Jerry Goldsmith: nuestro “Primer Caballero”

Escrito por , el 10 febrero 2014 | Publicado en Apuntes

Hace solo dos día celebrábamos el nacimiento del compositor de música de cine más grande vivo —con permiso de Ennio Morricone—, y hoy tenemos que hacer lo propio con el que posiblemente es el más grande de entre los tristemente fallecidos —con el permiso de una numerosa lista—. Evidentemente, a lo largo de la historia del cine ha habido compositores para todos los gustos. Sin embargo, pocos son los que pueden presumir de haber permanecido en la cúspide de forma inamovible, década tras década, consiguiendo atraer a todo tipo de generaciones.

Al nacer a finales de los 80, claramente me identifico con la década posterior. Recuerdo perfectamente el día en el que vi por primera vez El Primer Caballero (First Knight, 1995) en la televisión. Contaba con tan solo 8 o 9 años, quedando completamente encandilado con la que para mí aún sigue siendo una de las tantas obras maestras del compositor. En aquella época, en mi mundo bandasonoril solo existían Leyendas de Pasión (Legends of the Fall, 1994, James Horner) y las pelis de Disney de principios y mediados de los 90, además de numerosos filmes con música de John Williams, que aunque me gustaban, aun no me habían hecho reparar en su nombre —quién lo diría—.

De esta forma aparecía un nuevo nombre en el horizonte: Jerry Goldsmith. No había otra opción; al día siguiente fui corriendo a la tienda de discos para ver si por casualidad tenían First Knight. Y así era. No tuve ni que buscar durante demasiado tiempo. Los siguientes pasos estaban claros: escuchar y disfrutar.

Tras este hallazgo, y sin profundizar en el pasado —ya que eso lo haría años más tarde—, llegaron fantásticos títulos noventeros como Air Force One (1997), la impresionante Mulan (1998), The Mummy (1999) o The 13th Warrior (1999), que hacían las delicias de un nuevo e inexperto aficionado. Un compositor que había empezado a hacer música de cine treinta años antes de que yo naciera me había atrapado en la que para muchos es su peor etapa creativa. Mientras muchos lo criticaban, a mí —ausente de todo este mundo de los aficionados a las bandas sonoras— me tocaba disfrutar.

Hoy día, mi conocimiento de la obra de Goldsmith es diferente. Ya puedo valorarla desde una perspectiva más amplia tras haber conocido sus trabajos anteriores a esa época. Sin embargo, para mí los 90 siguen teniendo algo. Puede que simplemente se trate de esa sensación de nostalgia que me transporta directamente hacia la niñez.  O quizá no. Quizá es que la obra del Goldsmith de los 90 no es tan pobre como algunos han querido pintarla.

Ahí nos quedan ejemplos notables, y en algunos casos sobresalientes, que nos permiten hoy día —casi 10 años después de su pérdida— seguir disfrutando de la inolvidable música del maestro. The Russia House (1990), Total Recall (1990), Medicine Man (1992), Forever Young (1992), Rudy (1993), Angie (1994), The River Wild (1994), Congo (1995), Chain Reaction (1996), The Edge (1997), L.A. Confidential (1997), además de los nombrados con anterioridad —y entre muchos otros— componen una década impresionante de una calidad que muchos compositores querrían alcanzar a lo largo de su carrera. Casi nada vamos.

Si una desgraciada enfermedad no se hubiera interpuesto en su camino, hoy habría cumplido 85 años. Y estoy seguro de que aun estaría regalándonos fantásticos y ejemplares trabajos tal y como hacen sus compañeros Williams y Morricone. Con el recuerdo de su música nos quedamos y desde AsturScore le deseamos, allá donde esté, un feliz cumpleaños que, sin duda, nuestro primer caballero debería haber saboreado en vida.