Hablar de Mike Flanagan es hablar de oficio y calidad, y su entrada en el mundo del terror, junto con el bueno de James Wan, ha resultado como un soplo de aire fresco, como lo ha demostrado una de sus primeras películas, Oculus (Oculus: El Espejo del Mal, 2013).
Y uno de los elementos (pregunta de manual para los aficionados al género y a Flanagan) que funcionan como un reloj en sus películas es la banda sonora, donde The Newton Brothers forman un tándem eficaz y resolutivo, cuya carrera ha ido creciendo en cantidad y calidad, especialmente de la mano de Flanagan.
OCULUS – LA PELICULA
Basado en un corto del propio director (Oculus Chapter 3: The Man with the Plan del 2006), gracias al éxito del mismo se pensó por parte de los estudios en llevarlo en formato de película a los cines, y especialmente a través de un formato de falso documental (found footage), pero Flanagan se negó.
Lo que hizo, para poder estirar la historia del corto, es jugar con dos historias en paralelo para los hermanos protagonistas, la actual y, a modo de flashback, la que sucedió en el pasado cuando eran niños, todo ello relacionado con el diabólico y maléfico ente o entidad que nos encontramos en el espejo protagonista (el mal puro).
Ello permite que Flanagan monte una historia con ritmo, bien construida y con buena narrativa, aunque utilice el comodín tramposo de jugar con nosotros en la segunda mitad de la película (pero el cine también es esto, y además, creo que Flanagan no nos vacila; es transparente con la trampa, nos la está enseñando). Esa confusión de la realidad y la ficción, la manipulación diabólica del espejo, es un comodín prácticamente imbatible.
La película da muy mal rollo, con varios momentos o set pieces realmente brillantes (me encanta la historia del espejo narrada por la hermana, o el primer careo de ésta con el espejo cuando lo ganan en la subasta) y una puesta en escena brillante. Flanagan utiliza todos los recursos que tiene a su alcance para mantenernos en tensión constante, con una excelente economía de medios bien utilizada y con uno de esos finales que, aunque previsibles, te dejan un poco de mal cuerpo.
En cuanto a los actores, éstos están francamente bien, destacando la pareja de hermanos (Karen Gillam y Brenton Thwaites) y la madre de ambos (nuestra querida Starbuck del remake de Battlestar: Galactica, la actriz Katee Sackhoff).
Oculus puso en el panorama internacional a Mike Flanagan como un excelente narrador del género, logrando un éxito comercial con la película (costó 5 millones de dólares y recaudó alrededor de 44). Como anécdota, decir que Bollywood realizó un remake de Oculus que se tituló Dobaara: See Your Evil (2017), donde el director ejerció de productor ejecutivo.
OCULUS – FLANAGAN & THE NEWTON BROTHERS
El periplo conjunto del director y The Newton Brothers (cuyos verdaderos nombres son John Andrew Grush y Taylor Newton Stewart) comenzaría su andadura precisamente en Oculus, que como ya comentamos fue el primer éxito de taquilla del director.
Desde el 2013 hasta la actualidad, todo lo que ha rodado el director, sea en formato de cine (Before I Wake, Ouija: Origin of Evil, Gerald’s Game o la brillante Doctor Sleep, brillante continuación de The Shinning) o en formato televisivo (desde la laureada serie de The Haunting of Hill House hasta la actual de serie de Netflix titulada The Fall of the House of Usher, basada en historias de Edgar Allan Poe), TODO ha tenido música del dúo de compositores, un seguro en el mundo del terror y del fantástico.
Fuera del universo de Flanagan, la carrera de los Newton Brothers arrancaría en el 2007 con un corto y varias películas, donde casi siempre el terror ha sido el género predominante, con títulos como la comedia de terror Wasting Away (Zombie Town, 2007), Proxy (2013), See No Evil 2 (Los Ojos del Mal 2, 2014), The Bye Bye Man (Nunca Digas su Nombre, 2017), Open Water 3: Cage Dive (Open Water: Inmersión Extrema, 2017), el nuevo reboot del terror oriental de la fallida The Crudge (La Maldición, 2020) o, más recientemente, en una de las entregas de la Purga, The Infinite Purge (La Purga Infinita, 2021).
