Luna: Take Me with You

Sentado delante de la pantalla, y roto por el dolor de la pérdida, trato de aferrarme a lo que nos aferramos todos aquellos que debemos seguir mirando hacia delante; el día a día, y el recuerdo de todo lo que significaste para nosotros.

Desde que nos dieron la mala noticia de cómo estabas, sabíamos que sería una cuestión de tiempo (¿acaso no lo es siempre?), pero nos volvíamos a aferrar, de nuevo, a una esperanza; que la medicación hiciera efecto y tu estado de salud se mantuviera estable.

Pero ayer, 30 de Octubre, todo se vino abajo cuando nos comunicaron que habías empeorado. Ya el día previo nuestros presagios al verte nos hicieron temer lo peor (tu fatiga, tus temblores), y la nueva radiografía al día siguiente lo confirmó, golpeándonos cruelmente.

¿Prolongar lo inevitable, hospitalizada y con más medicación, o permitirte ir en paz? Maldita elección, porque allá donde miro, todo me recuerda a ti. Todos los rincones me hablan de ti, los físicos y los de mi alma.

Aún recuerdo aquel 20 de octubre cuando Marta me dijo lo que tenías; la calidez y melancolía de las notas musicales de Michael Kamen para The Winter Guest sonaban en mi reproductor musical, contrastando con la frialdad de la noticia, e incluso la del título de la película.

Y quiso el cruel destino que fuese la misma música el viernes de tarde, la misma que me servirá para avivar tu recuerdo, para poner banda sonora a un momento tan triste como éste, pero también para celebrar todo lo que significaste.

Pedías tan poco y dabas tanto, demasiado, que creo que jamás podré llegar a compensártelo de ninguna manera; solo puedo alcanzar a decirte que TE QUIERO MUCHO LUNA, TE ECHO MUCHISIMO DE MENOS.

Se me parte el alma, y tan sólo quiero despedirme de ti con un hasta pronto, y sea lo que sea que haya al otro lado, tan solo espero que estés tu allí, en el regazo de mi abuela Emma, esperándome con una sonrisa en los labios. Os echo mucho de menos.