Análisis
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Género
Acción, Thriller
Lo mejor
La perfecta adecuación con las imágenes, especialmente por un tema central que esta ligado al milímetro con la personalidad y los objetivos de nuestro protagonista, H
Lo peor
Es una banda sonora efectista y con poco colorido musical, que acompaña de forma perfecta a las imágenes pero sin mucho más recorrido

Wrath of Man

2021

Desde que disfruté hace ya unos cuantos años atrás esa joya llamada Snatch (Snatch, Cerdos y Diamantes, 2000), me hice fan absoluto de Guy Ritchie, con lo que cada trabajo suyo suele ser un motivo de celebración y/o diversión, como es el caso de Wrath of Man (Despierta la Furia, 2021).

El aliciente de tener a Jason Statham, un actor que también conoce las entrañas del universo de Ritchie, es un factor que también tiene su peso (me mola, hablando en plata, ver a este tío repartiendo o poniendo poses de duro, que queréis que os diga).

Y para esta nueva película se confirma, además, que Ritchie vuelve a tirar del mismo compositor que en The Gentlemen (The Gentlemen: Los Señores de la Mafia, 2019), el británico Christopher Benstead.

Wrath of Man – La Furia en su estado más puro

Son años dominando el lenguaje cinematográfico a la hora de contar historias; los recursos visuales, las técnicas narrativas, el perfil de los personajes, los diálogos… todo un conjunto de aspectos que sumados dan como resultado el cine de lo que podríamos llamar el estilo Ritchie, un estilo muy vivo, con nervio y con mucho descaro.

Y con todos los años de rodaje y experiencia podríamos decir, sin lugar a equivocarnos, que Wrath of Man es una de las películas más maduras del autor, donde nos encontramos con una “casi” ausencia de ese estilo gamberro y divertido del autor, sacrificado todo ello en aras de una historia llena de furia y de dolor que esconde, evidentemente, un terrible secreto que provoca esa salvaje y brutal espiral de violencia.

No es nada que no hayamos visto antes, por supuesto, pero todo está narrado y construido con buen gusto y con criterio, manejando perfectamente los tiempos. Todos los elementos cinematográficos confluyen en la misma dirección, desde los actores (empezando por Statham y rematando por el villano, un odioso Scott Eastwood, sin olvidar del agradecido cameo de Andy García, del siempre genial Eddie Marsan o la reaparición de Josh Hartnett) hasta el guion, sin olvidarnos del pulso narrativo del propio director.

Wrath of Man podría ser la mejor película del director de estos últimos años, seguida muy de cerca por la divertidísima The Gentlemen, y es la constatación definitiva de que Ritchie ha vuelto a recuperar un poco su esencia, con ese pulso y nervio que caracterizaron sus mejores películas.

Wrath of Man – Un Socio en Christopher Benstead

Pese a que ya lleva años en el negocio como editor musical (especialmente de muchos trabajos de los últimos años de Patrick Doyle) o componiendo música adicional (además de contar con un Oscar compartido con otros 3 técnicos por el mejor montaje o mezcla de sonido en Gravity), la carrera de Christopher Benstead como compositor en solitario arrancó de la mano de Guy Ritchie.

Tras trabajar con Daniel Pemberton en dos trabajos de diferente factura, la genial The Man from U.N.C.L.E. (Operación U.N.C.L.E., 2015) y la divertida y curiosa King Arhur: Legend of the Sword (Rey Arturo: La Leyenda de Excalibur, 2017), Ritchie decidió volver al género donde mejor se desenvuelve, los thrillers cuyas entrañas nos muestran los bajos fondos.

Para el primero, The Gentlemen, Ritchie recuperó ese ritmo visual y narrativo realmente endiablado y divertido (ese que tan buenos réditos le ha dado), volviendo a los orígenes con personajes perfilados bajo la óptica habitual del director: duros, descarados y canallas.

Para el segundo thriller, el que nos ocupa, se trata de una historia más seria y seca, sin esas concesiones al desbarre habitual del director, y con una construcción narrativa que es milimétrica e impecable.

