El año pasado el cine español nos ha regalado una auténticas joya, el drama carcelario y basado en hechos reales Modelo 77 (2022), una magistral película a cargo del director Alberto Rodríguez Libero.
Como compañero habitual de fatigas en el ámbito compositivo, el director volvería a contar con Julio de la Rosa, con quien se entiende a la perfección desde 7 Vírgenes (2005), ganando el Goya a mejor partitura por La Isla Mínima (2014).
Modelo 77 – La película
Este drama carcelario basado en hechos reales y ambientado en una España (Barcelona a más señas) recién fallecido Franco es, de lejos una, de las mejores películas del año pasado, y no solo a nivel nacional. El ritmo y cocinado al que se somete al espectador es magistral y ejemplar. Nada sobra, todo suma.
La puesta en escena, su soberbio guion, sus excelentes actuaciones (empezando por Javier Gutiérrez y terminando por Miguel Herrán, sin olvidarnos incluso de un excelente Fernando Tejero), su ajustada y envolvente banda sonora,… TODO funciona como la maquinaria de un reloj suizo.
Y lo que más asusta es que los hechos que cuenta la película, que están contextualizados en una época dura y convulsa (la amnistía para los presos derivados de la Ley franquista de Vagos y Maleantes) permite al director ofrecernos reflexiones y frases realmente contundentes y profundas para los tiempos actuales…
Ahí queda como ejemplo el “este País es para los hijos de los Dueños”. Y como esta otras que invitan a reflexiones similares, como vincular el tener democracia a tener dinero. Modelo 77 nos hablará de un pasado incómodo y crudo, pero no se aleja tanto, en algunas reflexiones, de ciertas cosas que están pasando en el presente.
Lo dicho, una película ejemplar que, salvo que no te corra sangre por las venas, consigue ponerte de muy mala leche e invita a una reflexión bastante oscura y dramática de los tiempos actuales que vivimos. Magistral.
Modelo 77 – La Banda Sonora
Julio de la Rosa es uno de esos compositores cuya habilidad y oficio me parecen fuera de todo duda, y que con honestidad y trabajo, da lo mejor de si, consiguiendo dar con ese tono o esa sonoridad que las películas necesitan. Y Modelo 77 no es un caso aparte, siendo una de sus mejores obras.
Comenta el compositor en un making of muy interesante que os recomiendo fervientemente (pinchar aquí) que, tras varios visionados de la película para hacerse una composición de lugar y establecer las necesidades de la banda sonora, se decidió por utilizar un sonido similar al de un órgano de iglesia.
¿La razón? La principal, la evidente, es que la prisión de la Modelo 77 tiene una forma de catedral, y si es cierto que esos planos aéreos, maravillosos, con esa música de Julio, encajan a la perfección.
Ese aire litúrgico y religioso encajan perfectamente, a su vez, con la liturgia, como dice el propio compositor, de la vida de los presos y los funcionarios, casi a modo de convento con retiro espiritual (aquí sustituido por obligados silencios y sometimientos aderezados de humillaciones y palizas). Es como un mundo aparte, aislado de la realidad que está teniendo lugar en las afueras.
El primer corte de la edición digital, La Llegada, con Manuel ingresando en prisión, refleja perfectamente ese sonido litúrgico al que alude Julio, y que representa perfectamente tanto el contexto de la prisión como el de la vida de los seres humanos que la habitan, una vida llena de miseria y sufrimiento.
También es una sonoridad presente en los cortes de acción (o más rítmicos, me atrevería a decir), como el de La Fuga I o El Colector, o de una forma más dramática e intensa con el destino de uno de los personajes principales en El Negro (buen trabajo de Jesús Carroza).
En éstos momentos de acción o más dinámicos, muchas veces Julio imprime un ritmo de guitarra eléctrica de acompañamiento que es genial, como el corte de El Motín, el inicio de La Fuga II o dos de mis cortes preferidos, El Ascensor (muy setentero) o Las Octavillas.
Y más que acción, que la hay, sería más apropiado hablar de intensidad dramática, agitación y mucha tensión, mantenida o in crescendo, magistralmente gestionada por la habilidad de Julio para saber leer la película.
