Varèse Sarabande comprada por Cutting Edge Music Group
El New York Times informaba el día 6 sobre la compra del sello discográfico Varèse Sarabande por parte de un grupo empresarial británico, el Cutting Edge Music Group con sede en Londres y su socio capitalista Wood Creek Capital Management, con sede en Connecticut. El grupo, relacionado con el mundo de la música de cine, se ha hecho con la veterana firma Varése, gracias a los 100 millones de dólares del fondo financiado por Wood Creek y otros dos inversores adicionales de Reino Unido.
Cutting Edge, creada en 1997, es una agencia de marketing y distribución relacionada con el mundo del cine, que provee servicios y asesoramiento en el terreno musical, desde la composición hasta la grabación y publicación, representación de compositores, gestionando los derechos generados por el camino y ofreciendo financiación.
Su director ejecutivo, Philip Moross, se refiere con pesimismo al estado general del negocio de la música de cine, que se ha visto mucho más afectado que otros sectores por la tendencia alcista de la piratería en internet. Las descargas de bajo coste y las ilegales, han bajado las ventas hasta niveles nunca antes conocidos, y esta tendencia ha provocado grandes recortes en los presupuestos para bandas sonoras. El negocio de Cutting Edge desde su concepción, empieza por invertir sumas relativamente modestas en la música de producciones cinematográficas y del medio audiovisual, mientras aún se encuentran en fase de producción, y recuperarlo más tarde mediante diferentes formas de comercialización de la banda sonora. Una de las máximas de la compañía, según cuenta Moross, es la composición de canciones originales para los films:
Yo soy uno de esos que […] todavía se preocupa por encontrar una canción original para una película.
¿Por qué? Es muy sencillo. Al final del día, no quiero trabajar en un negocio que contempla la posibilidad de no reconocer el talento artístico de un compositor de canciones como Don Black, Randy Newman o Alan Menken, o donde no hay lugar para «Moon River» o «Streets of Philadelphia».
Bruce Springsteen puede ser un dios del rock, pero cualquiera que estudie sus letras puede dar fe de que también es un fanático del cine. Y si se quiere entender por qué es tan difícil escribir una gran canción original para una película, solo hay examinar la música triste y las letras que escribió para la película «Philadelphia».
El acuerdo que ha desembocado en esta millonaria compra, lleva ya dos años gestándose, después de que los máximos responsables del sello discográfico lleven casi cinco rechazando potenciales compradores.
Varèse Sarabande, que este año 2013 cumplirá sus 35 años en este especializado negocio, se beneficiará ahora de la posibilidad de publicar los scores de las cinco docenas de películas en las que anualmente participa Cutting Edge, y la intención es elevar por encima de los 60 títulos, las actuales 40 ediciones, que era una cifra menguante con respecto a los mejores años de la compañía. Además se baraja la ampliación de las actividades de Varèse al área de conciertos como algo habitual, teniendo la posibilidad de comercializar las grabaciones, lo cual según los responsables de ambas compañías, permitiría recoger más beneficios de un bien como son las partituras, «propiedades altamente infravaloradas» en sus propias palabras.
Se cierra así una etapa histórica en el mundo de la música de cine, por lo que Varèse Sarabande ha supuesto para el medio en las últimas décadas, y comienza un nuevo capítulo de esa historia, que permitirá quizá la supervivencia de este sello que (quizá contra corriente) lleva tiempo apostando por las ediciones físicas y de calidad, en un mundo donde la tendencia general en la música es la descarga digital, fácil, cómoda y (por qué no decirlo…) sin personalidad.
