Recordando a Jerry Goldsmith

Escrito por , el 10 marzo 2013 | Publicado en Otros

Y aquí estamos otra vez, otro año más. El mismo con lo de siempre, ¿no? ¿Qué puedo decir en mi defensa? …Supongo que nada. Pero cuando algo te marca tan profundamente, y en lo bueno, se debe celebrar. Al menos en mi opinión. Así que el 10 de febrero, fecha de su nacimiento, y el 21 de julio, fecha de su muerte, son momentos en los que, de alguna manera, siempre le rindo tributo. Aunque para ser sinceros, lo hago todo el año, durante todos los meses, escuchando su música, viendo sus películas.

Y como ya es cansino que servidor esté dando la brasa con el tema de siempre, hemos decidido crear un artículo colaborativo entre nuestros miembros de AsturScore y firmas invitadas, que van desde nuestros habituales amigos y colaboradores puntuales, hasta compositores y productores que estuvieron en contacto con el Maestro o que han decidido aportar su visión acerca de la música de Jerry Goldsmith y compartirla con nosotros.

Y créeme, directamente me saltaría este prólogo y me iría directamente a leer sus opiniones, ¡de cabeza, vamos! Seguro que es mucho más interesante que este prólogo. Pero bueno, si aún sigues aquí, es que eres tan masoca como yo. O tan Fan de Goldsmith como yo.

Este año hace nueve de su muerte, y el que viene será el décimo. Y todos los años he publicado reseñas, artículos o especiales sobre su obra, escuchado sus CDs o visto sus películas. Es como una droga (una buena, como mi amado café).

Mi Vida sin Jerry hubiera sido un enorme vacío; él ha rellenado los espacios muertos y los silencios incómodos de mi existencia con su música. Es mi banda sonora, así de claro. Una banda sonora de casi 250 películas y varios trabajo ajenos al cine; un inmenso legado musical  actuando como faro de mi vida (mi trabajo, mi matrimonio, mi niña, mis estudios, mis amigos, mis aficiones, mi familia… todo).

Y para terminar, simplemente agradecer a todos aquellos que habéis colaborado en este especial, porque sin vosotros esto no sería ni la mitad de bueno. Gracias a los compositores Mark McKenzie, Charles Fox, Marco Werba y Christoph Zirngibl, al productor Claudio Fuiano, y a nuestros habituales colaboradores (y no tan habituales) Germán Barón (además de compositor), Miguel Garre, Israel Pedraza, Jorge Godoy, Felipe Múgica, Oscar Salazar, Alfonso Conde (no confundir con Alfons) e Isaac Sole. Gracias, porque sin vosotros este especial no sería posible. Dado el carácter internacional de algunos de vosotros hemos traducido el especial, así que aquí podéis encontrar la versión en inglés.

Finalmente, os propongo una serie de citas famosas que me evocan la memoria del maestro con solo leerlas (¿Adivinas los títulos de las películas?):

“The rule here is total silence. We make no pretence of rehabilitation. We are not priests, we are processors. A meat-packer processes live animals into edible ones. We process dangerous men into harmless ones. We accomplish this by breaking you. Breaking you physically, spiritually and mentally. Strange things happen to the head. Put all thoughts of hope from your mind”.
“In space no one can hear your screams”.
“Even in Space, the ultimate enemy is Man”.
“They`re here”.
“This is the heroic story of the men of the U.S.S. San Pablo who disturbed the sleeping Dragon of savage China as the threatened world watched in breathless terror”.
“Cute. Clever. Mischievous. Intelligent. Dangerous.”
“The human adventure is just beginning”.
“The mission was a sham… the murders were real”.
“You have been warned. If something frightening happens to you today, Think about it”.
“Between the Wind and the Lion is the woman. For her, half the world may go to war”.
“A brutal murder. A brilliant killer. A Cop who can´t resist the danger”.
”The bastards! They blew it up! Damn them, damn them all to hell!”.
“How would you know if someone stole your mind?”.
“Dateline: Central America. The First Casualty of War is the Truth”.
“They sent him on a mission and set him up to fail. But they made one mistake. They forgot they were dealing with Rambo”.
“He turned his back on civilization. Only to discover he had the power to save it”.
“Never have so few taken so much from so many”.
“No Bastard ever won a war by dying for his country. He won it by making the other poor dumb bastard die for his country…”

Gracias Maestro.

Mark McKenzie (compositor)
Charles Fox (compositor)
Christoph Zirngibl (compositor)
Marco Werba (compositor)
Claudio Fuiano (productor)
Germán Barón (compositor y aficionado)
Isaac Solé (aficionado)
Miguel Garre (aficionado)
Óscar Salazar (aficionado)
Felipe Múgica (aficionado)
Alfonso Conde (aficionado)
Jorge Godoy (aficionado)
Israel Pedraza (aficionado)
Rubén Franco de AsturScore
Eduardo Con Laso de AsturScore
Gorka Oteiza de AsturScore
Carlos Mulas de AsturScore

Charles Fox

Fue imposible para Charles Fox participar de forma activa y directa en este especial, aunque nos mostró su interés en Jerry Goldsmith enviándonos  a través de su amable y atento representante (muchas gracias Will) la fotografía y las siguientes palabras.

Entre su participación en la Academia / Oscars, sus viajes y su Concierto de Caridad que va a ser en breve, la agenda de Charlie está demasiado repleta en este momento para permitirle hacer esto. Pero por supuesto que quería mucho a Jerry, al hombre y al compositor. Si buscas entre los capitulos de sus memorias Killing Me Softly; My Life In Music, allí escribió toda una sección en la que habla sobre la influencia de Jerry en la música de cine y su propia experiencia en Japón dirigiendo la música de Jerry (algo que hizo por él como un favor cuando Jerry enfermó).

En la foto, tomada en casa de Jerry, están (de izquierda a derecha James Newton Howard, Jerry, David Newman y Charles Fox) interpretando piezas especialmente compuestas para 8 manos en dos pianos, que era algo que hacían de vez en cuando, tocando para sus esposas. ¡Sé que se divertían mucho tocando!

Esta imagen es muy especial. Jerry tenía dos Steinway de casi 3 metros en su casa. David Newman, Jerry y Charlie eran amigos íntimos, y también sus esposas. Cada pocos meses invitaban a un cuarto compositor (Leonard Rosenman, Alexander Courage, James Newton Howard) y tocaban música clásica hasta altas horas de la noche. Según me contaron, era muy divertido y competitivo, y les encantaba. Así que esta foto, es de una de esas noches.

Charles Fox nació en New York. Estudió piano jazz y música electrónica en la Universidad de Columbia. Comenzó su carrera tocando el piano, componiendo y arreglando para leyendas de la salsa como Ray Barretto, Joe Quijano y Tito Puente, así como escribiendo el tema musical y los arreglos para Skitch Henderson and the Orchestra Tonight Show.
Ha compuesto la música de cientos de canciones, para artistas como Roberta Flack, Barry Manilow, Fred Astaire, Johnny Cash, The Boston Pops, Tito Puente, Goldie Hawn, Carly Simon, Shirley Bassey, Lauryn Hill & The Fugees e Ice T .
Entre sus obras para teatro están «The Eleventh» y «A Midsummer Night’s Dream». En colaboración con Hal David, los musicales «The Chosen» y «The Turning Point», basado en la película de la 20th Century Fox.
Ha compuesto las partituras para más de 100 películas y telefilmes como «Barbarella», «Nine to Five», «Goodbye Columbus» y «Foul Play», por la que recibió una de sus dos nominaciones a los Oscars (el otro fue para la película «The Other Side of the Mountain»). Entre sus series para televisión y temas se incluyen «The Love Boat», «Happy Days», «Laverne and Shirley», «Wonder Woman», «The Paper Chase», «Wide World of Sports», «Monday Night Football» y «Love American Style», por la que recibió dos premios Emmy.
Entre sus canciones más populares nos encontramos con Ready to Take a Chance Again, I Got a Name y Killing Me Softly, por la que recibió el premio Grammy a mejor canción del año.
Además de sus obras de divulgación popular, Charles ha compuesto música para sala de conciertos y ballets («A Song for Dead Warriors» o «Zorro!»), y dirigió, primero, la Poland National Opera Company Chorus and Orchestra para interpretar su oratorio «Lament and Prayer» en la Casa de la Opera de Varsovia (que se basa en las palabras del Papa Juan Pablo II), y segundo, el estreno mundial de su «Fantasie, Homage a Chopin», que recibió el encargo de componer por el Gobierno Polaco en honor al 200º Aniversario del Nacimiento de Chopin.
Charles fue incluido en el Salón de la Fama de los compositores en 2004. Le concedieron el premio Lifetime Achievement Award from the Society of Composers and Lyricists and BMI y es uno de los directores de la Academia de las Artes y las Ciencias.


