Mark Isham – Parte 1

Escrito por , el 18 junio 2011 | Publicado en Otros

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Mark IshamSiempre es un placer refugiarse en la música del que para mi es una de las mayores leyendas musicales que aún quedan en activo, y continua pegando fuerte, escribiendo su nombre con más fuerza que nunca.

Mark Isham es un músico, un genio capaz de asombrarnos tanto con cualquier composición cinematográfica (sea del género que sea) como para cualquier obra ajena al mundo del cine, bien con discos de jazz (como donde rinde tributo a Miles Davis ) bien con trabajos de new age.

Es un hombre que vive para la música, que la siente dentro de sí, y que tiene el don de poder transmitir esa pasión al entorno que le rodea, facilitando que el resto podamos disfrutar casi tanto como él.

Mi conexión con el universo Isham creo (si mal no recuerdo) que inició su andadura (y de que forma) con Nell, de cuando en televisión española a veces ponían en antena temas centrales de las películas que iban llegando al cine (recuerdo el caso de Nell, o The Shadow), especificándote correctamente el compositor del score (algo inaudito de ver hoy día).

Aquella película, de bella factura y a mayor gloria de Jodie Foster, me ofreció un universo musical maravilloso, con un tema folk que a día de hoy permanece en mi memoria como uno de los mejores que he escuchado, y con un maravilloso tapiz musical completamente etéreo y envolvente, rodeando la bella y misteriosa historia de Nell en el bosque (todo ello acompañado de una maravillosa aureola de magia).

Indudablemente, aquel fue el pistoletazo de salida, siguiéndole estupendos trabajos como The Net y Timecop, o las magistrales Fly Away Home (de lo mejor que tiene) o Blade.

Y por el camino, descubriendo que además de ser un gran compositor y un gran trompetista, tenía ante mis narices un excelente músico con toda clase de inquietudes musicales y abordando todo tipo de géneros, con discos como Vapor Drawings, Blue Sun o Castalia.

Y poco a poco, pero de una forma cada vez más contundente y definida, Isham pasó a englobar la lista de mis compositores preferidos, prácticamente un fijo en las compras, y un compositor al que sigo con cariño y pasión desde hace ya varios años (algo que me sucede con poca gente, como Christopher Young, celebrando cada una de sus nuevas asignaciones, donde sé que siempre me esperará un mínimo de calidad).

Es por ello, y por mucho más, que desde Asturscore hemos decidido tributar la carrera de éste músico, haciendo un amplio repaso por toda su obra, desde sus comienzos hasta la actualidad, deteniéndonos particularmente en aquellas obras que de alguna manera han marcado su devenir, y ofreciendo una serie de reseñas complementarias para poder analizar más detalladamente algunos de sus trabajos.

Así que coge tu entrada, siéntate cómodamente y prepárate para este intenso viaje en montaña rusa, cortesía de Mark Isham, un todo terreno musical que no parece haber tocado techo, y que del que no dejan de llegarnos auténticas sorpresas y genialidades.

Intro Biográfica: Influencias y estilos (buscando el toque Isham)

Mark Isham nació en el seno de una familia de músicos de New York (1951), con lo que la música siempre ha estado presente en su interior desde que fue concebido, y donde sus padres jugaron un papel importante en el despertar del interés de su hijo por la música.

Isham estudió música clásica, especialmente trompeta, piano y violín, aunque sería la trompeta la que se convertiría en su instrumento musical preferido, el salto y seña del autor.

Esta fascinación por la trompeta proviene de los ensayos de concierto de su madre, donde Isham se sentaba detrás de la sección de trompetas, enamorándose perdidamente de la sonoridad de ese instrumento.

A la edad de 15 años, Isham se desplazó a San Francisco (Bay Area), donde comienza a tocar la trompeta en clubs de jazz (interviniendo en varias jam sessions o en garage bands), además de las sinfónicas de Oakland y San Francisco, siempre interesado en el Jazz, el Pop y el Rock.

Mark Isham de JovenEl año 1966 será un momento determinante en su carrera, como bien cita en el folleto de su disco Miles Remembered: The Silent Way Project, donde Isham hace un homenaje al gran Miles Davis, músico gracias al cual descubrió el jazz, quedándose completamente enamorado mientras escuchaba en la radio el tema 74 Miles Away.

Esta pasión se consolidó en el año 1968, con el lanzamiento del disco Files of Kilimanjaro de su nuevo ídolo, llegando a afirmar que probablemente sea la mayor influencia musical en su vida (algo que influirá en su obra cinematográfica, con trabajos en partituras jazzísticas como Little Man Tate, Mrs. Parker and the Vicious Circle o Quiz Show).

