Serie de culto para recordar a Shirley Walker

Escrito por , el 11 noviembre 2011 | Publicado en Lanzamiento

La-La Land edita un triple CD con el material de la inolvidable Shirley Walker para uno de sus más destacados trabajos en los años 90: Space, Above and Beyond (1995-1996). La serie, que en España se llamó de forma ridícula Space: Guerra Estelar y en otros países de nuestro entorno Space: 2063, fue una de las apuestas más fuertes de la ciencia ficción de la época, regida a mediados de la década por la fórmula Star Trek en sus distintas versiones.

El argumento contaba cómo la colonización de planetas exteriores por parte de la Tierra, se veía truncada por el ataque de una raza extraterrestre que destruía dos colonias. Como el resto del planeta, los protagonistas (cada uno con sus propias razones) se veían entonces arrastrados a una guerra espacial, entrando a formar parte de un escuadrón de marines espaciales a bordo de un destructor. Enfrentándose a lo largo de la guerra a un enemigo al que nunca ven, las vidas de los jóvenes marines nos cuentan a lo largo de la serie mucho más que los simples clichés del género. Nos hablan sobre las relaciones, odios y miedos humanos, y sobre la guerra, y las estúpidas razones que buscamos para separarnos y enfrentarnos entre nosotros. Vista con la distancia, la serie era un intento serio de elevar la ciencia ficción en televisión a un nivel superior, tentando a la audiencia con la acción y los efectos especiales de una producción tipo Tropas del Espacio, pero ofreciendo un nivel más allá del simple entretenimiento que diese algo en lo que pensar como El Juego de Ender. Son las dos referencias más cercanas que se me ocurren, y además dos de mis libros favoritos.

La historia de SAAB es la historia de las series fallidas de ciencia ficción en Estados Unidos, que suele ser muy parecida. La cadena Fox echó el resto en la producción de la serie, con unos presupuestos por capítulo de entre 1.5 y 2 millones de dólares, lo que la dotó de un gran estilo visual y unos increíbles efectos especiales (incluso a día de hoy). La historia original podía haberse estructurado en cinco posibles temporadas (a la manera de Babylon 5), gracias no solo a la fuerza del presupuesto, sino también por los guiones. La excelente forma en que se contaban las relaciones entre los protagonistas, y cómo éstas iban cambiando a lo largo de la guerra, añadiendo capas de personalidad, habla de un proyecto ambicioso en cuanto a calidad y no solo entretenimiento. Lamentablemente la cadena no paró de cambiar de horario la serie, y fueron muchas las ocasiones en que su emisión se postponía por algún evento deportivo, con lo que sus números de audiencia no terminaron de cuajar. Los productores al parecer, viéndolas venir, se curaron en salud y cerraron el arco argumental en los últimos capítulos, dando un final satisfactorio no solo a los personajes, sino también a quienes a pesar de todo continuaban siguiendo la serie. Cuando pasó a emitirse en reposición en otros canales, por ejemplo en SciFi, tuvo muy buena acogida, y terminó convirtiéndose en serie de culto.

La música de Shirley Walker, uno de los elementos principales más recordados de la serie en un conjunto con un alto nivel, ponía el énfasis en la parte militar de la historia, con una marcha que servía de introducción en cada capítulo, y que resultaba el elemento épico imprescindible en cada batalla. El tema, cargado de fuerza, sugiere con sus subidas y bajadas las continuas salidas y regresos de las misiones, según explicaba la fallecida compositora. El estudio sorprendentemente mantuvo la orquesta durante todos los episodios, a pesar de su alto coste, algo no habitual. Los creadores de la serie, que habían trabajado en Expediente X, buscaban un enfoque musical totalmente contrario al ambiental de Mark Snow, una música que rebosara emociones, que se pudiera tocar. Por eso quien recuerde el trabajo de la compositora, apreciará a lo largo de la serie multitud de matices propios de una maestra como ella, que era capaz de usar la orquesta para «sintonizar» en nosotros las emociones adecuadas con su música, y no se limitaba a componer la música «adecuada» en cada escena.

Ahora La-La Land recoge todo ese material en 3 CDs que reunen gran parte de esos 24 episodios, y añade un folleto de 30 páginas, en una edición limitada de 3000 copias. El tradicional buen gusto que el sello californiano ha demostrado con los años, en lo que a Shirley Walker y sus trabajos se refiere, nos tiene a los aficionados realmente encantados… no solo por la elección de los títulos (y van unos cuantos), sino por la calidad del sonido y también la presentación.

Tener la música de SAAB es un sueño largamente acariciado, que ahora se nos brinda por unos 30$ (22€).