Especial James Bond: 50 Aniversario
50 años de Bond, el agente secreto con licencia para matar más carismático de la historia del cine, un rol que ha pasado por muchísimas manos, comenzando por un jovencísimo Sean Connery, y terminando, por el momento, con Daniel Craig (¿será el nuevo Bond un actor negro, como se ha leído por algunos lares?), aunque siempre a través de su padre, la pluma del genial escritor Ian Fleming, quien fallecería durante el rodaje de Goldfinger, una auténtica lástima que no pudiera disfrutar aún más del éxito de su creación.
Atrás queda ya el primer gran villano de la saga Bond, el maléfico Dr. No, un éxito de taquilla y crítica que propició que la franquicia fuera tomando forma, con From Russia with Love (1963), con otro gran villano memorable (un jovencísimo Robert Shaw), aunque sería Goldfinger, en 1964, la que cimentaría el devenir de la saga, estableciendo todos los cánones que reinarían como marca de la casa en el universo Bond; una canción memorable con unos títulos de crédito magistrales, prólogos vibrantes y espectaculares (que ya From Russia with Love anticipó), mucho humor negro y cinismo, gadgets de todo tipo (cortesía de Q) y un Bond realmente seductor, aunando, eso sí, secuencias de acción memorables y espectaculares (la batalla acuática de Thunderball, el asalto a Fort Knox, la persecución de lanchas de From Russia with Love, la irrupción del Atlantis en The Spy Who Love Me, la batalla final del Golden Gate en A View to a Kill, el clímax volcánico de You Only Live Twice…).
Y, como no, ya que hablamos de música de cine, el establecimiento del estilo musical imperante, cortesía de John Barry, el mejor compositor de la saga de lejos, nunca superado ni igualado, en mi humilde opinión.
Otros lo han hecho francamente bien (como David Arnold, digno sucesor, mezclando el romanticismo clásico de Barry con las bases musicales modernas, o George Martin, el mejor Bond no Barry en la época pre-David Arnold), y otros han fracasado estrepitosamente (como Eric Serra en Goldeneye, o un flojo Bill Conti, algo raro para un compositor de su talla).
Y con las canciones, en términos generales, casi siempre se ha acertado, salvo esa horrorosa canción de Die Another Die de Madonna, u otras que sin ser malas son francamente flojas, como la de Sheryl Crow (Tomorrow Never Dies) o la de Quantum of Solace (muy, pero que muy descafeinada).
Atrás quedan maravillas como el We Have all the Time in the World, Goldfinger, You Only Live Twice, Thunderball, Live and Let Die, Nobody Does It Better, Moonraker o A View to a Kill, por poner unas cuantas.
Y además, sería injusto no citar como esta saga musical-cinematográfica ha influido de forma determinante en el cine, fuera de forma paródica (como los Austin Powers, brillantes trabajos compositivos de George S. Clinton, o los dos Johnny English, con sendos trabajos brillantes de Edward Shearmur y Ilan Eshkeri) o de forma más serie (como las recientes Largo Winch de Alexandre Desplat, por citar un ejemplo moderno, o la saga Bourne, más de acción que espionaje, donde brillaba un inspirado John Powell, especialmente en la segunda entrega y donde recientemente colaboró James Newton Howard).
Así que, desde AsturScore, hemos decidido rendir tributo al agente 007, votando las que, a nuestro entender, son las mejores películas, partituras y canciones de la saga, contando con una serie de firmas invitadas para dar más variedad y profundidad a este merecido homenaje.
Rubén Franco
Película: From Russia with Love (1963)
Me encanta el universo Bond, especialmente la etapa Connery y Moore, las mejores de la saga (lo de Dalton no está mal, la verdad, lo de Brosnan es pá olvidar, IMHO, y lo de Craig está bien, sinceramente, pero no llega a la altura de lo anterior).
Siempre he amado, además, las buenas historias de espionaje (con y sin guerra fría de por medio), buenos argumentos con giros y excelentes tramas y personajes, y quizás solo por eso (y poco más) me decline por From Russia with Love, una aventura de espionaje donde la acción es espectacular y realista, encontrándonos con una trama sólida a la que estar atentos (gracias) y con una fotografía y localizaciones maravillosas (la escenas de Turquía, el campamento gitano, la escena del viaje en tren, la persecución del helicóptero por las montañas, la escena final en Venecia…).
