AsturScore: Lo Mejor de 2011

Escrito por , el 3 febrero 2012 | Publicado en Otros

Finalizado el 2011, los miembros de AsturScore hemos decidido reunirnos, como allá por el 2010, y  destacar aquellos trabajos que entendemos han sido los mejores, en nuestra humilde opinión, tomando como referencia las películas estrenadas este pasado año en nuestro país, o que sin haber sido estrenadas en el mismo (como es el caso de War Horse) sí ha sido comercializada su banda sonora con tiempo suficiente para poderla escuchar (quedando fuera títulos como Black Gold, cuyo estreno en España y edición discográfica tuvo lugar en Enero).

A continuación el resultado de nuestras votaciones, y un comentario de cada miembro. Al finalizar el artículo os ofrecemos enlaces de interés hacia análisis y apuntes de algunos de los trabajos que os hemos propuesto.

¡2011 fue un buen año, después de todo!


Daniel Fernández

Never Let Me Go (Rachel Portman)

Una banda sonora que trasciende la película, que trasciende los poderosos y aterradores silencios de los protagonistas. Una banda sonora que es el complemento perfecto para una película imperfecta, aunque sumamente hermosa. Rachel Portman se convierte en la portavoz de los protagonistas expresando sus ganas de vivir, sus deseos y sueños insatisfechos, su fe en que todo puede cambiar. Pero debido a su resignado y terrible y futuro el poso que queda es de una desgarradora y desalentadora melancolía.

Una de las creaciones más hermosas, sentidas y sugestivas de la compositora.

Mientras Duermes (Lucas Vidal)

Esto es un ejemplo de lo que es una verdadera banda sonora. A una bella música de corte ciertamente melancólico se une un uso cinematográfico realmente portentoso, inteligente y hábil. Esta música apuntará directo al corazón del espectador y se convertirá en su más poderoso enemigo ya que procurará que empatice y entienda al “bueno” de César. El plan de Lucas Vidal es maquiavélico y su objetivo está más que conseguido ya que logrará que un poderoso sentimiento de frustración se apodere de nosotros gracias a que en nuestro viaje hemos sido cómplices de un ser realmente despreciable. Y aún así, terminará la película y nos seguiremos diciendo eso de “no es tan malo”. Toca examinar conciencias.

Battle L.A. (Brian Tyler)

Una oda a la guerra. Una banda sonora gris y no apta para oídos que ansíen ser complacidos. Una banda sonora que te mete en un mundo post-apocalíptico a través de una música agreste, dura en la que se mezclan, a veces brillantemente, sonoridades acústicas e incluso electrónicas con otras más orquestales. A los humanos de les aplicarán poderosos redobles a modo de simbolizar el poderío del ejército americano, un recurso que no por típico deja de quedar bien y estar justificado en la película. Música más percusiva, a veces con incómoda acústica deja entrever la hostilidad con la que se emplean los extraterrestres y  la explosión de ésta construye temas de extrema violencia para representar las batallas.

Entremedias hermosos temas intimistas en la que el compositor sabe sacarle máximo provecho a la guitarra eléctrica y como colofón, un potente y desesperado tema, una poderosa arenga que lastra cierto cansancio y pesar por el fragor de la batalla y las pérdidas acontecidas pero que expresa magistralmente eso último aliento, ese empuje que necesitan los soldados para conquistar su objetivo último que es sobrevivir cuando todo está en contra suya. No es por la simple aplicación de todos estos elementos por lo que para mí esta banda sonora de Brian Tyler resulta una de las mejores del año sino por la hábil mezcla de todos ellos para obtener en su conjunto esta hermosa, triste y gris oda al caos. Ojalá todas las bandas sonoras funcionales resultaran como ésta.

