Kamen, You’re the One (Spanish)

Escrito por , el 19 diciembre 2013 | Publicado en Apuntes

Todo un mes hemos dedicado a modo de tributo al gran Michael Kamen en nuestra web, AsturScore. Un mes para uno de los más grandes compositores que ha dado la música de cine. Un artista. Un músico. Un persona que rebosaba simpatía,  humanidad y cariño.

Todas las muestras de amor hacia su música y  su persona han sido la demostración del gran cariño que despertaba la figura de Michael Kamen entre todos aquellos que lo conocieron o que simplemente disfrutaron con su música. Entrañable y acogedor, sincero y humilde, comprometido y filántropo. Con tiempo para todo y para todos.

Michael Kamen era, es y seguirá siendo único e irrepetible. Una voz con estilo propio, un autor de marca propia, un pura sangre.  Su muerte, diez años atrás, dejó huérfano el universo de la música de cine.

Kamen me ha conquistado desde hace muchísimos años, desde que mi pasión por la banda sonora comenzó, cuando nombres como Jerry Goldsmith, John Williams o James Horner eran los habituales para las generaciones que crecimos a finales de los 70 y en los 80.

Cuando comencé a comprar música de cine, siempre hubo dos compositores especiales para mi, dos de quienes comencé a adquirir todo lo que podía, dado mi limitado presupuesto de entonces. Christopher Young y Michael Kamen. Eran mis dos predilecciones personales al margen de los sospechosos habituales anteriormente citados.

Era una especie de pequeña obsesión personal, y en el caso de Kamen, una conexión especial con su música, algo que solo quienes amamos la música de Kamen sabemos describir entre sus fans. No hacen falta palabras, una mirada cómplice lo dice todo (algo que también me sucede con Jerry Goldsmith).

En mi caso, la descripción perfecta para definir mi conexión con su música sería ponerme el prólogo de la película What Dreams May Come (basado en la bellísima canción Beside You, compuesta a finales de los 60 por Kamen y su amigo Mark Snow) y romper a llorar como un niño pequeño, roto por la belleza y lirismo de ésta maravillosa pieza musical, o inspirar profundamente y emocionarme mientras escucho el tema de Irina o el de Colin en Mr Holland’s Opus (ambos perfectamente integrados en la mítica American Symphony), o dormir a mi hija suavemente en mis brazos mientras le canturreo el Darling I Know You’re the One (para esa bella película llamada Circle of Friends), una de las piezas folk más bellas que he escuchado en mi vida, interpretada por los siempre geniales Chieftains.

Esos momentos definen mi conexión con Kamen, mi debilidad por su música; como su habilidad emocional para dar vida a las imágenes traspasa el celuloide y se convierte en parte de tu vida, integrándose un recuerdo imborrable.

Es el Kamen melódico, el intimista, capaz de emocionarte con una versión instrumental adaptada del Mona Lisa para la fantástica película de igual nombre de Neil Jordan, con un tema sencillo, sincero y emotivo como el de Crusoe o con un bellísimo y delicado tema para la relación padre-hijo de Frequency (quien sino alguien como Michael Kamen podría haber concebido un score tan intimista alejado del entorno de la acción que se podía prever, una genialidad).

Antes de despedirme, solo me gustaría decir dos cosas. La primera, agradecer a todos los que habéis participado de una u otra manera en el especial, abriéndonos vuestras vidas para contarnos todo tipo de anécdotas y experiencias relacionadas con Kamen. Gracias a vosotros hemos compartido bellísimas historias que engrandecen aún más la persona de Kamen, algo justo y necesario. Que menos por alguien que lo ha dado todo por su familia y sus aficionados.

La segunda, me quiero quedar, al margen de toda la maravillosa gente que he conocido a través de Kamen (Pablo Ortiz, Amin Matalqa, Gergely Dubai, Jon Broxton, Penka Kouneva, Randall D. Larson…), con una pequeña anécdota personal sobre la música de Kamen.

Cuando comenzó el especial, antes de grabar el programa de radio de AsturScore, recuerdo como Eduardo recuperaba viejos trabajos de Kamen que le encantaban para escuchar y ponerse a tono (Die Hard, Company Business, Brazil, The Dead Zone) combinándolos con otros que desconocía, todo ello de forma intensa, en un Tour de Force musical de dos semanas, para opinar con más criterio (sumándole la documentación propia a realizar).

Edu siempre me dijo que, pese a que creía que Kamen era un buen compositor, le parecía un poco duro de escuchar en muchos de sus trabajos, casi como un “no puedo conectar con su música”. Pero cuanto más escuchaba su música, más entendía el universo de Kamen, descubriendo auténticas joyas como The Adventures of Baron Munchausen.

Finalmente, pasado el programa de radio, me reconoció que le había cambiado radicalmente la concepción musical de Kamen desde que comenzamos el especial, llegando a conectar, en cierto modo, con su música, captando el estilo de Kamen en todas y cada una de las composiciones que había escuchado, descubriendo el germen musical de muchos de sus trabajos.

Eso, para mi, lo vale todo. Que alguien descubra a Kamen o conecte con su música gracias a este tributo colectivo es el éxito de éste Recordando a Kamen.

Michael Kamen siempre estará ahí, acompañando los buenos y malos momentos, animando en todo momento. De hecho, siempre ha estado ahí. Su Mr. Holland’s Opus, The Three Musketeers o The Winter Guest son obras que siempre visito año tras año, sin cansarme ni un ápice.

No puedo expresar mi amor por su música con las suficientes palabras, pero mis lágrimas, mi bello erizado y el latir de mi corazón lo expresaran mejor cuando escucho y disfruto su obra.

Infinitas Gracias, Michael, estés donde estés.

You’re the One.