Fue el primer peldaño de la definición del estilo Bond, y no era todavía el Bond más típico que vendría por el camino (Goldfinger si afianzó el estilo en ese sentido, perfilando un Bond más espectacular y aventurero, y menos espionaje en detrimento), pero Desde Rusia con Amor, sin ser la película más Bond de todas, si es la que más me apasiona.
Eso si, pregúntame otro día, e igual cambio de opinión (The Spy Who Loved Me, Goldfinger, Thunderball…)… aunque por mi gusto, siempre tiraría hacia este estilo de película (y lo dice un amante de John Le Carré).
Canción: Goldfinger de la película Goldfinger (1964)
Complicado, y mucho. El Nobody Does It Better me tira un horror, y no te digo nada del We Have All the Time in the World… pero quizás me incline por la canción que lo cambio TODO, así de claro.
Mítica es la anécdota de Michael Caine en su autobiografía, quien por la época de Goldfinger comparió piso con John Barry durante dos semanas (eran grandes amigos, de hecho tuvieron varias películas en común), coincidiendo con la composición de la canción. Caine recuerda en su autobiografía no haber pegado mucho ojo durante aquella época, especialmente la noche que acabó la canción, levantándose de su cama y encontrándose a Barry dormido sobre el piano, eso si, con la canción terminada.
En cuanto a la canción, la sección de metales es bestial, solo igualada por la aún más bestial entrada de la voz de esa diosa llamada Shirley Bassey. Una de las mejores canciones de la saga, y una de las mejores en toda la historia del cine (que injustamente ni fue nominada a los Oscar, ya ves tú).
The Man with the Midas Touch…
Score: On Her Majesty’s Secret Service (1969)
Aquí no hay dudas. No solo es un Top Five de John Barry (junto con esas joyas que son The Lion in Winter o The Last Valley), sino que, IMHO, es la mejor partitura de la saga, con un tema de acción bestial, maravillosas melodías románticas y melancólicas (que grande es el We Have all the Time in the World) y con un gran variedad y riqueza temática como pocas veces se han visto en una partitura Bond.
Una obra maestra, sin más, que debería de estar en todas las estanterías de los que aprecien y amen eso que se llama MÚSICA DE CINE con mayúsculas.
Berto Pena
Película: On Her Majesty’s Secret Service (1969)
Para mí es muy difícil elegir la «mejor película» de Bond porque su personaje, sus libros, su música, su merchandising me ha acompañado desde mi adolescencia. Para mí hay tres o cuatro títulos que encierran emociones y encanto únicos. Yo prefiero referirme a mi «película favorita», que es «Al servicio secreto de su majestad».
Lo es por muchos motivos pero sobre todo por tres:
- Es el James Bond que más me creo. Es el más humano, el más vulnerable, el más cercano. Sin perder su estilo y carisma, lo que es y representa, se me hace más creíble que el superhéroe o bufón que vemos en otros títulos.
- La historia es de las más redondas de toda la saga. Bien contada encierra también una serie de historias paralelas que en fondo no lo son; puesto que todas confluyen constantemente. La historia de amor con Tracy y Bond certificando el origen noble de Blofeld… ¿En una misma película? ¡Fantástico!
- Los Alpes suizos. El Piz Gloria, la nieve, las montañas, las Navidades… La película tiene una fotografía y unos escenarios naturales que te hace querer vivir esa aventura.
Y si a todo esto le añado la legendaria e inolvidable música del maestro John Barry, no tengo dudas: es mi película favorita.
Canción: Thunderball de la película Thunderball (1965)
La contundente música de John Barry y la peculiar voz de Tom Jones le dan una personalidad única; nunca más repetida en otras canciones. Es un tema con vida propia, que te impacta desde la primera nota como si fuera un disparo salido de la Walther PPK. Encaja como un guante, no ya sólo con la película, los personajes y la acción que nos esperan en los siguientes minutos; también con el propio Bond. Quién es, qué hace y sobre todo cómo lo hace. Sólo escuchar los primeros segundos mientras contemplas esas siluetas en el agua, ya presientes la gran aventura que te espera.
Score: On Her Majesty’s Secret Service (1969)
Y para mí la elección es dificílisima. Porque Goldfinger y Desde Rusia con amor tiran mucho de mí. Pero me quedo con Al servicio únicamente por lo que me hace sentir a lo largo de todo el score. Está lleno de matices y sensaciones desde la primera nota hasta la última. Es, a mi juicio, el score más rico de toda la saga. Ofrece estilos e instrumentos de lo más variados.