Y en ambos casos, la variable fija ha sido Christopher Benstead, el nuevo compositor con quien se ha asociado, quien ha optado por ofrecer dos trabajos de carácter dramático, más desenfadado y ligero el primero, y mucho más intenso y oscuro el segundo (no obstante, Ritchie ya había trabajado anteriormente con Benstead en ese vehículo alimenticio de Disney, aunque divertido, llamado Aladdin, donde el compositor ofreció música adicional para la clásica partitura de Alan Menken, readaptada y preparada para la película de carne y hueso).

El estilo de ambas partituras es similar, y lo que si me llama la atención es ambas aproximaciones musicales han tomado un poco una referencia musical similar, que por momentos me traen a la memoria la sonoridad potente y oscura del King Arthur de Pemberton. Tengo esa impresión, como que hay ALGO de ese trabajo en The Gentlemen y Wrath of Man, pero es una óptica personal y subjetiva, pero ese estilo seco y oscuro se nota, y especialmente en el segundo caso. Y por cierto… queda de cine.

Wrath of Man – Breve Análisis Temático

La partitura se apoya específicamente en un único tema central, con ese tono musical ya comentado, especialmente a través del uso de las cuerdas, el cello a más señas, que le dan ese tono musical de carácter fatalista y de paso firme, a veces incluso con sonoridades disonantes y cuasi molestas.

La determinación del protagonista encuentra reflejo en este tema central, que avanza con paso firme a lo largo de toda la partitura. El primer corte de apertura, Coffee Frother, que acompaña al golpe inicial del furgón, ya nos lo muestra en bandeja, y es el núcleo narrativo de toda la película (se irá reconstruyendo ese robo varias veces desde distintas ópticas hasta darle un sentido completo).

Este tenso corte acompaña el robo y los disparos que al poco se escuchan fuera de cámara, y será el que acompañe posteriormente a nuestro protagonista (llamado H) en su furioso caminar, adquiriendo un tono poderoso, firme e incluso pesaroso. El perfecto ejemplo es el corte dos, Wrath of Man, donde asistimos al tema central interpretado de forma poderosa y contundente. H comienza a tomar forma.

En palabras del propio compositor, se utilizó la cuerda, en concreto los chelos y los contrabajos, con micrófonos prácticamente pegados, buscando incomodar y ser discordantes, casi a modo de puñaladas, con texturas musicales furiosas y oscuras. Esa sonoridad se repite a lo largo de la partitura, de forma constante, hasta que todo el cuadro va quedando pintado de forma definitiva, … la VENGANZA.

Así, cortes como Dark Fucking Spirit, el momento en que el personaje de Bullet habla de H son el perfecto reflejo del uso y las variaciones a las que somete el compositor a su tema central, con las cuerdas y las percusiones como principales protagonistas.

En otros cortes está presente como si flotase, como el intenso y dramático Dougie, un corte de construcción asfixiante e intensa que refleja perfectamente la fatalidad del momento al que acompaña (el punto de inflexión en la vida de H), o en otros tiene un sentido más pesaroso, justo en el siguiente corte, Idolised You (Te idolatraba), donde H decide ponerse manos a la obra tras una soportar estoicamente una dramática bronca de su mujer.

En el tramo final hay un momento donde el tema central emerge de forma solemne y poderosa, en The Inside Man, donde vemos como H asiste a la revelación acerca del topo que tienen los asaltantes en la central de Fortico Security. El desarrollo del corte es impecable, mutando en la segunda parte hacia una fase musical que es el preámbulo de la acción final.

Y a modo de coda final, el motivo central cerrará la película con el corte Liver Lungs Spleen Heart, que es también el nombre capítulo final de la película (el director nos divide la historia en 4 capítulos con su respectivo nombre), y que funciona perfectamente como epílogo final para este violento thriller bien engrasado y desarrollado.