A lo largo de los años 70 descubrirá el mundo de los sintetizadores y la electrónica, convirtiéndose en uno de los mejores programadores, algo que también se convertirá en otro de los toques y busques insignias de Isham en sus futuras composiciones (The Hitcher, The Beast, The Crazies, The Mist).

Mark Isham: Colaboraciones con grupos y artistas

Los que amamos la música de Mark Isham en todas su vertientes, sabemos que no estamos ante el típico compositor de música de cine: es un músico de los pies de la cabeza (como Lalo Schifrin o Dave Grusin).

Tanto en los inicios previos a su incursión en el mundo del cine, como en los momentos posteriores, Isham ha mantenido multitud de colaboraciones con artistas y grupos consagrados, llegando incluso a montar su propio banda, Group 87.

A finales de los 70 colabora con el pianista Art Lande, formando un cuarteto llamado Rubisa Patrol, conformado por los músicos Art Lande, Mark Isham y dos nombres que colaboraran en varias obras cinematográficas y no cinematográficas de Isham, cuyos nombres son Bill Douglass y Kurt Wortman (colaborando en trabajos como la película The Hitcher o el cuenta cuentos The Emperor and the Nightingale).

Estas colaboraciones darán como resultado tres discos, Rubisa Patrol (1976), Desert Marauders (1977) y The Story of Ba-ku (1979), donde Isham se ve inmerso en una aventura musical de jazz contemporáneo, como puedes escuchar en estos dos enlaces enlace 1 y enlace 2

Finalmente, en 1987, Isham y Lande trabajaran juntos en el disco We Begin, un trabajo completamente experimental, donde Lande e Isham aportan una serie de temas que van desde lo etéreo a lo jazzístico, con toques minimalistas, y donde se distingue la maestría de Lande al piano en el corte Sweet Circle, o la de Isham con la trompeta y la electrónica, en cortes como The Melancholy of Departure o Fanfare.

Por otro lado, desde finales de los 70, la carrera de Mark Isham vivirá marcada también por la colaboraciones en diferentes grupos musicales y múltiples artistas de enorme prestigio.

Entre ellos encontramos al genial Van Morrison, con el que colaboró en varios discos y conciertos desde 1979 a 1983 (un total de cinco discos, como Into the Music en 1979 o el concierto Live at the Belfast Opera House en 1983), a la banda de rock The Rolling Stones (Voodoo Lounge en 1994), al magistral Bruce Springsteen (con su clásico disco Human Touch del año 1992), o con los cantantes Kenny Loggins (con su Conviction of the Heart del año 1992) y Tanita Tikaram (en varios trabajos como Ancient Heart del año 1988 y The Sweet Keeper del año 1990).

Como curiosidad, citar su colaboración con Kyle Eastwood, hijo del famoso director, en el disco From There to Here del año 1998, o con el compositor David Torn en el disco Cloud About Mercury en 1987 (compositor que trabajaría para Isham en Reversal of Fortune interpretando la guitarra eléctrica), con temas tan interesantes como Snapping the Hollow Reed.

Group 87 – La banda de Mark Isham

Group 87En 1980 funda su propio grupo musical, Group 87, donde Isham fusiona elementos musicales de new age con algunos toques jazzísticos, ritmos pop de la época e incluso algunos elementos rockeros.

El grupo está formado por tres músicos: Mark Isham, quien se encarga de la trompeta (así como otros instrumentos de la misma familia, como el flugelhorn) y los sintetizadores, Peter Maunu (quien se encarga principalmente de la guitarra) y Patrick O’Hearn (quien se encargaba del bajo), donde colaboraron musicalmente otros artistas, como el percusionista Terry Bozzio o el batería Peter Van-Hooke.

Grabará dos discos, Group 87 (1980) y A Career in Dada Processing (1984), donde ya se detectan pautas musicales de Isham, como ese toque minimalista y new age del corte While the City Sleeps (futuro anticipo de líneas musicales de su trabajo para Vapor Drawings) o esa sonoridad tan propia de Isham para la trompeta, como en el corte The Mask Maker del segundo álbum, sin olvidarnos de los brillantes y potentes ritmos de The Apple Bites Back.

Pese a que la banda se desarmó, los tres músicos siguieron viéndose las caras en diferentes trabajos, como el caso de Peter Maunu, quien prestó su sonido de guitarra a las bandas sonoras de The Moderns, Trouble in Mind o Love at Large, o del compositor Patrick O’Hearn, que hizo lo propio con el bajo para The Moderns (quien, además, compuso varios trabajos para el cine y televisión, como la serie de Falcon Crest, o las películas Crying Freeman y White Sands).

Así mismo, Isham colaboraría con Patrick O’Hearn en varios trabajos, como Indigo (1991), El Dorado (1989), River Gonna Rise (1988) o Ancient Dream (1988).

