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Something Wicked This Way Comes

El carnaval de las tinieblas (1983), es el título en castellano de esta película producida por Disney, con guión de Ray Bradbury (basado en su propia novela, editada en 1962), y dirigida por el prestigioso director Jack Clayton, quién a lo largo de su carrera trabajó con el francés Georges Delerue.


Compositor: James Horner

Año: 1983

Lo mejor: Los dos temas principales son de cinco estrellas, y las herramientas para el género de terror marca de la casa, en el mejor score de Horner para el género.

Lo peor: La música no puede tapar los agujeros del montaje, que se queda a medias entre la cinta de terror para todo el público y la reflexión onírica y existencial sobre la niñez y la vejez que seguramente trataba de plantear Jack Clayton.

NUESTRA NOTA

Delerue estaba inicialmente contratado para escribir la partitura, y su implicación fue máxima, llegando a escribir el score completo. No fue hasta las primeras proyecciones de la cinta para un público de ensayo, cuando Disney decidió deshacerse de esta, y otras virtudes del producto, contratando a renglón seguido al emergente James Horner, que encontraba así una de sus primeras posibilidades fuera de la Paramount, para la que trabajó en los primeros años de su carrera (por supuesto, tras su paso inicial por la escuela de películas de serie B de Roger Corman).

James Horner y Disney

Horner después establecería una sólida relación con Disney, desembocando en productos como The Journey of Natty Gann (1985), Honey, I Shrunk the Kids (1988), The Rocketeer (1991) o A Far Off Place (1993).

El último de sus proyectos juntos, hasta la fecha, y aunque ya ha pasado más de una década, fue Mighty Joe Young (1999). Curiosamente, es Horner (o ha sido) algo así como el anticristo de Disney durante los ochenta, esa década maldita para la productora más querida por los niños, y que no consiguió repuntar su género estrella, el musical, hasta 1989, con La Sirenita, y años posteriores.

Tanto An American Tail (1986), como The Land before time (1988), batieron en taquilla a los productos Disney, con Horner poniendo música, y en la primera de ellas con las canciones que tanto gustan al estudio californiano.

Horner compuso hasta ocho trabajos aquel 1983. Era, como le ocurre hoy en día a Alexandre Desplat, el momento de aprovechar el éxito. Era un joven compositor de moda, tras el éxito inesperado de Star Trek II: The Wrath of Khan (1982), que aunque a la sombra de la trilogía de John Williams de Star Wars, mantuvo el tipo. Krull, Gorky Park, Uncommon Valor o Testament fueron algunos de sus trabajos, además de este Something Wicked This Way Comes.

El carnaval de las tinieblas tiene vínculos con las primeras cintas musicadas por Horner, aquellas del género del terror, principalmente, tales como The Hand (1981), Deadly Blessing (1981) o Humanoids from the Deep (1980). En estas tres, como en Something Wicked This Way Comes, emplea un acercamiento musical similar: música amenazante y sombría, a veces estridente, para el mal, el terror, y música pastoral, melódica, dulce y apacible, para el bien, para quienes combaten el mal.

Los temas positivos no son heroicos, porque no es el arrojo el principal valor para combatir el mal, sino el espíritu, por lo que el contrapunto musical es siempre dibujado por Horner como un remanso de sosiego y paz interior.

En esta película encontramos estos dos bloques musicales mejor enfrentados que en ninguna de las tres ocasiones previas. Quizá de ellas, The Hand, sea la más cercana en aproximación conceptual, ya que también relata musicalmente la lucha interior del personaje interpretado por Michael Caine contra sí mismo, y la posesión demoníaca de su mano.

El viento metal y los coros son el terror en Something Wicked This Ways Comes, mientras que el viento madera e incluso la harmónica reflejan la belleza y pureza del paisaje otoñal de Illinois que tan bien sirve de telón de fondo para la película. Y en contraste con la vejez del otoño, el tema pastoral es también el de los dos jóvenes protagonistas.