Jane Eyre (Dario Marianelli)

Una hermosa y desgarradora elegía al amor. Una música con la que el compositor quiere expresar en cada nota el enorme y profundo amor que ambos protagonistas se procesan en su impotente silencio. Una música deliberadamente contenida. Dario Marianelli capta perfectamente ese universo frío de la novela de Charlotte Brontë en la que sus populares protagonistas tenían que recurrir a unos autodestructivos y angustiosos silencios para comunicarse. La música suplirá esa enorme carencia dada por una época en la que amar de forma apasionada o alguien diferente a tu clase suponía un lastre en la reputación.
El italiano inunda su música de un insondable poso de melancolía gracias a una maravillosa sección de cuerdas en la que cada movimiento reflejará el profundo afecto que se procesen estos dos seres condenados. La música pasará por varias fases: una más fría y triste para la etapa de Jane Eyre en el orfanato, una segunda en la que las miradas y los sentimientos a flor de piel conviven día a día en Thornfield Hall y una última en la que la incursión del piano supondrá un descanso para las almas de los protagonistas gracias a que su afecto y devoción mutua no será más ocultada bajo los patrones de la conveniencia social. Una banda sonora tremendamente bella, sutilmente triste y sofisticada y poderosamente romántica en la que el compositor se mete de pleno en un universo en el que cada gesto o mirada suponía la manera más apasionada de decir “te quiero”.

Super 8 (Michael Giacchino)

Volvemos a los 80. Volvemos a una época en la que la música tenía protagonismo y voz en las películas. Volvemos a una época no de gran sofisticación musical pero en la que ésta te sabía narrar perfectamente la película en cuestión. Volvemos a una época en la que los niños soñábamos y nos acompañaba una música que hablaba de nuestros sueños, nuestras ilusiones y nuestras aventuras.  Y es que Michael Giacchino ofrece el complemente perfecto para una película que pretende recordar y homenajear a una época mágica y maravillosa de goonies, exploradores y amistades entre seres de otro planeta. Intriga, romance, acción….todo se mezcla en este cocktail de emociones dispares, de intrépidos niños, de incomprendidos extraterrestres y de brutales soldados.

A ello ayuda algo que con el paso del tiempo se ha ido perdiendo: los temas. Y es que cada elemento, cada protagonista importante de esta película tendrá su correspondiente tema perfectamente trazado y perfectamente insertado en el conjunto de la banda sonora. Así nos encontraremos el hostil y agresivo tema para el alienígena, al feroz y contundente tema para el ejército o ese tema central, ese maravilloso y exultante tema central que habla de la inocencia, de la ingenuidad y de la aventura y que explota en uno de los finales más emocionantes e inolvidables de los que ha podado gozar la gran pantalla en los últimos años. Un broche de oro para una banda sonora cuyas virtudes y grandes valores deberían ser recordados por las generaciones actuales para recordarles y demostrarles que antes también se hacía música de cine.


Pablo Laspra

The Adventures of Tintin – The Secret of the Unicorn (John Williams)

Es la reinvención perfecta de una saga que promete. Un Indiana Jones rejuvenecido y animado a correr nuevas y trepidantes aventuras.

Williams, aún a su edad (buena edad, por cierto), nos sigue sorprendiendo con motivos tan destacables como el tema de Milú y sus rápidas persecuciones. Directamente, un 10 para mi.

Rio (John Powell)

Casi por casualidad escuché esta obra, y aunque no es un estilo “Powell” al 100%, si que engancha con su ritmo, melodía, y giros armónicos. Si es que cada obra que John Powell compone es una pasada…

Harry Potter and the Deathly Hallows Part 2 (Alexandre Desplat)

Una obra madura, densa, sólida, y con aires muy clásicos, que recuerdan a obras sinfónicas del post-romanticismo clásico. Es el broche de oro para una saga que ha madurado con todos nosotros, y como no, también en el aspecto musical.

The Cape (Bear McCreary)

Descubrí esta música en el Festival de Música de Cine de Ubeda, y tras escuchar toda la banda sonora, me ha parecido una obra de gran complejidad, y que sabe explotar los leitmotivs, tanto tímbricos como melódicos.