De igual forma, la música que acompaña a los personajes que la habitan, especialmente a Manuel, el joven protagonista, es una música melancólica, pero que no cae en los excesos dramáticos. Julio sabe ser sutil, sugiriendo ese dolor y sufrimiento de un personaje que, como casi todo el resto de los presos, es víctima de un sistema injusto, decadente y obsoleto, diría incluso rancio.
Pero también le confiere cierta esperanza en cortes como El Efecto Óptico I, donde la visita de la hermana de la que fuera novia de Manuel nos ofrece uno de los pocos momentos de oxígeno en la película, un corte suave, evocador y que refleja un pequeño episodio evasivo para Manuel (y también esperanzador), que aún es más cálido y acogedor en El Efecto Óptico II, un corte bonito que humaniza y oxigena un poco este oscuro y asfixiantes drama.
Otro carácter musical sonoro que parece acertado y logrado es la capacidad sugerente y evasiva que Julio impregna a la película en complicidad con el director. El personaje de Javier Gutiérrez, Jose Pino, es un amante de la ciencia ficción, y la lectura es una forma que tiene el personaje de evadirse de los muros de la Modelo 77, recurso que utiliza magistralmente el director.
A través de la electrónica, una de las principales herramientas de Julio en la partitura (sino la principal), el compositor consigue que los personajes de alguna forma también puedan evadirse, en complicidad con el director. La Ciencia Ficción I es un claro ejemplo, con Pino leyendo un pasaje de una novela de ciencia ficción a petición del Negro, mientras la música ayuda a que sintamos esa sensación musical de evasión, esa capacidad para aislarse de la dolorosa y cruel realidad.
Esa sonoridad musical evocadora, moderna pero a la vez con ribetes musicales de carácter retro (70’s u 80’s incluso), ayuda a envolver musicalmente a los personajes y su vida en la prisión, con esa capacidad sugestiva para hablarnos de un mundo cruel del que todos quieren huir y escapar, un contraste musical realmente sugerente cuya evasión emocional y mental derivará finalmente en una física…
En cuanto a los funcionarios, los antagonistas físicos de Modelo 77, Julio les ha dedicado lo que se denomina Ruido Blanco, un sonido que dicen es ideal para enmascarar o tapar otros sonidos, o también una suma de frecuencias usadas para calibrar los equipos de sonido. En opinión del compositor, eran personajes que no merecían ningún tipo de música, pero a los que al final les otorgó esa sonoridad que encaja perfectamente con el carácter vil y despreciable de estos personajes cuando dan palizas a los presos. La absoluta NADA para quienes merecen precisamente eso mismo.
Conclusión
Modelo 77 es una de las mejores películas del 2022 (en mi opinión quizás la mejor película española del año pasado, ligeramente por encima de As Bestas), y la música de Julio de la Rosa contribuye a potenciar la experiencia fílmica de la vida en la prisión y de las personas que sufrieron todo tipo de vejaciones.
Ese sonido sugerente y evocador, también litúrgico y rítmico, configuran un panorama musical acertado que, además, y en mi humilde opinión, se acercan a esas sonoridades musicales experimentales tan típicas de los años 70, ese rollo rock experimental estilo Pink Floyd (o incluso el primer disco de Tangerine Dream, esa Rara Avis experimental llamado Electronic Meditation), como ligera aproximación.
Si se alza con el Goya, que a nadie le extrañe, creo que es un personaje más que suma y ayuda a redondear este viaje por uno de los capítulos más grises (tirando a oscuros) del inicio de nuestra democracia.
Modelo 77
- La llegada (0:41)
- La fuga I (1:56)
- La ciencia ficción I (1:45)
- Los funcionarios (0:34)
- El Negro (2:07)
- El efecto óptico I (0:37)
- La radio (1:14)
- Las octavillas (0:55)
- Las muñecas (0:46)
- El motín (2:57)
- El regreso (0:58)
- El Marbella (1:22)
- La rabia (1:14)
- La ciencia ficción II (1:59)
- El ascensor (2:27)
- El efecto óptico II (1:55)
- La decepción (0:56)
- La fuga II (0:28)
- El ojo (0:27)
- El túnel (1:57)
- El futuro (0:52)
- El Boni (0:33)
- El colector (6:34)
- El espejismo (2:19)
- La ciencia ficción III (1:50)