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Al Salir del Cine: “Maleficent”

Escrito por , el 30 junio 2014 | Publicado en Apuntes

Sobre la película…

Póster Maleficent¿Quién mejor que Angelina Jolie para encarnar a la archiconocida villana de La bella durmiente? En uno de esos múltiples escarceos de Hollywood por inventar lo ya inventado o sacarse de la manga nuevas historias para rescatar la inopia en la que vive surgió el hacer el biopic sobre este personaje. Aceptamos barco. Y más aún si eres fan de esos villanos con un carisma especial y que su sola presencia ya aterroriza.

Maléfica da un original giro a la historia por todos conocida contándonos el origen de esta villana y lo que le impulsó a convertirse en lo que fue. Ya es un paso importante que una superproducción de este calibre se centre en una mujer y quiera examinar detalladamente porqué es quién es. Y más aún lo es que un cuento de princesas al uso no caiga en los tan manidos estereotipos masculinos y femeninos y del supuesto bien y mal. Las “brujas” llegan a ser “brujas” por algo.

Desde el tráiler ya advertimos que no vamos a ver a un personaje exclusivamente gobernado por el odio y por el resentimiento. Hay rasgos nobles en él. Y esto lo que la Disney ha querido trasladarnos aunque, todo sea dicho, no termina de funcionar.

Lo que empieza siendo un acertado dibujo sobre el despecho y los actos irracionales a los que nos llevan éstos terminan convirtiéndose en un tímido y frío esbozo de alguien cuya compasión es inversamente proporcional a la crueldad de los hombres. Un retrato algo maniqueo y conservador pero viendo el público al que va dirigido se puede aceptar.

Los matices que tan bien quedan plasmados en la primera parte de la película quedan disueltos a favor de un dibujo torpe y carente de cualquier sutileza no sólo de este personaje, sino del resto. Maléfica acaba siendo una película excesivamente benevolente que podría haber jugado mucho más con la premisa de su personaje principal. No se atreve a traspasar ese límite que posiblemente descontente al público al que va dirigido pero tampoco cumple lo que en un principio prometía.

Es una película que nunca llega a explotar y concretarse en el a priori hábil trazado de sus personajes. Resulta excesivamente contemplativa y Jolie acaba siendo más una Matahari robaplanos que alguien que tiene un cometido en una película.

Aún así consigue entretener, fascinar con su rutilante diseño de producción y encanto y hechizar con la sola presencia física de su gran estrella y su asombrosa e inquietante caracterización.

Sobre la banda sonora…

James Newton Howard es uno de los grandes.  Y con este trabajo lo demuestra más que nunca. Lastrado por unas últimas obras que no dejaban translucir todo su potencial y ese talento que claramente veíamos en muchas de sus bandas sonoras de los 90 el compositor americano vuelve a coger fuelle con un trabajo, en líneas generales, espectacular y de cuidada y elegante elaboración.

Howard traza el mundo de Maléfica a base de una música grandilocuente pero nunca efectista y abrupta. La gran incidentalidad que se deduce de este trabajo puede llegar a apelmazar la gran base de la que parte, resintiéndose en lo musical y cobrando gran fuerza en lo argumental. Puede parecer algo irregular en su escucha aislada, con grandes momentos y otros más tibios, pero fiel a su estilo, el americano siempre pretende narrar los hechos que se nos cuentan sin renunciar por ello a una estética musical coherente y atractiva.

Su música tiene fuerza en lo sombrío, es aguerrida en la parte de acción y es delicada en lo lírico. La parte dramática quizás es la que adolece de una mayor solidez. Pero es un grano de arena en una montaña. La concepción de la que parte engrandece esta banda sonora.

James Newton HowardEstamos hablando de un score a la vieja usanza que recoge lo mejor de la tradición sinfónica de los 90 y de las películas de corte fantasioso y mágico que se hicieron en esta década y los 80. De hecho, como comprobaréis al escucharla, hay muchas similitudes a lo hecho por el compositor en su Peter Pan.

Gobierna el score un doble tema que curiosamente se aplica al mismo personaje. Maléfica conoce un exultante tema de corte épico que también recoge su nobleza y virtud y que escuchamos en Maleficent Flies, el más inspirado de cuántos hay en el disco. La traición por parte de una persona será la que marque su cambio de personalidad y que se vuelve en un ser oscuro y malévolo. Y la música recogerá ese cambió de registro a través de una contundente y exultante marcha, atronadora en su poderío sinfónico y que escuchamos en el brillante The Christening.

Precisamente este tema contendrá uno de los motivos más imponentes e inquietantes de la banda sonora y que ayudará, junto a otros de carácter más lírico, a darle a la película ese grácil y sutil tono de irrealidad y magia que la invade. A través de unas sugerentes y siniestras voces descubriremos el verdadero mal contra el que se tienen que enfrentar todos los protagonistas, el encantamiento que Maléfica proyecta sobre Aurora, la niña protagonista, hija el rey. De corte clasista este tema inundará de oscuridad y desasosiego la película potenciando su perversidad de forma elegante y sofisticada.

La Ciénaga, hogar y reino de Maléfica, ese lugar plagado de criaturas extrañas, elfos y hadas también adquirirá relevancia gracias al delicioso tono evocador que tiene el motivo para este mundo y en el que los coros son de nuevo protagonistas. Es un mundo que se mueve entre su frágil equilibrio y la belleza de sus parajes y Howard así lo entiende presentando una música que fomentará esa parte de fantasía y paz que también contiene la película. Lo escuchamos en Welcome to the Moors donde el compositor, amén de introducirnos en uno de los escenarios principales, ya nos indica cuáles van a ser sus intenciones respecto a la música. Allí nacerá también el tema para Aurora, de índole más pueril y afectuosa pretendiendo reflejar así su candidez e inocencia.

También habrá un contratema de carácter más secundario aplicado más que al rey a la villanía y la maldad de los hombres y que escucharemos en Battle of the Moors. Es un tema tan recurrente como efectivo.

Será una banda sonora pues de grandes contrastes, de un sinfonismo rompedor y trabajado para las partes de acción, original y sugerente para las partes de misterio y de gran cuidado y esmero en su lirismo, siendo el montante final de gran distinción y solemnidad. Todos sus temas adquirirán una gran conjunción y camaradería gracias, en buena parte, al excelente trabajo de orquestación.

En definitiva James Newton Howard ofrece una elegante y elaborada lucha del bien contra el mal que recupera los viejos de aromas de un género con el que muchos crecimos.