Puss in Boots (Henry Jackman)

Curiosamente, es efectiva en las escenas de acción, aunque algo liviana en el resto de la pelicula. En resumidas cuentas, cumple su función, que es lo mínimo que se busca en una banda sonora (algo que otras ni siquiera hacen…).


Eduardo Con

Insidous (Joseph Bishara)

Me gusta el cine de terror y, al igual que me ha pasado con la película, el score me ha enganchado desde la primera nota que he escuchado.

El aterrador trabajo experimental que firma Joseph Bishara, para esta película de bajo presupuesto, ha sido una grata sorpresa por la tensión y el mal rollo que me ha dejado durante toda su escucha.

The Artist (Ludovic Bource)

Después de leer las nominaciones y premios que iba atesorando esta banda sonora, me lancé a escucharla y solo puedo decir “ya sé porque esta arrasando el espléndido trabajo de Ludovic Bource”.

Desde la primera escucha me ha encantado el homenaje musical, que ha realizado Bource, a la temprana época dorada del cine donde nos encontramos una partitura en la que prima sus románticas y pegadizas melodías.

The Greatest Miracle (Mark McKenzie)

Que vuelva al panorama musical Mark McKenzie es un gran acontecimiento para mí y como es habitual en él no me vuelve a defraudar.

McKenzie borda una obra espiritual, evocadora y de gran belleza que derrocha puro sinfonismo y donde destaca el uso del coro para lo que es uno de esos “scores tapadillos” que acaban siendo una grata sorpresa por el buen hacer de su compositor.

Real Steel (Danny Elfman)

Los fans de Danny Elfman estamos otra vez de enhorabuena por el gran estado de forma en el que se encuentra el pelirrojo californiano.

Elfman ofrece un gran tema principal, para esta película de lucha de robots, que resulta épico en los momentos de acción, sumando a toda la orquesta la guitarra eléctrica y batería, y donde también destaca la parte más tranquila del score con el uso de guitarras, piano y cuerdas. Un trabajo que me llega a recordar musicalmente al Hoosiers de Jerry Goldsmith.

Viento en Contra (Alfons Conde)

Viento en ContraAunque Alfons Conde haya tenido que cruzar el charco, para seguir demostrando su calidad musical, estamos ante otro de esos “scores tapadillos” que a buen seguro dejará alguno con la boca abierta. Alfons firma una partitura llena de tensión, acorde a este thriller Mexicano, y de vibrantes cortes de acción en los que fusiona a la perfección la orquesta con ritmos electrónicos.

Un trabajo que le aleja del cine de terror, al cual parecía predestinado a encasillarse, para demostrar su gran valía y que el producto nacional para nada desmerece al americano.


Marta Laspra

The Adventures of Tintin – The Secret of the Unicorn (John Williams)

Porque a pesar de no ser especialmente fanática de este personaje, la animación de Steven Spielberg se ve muy reforzada por la partitura de John Williams, lo que ayuda a meterse aún más en la historia.

Además en ciertos momentos me recuerda a la música de Atrápame si puedes, lo que considero un gracioso guiño a otro filme de persecuciones e intrigas.

Super 8 (Michael Giacchino)

Porque a pesar de que a su paso por Lost le ha dejado huella, Michael Giacchino ha sabido crear, para este largometraje, una buena banda sonora, con un tema principal que evoca a extraterrestres entrañables como lo fueron E.T. o los de Encuentros es la tercera fase.

Puss in Boots (Henry Jackman)

Aparte de porque varios de los temas de Rodrigo y Gabriela están siempre en mi mp3, me parece que recoge muy bien el espíritu de la película y del personaje, con toques hispanos pero sin caer en tópicos musicales.

Harry Potter and the Deathly Hallows Part 2 (Alexandre Desplat)

Porque no abandona el espíritu musical de las predecesoras, con el aliciente de que Desplat tiene entre manos la última entrega de la saga, lo que hace que todos los detalles estés mas cuidados que nunca.

Desde luego la música es uno de ellos, al igual que en todos los trabajos de este compositor.