Los temas

Es más que probable que Horner no tuviese contacto directo con Jack Clayton durante la confección de la banda sonora de Something Wicked This Way Comes, debido a la llegada del compositor en una fase muy postrera de la producción de la película.

No obstante, puede decirse que el compositor coleccionó un rosario de películas realizadas por directores de prestigio, hoy y entonces, como Oliver Stone (The Hand), Michael Apted (Gorky Park), Peter Yates (Krull), Wes Craven (Deadly Blessing), Ted Kotcheff (Uncommon Valor) o Walter Hill (48 hours). Todos ellos antes de encontrarse con Jack Clayton en El carnaval de las tinieblas, y con solo tres años de carrera a sus espaldas, lo que demostraba hacia donde se dirigía su camino.

Nada más comenzar la película, Horner dispone del primer excelente tapiz para pintar con su música (con los títulos de crédito iniciales) un fondo negro y la única luz de un tren que se acerca, permitiendo que el tema de terror se desarrolle ampliamente, aclarando ya que lo que está por llegar no es nada bueno (Algo malvado se acerca por aquí, como dice el shakesperiano título de la cinta en versión original).

El tema malvado da comienzo con una sucesión de cuatro notas similares a las de la Marcha Imperial de John Williams, para tener un desarrollo mucho más melódico, aunque con cierto aire clásico. Sufre diferentes variaciones, pero es tocada principalmente por el viento metal, a veces con violines y percusión acompañando. Se trata de un tema redondo, que se encuentra entre los mejores de la incipiente carrera del compositor. Pero el tema pastoral no le va a la zaga.

Al finalizar los créditos, y con una voz narradora de fondo, se nos presenta la ciudad de Greentown, en Illinois, y a un buen puñado de personajes que tendrán su importancia en el desarrollo de la película. Ese retrato otoñal de la pequeña ciudad del centro norteamericano está acompañado del tema positivo de Horner, una de esas melodías pastorales que tanto escribió al comienzo de su carrera, y con tanto tino. Escuchar tema

Es un tema con una raíz americana, y con la adaptación al mundo Horneriano, que prima la dulzura y longitud de la melodía, y su carácter folk. Muy en la línea de los compuestos para Rascals & Robbers (1982) Escuchar tema, Deadly Blessing Escuchar tema o The Journey of Natty Gann Escuchar tema, curiosamente, aunque sin sorpresa tratándose de Horner; en los cuatro casos, de algún modo, se representa el medio rural americano, con imágenes de campos, maizales, pastos y grandes extensiones de terreno.

A lo largo de casi siete minutos,  Horner ya ha puesto sobre la mesa sus cartas (Main Title en el disco). El resto del score hará uso de ambos temas, con el añadido de tres elementos fundamentales que completan la banda sonora.

  1. En primer lugar están los coros, femeninos, que sirven para representar al personaje de la bruja interpretada por Pam Grier, y que es la esencia misma del mal, ya que se encarga de cumplir los sueños de los personajes a cambio de robarles ya no el alma, sino el cuerpo entero. Podemos escuchar estos coros malignos ya desde el segundo corte, cuando el tren llega a la ciudad (Dark´s Pandemonium Carnival Escuchar tema), por cierto, inmediatamente seguidos de una rendición del tema del mal que lleva el compás de una percusión similar a la empleada en el famoso corte Ride of the Firemares de esa obra maestra de Horner que es Krull. Los coros están presentes a lo largo de todo el corte, como también en The Carousel, o Side Show, siempre para enturbiar el discurso musical principal.
    A menudo, los coros son una especie de lamento colectivo horrendo, como ya empleara Horner de forma exagerada (y muy acertada) en Deadly Blessing, en el caso del corte Miss Foley in the Mirror.
  2. El segundo elemento adicional son los recursos habituales del género de terror de Horner, algunos ya desarrollados en las obras previas, y otros que se desarrollarán aún más en el futuro. Por ejemplo, podemos escuchar apuntes que servirán de base para generar terror en Aliens (1986) en Miss Foley in the Mirror o The Spiders. Aquí se engloban cuerdas chirriantes y a veces empleadas como extraña percusión, cuerdas que tejen un pasaje desconcertante a base de pequeños crescendos (estos recuerdan especialmente a Aliens, hacia el final del mencionado corte Miss Foley in the Mirror), y campanas. Escuchar tema
  3. El tercer elemento para generar terror son las atracciones musicales de feria. Ya que como no iba a hacer uso de música de carrusel (The Carousel) o danzas exóticas (Side Show). Son un elemento muy útil que pone al score entre lo incidental y lo diegético, ya que se supone que la música emana, o podría emanar de las propias imágenes. Escuchar tema