Sea en el cine, en el terror o cualquier otro género (comedia como High School, acción como Escape Plan 2: Hades o ciencia ficción como Extinction), o en la televisión (The Walking Dead: World Beyond, The Devil’s Hour o Into the Dark), el dúo siempre encuentra ese sonido, textura o tema que conecta con lo que vemos o sucede en pantalla, una capacidad de composición la suya que ha ido consolidándose con el tiempo y ganando en madurez, como ha sucedido especialmente en los últimos títulos de Flanagan, por no irnos más lejos.
Pero vayamos al pasado, y miremos al interior del Espejo Diabólico de Flanagan de la mano de la música de The Newton Brothers…
OCULUS – BREVE ANÁLISIS TEMÁTICO
La película de Flanagan juega fuerte y de forma directa desde el comienzo y sin subterfugios, algo en lo que los compositores son cómplices absolutos del director, proponiendo un escenario dual basado en los dos elementos protagonistas de la película; el espejo y los hermanos.
Por un lado, tenemos el punto de conflicto, y evidentemente estamos hablando del espejo diabólico, convirtiendo a Oculus en una partitura de terror pura y dura, pero nunca plasmada de una forma ruda, como si de efectos de sonido se tratara, sin más.
Si tiene de eso, no vamos a negarlo; en uno de los momentos más fuertes de la película, asistimos vía flashback al pasado y vemos al padre de los chicos arrancarse una uña. El corte Fingernails, que se construye sobre la tensión y la inquietud, acaba desembocando en un golpe de efecto musical para realzar esa escena desagradable que vemos en pantalla.
The Newton Brothers ya ofrecen el sonido del mal asociado al espejo desde el comienzo de la película, recogido ya en el corte 1 de la edición discográfica, Recurring Dream, y también vertebrado a lo largo de toda la partitura en varios momentos de la película (como en Moving In, Marie’s Breakdown, Lightbulps & Apples, This Isn’t Real, Marisol,Marisol,Marisol o Staring Eyes).
Ese tema es un soniquete electrónico (que por momentos me evoca a un sonido carpenteriano de The Prince of Darkness, por poner un ejemplo), una sonoridad maléfica que provoca malestar y zozobra, y que claramente nos destaca la presencia maléfica del espejo.
Durante la partitura, los compositores usan ese sonido a modo de telaraña tejida por el espejo, que va construyendo poco a poco una terrible emboscada a los hermanos, apoyándose en las cuerdas principalmente para provocar desazón y desasosiego a lo largo de la partitura, y en el uso inteligente de todo tipo de sonoridades electrónicas que van desde lo etéreo y ambiental hasta lo malsano y diabólico.
Es esa electrónica precisamente, marca de la casa, la que ofrece varios registros musicales realmente evocadores y maléficos, como en She Needs a Doctor, o incluso una especie de Tick Tack a modo de reloj (recogido en cortes como en Moving IN o We have a Gun to It’s Head), representación tanto de la presencia del mal como del paso del tiempo y de esas alarmas que la hermana ha establecido cerca del espejo para evitar que este les confunda y desoriente (una especia de llamada de la realidad).
Destacar el tema The Reveal, donde los Newton Brothers ofrecen una melodía rasgada y maléfica con la electrónica y la cuerda para uno de los momentos álgidos de la película (la revelación).
Por otro lado, tenemos un pequeño contrapeso melódico, casi a modo de refuerzo dramático, para los hermanos, el único pequeño rayo de luz de la partitura, pero de una forma poco motivadora y casi desesperanzada. La sección de cuerda acompaña a los hermanos con un breve apunte melódico que sirve para dimensionar el lado humano de la historia, en lucha con la maléfica sonoridad que flota en el resto de la película y de la partitura, cuyo único interés es engullirlo todo.
En The Auction (el momento de la subasta), las cuerdas hacen presencia para ofrecernos, o al menos intentarlo, un tema delicado para los hermanos (como en el inicio del corte Moving IN), aunque también aparece el omnipresente soniquete maligno (resaltando en pantalla el objeto que vemos en subasta es el condenado espejo).
Este corte sirve a modo de síntesis sobre la dualidad que reinará en pantalla, en detrimento de lo melódico, aunque tengamos contrapesos, y en aumento del horror y la asfixia sonora del mal.