Desde el suspense y emoción de «Over and out» o «Gumbold’s Safe», el romanticismo y melancolía de «We Have All The Time In The World», la emoción majestuosa de los paisajes alpinos de «Journey To Blofeld’s Hideaway», las escenas de acción como «Battle At Piz Gloria» o «Ski Chase», hasta llegar a su tema de apertura. Un corte vibrante y fastuoso que te hace levantarte de la silla por mil veces que lo escuches (y yo creo que lo he escuchado más de mil veces).
Ya no se hace música así. Y menos en el universo Bond.
Carlos Mulas
Película: Goldfinger (1964)
Cine moderno contra cine clásico… En este caso, «Casino Royale» contra «Desde Rusia con amor» o «Goldfinger», probablemente las dos más carismáticas de la era Connery. Una impecable película moderna de acción (ejemplo para generaciones), contra una absorvente película de espías (de lo mejor del género en plena guerra fría), contra la que es posiblemente la película Bond por excelencia. Goldfinger contiene todos esos detalles que han hecho de 007 la saga que es hoy día. Ingeniosos diálogos, un gran villano, con un ambicioso plan, y a su lado un invencible secuaz… Si añadimos la primera aparición de un coche Bond y la perfecta factura de la película, que se aprecia incluso hoy día, solo hay que tener un poco de gusto por lo clásico para elegir «Goldfinger» como mi película preferida.
Canción: Goldeneye de la película Goldeneye (1995)
Las innumerables interpretaciones de Shirley Bassey para la saga, realmente míticas, y muchas otras canciones que también hubiesen sido grandes éxitos, incluso sin asociarse a las películas (aquí tengo que mencionar la muy reciente e impresionante «Skyfall» cantada por Adele, todo lo que una canción Bond debe ser), no hacen sombra a Goldeneye, que inauguraba la era Brosnan, con la inigualable presencia de Tina Turner.
Esta artista siempre ha sido una debilidad mía. Su voz y su presencia, sus modulaciones, la propia música, y la forma en que el videoclip que promocionaba el film se quedó grabado en mi retina, hacen de esta canción una de mis favoritas de todos los tiempos. Lástima que Tina no fuese más asidua de la industria del cine en su momento, porque si ya es mítica con esta canción y aquel «We don’t need another hero», imaginaos a donde hubiese llegado con más colaboraciones…
Score: Goldfinger (1964)
«Al servicio secreto de su majestad» es probablemente la más rica e impresionante música de la saga, con sus temas de acción sobre todo… pero como en todo lo relativo al agente con licencia para matar, pienso que hay que llevar la elección al terreno personal. Por eso, y aún reconociendo el mérito superior de OHMSS, cuando pienso en 007 me viene siempre a la cabeza (además de su tema, por supuesto) la música que John Barry nos dejó para las escenas finales de «Goldfinger». Toda la fase de Fort Knox resuena una y otra vez en mi cabeza, desde las reminiscencias militares a lo mejor de la acción de un Barry en estado de gracia. Y es que fue uno de mis primeros CDs del maestro, y eso pesa mucho en la memoria.
Eduardo Con
Película: Casino Royale (2006)
Aunque por edad recuerdo bastante mejor las películas protagonizadas por Timothy Dalton o Pierce Brosnan, quizás mi película favorita de la saga Bond, con todos mis respetos a Sean “el mejor Bond” Connery, me quedo con la inyección de sabia nueva que supuso la incorporación de Daniel Craig en Casino Royale (2006).
La adaptación de la primera novela del agente del MI6 supuso ser una película realista, muye entretenida y con un Bond rompedor (soltando mamporros y frases para el recuerdo) que consiguió ser todo un éxito a la hora de volver a enganchar al público.
Ahora toca ir al cine y comprobar si cambio de opinión porque la critica británica ya cataloga a la última película de James Bond Skyfall como “la mejor entrega” de la saga cinematográfica del agente 007.
Canción: Goldfinger de la película Goldfinger (1964)
Goldfinger es personalmente para mi es una de las mejores canciones compuestas para el cine y en especial para la saga Bond donde la brutal interpretación de Shirley Bassey es simplemente genial.
Y es que en 1964, el propio John Barry después de una actuación de la cantante galesa en Londres le entrego una cinta donde venia la canción, en formato instrumental, con la intención de convencer a Bassey y que así pusiese su voz a la canción de la tercera entrega de la saga Bond.