Mark McKenzie

Un día recibí una llamada telefónica y la persona en el otro extremo dijo: “Mark, soy Jerry Goldsmith. Como ya sabrás, me quedé sin mi primer orquestador Arthur Morton y por eso contraté a Alexander Courage. Ahora Sandy (Alexander) se retira. ¿Quieres ser mi orquestador?

Mi primer pensamiento fue: hmmm ¿esto es una broma? Entonces pensé… No conozco a Jerry, pero suena como si fuera él, así que mejor sigo el juego. Le dije: “Sabes Jerry, gracias, pero ¿te importaría si pensara un poco acerca de esto y te llamo de nuevo mañana?” Me dijo, “Por supuesto”, me dio su número y colgamos. Estaba intentando centrarme más en mi trabajo de composición y entonces me di cuenta… «¿Jerry Goldsmith? ¡¡¡Ese ha sido Jerry Goldsmith!!! ¿Qué? ¿Eres idiota? Piensa en lo que puedes aprender de este maestro.»

Terminé orquestando los 7 proyectos finales de Jerry y le ayudé a componer un par de ellos más. Aprendí mucho sobre música, la vida, la amistad, la muerte y el negocio de Hollywood. En nuestro último adiós al teléfono, Jerry, sabiendo que mi pasión era componer dijo “Mark vas a conseguirlo. Grandes películas van a venir a tu encuentro”. En los últimos 10 años he pasado por componer algunas de mis mejores bandas sonoras. Hay un poco de Jerry viviendo en «El Gran Milagro», «Sarah Cain» y «Blizzard – el reno mágico» y siempre habrá un poco de la presencia de Jerry en todo lo que componga. Descansa en paz mi querido amigo Jerry Goldsmith; tu música y tu vida continuarán inspirándonos a todos nosotros.

Mark McKenzie nació en Lake City, Minnesota. Estudió composición con renombrados compositores clásicos y durante su formación en la USC, Mark fue reconocido con numerosos premios, como el «Hans J. Salter Masters in Music Composition Award», «The Norman Cousins Most Inspirational Award», y el «Outstanding Doctoral Music Graduate Award».
Después de orquestar numerosos éxitos de taquilla, crítica y público, Mark comenzó a ayudar al legendario compositor, ganador del Oscar, Jerry Goldsmith a orquestar sus últimas películas y también a componer cuando las limitaciones de tiempo o sus problemas de salud no se lo permitían. Desde la muerte de Goldsmith, McKenzie ha pasado a componer sus obras más creativas y enérgicas.
También ha asistido a compositores como John Barry, Danny Elfman, Mark Isham, John Powell, Marc Shaiman, Alan Silvestri o John Williams («Bailando con Lobos», «Hombres de Negro», «El Patriota», «Spider-man», «Star Trek VI» o «Ice Age: El Deshielo» ).
La música de Mark se ha escuchado en todos los rincones del globo. Compuso el tema musical de apertura y cierre de la serie más longeva y galardonada de la historia «The Hallmark Hall of Fame». Entre sus partituras originales están «El Gran Milagro», «El último regalo», «Blizzard», «Sarah Cain», «Durango», «Dr. Jekyll y Ms. Hyde», «Frank y Jesse», «Warlock: Armaggedon» y «Muerte en Granada».
Sus composiciones han aparecido en varias ocasiones en los Premios de la Academia, y se pudieron escuchar en los Juegos Olímpicos, en Disney World California Adventures, Wimbledon, interpretadas ante el Papa y en multitud de otros lugares. Su obra coral «Gloria», que se estrenó en la «2000th Crystal Cathedral Hour of Power», se ha convertido en un fijo de la Navidad en EE.UU..
Mark McKenzie es miembro de la rama musical de la Academia de Cine, de la Academia de la Televisión, de la Asociación de Compositores y Letristas y de la BMI.


Christoph Zirngibl

Fue hace unos 20 años, puede que tuviera unos 13 años de edad, que encendí la televisión en una tarde nublada. Al cambiar entre los 5 únicos canales que se podían ver entonces, en uno de repente escuché una música … Era el trailer de un nuevo thriller, producido por la propia cadena, pero la música era de otro mundo. Tras unos 40 segundos desapareció, el programa que echaban continuó con normalidad y ya no hubo posibilidad de escucharla otra vez o preguntarle a alguien si sabía de dónde era. No había Shazam, no había Internet, sólo estaban aquellos dos clarinetes en mi cabeza, bajando cromáticamente en terceras menores integrados en aquel sedoso y distintivo sonido de cuerdas y conducido de forma inexorable, pero muy sutilmente por un ostinato de algo que sonaba como una mezcla de marimba y arpa. La melodía siguió dando vueltas en mi cabeza durante mucho tiempo, incluso años, hasta que descubrí por casualidad la película y la música que originalmente había sido compuesta para: «Instinto Básico».

Hay un montón de grandes compositores de la generación de Jerry Goldsmith, las obras de todos ellos han sido una gran inspiración para mi trabajo como compositor de cine hasta hoy. Pero Jerry Goldsmith siempre parecía estar un paso por delante en términos de lo que podría llamarse Música de Cine Moderna. Por supuesto, la gente como David Raksin ya habían descubierto lo poderoso de enriquecer la paleta de sonidos orquestales con la manipulación electrónica de sonidos. Sirve como ejemplo Ennio Morricone, que utilizaba gran cantidad de sonidos de sintetizador en los géneros musicales, que antes se utilizaban para conducir música puramente orquestal.