Pero es en You Promised Me donde los compositores ofrecen ya un tema cargado de dolor y pesar, perfilando definitivamente con ese tema musical la historia de ambos hermanos.
Se trata de una melancólica y dolorosa melodía, para el momento donde ambos hablan sobre una promesa del pasado para atrapar al mal que emana del espejo. Ese TEMA, esa intensidad melódica y dramática, será el contrapeso de la partitura, y el único asidero emocional para ambos, un tema que poco a poco será devorado por el mal (con una importancia capital en el corte I’ve Seen The Devil and He is ME, vital en la anticipación del clímax final).
The Mirror es otro corte musical donde observamos otra melodía dramática contenida (cercana a ese tema melódico dedicado a los hermanos), de nuevo fagocitada finalmente por el soniquete del mal, recogido también en varios temas de la edición discográfica (como en Memories Surface y Fuzzy-Trace Theory) y que encontrará, finalmente, una rendición final en el corte musical Oculus que cierra la película.
Es aquí donde el mal ejecuta su plan maestro, sirviendo de excusa para que los Newton Brothers nos presenten un corte redondo y brillante, de gran intensidad dramática y de corte fatalista, donde una triste melodía emerge, con acompañamiento coral, mientras asistimos al terrorífico y descorazonador cierre final.
La melodía, ejecutada sobre las cuerdas, atraviesa el corazón de uno de los protagonistas, que sumado a lo que este visualiza en pantalla (así como su destino) acaba casi por llevarlo a ese borde del abismo de la locura del que hacía gala el Maestro literario Lovecraft (magistral el uso del piano en el cierre, con notas lentas y dolorosas, y ese sintetizador pad susurrándonos fantasmalmente su presencia).
Es tan brillante ese corte, que incluso en la edición discográfica encontramos dos versiones, la primera con la colaboración entre los compositores y Paul Oakenfold, donde el remix incluye el soniquete electrónico del mal y un uso más potente tanto del coro como de la melodía, con un mayor ritmo.
La tercera, de la mano de los mismos protagonistas, es una versión cantada del corte (con la colaboración de Greta), también en clave de terror (todo la partitura fue editada por la discográfica Varèse Sarabande Records en un CD con 36 cortes, con una duración de hora y cuarto).
CONCLUSION – YOU SEE WHAT IT WANTS YOU TO SEE
Oculus marcó el comienzo de la fructífera relación entre Mike Flanagan y The Newton Brothers, sirviendo para afianzar un tipo de cine de terror madura y comprometido, y con algunos momentos brillantes y de gran frescura.
No es una partitura de terror referencial o magistral (la mejor música de terror, en general, ya se ha escrito hace años, aunque hoy día tenemos gratas sorpresas), pero Oculus ocupa un digno lugar como partitura elaborada y eficaz en el medio para el cual fue compuesto.
Oculus
- Recurring Dream (01:34)
- The Auction (03:20)
- Moving IN (01:47)
- You Promised Me (01:20)
- Juice Box (00:33)
- Kaylie's Nightmare (00:57)
- Graphic Photos (01:48)
- The Mirror (01:02)
- Grotesque Cow (00:16)
- The Other Woman (00:16)
- Memories Surface (01:14)
- Dead Plants (00:47)
- We have a Gun to It's Head (01:41)
- History Of the Mirror (01:55)
- Fuzzy-Trace Theory (02:30)
- Mason Was Sick (00:27)
- Fingernails (01:41)
- Book Stacking (01:14)
- Whispers in the Glass (00:19)
- Who are you talking to? (01:04)
- The Reveal (02:55)
- Marisol, Marisol, Marisol (02:53)
- Shifting Glass (00:48)
- Marie's Breakdown (03:40)
- Lightbulbs & Apples (02:30)
- Seeing Things (00:57)
- Broken Plates (00:58)
- She Needs A Doctor (01:20)
- This Isn't Real (04:59)
- Staring Eyes (05:12)
- It Won't Let us (00:56)
- I've Seen The Devil and He is ME (02:54)
- A Mother's Embrace (03:17)
- Oculus (04:41)
- Oculus Remix (02:49) Performed by The Newton Brothers & Paul Oakenfold
- Oculus of Glass (04:39) Performed by The Newton Brothers & Paul Oakenfold, Featuring Greta