Bassey accedió a escuchar la cinta y de la cual dijo: «Finalmente la escuché, y casi me caigo de la silla. Gracias a Dios escuché esa canción, porque contenía arreglos musicales que me dejaron la piel de gallina. Por eso, esa misma noche llamé por teléfono a Barry y le dije: ‘No me importa que aún no tenga letra. Sea como sea lo haré«.
Con el sí de la cantante Barry contrato a los compositores Anthony Newley y Leslie Bricusse para que escribieran una letra adecuada a la temática de la película y lo demás ya es historia…
Score: Quantum of Solace, the VideoGame (2008)
El excelso trabajo del compositor británico John Barry en la saga Bond, siendo responsable de 12 partituras, ha dejado marcado el estilo musical para 007 y además de eso escribió una de las mejor bandas sonoras, On Her Majesty’s Secret Service (1969).
Pero quiero salirme un poco de lo obvio y decantarme por un score que me ha llamado mucho la atención, el del videojuego, Quantum of Solace (2008) de Christopher Lennertz.
Lennertz había sabido captar el sonido Barry de los años 60 en el videojuego From Russia with Love (2005) pero en esta ocasión, para Quantum of Solace, y sin perder la identidad Bond, ofrece una música mas contemporánea especialmente en los cortes de acción, que abundan a lo largo del videojuego, donde sabe fusionar a la perfección la orquesta con los sintetizadores o si no manteniendo un fondo jazzístico en los temas de suspense o intriga.
Grata sorpresa musical que bien parece haber sido preparada directamente para una película de Bond.
Marta Laspra
Película: Casino Royale (2006)
El porqué para mi esta es la mejor de las películas de James Bond no es por el argumento, que puede no ser el más sólido de la saga, es por el mismísimo James Bond.
A mi entender, el papel que hace Daniel Craig a la hora de encarnar al agente secreto más famoso es elogiable. Es un nuevo 007, ya no sólo porque vemos como se convierte en doble cero, sino también porque hace un lavado de imagen al personaje.
Ya no es el típico galán que conquista a todas las chicas, aquí vemos a un Bond más físico, más moderno, no tan atractivo como sus predecesores pero igual de carismático.
Canción: You Know My Name de la película Casino Royale (2006)
Respecto al tema que más me gusta me ha costado decidirme entre el de Paul McCartney (Live and let die), el Goldeneye de Tina Turner, o el tema de Casino Royale cantado por Chris Cornell.
Al final me he decidido por este último, ya que es el más diferentes a los demás. Con toques más roqueros, acompaña a la modernidad que he mencionado antes sin llegar a ese extraño tema que se compuso para Quantum of Solace. Además, con él volvemos a las introducciones con voces masculinas tan típicas de las primeras James Bond.
Score: Casino Royale (2006)
Y para rematar pues sigo votando por Casino Royale en cuanto a score se refiere, porque me gusta la integración que hace David Arnold entre el tono tan clásico e identificativo de John Barry, con el moderno y nuevo (como la canción de Chris Cornell).
Las escenas de persecución tienen una importancia en la películal y la banda sonora incluso las realza, con esos ritmos y apropiados golpes musicales en los momentos indicados.
Firma invitada… Claudio Fuiano
Película: Thunderball (1965)
Por su acción y épica batalla principalmente emplazada bajo el mar, una de las mejores y mayores batallas acuáticas rodadas en la historia del cine.
Canción: Goldfinger de la película Goldfinger (1964)
Todo un icono, la voz cristalina de Shirley Bassey y la magistral instrumentación de metales de John Barry.
Score: You Only Live Twice (1967)
Consecuencia de la instrumentación japonesa y su maravillosa canción, un fantástico tema de amor, en la que es, seguramente, una de las mejores creaciones musicales del legendario John Barry.
About Claudio Fuiano: I was born in Rome in 1863 , so I am 149 years old now (ja). Journalist, writer, Film Music Expert, Sound Engineer, Graphic designer, Sci-Fi/Horror/Spy collector about memorabilia with a psychotic deviation for Lounge dancefloor ’60s Music from movies and not.
I started to take care of Film Music on record in 1991..since then I took care of hundreds and hundreds OST CDs under my supervision and productions. I am a kind of Archives rat…and my ongoing mission is to rescue and preserve high quality Film Music on CD.
I love almost all the Bond movies…Ian Fleming’s James Bond Agent 007 is one of my life’s icons. Rumors that SKYFALL is a big movie indeed.
