.
Piñera: Para mí, el volver a repasar toda la filmografía de James supuso un soplo de aire fresco. Te das cuenta, como dice Antonio, de lo grande que era Horner en comparación a la música de cine y los compositores que escriben en la actualidad para el celuloide.
¿Os fijasteis algún límite de tiempo?
Piñera: Lo hicimos todo durante el verano. Como suele suceder en estos casos los plazos los marcó la editorial, pero yo por mi parte no estuve agobiado.
Pardo: Pues para mí fue algo de locos (risas), un proceso tan estresante que ha puesto a prueba mi capacidad en más de una ocasión. Es muy difícil trabajar con el minutero como sombra, pero por otra parte también ha sido un gran reto, necesitaba comprobar si era capaz de escribir bajo tanta presión, algo a lo que no estoy acostumbrado. El resultado deberán juzgarlo los lectores.
Al hilo de lo anterior y del relativo problema de tiempo, seguro que, por otra parte, las satisfacciones han sido muchas. ¿Qué es lo que más os ha gustado de todo el proceso?
Piñera: El volver a escuchar todo lo de Horner, y la fase de escritura.
Pardo: Quizás, volver a re-descubrir la obra de James Horner. Volver a escuchar partituras que tenía olvidadas. Su obra es tan grande que a veces se nos escapa lo que este hombre compuso. Esa ha sido la parte más gratificante del proceso.
Si me permitís una pregunta personal, ¿qué vais a echar de menos de James Horner, ahora que no volveremos a ver su nombre en unos créditos? Si obviamos Los Siete Magníficos, claro.
Pardo: No me extenderé demasiado (risas), pero lo que voy a echar de menos de James Horner es la emoción –puede que sea ansiedad- con la que me acercaba a cada nueva obra del Maestro, esa especie de nerviosismo pueril que nunca he podido separar de su música y que durante tantos años me ha acompañado de un modo tan intenso. Como muy bien dice un buen amigo mío, “Lo que voy a echar de menos es lo divertida que es su música… Nunca aburre”.
Piñera: Pues yo me extiendo al todo entonces (risas), porque eso es lo que voy a echar en falta: TODO. Horner era un compositor excelente, poseedor de un gran sinfonismo y una sensibilidad única.
Y, siguiendo con las preguntas personales, ¿podríais adelantarnos alguno de vuestros futuros proyectos?
Piñera: El viernes 1 de abril ha salido a la venta mi nuevo libro, El legado musical de la Hammer, editado también por T&B. Es un repaso por todos los compositores que trabajaron para la productora, y además analizo lo que ha significado la Hammer en el cine.
Pardo: Bueno, lo que os puedo adelantar por ahora es que estoy trabajando en la tercera y última parte de mi enciclopedia El Baúl de los genios, que podría estar terminada para el primer trimestre del 2018. Por otro lado estoy escribiendo un capítulo que va a formar parte de un libro monográfico –lo siento, pero no me permiten decir mucho más (risas)- que si todo va bien saldrá para este verano. También ando dándole vueltas a una propuesta muy interesante que empezaré a escribir para junio/julio. Lo único que puedo adelantar de este proyecto –una vez más prefiero guardar silencio (risas)- es que tiene que ver con la figura de Jerry Goldsmith, y hasta aquí puedo leer…
Muchísimas gracias por vuestras palabras y nos gustaría desearos toda la suerte del mundo en estos proyectos tan interesantes.
Piñera: Gracias a vosotros.
Pardo: Gracias a vosotros, y lo mismo os deseo, que sigáis en la brecha.
Piñera & Pardo: Un abrazo.
Agradecimiento especial de AsturScore aAntonio Piñera y a Antonio Pardo Larrosa, por su amabilidad e infinita paciencia