Pero lo que, para mí, hace que el trabajo de Jerry Goldsmith sea aún más notable, es su manera de orquestar, muy económica, así como la sutileza y la forma muy orgánica de mezclar diversas técnicas de orquestación, como en esas sencillas melodías pop que plagan scores como «Rudy», o instrumentaciones tipo Siglo XX como en «El Planeta de los Simios», en sonidos que estaban por encima de las posibilidades técnicas de la época. Y eso es lo que hace que su música (más que la música de otros colegas) sea atemporal en el mejor sentido. Su música tiene un sonido moderno en cualquier contexto. Al escuchar de vez en cuando su música para «Star Trek: La Película» y disfrutar de ese desagradable sonido eléctrico que acompaña a la orquesta muy al principio, siempre recordaré momentos especiales de mi vida. Como por ejemplo, cuando conseguí mi primera Yamaha DX7 y encontré exactamente ese sonido entre mis manos, muchos años después de que Jerry hubiera compuesto esa partitura. Así como el gran momento, cuando me llamaron para entrar en el escenario en un pequeño pueblo andaluz en 2007 para recibir (por una de mis primeras bandas sonoras) un premio que lleva su nombre …

Christoph Zirngibl es un compositor alemán ganador de múltiples premios. Su excepcional talento ya era evidente mientras estudiaba música de cine (2003-2007) bajo la supervisión de los profesores Enjott Schneider y Andreas Weidinger en la Hochschule für Musik und Theater München (Universidad de Música y Teatro de Múnich). Desde entonces, ha estado componiendo música para numerosas producciones de cine y televisión. Asistió a clases magistrales en Los Ángeles y España, impartidas por Michael Giacchino, Patrick Doyle y Steven Scott Smalley. Mientras tanto, ha compuesto más de 60 scores, entre ellos la música para éxitos como «Wixxer Neues vom» (The VeXXer), «Vorstadtkrokodile 3» (Cocodrilos: todos para uno) y el documental estadounidense ganador del premio Emmy «Iowa: Historias de la Segunda Guerra Mundial».
El gran éxito de este joven compositor se debe, entre otras cosas, a su dominio de una amplia variedad de estilos musicales. Sus numerosos arreglos orquestales demuestran un profundo conocimiento de la composición orquestal y dramática. Su particular estilo multifacético y su amplia variedad emocional permiten que su música llegue a la audiencia y logre meterse bajo su piel.
Sus otros trabajos en géneros como el Country, Pop, Rock, Jazz, Blues, canciones e incluso la música de Big Band son eficientes técnicamente y están perfectamente ejectuados. Christoph Zirngibl ha aprovechado su amplia experiencia personal como músico, como por ejemplo, sus clases de batería y piano desde la infancia, para tocar como batería profesional para la Banda del Ejército Alemán, para la enseñanza de música y, finalmente, para tocar en vivo en diferentes bandas de Pop, Country, Soul y Funk. Se podría decir que para Christoph Zirngibl, la base de toda su música es su sensibilidad emocional; es la autenticidad de su música la que marca la diferencia.
Es flexible y destaca no sólo por su dominio de los géneros y estilos musicales, sino por su gran creatividad y adaptabilidad, así como su capacidad para producir composiciones en períodos cortos de tiempo.


Marco Werba

En 1977 mi padre me llevó a ver La fuga de Logan, dirigida por Michael Anderson. Me gustó tanto que volví a verla de nuevo. En ese momento, me di cuenta de la extraordinaria música que Goldsmith había escrito para esa película. La idea de escribir una música electrónica de vanguardia para las escenas dentro de la ciudad del futuro, y música sinfónica para las escenas fuera de la ciudad, me pareció brillante.

En una tienda de discos en Nueva York, encontré posteriormente el LP con la música de «La fuga de Logan». En ese momento me di cuenta de que quería ser un compositor de música de cine y comencé a estudiar música en Italia (piano, composición coral, armonía), Estados Unidos (composición y orquestación de música de películas) y Francia (dirección de orquesta).

Tuve el placer de conocer Jerry Goldsmith en Roma y ser su asistente voluntario durante las sesiones de grabación de Leviathan en Roma, junto a la Orquesta Santa Cecilia. Jerry Goldsmith era uno de los mejores compositores de música de cine del mundo.

Las bandas sonoras que escribió para Freud, pasión secreta de John Huston (1962) (que le valió su primera nominación al Oscar) y El planeta de los Simios de Franklin J. Schaffner (1968) fueron las composiciones más modernas y contemporáneas que Goldsmith escribió en su carrera.

Tuvo una gran colaboración con Franklin Schaffner y también escribió la música de Papillon (1973) y Los niños del Brasil (1978). Papillon tenía un tema musical precioso y Los niños del Brasil una banda sonora dramática interesante con influencias de Strauss. (La película es un thriller político, donde se supone que el médico nazi Mengele quiere crear un nuevo Hitler utilizando el ADN del dictador). En 1974, Jerry Goldsmith compuso la música de Chinatown de Roman Polanski, una gran banda sonora con estilo de jazz.

Al año siguiente escribió una hermosa música sinfónica para el drama de aventura, El viento y el león de John Milius. En 1976 compuso para la película de terror La profecía de Richard Donner (1976) y ganó un Oscar. La música de La Profecía era poderosa y rica. Usó orquesta y coro para representar al diablo con textos latinos como «Ave Satani». En ese mismo año escribió la música de El puente de Cassandra para George Pan Cosmatos (en esa banda sonora hay un tema precioso). En 1977 escribió una música interesante y eficaz para la película de ciencia-ficción Capricornio Uno de Peter Hyams y para el thriller Coma de Michael Crichton. Al año siguiente escribió una hermosa banda sonora para la película de ciencia-ficción Alien de Ridley Scott. Para los títulos principales utilizó una gran composición para trompeta y orquesta, mientras que para las escenas más impresionantes, utilizó una música disonante. Ese mismo año también escribió la música de Star Trek.

En mi opinión la última gran banda sonora escrita por Jerry Goldsmith ha sido Instinto Básico de Paul Verhoeven (1992). Esta es una de las mejores músicas jamás escritas para una película de suspense erótico.

Jerry Goldsmith se ha enfrentado a varios géneros, mostrando que era un gran compositor, además de ser muy profesional. Nunca olvidaré su nombre y su música. Para mí ha sido un punto de referencia y una guía.

Nacido en Madrid (España) en 1963, Marco Werba ha vivido en Roma, Italia desde 1966. Es un compositor versátil y con una amplia experiencia en el campo de la música, obteniendo la Licenciatura en Composición y Dirección Coral. También estudió en el «Mannes College of Music» de Nueva York para asistir a los talleres de composición, orquestación y música de cine. Además, estudió dirección de orquesta en la Academia de Guerande en Francia.
Ha entrevistado, para las revistas Soundtrack y CinemaScore, a una serie de notables en el campo como Jerry Goldsmith, Stanley Meyers, John Scott, Gabriel Yared y Philippe Sarde. Ha formado parte del jurado del Festival Internacional de Cine de Messina, y creó el taller de música de cine»Music for Images» y el concurso internacional del galardón «Mario Nascimbene».
Su primera partitura musical, en 1989, para la película «Zoo» de Cristina Comencini ganó el prestigioso premio «Colonna Sonora» italiano, cuando Ennio Morricone y Francis Lai recibieron sus «Colonna Sonora» por toda su carrera. Marco Werba ha llegado a componer una serie de dramas históricos como «Anita – Una Vita per Garibaldi» (Anita, una vida por Garibaldi), y, en colaboración con el premiado compositor Francis Lai, «Amore e Libertà, Masaniello» (Love of Freedom).
Trabaja a menudo en los géneros de terror y suspense, recientemente componiendo la banda sonora de «Giallo», el thriller del director de culto Dario Argento, protagonizado por Adrien Brody. Este score ganó el «Premio Fantasía y Horror», el «Premio Fantafestival 2010» y el «Premio del Festival de Cine de Fantasía y Horror 2011».
Es conocido por sus trabajos para el cine, pero también ha escrito varias obras clásicas para concierto como «Adagio para las víctimas de Auschwitz», «Dark Symphony» y «Tango Sinfónico».
En 2011 Marco Werba recibió el «Globo d’Oro» (premio de la Asociación de Prensa Extranjera en Italia) por la música del thriller dirigido por John Real, «Native».