No hay mucha música de acción en el score, más centrado en el terror, pero aún así destaca la sección orquestal del corte Discovered, cuando los niños huyen de noche de la feria tras ser descubiertos espiando las tareas malignas de Dark y la bruja. El ritmo del tema principal malvado se apodera de la escena, y los coros dan solemnidad al tiempo que surge un nuevo motivo ejecutado con metales, y apoyado por la cuerda.

La película aborda, desde el punto de vista semántico, las relaciones paternofiliales. Los dos protagonistas tienen un problema en ese sentido, o eso es lo que se nos pretende mostrar. Uno carece de padre, mientras el otro tiene a un veterano Jason Robards, al final de su vida y atormentado por no poder o no saber ejercer de padre, o lo que se supone que convencionalmente debe ser un padre.

Sin embargo, Horner no profundiza musicalmente en estos problemas, más centrado en hacer de la cinta un producto de entretenimiento con su música. Como excepción, está el corte The Library Ver escena, verdadera resolución dramática de la película, y que cuenta con un score mucho más contenido, y que, ahora sí, de forma acertada refleja esos miedos interiores del personaje interpretado por Robards. Lo mismo sucede en el penúltimo corte Magic Window, donde esos miedos se resuelven de forma positiva.

Tras la resolución de los conflictos entre padre e hijo, y la victoria del bien sobre el mal (no es spoiler, o alguien pensaba que siendo Disney ganaría el mal), la película concluye con Horner aprovechando la oportunidad que le brinda el viejo Robards al sacar su harmónica, y ejecuta el tema pastoral con ese instrumento, para desarrollar la vertiente temática más positiva al tiempo que el film concluye, y el score se cierra de forma redonda. Escuchar tema

Es personal

Something Wicked This Way Comes es un trabajo típico de los inicios de la carrera de Horner. Es decir, inmejorables influencias, llevadas al terreno personal del compositor. Fresco, original, pura música de cine, grandes temas, excitante música de terror, empleo con fines narrativos de la orquesta y un perfecto maridaje entre la imagen y la música.

Es además, el trabajo más maduro y redondo del compositor para el género de terror. Pasando por alto Aliens, que aunque tiene en el terror su tema principal, es más una cinta de ciencia ficción, El carnaval de las tinieblas es el mejor score para una película de terror compuesto por James Horner. Una suerte inmensa recuperada por la discográfica americana Intrada en un disco con tres cuartos de hora de música, con las pistas desordenadas cronológicamente de acuerdo al film, pero que suponen una experiencia auditiva magnífica.

Un score recomendado para todo el aficionado a la música de cine, aunque ya casi nadie se acuerde de la película.

Listado de Temas

    1. Main Title (06:46)
    2. Dark’s Pandemonium Carnival (04:27)
    3. The Carousel (04:34)
    4. Miss Foley in the Mirror (04:51)
    5. The Boys Buy a Lightening Rod (03:25)
    6. The Library (06:51)
    7. Side Show (01:58)
    8. Discovered (03:45)
    9. The Spiders (03:24)
    10. Magic Window (02:15)
    11. End Titles (02:45)

Total Duración: 45:01