Braulio Fernández

Super 8 (Michael Giacchino)

El mejor score de 2011. Temática, intrigante, excitante, su maridaje con las imágenes es obra de artista con apellido italiano, y recuerda, pero sobre todo, mantiene las comparaciones, con las grandes bandas sonoras de los ochenta, especialmente aquellas de John Williams que todos recordamos. Su juego con los dos temas melódicos principales es brillante, así como el añadido del tema militar y el del monstruo. Pura música de cine para niños y niños grandes.

The Greatest Miracle (Mark Mckenzie)

Este trabajo, titulado en español como El Gran Milagro, nos devuelve a Mark McKenzie a la primera línea de fuego, tras varios años desaparecido. Pero sobre todo, también nos devuelve a quién es sin duda uno de los mas grandes melodistas de nuestro tiempo. Sus temas, siempre bellos, podían ser edulcorados o excesivamente melodramáticos, de no ser por las habilidades del compositor para dirigir la orquesta y no conseguir otra cosa que poner el bello de punta con cada nota. Escucharla es, como se decía de la música de Delerue, un encuentro espiritual.

Soul Surfer (Marco Beltrami)

Siendo un maestro casi sin parangón hoy en día en el género del terror, Marco Beltrami tenía una deuda pendiente con los aficionados, y probablemente otra con su mentor Jerry Goldsmith, para demostrar que además de saber poner música para The Omen, también podía tocar la fibra sensible en el cine familiar, como hiciera el compositor de obras como Rudy o Hoosiers. Soul Surfer es un vibrante score familiar con un tema antológico, magníficamente ejecutado con cuerdas, pero que alcanza su esplendor con los metales, y una excelente fusión de ritmos y voces hawaianas.

The Adventures of Tintin – The Secret of the Unicorn (John Williams)

La película de Tintín bien podría haber dado argumento a una aventura de Indiana Jones. Lo que sí tienen en común las dos cintas es el vibrante score de John Williams, no solo en plena forma, sino que arrancando algunos de los momentos más excitantes en lo que a música de acción se refiere de todo el 2011. Sus temas para la leyenda de Rakham el Rojo forman parte ineludible de la colección de lo mejor de este año.

Paul (David Arnold)

Cuanta pena produce no ver a David Arnold más asiduamente en los créditos iniciales de las películas. Compositor que necesitaría más de una mayúscula, el británico se tomó esta comedia intergaláctica muy en serio, componiendo un estupendo tema principal que admite todo tipo de variaciones y estilos, desde el hippie, hasta el puramente sinfónico.

Con todo la indiferencia que se puede llegar a coger un disco plagado de canciones, que inmenso placer puede llegar a provocar escuchar casi media hora de divertida, a la vez que emocionante, música de cine.


Gorka Oteiza

War Horse (John Williams)

Descubrí la música de cine con John Williams, cada año que pasa estoy pendiente a ver si sale algún nuevo trabajo suyo. En 2011, y tras unos años de larga espera, van y se editan no una, ¡¡sino dos BSOs!! Aunque las dos son muy diferentes en su estilo (tanto como las películas a las que acompañan), encajan a la perfección allí donde están incluidas.

War Horse es triste y melancólica cuando ha de serlo, rápida y alegre cuando la acción lo requiere, y carga las escenas más delicadas de matices de color e intensidad, como sólo John Williams saber hacer.

Fast and Furious 5 (Brian Tyler)

Creo que Brian Tyler es un compositor al que hay que seguir muy de cerca, ya que todos los trabajos que ha editado en 2011 (dos juegos, tres series de TV, un cortometraje y tres películas… que no son pocos), ¡son de alta calidad! Está claro que a Brian Tyler se le da muy bien componer música de acción, y eso queda patente con esta BSO cargada de ritmos frenéticos, giros musicales, y mezcla de temas orquestales con punteos de guitarra y con impresionantes solos de batería interpretados por él mismo, que marcan el “tempo” de toda la acción que se desarrolla en pantalla.