Claudio Fuiano

Mi corta pero intensa amistad con Jerry Goldsmith …

Todo comenzó en la primavera de 1985. Yo quería entrar en contacto con el Sr. Jerry Goldsmith, uno de mis ídolos de la Música de Cine. A través de un buen amigo que estaba en contacto con algún miembro de la Unione Musicisti di Roma Orchestra (que Jerry utilizaba aquí en Roma para la grabación de varios scores como PAPILLON, INCHON, THE SALAMANDER, etc.) me llegaron la dirección y el teléfono de Jerry. Mi mayor deseo era hacer un retrato en blanco y negro de él y enviárselo. Así que lo hice (mismo estilo de mi retrato de Morricone, que pinté en 1989). Emocionado, lo completé, y lo envié a la casa de Jerry. Silencio de radio… ¡Sigh! ¡Estaba tan preocupado! Pasó un mes o más. Así que me armé de coraje para llamar a su casa… una locura, ahora lo admito. Pero en aquellos lejanos días se me podía perdonar porque yo era solo un jovencito.

Así que llamé a su casa y su encantadora esposa Carol respondió. Ella estaba un poco sorprendida de mi llamada desde Italia … pero me tranquilizó contándome que Jerry había recibido mi retrato y que le había encantado, y creía que yo era un joven de gran talento. ¡Toqué el cielo con los dedos! Mi felicidad no tenía fronteras, llegaba más allá del horizonte. Me explicó que Jerry no pudo responder porque cuando abrió mi paquete (un cilindro pesado de papel largo que contenía mi enorme retrato laminado), el papel alrededor se rompió y no se podía leer bien mi dirección. Carol me dijo que Jerry no estaba en casa en ese momento por estar grabando EXPLORERS. Yo estaba muy emocionado.

Le di de nuevo mi dirección. Así empecé una correspondencia escrita con Jerry durante el período 1986-1988. Estas cartas de Jerry están aquí, a buen recaudo, un importante legado para mí porque Jerry me escribía teniéndome al corriente de todo lo que estaba haciendo, como una especie de bitácora.

Mi gran oportunidad de encontrarme con él fue cuando me enteré de que iba a grabar la banda sonora de la película de Sci-Fi/Horror LEVIATHAN, aquí en Roma (Enero de 1989), una coproducción entre la norteamericana MGM y la italiana Aurelio De Laurentiis Filmauro. Así que me pasé toda una fantástica semana aquí en el estudio de grabación Forum, cerca de mi casa, con Jerry, su encantadora esposa Carol y su dulce (en ese momento) pequeño hijo Aaron. La sesión de grabación fue tan increíble, con la Orquesta Santa Cecilia interpretando, grabada por el ingeniero de sonido Alan Snelling, con el editor musical Kenneth Hall y con el director George P. Cosmatos presente en la sesión. También asistieron algunos amigos míos, como el coleccionista holandés Tonkens Sijbold y el compositor Marco Werba. Recuerdo que Jerry me concedió el privilegio de sentarme cerca del podio… ¡a pocos centímetros de él! En pocas palabras, tenía los arcos de los violonchelos demasiado cerca de mi cabeza… ¡qué experiencia!

La última vez que vi a Jerry estaba en Londres, Agosto del 89, para sus dos conciertos en la BBC Radio y en el Barbican. Pocos meses más tarde, mi correspondencia con él terminó… en los últimos quince años de su vida, estaba muy ocupado. Estoy seguro de que él sabía que mi pasión por su fantástica música sería imperecedera, incluso si no estabamos más en contacto…

Su legado musical y sus preciadas cartas seguirán aquí conmigo… ¡para siempre!

Claudio Fuiano: Nací en Roma en 1863, con lo que ahora tengo 149 años de edad (ja). Periodista, escritor, experto en Música de Cine, ingeniero de sonido, diseñador gráfico, coleccionista de Sci-Fi/Horror/Spy, con una desviación psicótica por la música de pista de baile de los años 60, ya sea de películas o no.
Empecé a ocuparme de Bandas Sonoras oficialmente en 1991 … desde entonces me he hecho cargo de cientos y cientos de CDs bajo mi supervisión y producción. Soy una especie de ratón de biblioteca … y mi actual misión es rescatar y preservar en CD la Música de Cine de gran calidad.


Germán Barón

Mi primer contacto con la música del maestro se produjo en un pase (el primero en España) televisivo de Planet of the Apes (El Planeta de los Simios, 1968), yo era muy pequeño, debía tener 6 o 7 años, pero la sonoridad de esa bso se me marcó a fuego en la memoria…

En esos años entraba yo lentamente en la afición por la banda sonora,  primero sería John Williams (con Star Wars), luego curiosamente Miklós Rózsa (viendo El Cid en un reestreno en Reus), más tarde John Barry con la saga James Bond y Out of Africa (Memorias de África, 1985) …

Siendo Goldsmith el que más se me resistía: Vería en el cine Capricorn One (Capricornio Uno, 1978) y definitivamente me engancharía a su música con Star Trek the Motion Picture (Star Trek La película, 1979). Tuve que esperar a que mi hermana me trajese el disco desde Edimburgo. En aquellos años era difícil conseguir los discos y mi economía era la de un adolescente sin trabajo. Tuve que esperar unos años hasta poder conseguir los vinilos del maestro.

La locura Goldsmithiana para mi empezaría a mitad de los ochenta, con films en los que el maestro destacaba sobremanera. Por ejemplo, Rambo: First Blood Part II (Rambo, 1985), que supuso además la oportunidad de poder ir consiguiendo los LP que fue editando el sello Vinilo en España; la cosa iría a más cuando a finales de esa década abrieron en Barcelona la mítica y añorada tienda Discos Balada, convertida en una cueva de Ali Babá, donde podía encontrarse fácilmente y a precio de risa una gran cantidad de vinilos de la etapa MCA del maestro (fueron buenos tiempos).

Literalmente cada semana me agenciaba uno o dos vinilos del maestro; The Great Train Robbery (El Gran Asalto Al Tren, 1979), Wild Rovers (Dos Hombres contra el Oeste, 1970), The Last Run (Fuga sin Fin, 1971) o Legend (1985) son los primeros que me vienen a la cabeza, escuchándolos en modo repeat non stop durante días y días… Más tarde llegarían los CDS y la sensación de haber abierto mis oídos a un genio universal y un maestro de las emociones.

Personalmente un nombre indisociable a mi crecimiento personal, a mi amor por el cine y su música (como Barry, Morricone, Williams, Schifrin y tantos otros)…Y el paso implacable del tiempo nos acerca a un triste aniversario: El año que viene se cumplirán diez años desde su muerte y en la música de cine dejó un hueco que nadie ha logrado rellenar, porque Goldsmith en mi opinión fue el más completo, el más camaleónico compositor de música cinematográfica que ha existido nunca.

Lo podía hacer todo, cualquier género y además con un estilo personalísimo que tenía múltiples caras. Que en una carrera de cuarenta años compusiese tanta cantidad de música y la mayoría rozando lo notable y lo excelso, es un hecho extraordinario. Nunca gozó de una gran popularidad a nivel cinéfilo, aunque probablemente es el más popular entre los aficionados a la banda sonora…

Y la razón es muy simple: Nunca hizo una mala bso, sus obras son sólidas, siempre sorprendentes, incluso en sus trabajos más criticados por el aficionado (recuerdo Criminal Law, obra hecha para sintetizadores que funcionaba perfecta en la pantalla y por lo tanto se debía a criterios funcionales al servicio del film) y es que el maestro siempre hizo música para la pantalla que luego podía funcionar fuera de ella…Y así, si hay compositores personales que siempre imponen su sello por encima del género (Ennio Morricone, Bernard Herrmann, Elmer Bernstein por ejemplo), Jerry Goldsmith era inigualable, imaginativo y con recursos infinitos para reinventarse en cada género de modo muy distinto y a la vez sonar a fiel a sí mismo.

Y en estos tiempos actuales, grises salvando algunas excepciones, donde se impone lo impersonal, el garrafón musical más vulgar, al maestro más que nunca se le nota mucho, mucho en falta.