I had the great privilege to be close friend to composers like Mario Nascimbene, Piero Piccioni and Carlo Rustichelli. I had a good friendship with great Carlo Savina and still I have very good friendship with Ennio Morricone, Pino Donaggio, Stelvio Cipriani, Franco Micalizzi and many others…
Firma invitada… José María Benítez
Película: Diamonds are Forever (1971)
Siempre fue mi favorita por ser un descarado cómic setentero iluminado por luces de neón. Tiene al Sean Connery más cínico y chulesco de sus interpretaciones Bond, en una constante autoparodia. Mantiene el tono de suspense de los primeros títulos, adentra al personaje en la nueva década, y además tiene un look y un tempo que lo acercan al policiaco americano de los setenta.
Canción: You Only Live Twice de la película You Only Live Twice (1967)
Desde “From Russia With Love”, todas las canciones escritas para los Bond de los sesenta merecerían estar en una antología de la mejor música popular de su época. Esta canción interpretada por Nancy Sinatra es uno de los grandes hitos de Barry para el personaje, y uno de sus temas más románticos. La letra de Leslie Bricusse es, además, una de las más bellas e inteligentes.
Score: On Her Majesty’s Secret Service (1969)
Un John Barry en estado de gracia, creando la que es, posiblemente, la partitura más seria y dinámica de la saga. El tema principal es, posiblemente, su más rotunda pieza de acción. Contiene una de las canciones más hermosas jamás escritas: “We Have All the Time in the World”, con letras de Hal David. Además, todo el material de acción y suspense tiene una intensidad particularmente angustiosa.
José María Benítez: Nació en 1976 y es el máximo responsable de la discográfica Quartet Records, entre cuyos últimos lanzamientos se encuentran Lo Imposible de Fernando Velázquez, The Long Goodbye de John Williams y la edición completa y de coleccionista del Casino Royale de 1967 de Burt Bacharach. Y si, es un amante de Bond, James Bond
Firma invitada… Luis Rodríguez
Película: The Spy Who Love Me (1977)
Siempre he reinvindicado la tan denostada etapa Moore como muy responsable de que la saga Bond haya perdurado durante tanto tiempo hasta nuestros días. Ya se sabe, «renovarse o morir». Qué importa si, con la llegada de Roger Moore, convirtieron al personaje en una especie de superhéroe capaz de las hazañas más insólitas y desproporcionadas.
Sin desprestigiar la etapa Connery, que obviamente es la mejor desde un punto de vista cualitativo, lo cierto es que durante buena parte de mi adolescencia crecí con la etapa Moore, y estas películas son las que más disfrutaba de todas. Me aburren las películas más clásicas de espionaje con temática ambientada en la Guerra Fría… prefiero películas más fantásticas que me lleven a lugares exóticos y dejen volar mi imaginación. Y eso es, precisamente, lo que me daba la etapa Moore.
No es de extrañar, por tanto, que mi película favorita de la etapa Connery fuera Sólo se Vive Dos Veces, por su ambientación nipona. Pero fue con Moore que viajé al Egipto faraónico, a la India, a Hong Kong, al Caribe del vudú, a Río de Janeiro, al mismísimo espacio exterior… todo muy «pulp», sí, pero ahí estaba la gracia, y esos fueron los elementos que fomentaron mi entusiasmo por la saga.
Cada nueva película me llevaba de viaje a nuevos y fascinantes destinos. Que ya estaba bien de tanto ruso malvado y tanta «seriedad»! Anhelaba fantasía, imaginación desbordante, villanos de cómic!!! Y bueno, aunque Connery sea el mejor Bond, pienso que Roger Moore ha sido el segundo actor que más y mejor ha contribuido a definir al personaje, gracias a ese sutil humor irónico y ese porte tan «British» que exigía el personaje.
Me resulta harto complicado elegir «la mejor película Bond». Tal distinción, probablemente, vaya para Goldfinger, pero si tengo que dejar el cerebro a un lado y elegir con el corazón mi película Bond favorita, ese honor iría, probablemente, para La Espía que me Amó, aunque otras como Moonraker, Octopussy y las dos anteriormente mencionadas de la etapa Connery (Sólo se Vive Dos Veces y Goldfinger) irían detrás.
¿Por qué «La Espía que me Amó»? No podría dar una respuesta objetiva e imparcial. Sólo sé que fue una de las películas Bond que más me impactaron de todas cuando la vi de niño. Ese viaje a las pirámides de Egipto, que sirvió de presentación al villano más aterrador y escalofriante de toda la saga, «Tiburón», me marcó a fuego cuando la vi. Como ávido lector de cómics que era, aquel esbirro parecía uno de esos supervillanos casi invencibles que imponían respeto y terror, y hacía que uno lo pasara mal en sus enfrentamientos con el héroe (qué pena cómo se cargaron al personaje al final de Moonraker).