Sólo una recomendación sobre esta banda sonora: cuidado con ponerla mientras estás conduciendo… ¡corres el peligro de acelerarte y lanzarte a hacer carreras en plena autopista!

Super 8 (Michael Giacchino)

Con las obras que nos ha dejado este último año, Michael Giacchino ha demostrado que es capaz componer todo tipo de música, pero es una vez más es en la conjunción con J.J. Abrams, donde encuentra su punto justo. Recogiendo el legado de las melodías de películas “ochenteras” de aventuras, y con las que ha crecido tanto él como gran parte de su público, compone una música con una clara inspiración de clásicos como ET o Goonies, que encaja como un guante dentro de la película.

The Rum Diary (Christopher Young)

Ganadora indiscutible en mi lista de favoritos se encuentra este score compuesto por el camaleónico Christopher Young, que lo mismo compone música de terror, música de época intimista, música para una película de acción y ciencia-ficción futurista, o esta gran banda sonora jazzística, que fácilmente podría haber sido editada como un disco de un grupo de jazz cualquiera, en vez de como música para una película.

Chris nos deleita en este trabajo con una partitura muy pegadiza, fresca y divertida, cargada de jazz en estado puro, con toques latinos o de rock & blues, donde más de la mitad de los temas se podrían haber considerado el “main theme” de la película. Eso sí… cuidado con esta BSO, ya que es altamente adictiva y, ¡los temas continuarán sonando en nuestra cabeza bastante tiempo después de haber parado el play del CD!

The Artist (Ludovic Bource)

De última hora, y casi in extremis, he tenido la oportunidad de escuchar la música compuesta por Ludovic Bource para la película revelación del año pasado. Evocando la música de la época, el trabajo que nos presenta este compositor es fresco y con mucha fuerza. Debido a la naturaleza de la película, donde hasta los silencios o la ausencia de música tienen un marcado sentido narrativo, la BSO se llega a identificar perfectamente con los personajes de la película, y se podría decir que literalmente “habla por ellos”.


Ruben Franco

Tinker Tailor Soldier Spy (Alberto Iglesias)

Fue The Constant Gardener (El Jardinero Fiel) el primer score de Alberto Iglesias que realmente me caló, una excelente película que combinaba diferentes elementos habituales en las novelas de John Le Carré (drama, soledad, espionaje, conspiraciones, traiciones…), la que además fue, a la postre, su primera nominación a los Oscar.

Y es ahora, Tinker Tailor Soldier Spy (El Topo), la que sitúa como nueva nominada a los Oscar en la gala del 2012 (tercera nominación en su haber), y para mi juicio, con total justicia, ofreciéndonos un tapiz musical de motivos melancólicos y dramáticos, combinados con múltiples cortes de tensión, sustentados en al hábil manejo de las cuerdas y el piano, donde destacan dos excelentes motivos musicales, el que abre el CD, George Smiley, de lo mejor del año, y Esterhase, donde Iglesias se marca un excelente corte de acción para el momento en el que el pastel de la densa y compleja trama se va desvelando.

En definitiva, un trabajo que se sitúa, con juticia, entre lo mejor del año, para la que probablemente es, en mi opnión, una de las mejores películas de los últimos años.

The Rum Diary (Christopher Young)

No puedo ser objetivo con este hombre, porque me tiene comida la moral desde que me enamoré de su música en los 80, con Hellraiser, Hellbound y The Fly II.

Así que, año tras año, celebro cada uno de sus nuevos trabajos, sea cual sea el género, porque Christopher Young es la cuota de calidad anual asegurada, de lo poco que no te falla. Y The Rum Diary no solo lo confirma, sino que demuestra que está en un estado de forma envidiable (y solo hay que escuchar su Priest para confirmarlo nuevamente, dejando en pañales a la mayor parte de la música de acción que se hace hoy en día, tan efectista como olvidable).