Germán Barón Borrás es profesor de Medios Audiovisuales, compositor de músicas para cortos, colaborador en la organización del Festival de Música de Cine Ciudad de Úbeda, aficionado y loco por las bandas sonoras desde que empezó a fijarse en ellas en su más tierna infancia.


Felipe Múgica

En el año 2004 moría Jerry Goldsmith, casi una década de ausencia, lo que no puede más que recordarnos tantos momentos y tantas escenas que no habrían sido lo mismo sin la presencia de su música:

Navegando junto a Steve McQueen por un Yang-Tsé en llamas; con Charlton Heston maldiciendo las guerras en un planeta dirigido por simios; logrando que Damien pareciera hijo del demonio y nos acojonara de verdad; haciéndonos creer que Sean Connery podía ser árabe y que sintiéramos el sabor de la aventura; acompañando a Patton por el campo de batalla; marcando un vals para unos niños del Brasil; llevando a la Enterprise donde ningún hombre llegó jamás; convirtiéndose en el noveno pasajero de la nave Nostromo; guiando a Carol Anne hacia la luz; haciéndonos viajar a un Nicaragua bajo el fuego; dando ritmo a unas maliciosas criaturas cuando comían después de la medianoche; dando magia a unos unicornios en un reino de leyenda; logrando que el veterano de Vietnam Rambo viviera día a día; ofreciendo un desafío total en Marte a Arnie; haciendo el cruce de piernas de Sharon Stone más sensual, si cabe; viviendo con él los últimos días del Edén; llevando a Rudy a la victoria; convirtiendo en valiente guerrero a una humilde chica china; despertando a unos pequeños guerreros; él fue el verdadero guerrero número 13, transportándonos a un Los Angeles confidencial en los años 50; devolviéndonos un aliento aventurero a lo Indiana Jones para unos cazadores de momias; haciendo que sintiéramos al hombre sin sombra…

Un montón de instantes que quedaron marcados por Jerry Goldsmith y que forman parte de la historia del cine y de la música de cine. Ahora mismo voy a mi estantería, donde guardo todos mis CDs de él y voy a ponerme un poco de su música en su recuerdo.

Felipe Múgica tiene 36 años, y es de Barakaldo, en Vizcaya. Pocas cosas hay que le gustan tanto como Tim Burton: unas buenas bandas sonoras de Jerry Goldsmith, John Williams, Georges Delerue…


Israel Pedraza Aguilar

Cuando escucho Jerry Goldsmith la cara se me ilumina, me cambia el gesto, lo noto y creo que los demás lo notan también. Me pasa con él y con Georges Delerue.

Pero especialmente con Jerry, mi compositor preferido, porque se me vienen a la cabeza miles de imágenes, recuerdos, situaciones y personas que hacen que me sienta tremendamente feliz.

Imágenes como las de Medicine Man, en plena selva salvaje, con ese The trees sonando de fondo, o como el mar desde el acantilado, rompiendo con fuerza, en Papillon, mientras resuena en mi cabeza el Main Title, mi tema preferido del Maestro. Imágenes como las de Alaska en The Edge, con una música sobrecogedora (Rescued); o The River Wild, cuya música hace más frenético, si cabe, el descenso; o cómo no, las de Congo (lo único bueno de la película, además, por supuesto, de la música de Jerry). Gracias, por cierto, a Intrada por esta nueva y fantástica edición.

Recuerdos, sentimientos, como el de volar hacia universos, galaxias o planetas desconocidos, gracias a Ilia’s Theme o el Main Title de Alien; o el susto que pasé la primera vez que vi The Omen, sin duda “gracias” a su Ave Satani, o cómo me tenía que tapar los ojos viendo The Gremlins, por culpa de esa musiquilla The Gremlins Attack (hasta el tema que sonaba al principio de la película me daba susto); o verme a mí mismo jugando con mis soldados de plástico (o luego imaginarlo cuando mi niño empezó a jugar con ellos) como si fueran The Commando Elite vs The Gorgonites, a la vez que escucho Assembly Line para meterme aún más en el papel. Y ¿qué decir de Explorers? Siempre quise ser Ethan Hawke con 10-12 años y el tema The Construction me mete de lleno en la aventura que está a punto de comenzar.

Sin duda, el sentimiento más poderoso es el amor, al menos para mí. Y si hablamos de amor, de temas de amor, el de Chinatown, el de The Russia House o el de Forever Young. Grandísimos temas que merecen estar entre los mejores de la historia de la música de cine (con, por supuesto, el tema de amor de Spartacus).

Pero, si debo destacar al Maestro por un género, diría que es la acción. Pocos, si alguien, consiguen darle la fuerza tan especial que él conseguía darle a las películas de acción, como en la saga Rambo (se me erizan los pelos al recordarla, desde el Homecoming con el que comienza First Blood, que me gana como amante de la música suya para siempre, hasta el I’ll stay de Rambo III, que cierra la trilogía (vaaaaale, hay un Rambo IV, pero no, no es lo mismo). Muchas de las películas de acción en las que participó el Maestro, admitámoslo, son muy malas (por decirlo educadamente), pero la huella que dejó Jerry es fabulosa.

Recuerdo Chain Reaction (con el trepidante Ice Chase), Air Force One (tremendo The Parachutes) o Deep Rising (angustiosa música por momentos), por decir sólo unos pocos ejemplos.

Y me dejo muchas en el camino: Legend (pura magia onírica), Masada (obra maestra), Dennis the Menace (genial Main Title), Rudy (una delicia, de mis preferidas del Maestro), Mulan (qué Overture, madre mía), Logan’s Run, The Sand Pebbles (otro bellísimo tema de amor), Patton (soberbio German March), The 13th Warrior (qué manera de conjugar muchos estilos), The Mummy, The Last Castle (muy “americana”, pero me encanta) o The Wind and the Lion, pero podríamos pasar toda una vida comentándolas.

En definitiva, amo la música de cine. Y la amo porque amo a Jerry Goldsmith. Uno de los más grandes compositores de la historia de la música de cine, si no el más grande.

No hay mes que no dé un buen repaso a su obra. No hay mes que no lo recuerde. No hay un mes que no lo eche de menos.

Al menos, no es consuelo, tenemos su música. Y, por eso, es merecedor de este homenaje.

Israel Pedraza es un aficionado a la música de cine, sobre todo de compositores como Jerry Goldsmith, Georges Delerue o James Horner.


Isaac Solé

Jerry Goldsmith fue y será el mejor compositor que ha existido para componer música de cine.

La vida me cambió en el año 1990; en aquellos tiempos recuerdo como me gustaba el cine de los años 80 y principios de los 90. Recuerdo que al analizar la película que había visto siempre me quedaba asombrado con la banda sonora en algunos largometrajes. Me di cuenta que todas las bandas sonoras que me gustaban aparecían siempre el mismo nombre en los títulos de crédito: Music composed and conducted by Jerry Goldsmith.

Me asombraba la música que componía este hombre en cada película. No era fanático aún de la música de cine, pero Jerry me atrapó muy fácilmente con sus notas musicales de genio. Decidí descubrir quién era Jerry Goldsmith. Ese año se estrenaba una película que sabía que la componía él, Total Recall (Desafío Total, 1990).

¡Dios mío! En el cine, solo con oír los títulos de crédito, me quedé asombrado con lo que había compuesto mi compositor preferido. Me daba cuenta que era un compositor diferente a todos los demás y que sus notas, sus orquestaciones y sonidos, sus melodías originales, no tenían nada que ver con los otros compositores; estaba un escalón por encima.

La verdad es que Jerry tenía ese toque de genio al que ningún otro compositor podía llegar; en cada trabajo realmente componía lo que la película pedía y se adaptaba perfectamente en cada fotograma, creando un estilo diferente para cada BSO.