Y el villano principal, interpretado por Curd Jürgens, me parece igualmente uno de los mejores, en la línea de villano megalomaníaco «bondiano», de esos que ansía conquistar o destruir el mundo, como debe ser, y no provocar otra Guerra Mundial contra EEUU o el Imperio Británico y similares. Siempre recordaré aquella escena del ascensor, cuando los tiburones dan buena cuenta de unas pobres víctimas, mientras el villano disfruta de un opíparo banquete al compás de aquel maravilloso concierto para piano nº 21 («Elvira Madigan«) de Mozart. Por supuesto, megalomaníaco y sádico, pero con clase y gusto refinado. Como debe ser.
En fin, como digo es una elección que perfectamente podría cambiar si me lo replanteara en unas semanas, pero en cualquier caso sí sé que es una de mis películas Bond favoritas, y también uno de los motivos por los que me convertí en un fan incondicional del personaje y esta maravillosa saga que tantas alegrías nos lleva dando desde el estreno de Agente 007 contra el Doctor No.
Canción: You Only Live Twice de la película You Only Live Twice (1967)
En cuanto a lo de «mejor canción», aunque son casi todas maravillosas (ese «casi» va por algunas de las «modernas»), por motivos sentimentales me quedo con la de Sólo se Vive Dos Veces, cantada por Nancy Sinatra, con letra de Leslie Bricusse y música del Maestro Barry. Es imposible no emocionarse con ese arranque.
Score: On Her Majesty’s Secret Service (1969)
Los «scores» Bond de Barry son todos de una calidad excepcional, hasta tal punto que, nuevamente, no podría quedarme con uno. Todos tienen algo.
Sin embargo, si no hay más remedio que escoger uno optaría, a día de hoy, por el de 007 al Servicio Secreto de su Majestad Británica. ¿El motivo? Pues ese TEMAZO que todo el mundo conoce ya a la perfección, y que se escucha durante la célebre persecución en esquíes. ¿Hace falta decir más? Un tema mítico que demuestra que el Maestro también es capaz de componer vibrantes y espectaculares temas de acción. Eso sí, si me preguntaran otro día probablemente cambiaría mi elección… y es que bandas sonoras como las de 007: Alta Tensión, Moonraker, Sólo se Vive Dos Veces, Desde Rusia con Amor… pufff, son todas extraordinarias.
Luis Fernándo Rodríguez Romero es sevillano, tiene 35 años y trabaja como profesor de inglés. Es fan de Vangelis, Tangerine Dream, Georges Delerue, Christopher Young y Hans Zimmer, entre otros.
Firma invitada… Miguel Garre
Película: The Living Daylights (1987)
En la época en que Roger Moore había finalizado su andadura como James Bond, mi yo más joven no estaba preocupado (como ahora solemos estarlo si nos van a cambiar al protagonista de una saga), sino excitado por ver una nueva visión del agente secreto que no sabía cómo iba a ser, pero que parecía que podía resultar muy espectacular…. y no iba desencaminado.
The Living Daylights se convirtió rápidamente en mi film preferido de la serie (aún lo es y ha tenido que pasar mucho tiempo para que vuelva a disfrutar casi tanto –Casino Royale– con un film de Bond) y Timothy Dalton en “mi” James Bond (y uno de mis actores preferidos), alejado de las payasadas de la etapa de Moore y la frialdad de Connery.
Este era un Bond espía, también encantador, pero incluso tras su sonrisa podía esconderse un asesino implacable para cumplir con su misión, a la vez que una persona con un código ético que le impedía matar si no estaba totalmente convencido. También era un Bond elegante, pero que se despeinaba en muchas secuencias.
Además Maryan D´Abo, como chica Bond y, sobretodo, Jeroen Krabbé (que ya era uno de mis actores preferidos) como espia desertor y centro de un complot para acabar con Bond y sus compañeros, una trama interesantísima, un buen trabajo de actores y de desarrollo, y, en la música, el regreso de un John Barry que se reinventaba a sí mismo….pero esto es parte de otra historia (o simplemente de otro párrafo).