En cuanto a la acción, esta sigue la línea oscura y violenta de la partitura, y ya en el corte tres, Dangerous Job, nos muestra algo sus cartas, anticipando un poco los escenarios musicales futuros. La acción va cogiendo más forma en Bullet Taken Hostage y especialmente en Fucking Lunatic, donde Besntead imprime músculo y ritmo con las percusiones, pero es en el tramo final de la película donde la música coge peso.

Para el golpe final (toda la violenta resolución climática) Benstead añade texturas musicales de acción francamente interesantes y diferentes a lo que habitualmente escuchamos en el cine actual; la percusión y los pizzicatos crean figuras musicales de tensión que marcan el ritmo in crescendo y que le dan un mayor colorido y variedad al conjunto final. En Precious Ornaments y Staples Center comienza a marcarnos un cambio musical con un ritmo de percusión excelentemente intercalado con el tema central, y con el sonido de unos pizzicatos acompañando esos chelos y contrabajos que han estado en gran parte de la partitura hablando por H.

Después de revelarse la traición (The Inside Man) la música crece en intensidad, como en Wanna Be Hero, donde Benstead construye un corte férreo y lleno de una fuerza contenida que nunca llega a explotar de la mano de la cuerda y la electrónica. Acto seguido todo es acción, comenzando un tiroteo excelentemente rodado por Ritchie, y que comienza con Come Out Little Piggy, donde el tema central ondula sobre unos ritmos de acción percusivos.

Le siguen, finalmente, los eficaces y rítmicos Bullet Executions y The Victor, donde asistimos a la parte final del tiroteo y a la desesperada huida de nuestros villanos, incluyendo pasajes de acción muy bien trabajados y que lucen de forma impecable en la película. Es aquí donde Besntead demuestra tener músculo y un buen dominio de la narrativa musical, formando un perfecto tándem con la dirección de Guy Ritchie.

Como broche final, destacar el uso de la electrónica en el corte Tooling Up, un tema francamente interesante y muy bien desarrollado, con un ritmo fantástico y unas texturas electrónicas muy logradas, un corte a destacar y que brilla con luz propia.

Wrath of Man – Conclusiones

Christopher Benstead compone una partitura sólida y eficaz, sin nada que la haga especial fuera de las imágenes (ni dentro), pero que funciona como un guante dentro de la película, reflejando perfectamente el tono oscuro y siniestro de la historia, en especial todo lo relacionado con H.

En escucha aislada se hace algo larga, quizás incluso repetitiva (son casi 80 minutos), pero su sentido musical y narrativo trabaja eficazmente donde tiene que hacerlo, y deja un buen puñado de cortes de acción francamente interesantes. Puede que no haya inventado la pólvora, ni lo intentaba (seguro) pero Benstead se ha tomado en serio su trabajo y ha encontrado el «sonido» perfecto para H.

Wrath of Man

  1. Coffee Frother (3:29)
  2. Wrath of Man (2:14 )
  3. Dangerous Job (2:17)
  4. Tooling Up (3:09)
  5. Bullet Taken Hostage (3:04)
  6. Fucking Lunatic (1:57)
  7. Coroners Report (1:22)
  8. China Town (0:55)
  9. Dark Fucking Spirit (3:58)
  10. Know The Route (1:45)
  11. Dougie (3:20)
  12. Idolised You (3:40)
  13. Built for Combat (2:03)
  14. Porn Factory (3:34)
  15. Precious Ornaments (3:24)
  16. Staples Center (2:38)
  17. Go to Work (1:44)
  18. Number 1 Loses It (3:58)
  19. 120 Million (2:04)
  20. The Inside Man (4:42)
  21. Wanna be Hero (5:36)
  22. Come Out Little Piggy (4:16)
  23. Bullet Executions (3:31)
  24. The Victor (4:48)
  25. Liver Lungs Spleen Heart (4:13)
Duración total: 77:41 minutos
Compositor: Christopher Benstead
Sello: Sony Classical
Formato: Descarga Digital
Fecha de lanzamiento 07 de Mayo de 2021
Wrath of Man