En esa época escuchaba trabajos también de otros compositores, llegando a la conclusión de que Jerry era el rey y después estaban John Williams y John Barry (después todos los otros). Estaba ilusionado, había descubierto un auténtico maestro musical, y comencé a comprar toda su extensa obra, comenzando por  Sleeping with the Enemy (Durmiendo con su Enemigo, 1990); qué temazo principal tan romántico tenía, era una música compuesta por un dios, así que pensé que tenía que comprar más.

Salió Medicine Man (Los Últimos Días del Edén, 1992) que pude comprarlo en cd, y recuerdo como era una banda sonora muy buscada y comprada, otro tesoro que encumbró a Jerry como el «número 1», el más grande compositor. Ese año compuso Basic Instinct (Instinto Básico) otra genialidad única.

Cada nuevo cd que adquiría era un regalo para los oídos, era especial; Jerry lograba hacerme la vida más alegre, componiendo verdaderas joyas para el cine. Realmente amaba y amo su música hasta el infinito, para siempre.

Como no sabía cómo era Jerry físicamente, me suscribí en la revista de Fsm; cuando me mandaron una foto pensé, “Jerry tiene aspecto de gran maestro”. Pero me sorprendió su avanzada edad con la de música que estaba componiendo; me vino en mente que ojalá fuera más joven para tener su música durante muchos años.

Viví intensamente toda su obra durante el periodo que abarcó 1990-2003, los años musicalmente más felices de mi vida. Tras su fallecimiento lloré mucho la terrible noticia; mi gran ídolo se había ido, ya no volvería a escuchar un nuevo trabajo suyo, ya no vería nunca más Music composed and conducted by Jerry Goldsmith en la pantalla.

A Jerry le faltaron años por mostrarnos a dónde podía llegar con su música, cómo hubiera evolucionado musicalmente, los nuevos temas geniales que hubiera compuesto y como hubiera evolucionado la música de cine si él hubiese estado con nosotros, porque actualmente se ha perdido lo que Jerry creó, la auténtica música de cine, el estilo que maravilló a todo el mundo.

Logré verlo en persona, por suerte, en un concierto en el Auditorio de Barcelona, algo maravilloso, y siempre le tendré en mente dirigiendo su música. Jerry, nunca te olvidaré.

Isaac Solé es de Santpedor ( Barcelona ), y trabaja como informático. Le gusta el cine, la tecnología, y sobre todo escuchar la música de Jerry Goldsmith.


Jorge Godoy

Desde muy pequeño había disfrutado de su música, ya sea con los créditos de Gremlins cuando la pasaban por la televisión, o con el VHS de The Mummy que grabé en el cable hace años, la cual estaba gastadísima debido a las repeticiones hechas en su día, pero a mi corta edad (hablando entre siete y nueve años) no me detenía para ver quién era el hombre detrás de esas magníficas piezas que tarareaba todos los días…  lo supe unos años después.

En el taller de cine de mi colegio, al profesor se le ocurrió presentar Poltergeist, (fue una suerte, ya que una vez la arrendé y el VHS estaba en pésimo estado, por lo cual no entendí nada), el ambiente asegurado (según el profesor) era de terror, pero para mí el ambiente fue otro. Encontré algo más, pues a medida que la película avanzaba, no era ella quien me contaba la historia, era su apasionante música, narrando no solamente una historia de presencias malignas y cosas por el estilo, sino una historia de amor, un amor filial, dando énfasis a la relación madre-hija con una melodía que define perfectamente el amor incomparable de una madre. Todo perfectamente narrado tan solo con la música que empañaba mis ojos al escuchar y ver la conmovedora escena del final del corte Rebirth, una de las más grandes piezas del maestro (bueno, todas son grandes).

En lo personal, descubrir a Jerry Goldsmith ha sido uno de los acontecimientos más importantes, inspirándome para escribir guiones, historias, componer y reinventar mi definición de música junto con la del cine, por lo que puedo afirmar y decir que Jerry, sin lugar a dudas, es el mejor compositor que jamás ha existido.

Jorge Godoy: Nacido en Chile, los que me rodeaban, pensaban que la televisión sería mi fin como persona, llena de marcianos, momias, vampiros, programas de misterio, etc. Arrendaba VHS de horror de muy pequeño, fascinándome con la calidad de antaño, lo que me convirtió en un verdadero ratón de videoclub. Por suerte de muy pequeño sabía escoger lo que me servía para llenarme de inspiración e imaginación para escribir historias, crear cortometrajes y peliculas y crear carátulas de VHS. En resumen, estaban todos equivocados.
Jerry Goldsmith ha sido una de mis grandes inspiraciones para componer y escribir, lo que me llevó a descubrir BSO Spirit, en la cual conocí a un gran amigo, empezando a leer sus reseñas sobre Goldsmith para luego compartir los mismos gustos y opiniones sobre música y cine.


Miguel Garre

No creo que diga ningún  disparate, si afirmo que Bernard Herrmann y Jerry Goldsmith, son los dos compositores más importantes que ha dado el género de la música asociada a la imagen.

Y aunque siempre hay opiniones, así como preferencias y apreciaciones personales (pese a opinar esto, reconozco que hay unos cuantos compositores que me gustan más, así como que fue John Williams quién me hizo fijarme en la música de las películas y Basil Poledouris quien me hizo amar y coleccionar música de cine), es imposible –y aquí sospecho que pocos me llevarán la contraria-, entender la música de cine hoy en día sin la figura de Jerry Goldsmith.

Era, además, un compositor comprometido con y para la película, siempre más interesado en buscar aquella sensación que mejor encajara con la cinta más que, simplemente, una melodía hermosa. Pero, irónicamente, suyos son algunos de los temas más bellos y/o reconocibles de la historia del Séptimo Arte. Porque Jerry Goldsmith ha sido y es uno de los más (sino el más) grandes de la música de cine. Porque…

  • …es la música definitiva de la fantasía, cuando una princesa se adentra en un bosque de cuento de hadas, mientras el bien y el mal luchan su última batalla.
  • …es la nana de una niña, la amable melodía de un místico indio y la ominosa presencia de un fantasmagórico predicador.
  • …es el alma de la triste y fragmentada psique de Norman Bates, a un paso de la cordura y otro de la locura.
  • …es el frenético ritmo de la guitarra mientras Nick Nolte corre por su vida, así como del bello tema, cuando (re)encuentra a su amor en Nicaragua.
  • …es el heroísmo de la prima del mayor superhéroe de todos los tiempos, con un sonido paralelo (un grandioso sonido de orquesta) y divergente a la vez (toques de electrónica y una visita a la zona fantasma) de este.
  • …es el sonido de los límites de la realidad y de más allá de los confines de la galaxia “donde ningún hombre ha llegado antes”.
  • …es la voz dulce de un Mogwai y el contagioso sonido que acompaña a sus contrapartidas malvadas.
  • …es ¡pura energía!
  • …es como un réquiem con voz de soprano mientras la bomba cae en algún lugar indeterminado, en uno de sus temas más emotivos.
  • …es y seguirá siendo esto y mucho más, mientras su música suene junto a las películas que acompaña y en los cds que editan su música.

Miguel Garre es de Barcelona. Tiene 43 años y es aficionado a la música de cine desde tiempos inmemoriales. Le gustan sobretodo Basil Poledouris y Christopher Young.


Óscar Salazar

Y ya va para casi diez años que no está con nosotros. Pero no han sido diez años sin él. Sus notas nos acompañan y lo seguirán haciendo mucho tiempo. De hecho, imagino que somos tantos los amantes de su música, que no habrá ni un segundo que pase sin que se escuche en algún lugar del mundo.