Canción: All Time High de la película Octopussy (1983)
Curiosamente, este es el apartado más difícil de decidir para mí, ya que tengo muy claro cuál es mi película y partitura preferidas de la serie, pero hay tantas y tan buenas canciones, que aquí sí que entre la primera, y un nutrido grupo de finalistas, no hay mucha diferencia. P
ero creo que si no tengo más remedio que decidirme por una (como es el caso), probablemente sería por All Time High de una de las últimas entregas con Moore, Octopussy. La cálida voz de Rita Coolidge, acompañando a uno de los temas melódicos más acertados del compositor por derecho de Bond (Barry, claro), hacen de esta una canción muy especial para mí.
Eso sí, como prometía antes, muy cerca andan: For Your Eyes Only (una magnífica Sheena Easton colaborando con el gran Bill Conti, en otro de los grandes temas Bond, que también es uno de los mejores instrumentales), From Russia With Love (otro de los grandes de Barry, tanto en la versión cantada de Matt Monro, como otro de los mejor usados en su versión sin letra), The Living Daylights (ya comentado antes, y menos romántico y más dinámico que el resto del grupo), The World Is Not Enough (en el que descubrí al grupo de la gran Shirley Manson, Garbage), Moonraker y Diamonds Are Forever (los dos patitos feos de Barry /Shirley Bassey, que sin embargo a mí me gustan más que la famosa Goldfinger), y no puedo dejar de comentar Nobody Does It Better simple y llanamente porque está interpretada por la gran Carly Simon,…. y paro antes de comentar todos los títulos de la saga (menos Die Another Day –sí, prefiero la rareza de Quantum Of Solace, a la que le he cogido cierto cariño, antes que al engendro, musical, de Madonna-).
Score: The Living Daylights (1987)
……y un John Barry que se reinventaba a sí mismo. Porque en “The Living Daylights”, que es (¡oh sorpresa!), no sólo mi película preferida de James Bond, sino también mi banda sonora preferida de la franquicia (y mi score preferida del compositor también, con permiso, eso sí, de “Somewhere In Time”), John Barry seguía con el estilo que había hecho famoso para el agente británico por excelencia, pero al mismo tiempo, componía todo un universo sonoro nuevo (y un poco más moderno) que se ajustaba como un guante a esta excelente película y este nuevo Bond.
La canción “The Living Daylights” co-compuesta por el grupo A-ha, es una de las grandes canciones de Bond (aunque no mi favorita esta vez –más en el siguiente párrafo-); su versión instrumental, uno de los mejores temas de acción del agente (“Hercules Takes Off”, “Assasin”-que además es mi secuencia preferida del film); pero también, dos canciones nuevas de Pretenders: “If There Was A Man” y “Where as Everybody Gone”, daban pié a otros dos temas instrumentales –el romántico, el primero, y otro tema de accción “más moderno” el segundo-., Barry también aportaba, aún, otro temazo de acción (“Air Bond”, “Airbase Jailbreak”) y el que es, para mí, el mejor tema melódico de toda la serie “Mujahadim And Opium”, un brillantísimo y bellísimo tema para el viaje por el desierto de Bond y sus nuevos compañeros (que irónicamente tiempo después iban a dejar de ser aliados de EEUU). Un nuevo material riquísimo, que hacía de esta una banda sonora realmente especial y –otra vez para mí- de las más completas de toda la saga de Bond.
Lástima que Dalton sólo realizase otra cinta más, y que el compositor no retornase a ella (y de hecho a ningún film más de Bond), para ver que material hubiera Barry mantenido y/ aumentado para la nueva entrega y los nuevos caminos que hubiera explorado este compositor con el nuevo film de Dalton y los siguientes, ya de Brosnan y Craig (aunque David Arnold haya realizado un trabajo excelente, sobretodo en la nueva –otra vez- reinvención de Bond, de los dos primeros films con Craig como el agente doble cero).
Miguel Garre es de Barcelona. Tiene 43 años y es aficionado a la música de cine desde tiempos inmemoriales. Le gustan sobretodo Basil Poledouris y Christopher Young.
Firma invitada… Germán Barón
Película: The Living Daylights (1987)
Me cuesta elegir una, pero finalmente me quedo con Alta Tensión (The Living Daylights, John Glen, 1987). Hay varias razones: Fue una inyección de energía y juventud a una saga que Roger Moore cerró con dignidad pero demasiado mayor para el personaje. En mi opinión Timothy Dalton hizo un Bond magnífico y muy personal en sus dos films. El guión es uno de los mejores de toda la saga, con una trama que olvida infantilismos y vuelve al espionaje añejo sin olvidarse de los gadgets…
Muy bien rodado por John Glenn, para mi gusto el mejor director de toda la saga, aquí las secuencias de acción son espectaculares y no han envejecido nada, solo hay que ver los precréditos en Gibraltar o la pelea en avión de transporte, todo rodado al estilo antiguo con dobles y sin trucajes digitales.
