Doblete de Alberto Iglesias en Quartet Records

Escrito por , el 2 septiembre 2011 | Publicado en Lanzamiento

Quartet Records nos trae lo último de Alberto Iglesias por partida doble, con dos proyectos diametralmente opuestos, uno para el cine francés, un drama de época de corte religioso y con mimbres de terror (con la Iglesia hemos topado), y en el otro su nueva colaboración con Pedro Almodóvar.

Le Moine (The Monk, 2011), coproducción española-francesa, basada en la novela de Matthew Lewis (escrita en 1796), tendrá a su cargo al solvente y eficaz Alberto Iglesias, quien compone un score cargado de opresión y tensión, reflejando el drama religioso y espiritual que sufre el monje español Capucin Ambrosio (interpretado por Vincent Cassel), quien vive un auténtico descenso a los infiernos, siendo tentado por el mismísimo Satanás (Sergi López). En el reparto encontramos también a la siempre solvente Geraldine Chaplin.

Ya en 1972 se llevó al cine una versión dirigida por Adonis Kyrou, con Franco Nero de protagonista y con guión de Luis Buñuel y Jean-Claude Carriére, además de contar con un score a cargo del italiano Piero Piccioni.

Este drama religioso con un trasfondo de terror gótico, tiene en la música una de sus mejores armas, profundamente psicológica y llena de gran complejidad, como ya se aventura en la Ouverture, donde las cuerda y un solitario corno inglés (instrumento que reaparece en otros momentos del corte, como en Scolopendre o Matin Du Miracle / Cimetiére) van construyendo un corte tenso y opaco, bastante opresivo, donde una fase rítmica final presenta un vibrante corte de acción, con las cuerdas construyendo un ritmo de avance, sirviendo de base para otros cortes posteriores, como el rítmico Le Fleuve o el corte Jugement.

Esa tensión se disipa en parte, por ejemplo, en cortes como la historia de Ambrosio (Histoire d’Ambrosio), un bello y melancólico corte donde los violines y el cello construyen un hermoso motivo, cargado de tristeza, y donde se detecta el sello del compositor español.

Iglesias utiliza, además, partes corales, cortesía de la formación Metro Voices, como en el oscuro y místico corte Veni Creator, donde las voces evocan un sentido místico y litúrgico.

El score se mueve entre esos parámetros musicales, tensión y opresión (Je Suis Inquiet, la inquietante apertura de piano y cuerda a lo Lost de Scolopendre y Nuit Noire, sin olvidarnos de la primera parte del desazonador y perturbador Exorcisme et Funérailles), algunos momentos corales que dan un sentido religioso al conjunto (la parte final de Exorcisme et Funérailles o el comienzo y el final del corte Matin Du Miracle / Cimetiére, generando zozobra y malestar) o motivos de bella factura con contraste dramático para acentuar el sufrimiento de Ambrosio (Désert, Le Rève Devient Réalité o Sermon).

Destaca el ritmo dramático a modo de procesión del corte Procession, así como el melódico cierre del score, Finale, donde Iglesias resuelve musicalmente su composición recapitulando material dramático, ofreciendo un coda para el melancólico epílogo musical de la historia de Ambrosio, sin olvidarnos, eso sí, de la curiosa canción Sérénade, cantada por el tenor Gerardo López y con guitarra barroca de Eligio Quinteiro.

En cuanto al otro trabajo, se trata de La Piel que Habito (The Skin I Live In, 2011), lo nuevo de Pedro Almodóvar que cuenta en el reparto con Antonio Banderas y Elena Anaya, y cuya historia versa alrededor de un cirujano que tras años de investigación celular consigue crear piel humana, preparándose para realizar la transgénesis humana, todo ello originado por la perdida de su mujer en un accidente de coche, que provocó que muriese abrasada.

Iglesias vuelve por sus fueros, creando una partitura intensa y desgarradora, cuya sección de cuerda se vuelve el motor de avance de la partitura, como el genial ritmo de violines para el sensacional corte de apertura, Los Vestidos Desgarrados, que encuentra un genial desarrollo en Una Patada en los Huevos, o el genial Tributo a Cormar McCarthy.

Iglesias ofrece material de tensión made in el compositor, como En el Calor de la Noche, y cortes rítmicos de tensión y cuasi acción, como el genial El Asalto del Hombre Tigre, cuyo obsesivo uso de las cuerdas trae un ligero Dèja Vú herrmaniano.

Mención aparte para el bellísimo y melódico tema final, Créditos Finales-La Identidad Inalcanzable, donde el piano abre el corte de manera solitaria, incorporándose los violines poco a poco, para ir gestando el tema obsesivo de cuerda del motivo de apertura, todo ello de un clasicismo embriagador.

En definitiva, dos buenos trabajos de Alberto Iglesias, cortesía de Quartet Records, que confirman el buen momento de salud que vive el compositor.