Al salir del cine: “Capitán América”
La primera impresión (y última, para que mentirnos) fue que me lo había pasado bastante bien. Y eso que la línea que traza la película es siempre de correción, con apenas excesos, y un buen desarrollo de la historia, donde destacan, sobre manera, los geniales Stanley Tucci como el doctor Abraham Erskin, creador del Capitán América (nunca me cansaré de aplaudir a éste actor), Tommy Lee Jones como el Coronel Chester Phillips, y el genial Hugo Weaving en el papel de Cráneo Rojo (que le sienta como un guante).
Y culpa del sano entretenimiento, eso si, la tiene Joe Johston, un artesano que ya ofreció grandes películas de aventuras como The Rocketeer (1991), ese divertimento familiar que es Honey, I Shrunk the Kids (Cariño He Encogido a los Niños, 1989) o la entretenida Hidalgo (Océanos de Fuego, 2004), sin olvidarnos de la que para mí es su mejor película, el drama biográfico October Sky (Cielo de Octubre, 1999).
Es verdad, el final (o más bien epílogo) es algo anticlimático, pero todos los amantes del cómic (no me incluyo, ni me dejo de incluir) saben que es el puente para lo que vendrá el año que viene (solo hay que permanecer hasta que los créditos finales hayan terminado para dar prueba y fe de ello).
Dentro de este manto de correción y entretenimiento (no le pedía más), la pregunta de rigor sobresale con luces de neón: ¿y que tal Alan Silvestri?. ¿Ha vuelto por sus fueros?. ¿Es Alan?. ¿O es el ultracuerpo de Alan, ese que de vez en cuando parece que es él pero no es exactamente el?.
Pues ha vuelto, pero mejor que no sea para quedarse en éste punto. Me explico. Es mucho mejor que el Alan de los dos o tres últimos años (mejor que, por ejemplo, su G.I.JOE), pero no está a la altura del Alan de Beowulf o Van Helsing (que horror de película, madre del amor hermoso). Y ya no digo nada de aquel que hiciera Predator, The Abyss, la saga de Back to the Future, Young Guns II o The Quick and the Dead.
Pero al menos es una progresión, y ojo, no considero que Silvestri esté mal, pero si que ha pegado un pequeño bajonazo estos últimos años, y Captain America es su regreso por la puerta grande, aunque agridulce. ES EL, que es lo importante, pero le falta algo para que el score sea redondo (que no perfecto).
Es épico y heroico, y tiene algunos cortes de acción realmente excelentes (como la escena del tren), con un motivo central parecidillo al de The Mummy Returns, muy resultón aunque no pasa de estar simplemente bien (le falta algo más de garra), pese a que en el tramo final de la película brilla gracias al oficio de Alan.
En la música incidental notas perfectamente el estilo de Alan, o en los preparativos del experimento que convertirá a Steve Rogers en el Capitán América, pero al score le falta más fuerza, un plús que lo convierta en lo que todos esperábamos.
Aún así, es la primera piedra en el camino del regreso de Silvestri, y eso me alegra, porque yo si he visto visos de recuperación, y eso es positivo (y lo dice uno que opina que pese a no estar en su mejor momento, si es cierto que siempre suelo disfrutar de la música de Silvestri).
Así que, como alguna vez me pusieron mis profesores de EGB en el cuaderno de notas, PA (Progresa Adecuadamente). Veremos que tal los siguientes proyectos (a la vista, Here There Be Monsters de Robert Zemeckis).