Película ambientada en los años 50, ha permitido a Chris desatar el genio que el compositor lleva dentro, regalándonos una burrada de composición, donde toda clase de vibrantes ritmos y géneros musicales se aglomeran y solapan (jazz, blues, música latina, rock…), como se puede escuchar en su motivo central, Rum Diary, consolidándose no solo como uno de los mejores trabajos del año, sino como una auténtica experiencia sonora al margen de la película, pudiendo disfrutar, una y otra vez, de la escucha aislada de este magistral score. Recomendable al 200%.

Soul Surfer (Marco Beltrami)

Cada maestrillo tiene su librillo, y si encima tienes de maestro a Jerry Goldsmith, el fondo de armario es espectacular, y Marco Beltrami lo confirma con Soul Surfer, es más, da un golpe encima de la mesa, estableciéndose, con total justicia, como uno de los nombres del año.

Soul Surfer lo tenía todo para haber sido una de las nominadas a los Oscar, pero finalmente no pudo ser. Motivos retentivos, frescura, originalidad (esa mezcla de cánticos tribales con magistrales percusiones) y un excelente desarrollo temático otorgan a este score, con total justicia, el privilegio de estar en este ranking, un año donde el amigo, encima, nos ha regalado una joya del terror en Don’t Be Afraid of the Dark y su excelente composición para el remake de The Thing. ¡Casi Ná!

War Horse (John Williams)

O lo que es igual, el retorno de John Williams al ruedo, junto con su béndito y agradecido refrito de The Adventures of Tintin: The Secret of the Unicorn.

Es un lujo seguir disfrutando con la música del Maestro, donde el sonido a la americana, con ese toque folk estilo Far and Away, dominan el score, lleno de matices dramáticos y melódicos, donde también la épica y la acción made in Williams hacen acto de presencia. En definitivo, una joya más del maestro, y que nos dure…

Mientras Duermes (Lucas Vidal)

Me gusta el cine de Jaume Balagueró, y cuando ví el estreno de su nueva película, y las imágenes del trailer, comencé a intuir un potencial de gran interés con respecto a la banda sonora, y para nada me equivoqué cuando, finalmente, vi la película en el cine.

Lucas Vidal compuso un score tremendo, mostrando sus credenciales musicales de cara al futuro; su composición trabaja sutilmente todos los aspectos de la historia, destacando el brillante y melancólico motivo central para el personaje del portero sociópata-psicópata (César), así como la tensión que rezuma la historia a lo largo del metraje, sustentada especialmente sobre las cuerdas, configurando un tapiz musical tan imenso como sencillo en su ejecución y plasmación visual.


Carlos Mulas

Qué injusto me resulta dejar fuera de mis 5 mejores del año a gente como Christopher Young (por partida doble por Priest y The Rum Diary), como Howard Shore (por Hugo), como Alexandre Desplat (por Harry Potter), Mark Isham (Warrior), Cliff Martinez (Drive) y mi adorado Michael Giacchino con Super 8.

Por eso no necesito dar muchas explicaciones, tras ver las excelentes bandas sonoras que he descartado, de por qué he elegido las siguientes 5. Solo se puede decir que uno no puede escucharlo todo, y de todo lo que escuchas al cabo del año, algunas te dejan un gran sabor de boca (como las arriba mencionadas) y otras simplemente te resultan «adorables».

En riguroso orden, mi voto es para:

  1. Tinker, Tailor, Soldier, Spy de Alberto Iglesias.
  2. The greatest miracle de Mark McKenzie.
  3. The Artist de Ludovic Bource.
  4. Soul Surfer de Marco Beltrami.
  5. War Horse de John Williams.

Y curiosamente aún no he visto ninguna de esas 5 películas…


Enlaces de Interés:

  1. Entrevista a Lucas Vidal: Mientras Duermes
  2. Reseña de Super 8
  3. Reseña de The Adventures of Tintin: The Secret of the Unicorn
  4. Reseña de Insidious
  5. Preview de The Rum Diary
  6. Preview de Tinker Tailor Soldier Spy
  7. Preview de Puss in Boots