Por último, el film supone la despedida (gran despedida) de John Barry del universo “Bond” con probablemente uno de los mejores scores que hizo para toda la serie
Canción: We Have All the Time in the World de la película On Her Majesty’s Secret Service (1969)
Tengo varias, me quedo con We Have All the Time In the World, por la melodía sublime de Barry y la participación de un Louis Armstrong a punto de desaparecer de este mundo
3. Mejor Score: On Her Majesty’s Secret Service (1969)
“Al Servicio Secreto de su Majestad”, es mi favorito de la saga, aunque rivaliza con otros de Barry que no puedo dejar de citar: “Goldfinger”, “Diamantes para la Eternidad” o “The Living Daylights”.
“Al Servicio Secreto de su Majestad”, no tiene desperdicio, Barry se reinventó, jugando con la orquestación, utilizando sintetizadores de la época, componiendo dos canciones memorables, un tema instrumental magistral un completo catálogo de temas de suspense y acción míticos e insuperables. Banda sonora indispensable para saber como era la música de cine a finales de los años 60.
Germán Barón Borrás es profesor de Medios Audiovisuales, compositor de músicas para cortos, colaborador en la organización del Festival de Música de Cine Ciudad de Úbeda, aficionado y loco por las bandas sonoras desde que empezó a fijarse en ellas en su más tierna infancia.
Firma invitada… Octavio López
Película: Casino Royale (2006)
Contiene la génesis del agente 007, y todos los ingredientes que convirtieron la franquicia en un éxito. La sensación de peligro constante, de un clima de tensión palpable, consigue atrapar por completo al espectador.La interpretación de Daniel Craig consigue hacernos reir cuando gana el Aston Martin, emocionarnos y conmocionarnos durante la partida en el casino, y sufrir con él en el tramo final de la película.
Canción: Goldfinger de la película Goldfinger (1965)
Con esta banda sonora, Barry reseteó del todo el espectro musical del agente 007, y construyó todo un imperio de resortes y elementos sonoros que se repetirán constantemente durante toda la saga, incluyendo el fastuoso tema cantado por Shirley Bassey, que representa el opulento mundo de James Bond, dándole ese aire imperecedero y épico que ha convertido al personaje en leyenda.
Score: On Her Majesty’s Secret Service (1969)
El talento de Barry brilla especialmente aquí, y no sólo por el inolvidable tema principal y sus encantadoras variaciones oídas durante toda la película (fabuloso el preludio del ataque aéreo de Piz Gloria), sino que desencadena un auténtico torrente de variedad musical, que abarcan desde la balada We have all the time in the world hasta los temas eliminados pero sigualmente sublimes, sin olvidar la sensación de paranoia y desconcierto en la persecución en bobsleigh.
Octavio David López Sanjuan nació en 1982 en Alicante, y se convirtió en fan de 007 (y de su música) cuando vio a un tanque atravesar un muro mientras sonaba James Bond Theme.
Firma invitada… Roy Bean
Película: Casino Royale (2006)
Creo que Daniel Craig es el Bond perfecto, incluso por encima de Connery y del apego a muchas películas de la serie que vi cuando era joven.
Canción: Live and Let Die de la película Live and Let Die (1973)
Estoy entre dos «For your eyes only» que si no recuerdo mal cantaba una chica preciosa de ojos azules llamada Sheena Easton, y «Live and let die» de los Wings, que son de mi época y tiran mucho. Creo que me quedo con la de los Wings, «Live and let die»
Score: Dr. No (1962)
La banda sonora por una cuestión sentimental, como por lo de las canciones, me quedo con la primera de la saga: 007 contra el Dr. No que además de ser una de las primeras bso que tuve, esos ritmos caribeños de Monty Norman están asociados a las caderas de Ursula Andrews.
Roy Bean nació en Langtry (Texas), pero reside en un pequeño pueblo de Asturias. Con 48 años y sin ningún tipo de licenciatura (la que le dió la vida), complementandose como juez y tabernero, no ejerce desde hace unos años. Le gusta Lilly Langtry, un sueño de amor eterno y el cine en general. Si puede ser clásico mejor, pero intenta tener una mirada sin prejuicios sobre el séptimo arte.