Casi diez años sin ese camaleón sonoro que supo adaptarse al discurrir de los tiempos y a los gustos cambiantes de productores, directores y aficionados. El compositor todoterreno por excelencia, el que tuvo que lidiar con películas de las mejores y con auténticos pestiños, el experimentador nato, el romántico cerebral. Tantas cosas diferentes y todas a la vez o una detrás de otra.

Sirva como ejemplo. Él fue uno de los maestros de los temas de acción en los 70, el inventor de los nuevos para los 80 y el renovador del género en los 90.

Maestro. Creo que ésa es la palabra clave. Maestro de muchos. Declarado o no. Guía de tantos otros. Un padre que nos ha dejado huérfanos en un desierto de diseño sonoro y no de música. Por eso, siempre volvemos a él. Con una sonrisa en los oídos y un gracias en el corazón.

Gracias, Maestro Goldsmith.

Óscar Salazar nació en Barakaldo (Bizkaia) hace unos cuantos años. Gran parte de ellos los ha pasado enganchado a una pantalla, desde que descubriera por primera vez que un tipo en pijama podía volar. Después llegaron la música que acompañaba a las imágenes y los libros que las generaron. Ninguna de las tres cosas ha vuelto a abandonarlo. Entre sueños, estudió Ingeniería Industrial y lleva una vida paralela en la que trabaja en una gran multinacional. Incluso, hasta es posible que alguno de vosotros os hayáis encontrado con él en el mundo real.


Alfonso Conde

Comienza el espectáculo. Suena a todo trapo por la megafonía Hoosiers. Botan los balones aquí y allá. Se van llenando las gradas del Goldsmith Arena ante la gran final. La expectación es máxima y se palpa el excelente aroma de las grandes citas. ¡Hay partido, señores! Y lo jugamos todos… los que amamos y disfrutamos de la música del Maestro. No sé vosotros, pero yo cuando acabe el encuentro me marcho pitando con Rudy y Angie (encantadora pareja a la que conozco de hace tiempo y que permanece eternamente joven, caray) a cierto Río Conchos en el Congo. Desafíos para audaces, chicas malas, generales sin malicia, fugas nocturnas, pacíficos gorgonitas machacando a babosos aliens, asaltos en la línea férrea Caboblanco-Masada (ojo, ¡han puesto cargas explosivas en el puente de Cassandra!), exploradores bajo el fuego, enjambres cabreados… y un sinfín de aventuras más que nos aguardan, tal como estableció la profecía.

¿Y quienes disputan el partido? Pues gente estupenda como Rubén alias “Criminal Law”, Sergio, Isra, Jordi, Dani, Migueles y Davides, Vane, Carlos, Eduardo, Gorka, Asier, Isabel, Luis, y muchos más que se me escapan.

Euforia en las gradas y en la cancha. Retumba la fanfarria de la Universal. Los focos permanecen encendidos mientras, ¡oh cielos!, gremlins traviesos y con muy mala uva, intentan apagarlos sin conseguirlo. Pues mientras haya uno de nosotros que escuche, saboree o disfrute de sus brutales temas de acción, sus “sintes”, sus finales apoteósicos y su lirismo arrebatador seguirán iluminando nuestras vidas.

Porque mientras haya Goldsmith… hay esperanza. ¡Ave, Jerry!

Alfonso Conde más conocido como «Tximbo» o simplemente «Alf», abrió los ojos por primera vez en Bilbao. Fecha estelar desconocida, pasado melmakiano contrastado. Niño de alegre sonrisa, tuvo que trasladarse a Madrid, donde cursó estudios de Derecho, aunque lo que realmente le gusta es la Historia. Un buen día amaneció tarareando cierta musiquilla peliculera y desde entonces no ha parado: cientos de cds se acumulan en sus aposentos. Ahora amplia horizontes (y estanterías) tras desatarse con furia su vena rockera.
Apasionado de la cerveza, no pierde oportunidad para tomarse unas cuantas con quien sea y donde sea.


Rubén Franco

Piensa en algo que te inspire, que te dé fuerzas para luchar y enfrentarte a tus problemas, a tu vida diaria. Necesitas un compañero de viaje. Tu Pepito Grillo.

El no tiene porqué hablar; simplemente te acompaña, te inspira. Es una fuerte conexión con el mundo que te rodea, uno de tus máximos referentes cuando las cosas van mal. Y cuando piensas en él, te sientes mejor y poderoso.

Es tu sostén en tiempos difíciles; tu fortaleza de la soledad, donde ninguna kriptonita puede afectarte. Eso, en resumidas cuentas, es Jerry Goldsmith para mí. Su música ha traspasado el motivo por la que fue compuesta. Es mi Biblia diaria (y no soy muy religioso que digamos), mi medicación contra prácticamente todos los males.

Desde muy pequeñito, algo fue germinando en torno a su música; siempre me fijaba en cualquier película que tuviera su nombre. Cuando alquilaba videos de BETA o VHS, siempre me sorprendía descubriendo películas con su nombre (Alien, The Omen, Poltergeist, Gremlins, The Twilight Zone: The Movie); o cuando iba al cine con mis padres, disfrutando con Explorers o Innerspace.

Hacía listas de sus películas en casa o clase; luego comencé a hacer listas de las bandas sonoras y a coleccionarlas, y a descubrir un mundo nuevo de sensaciones. Trabajos que desconocía de su discografía, como la genial Twilight’s Last Gleaming o High Velocity, de mis primeras compras, fueron escuchadas una y otra vez para mi disfrute.

Siempre sentí una conexión especial con su música. Toda su obra me gusta; no podría decir lo contrario. Entiendo cada una de sus creaciones como la parte de una gran obra magna, donde su inconfundible estilo nunca deja de sorprenderme y motivarme. Siento auténtica excitación y alegría incluso con obras como Criminal Law, Runaway o su obra rechazada para Alien Nation. Son obras que huelen y saben a Goldsmith. Es su inconfundible marca.

Jerry Goldsmith es muchas cosas; son sus recursos musicales, como la solitaria y heroica trompeta para sus héroes (desde trabajos como Lonely are the Brave); sus famosas quintas musicales (piensa en todas sus obras, y especialmente trabajos de acción como King Solomon’s Mines o Air Force One); el uso y experimentación con los sintetizadores (el mejor en su campo, en mi opinión, con maravillas como Logan´s Run) y con la orquesta (Planet of the Apes, Alien); la capacidad musical para emocionarte con sus envolventes melodías (Medicine Man, el tema de Illia, Papillon, The Sand Peebles); la creación de mundos mágicos (Legend, N.I.H.M.)…

Goldsmith es eso y más, mucho más; para mi, su obra ha trascendido el medio para el que fue escrito. Mismamente, cuando dejé a mi mujer durmiendo su primera noche en el hospital, con nuestra hija recién nacida, Alba, a eso de las 22:30 de la noche el 14 de septiembre del 2012, monté en mi coche y cuando arranqué el motor, mi equipo de música explosionó con el tema de Nicaragua (Under Fire), a toda pastilla. Aquello llenó de color y luz mi viaje de regreso, con mis dos chicas presentes en mi mente.

Y varios biberones han ido acompañados de A Patch of Blue y Fierce Creatures, además de varias obras de John Williams.

No pude conocer a Jerry en vida, pero gracias a su música estoy cerca de él, y le conozco un poquito mejor. Solo espero poder encontrarte en la otra vida, al otro lado, yendo hacia la luz que tu espíritu irradia, a través de tu música.

Gracias por tu música y por estar ahí. Te veo en el otro lado, Maestro.


Eduardo Con

Cuando llego a casa después de trabajar, o si no los fines de semana, enciendo mi iMac, los altavoces auxiliares y abro el iTunes con el fin de escuchar música de cine.

