Spellbinder de Pole y un clásico de Newman

Escrito por , el 26 agosto 2011 | Publicado en Lanzamiento

Los últimos lanzamientos de la discográfica La-la Land Records nos han traído dos trabajos inéditos y de épocas diametralmente opuestas.

Por un lado, A Certain Smile (1958), del maestro Alfred Newman, quien lideró un auténtico clan familiar digno de análisis (con nombres como David Newman, Randy Newman o Thomas Newman).

El score de este drama, que en su día recibió tres nominaciones a los Oscar (incluyendo una a la mejor canción, compuesta por Sammy Fain), ha visto la luz en una edición de dos discos, presentando la música tal cual suena en la película (casi una hora de duración) en el disco 1, mientras que en el disco 2 encontramos el álbum que en su día editó la discográfica Columbia.

La tirada es de 2.500 copias (un número elevado que permite poder pensarse el tema de comprárselo más adelante), y su precio de 19.95$, con el anuncio por parte de la discográfica, de futuros lanzamientos de la Golden Age, de compositores como Franz Waxman, Dimitri Tiomkin o el propio Newman.

Por otro lado, La-la Land rellena otro de los huecos de la filmografía de Basil Poledouris con la película de terror Spellbinder (La Trampa de la Araña, 1988), cuyo argumento gira en torno a una secta diabólica de brujería, donde nos encontramos a la bella Kelly Preston.

Permaneciendo como la única entrada de Poledouris en el género de terror, el compositor construye un score lleno de tensión, pero con un contraste musical donde subyacen elementos eróticos (la historia de la obsesión del protagonista, Jeff, por la bella Miranda, la actriz Kelly Preston, quien pertenece a la susodicha secta).

Poledouris ofrece una paleta musical sustentada en el sintetizador y la electrónica, experimentando acertadamente con los tonos musicales necesarios para ofrecer todo aquello que la película requiere, algo que no le es ajeno, como ya demostrase en trabajos como No Man’s Land (1987).

Limitada a 1.200 copias, y a un precio de 19,95$, es un CD más que apetecible, especialmente para aquellos que somos entusiastas de este magistral compositor.

Y suma y sigue…