Las bandas sonoras me acompañan para prácticamente cualquier cosa que este haciendo en casa y para ello, en vez de escuchar un CD completo, disfruto más escuchando temas sueltos, aleatorios según mi estado de ánimo, de antiguos álbumes que no me canso de escuchar y re-escuchar.

Y en ese aspecto Jerry Goldsmith tiene muchísimo ganado terreno para mi, porque prácticamente es el compositor que podría decirse “pone la banda sonora de mi vida”, ya que su música es mágica para mi.  Cortes como el Main Title de The Challenge, The Light de Poltergeist, A Busy Man de Star Trek V: The Final Frontier o Teach Me/No More Tricks (fragmento It’s a Good Life) de Twilight Zone The Movie son un pequeñísimo ejemplo de lo grande que era este hombre.

Pero de todo lo anteriormente mencionado hay un tema que me desarma, me abruma, me respiga el bello de mis brazos y me hace pensar que ya no volveré a escuchar algo así, viendo el triste panorama musical actual en comparación a otros tiempos, y no es otro que el corte Trial Run de The Final Conflict. Un tema 100% Goldsmith que derrocha magia por los cuatro costados y que no me canso de escuchar prácticamente todos los días.

Puedo parecer un obsesionado, pero como dije antes la música acompaña mi vida, me ayuda cuando estoy triste o estoy alegre, y al margen de otros compositores que también disfruto (Danny Elfman, Christopher Young, James Horner,…) el estilo musical único de Jerry Goldsmith es el bálsamo perfecto para mí.

Con lo que solo puedo decir que este hombre era un genio y que siempre le daré un millón de gracias por un legado imperecedero que disfruto sin parar y que Rubén, defensor a ultranza de Goldsmith, nos hizo apreciar desde bien jóvenes.


Gorka Oteiza

Resulta difícil escribir algo breve sobre Jerry Goldsmith, una persona que tanto ha compuesto, y que tanto ha aportado a la música de cine, ya que eso implica elegir qué decir y sobre qué obra hablar.

En mi caso, creo que el primer recuerdo suyo que tengo es haber salido del cine tras ver la película Desafío Total con el tema de acción metido en la cabeza, y decir…. “¡Qué bueno! ¿Quién ha compuesto eso?”…para descubrir poco después que fue Jerry. De hecho, creo que no fui la única persona que tuve el tema metido en la cabeza, ya que posteriormente y durante mucho tiempo, ese mismo tema ha sido utilizado como apertura de multitud de eventos y programas deportivos (aunque mucha gente no sabe a quién pertenece esa “música tan pegadiza” y se la atribuye al programa deportivo en cuestión y no a Jerry Goldsmith).

Poco después, volví a re-encontrarlo en Instinto Básico, película que causó un gran revuelo en los 90 (aunque hoy en día sería tachada incluso de mojigata comparada con muchos realitys o telenovelas que vemos en la pequeña pantalla). Ese año obtuvo una nominación por su música, aunque desafortunadamente no consiguió llevarse el Oscar.

Con una larga carrera que empezó en los años 50, y que acabó en 2004 con su fallecimiento a los 75 años, Jerry cuenta con 18 nominaciones a los Oscar pero paradójicamente sólo con una estatuilla…. y es que a veces, hace falta que una persona no esté entre nosotros, para que tengamos que reconocer y darnos cuenta de que nos ha dejado un gran legado tras de sí (como nos pasará con John Williams cuando nos falte).

Jerry era especialista por componer para todo tipo de películas, de todo tipo de géneros, intentando innovar en cada uno de sus trabajos y buscando el sonido más adecuado para cada historia, aunque ello supusiera alejarse del camino melódico marcado por otros compositores.

Todavía recuerdo el día que me enteré de su fallecimiento, poco tiempo después de que suspendiera un concierto en Barcelona por problemas de salud, al que yo tenía planificado ir. Todos los años por Febrero, miles y miles de fans nos acordamos de su cumpleaños, y lo celebramos escuchando sus maravillosas melodías una y otra vez. Como diríamos en mi tierra… ¡Zorionak maixu! ¡Felicidades maestro! Happy Birthday Master! Tú nos has dejado, pero tu música nos acompañará durante muchos cumpleaños más.


Carlos Mulas

Mientras preparaba este Especial, he leído casi todos los comentarios que nuestros amigos han querido compartir con nosotros, desde compositores a meramente aficionados (teniendo en cuenta que no creo que se pueda ser lo primero sin ser lo segundo), y como casi siempre al preparar este tipo de artículos colaborativos, he preferido dejar mis propios pensamientos para el final. Me ayuda a darles forma mejor, a expresar en palabras la esencia de lo que quiero decir, tras haber escuchado a otras personas hablar sobre el mismo tema.

Y hablar de Jerry Goldsmith, me resulta ciertamente difícil. Es un contrasentido, porque es muy, muy fácil hablar de su música. Pero en una página como AsturScore (devota del Maestro), estamos haciendo eso continuamente, así que hoy prefiero no seguir ese camino. Las películas son películas, y la música que contienen, en resumidas cuentas, es sólo música… el impacto que a la larga tienen en el mundo, en la cultura o en las personas, es relativo.

Me doy cuenta de esto cada vez más, al hacerme mayor y aprender a dar a las cosas el valor que realmente tienen. Y ninguna película ni partitura tiene más valor que las personas que la hicieron posible. Ambas están hechas por personas, para personas. Puede que el cine actual se olvide de que somos personas y no rebaños, los que pagamos las entradas… puede. Por eso es una gran suerte que aún existan artistas, que como el Maestro Goldsmith, se dan cuenta (y en este caso hablamos ya de música) de que su trabajo está siempre, ineludiblemente ligado a las personas.

Si hay algo que se puede decir de él, es que sabía cómo llegar a nuestro corazón, con cualquier herramienta a su disposición. Y a nuestro intelecto también. No sé si sería el mejor haciendo eso, porque no creo en ese concepto. El mejor en algo no existe, siempre se puede encontrar a alguien que como mínimo lo haga igual de bien. Y también se pueden iniciar extensos y poco fructíferos debates sobre el tema, porque está en la naturaleza humana el comparar las cosas, aunque sepamos que no son comparables.

Eso es lo que pienso (siento) yo sobre Jerry Goldsmith. No se le puede comparar, como compositor, con nadie más. No es una cuestión de niveles, de excelencia o de grandeza. Profesionalmente, no hay compositores con una carrera igual (por muchos motivos singulares). A nivel artístico pocos pueden presumir de su adaptación camaleónica, tanto a las épocas que vivió, como a los proyectos y presupuestos en cada película. Esa integración, sin embargo, nunca fue un obstáculo para que su trabajo siempre fuese suyo, con sintetizadores, grandes orquestas o cuartetos de cuerda.

Si alguien conoce un poco de la teoría de la Física Quántica, sabrá que todo lo que existe (incluída la música), está formado por partículas, cuyas características y vida se pueden describir matematicamente. Son los ladrillos del Cosmos. Existen los electrones, por ejemplo, que aunque son todos idénticos entre sí, como partículas individuales también son únicas (realmente es algo más complicado, pero como ejemplo, aquí nos vale). Recientemente, todos recordarán la noticia del descubrimiento del Bosón de Higgs, una partícula de la familia de los bosones. Si el Universo entero fuese Música, en la familia de los compositores, habría muchos y diferentes tipos de partículas componiendo. El descubrimiento de la Partícula Goldsmith nos obliga a crear una nueva categoría dentro de la Teoría de la Música, que solo le incluya a él. Él era único, a un nivel fundamental.

No sé si Jerry Goldsmith era o sigue siendo el mejor. Lo que sí sé es que nunca habrá otro como él.