Por aquel periodo, antes de iniciar su andadura en el cine como compositor, participaría (en 1982) en la película detectivesca An Unsuitable Job for a Woman (Un trabajo no apropiado para mujeres), basada en una novela de P.D. James, y donde Isham se encarga de un solo de saxo soprano (cuya partitura corría a cargo de Chaz Jankel).

MARK ISHAM : El Cine y Albums

(1983 – 1984) Comienza la Leyenda

En 1983, Isham edita un disco de música new age llamado Vapor Drawings, donde ya se comienza a definir uno de los toques musicales de Isham; melodías etéreas y sugerentes, bien rematadas y con sonoridades envolventes, destacando cortes como Men Before the Mirror (con un toque muy Tangerine Dream) o el magistral On the Threshold of Liberty, un tema de corte heroico-patriótico que enamoró al director William Friedkin hasta el punto de contratar a Mark Isham para componer la música de su película Rules of Engangement basándose en este motivo (donde Isham interpreta magistralmente la trompeta, con ese toque suyo tan personal y propio, marca registrada).

El disco incluye un corte llamado Many Chinas que Isham ya había presentado en sociedad con el cuarteto Rubisa Patrol en el disco de igual nombre del año 1976, y que vuelve a recuperar en 1983 para su primer disco en solitario,

Isham se encarga de toda la sección de vientos que aparece en el disco (trompetas, flugelhorn, un saxo soprano), además del piano y todas las sonoridades electrónicas del disco (sintetizadores y percusiones), acompañándole Peter Van Hooke (quien ya había colaborado anteriormente con Isham en Group 87), apoyando a Isham en la percusión electrónica y tocando las baterías o cajas (snare drum), que cobran especial relevancia en el corte On the Threshold of Liberty.

Vapor Drawings fue, además, el inicio de una fructífera colaboración con el sello discográfico Windham Hill, con quien Isham repetiría en trabajos como Castalia o Tibet.

Este maravilloso compendio de música electrónica, sobre el que sustentará el futuro estilo de algunas obras que vendrán en camino (como The Hitcher o The Beast), gozó de éxito entre el público y la crítica, siendo utilizado por el compositor como medio de promoción y publicidad, a la busca y captura de nuevos proyectos musicales.

Never Cry PosterY gracias a esta labora promocional, este disco llegó a las manos de la directora Carol Ballard, quien estaba buscando un sonido distinto para su película Never Cry Wolf (Los Lobos No Lloran), producida por la Disney (años después, Isham volvería a colaborar con la directora en una de las mejores obras de Isham, la magistral Fly Away Home), siendo el comienzo de una fructífera y exitosa carrera como compositor de cine.

La película cuenta la historia de un experto biólogo llamado Tyler que es enviado al norte Canadá (en una región del ártico llamado Keewatin, completamente desolada y prácticamente deshabitada) para estudiar el comportamiento de los lobos, y averiguar si son o no la razón de la extinción de los caribú (similar a los renos).

El papel de Tyler recae en el actor Charles Martin Smith (que por aquella época intervenía en Starman, y acto seguido en The Untouchables), y que realiza una brillante interpretación, al que se le suma la de Brian Dennhey (First Blood, Cocoon), con un breve pero excelente papel para el piloto que lleva a Tyler a su destino, y de quien no volveremos a saber nada más hasta el fantástico final, donde Tyler acaba empatizando más con los lobos y el medioambiente que con la raza a la que pertenece (destacando, además, una bellísima fotografía, realmente hipnotizante, y un excelente montaje de sonido por la que fue nominada a los Oscar).

Never Cry Wolf fue el gran pistoletazo de salida de Mark Isham, resultando un éxito de crítica y público, donde el compositor continuó la labor musical de su trabajo para Vapor Drawings, añadiendo texturas musicales más dramáticas, con algún excelente pasaje de acción, y sin perder ese toque envolvente y etéreo de gran parte de su trabajo para Vapor Drawings (en este enlace puedes escuchar parte de este fantástica composición).

Para éste trabajo, Isham introdujo varios elementos orquestales, como las flautas de bambú, arpa, elementos de percusión o el fagot, destacando la presencia de Mark Adler como el encargado de los arreglos de cuerda y como director y conductor de los elementos orquestales (compositor que ganaría el Emmy por la película televisiva de 1998 The Rat Pack, además de haber intervenido en películas como The Unbearable Lightness of Being o como editor musical del Amadeus de Milos Forman).

Windham Hill editó éste trabajo en un CD donde recogió su brillante trabajo para ésta película en una suite de 25 minutos (omitiendo bastante material, aunque el compendio aquí recogido funciona perfectamente como síntesis), acompañándose de otros dos trabajos suyos del año 1984, la película Mrs. Soffel y el documental The Times of Harvey Milk.

Destaca el Main Title de la película (que a su vez es End Title), y que viene recogido en la parte final de la suite, con un tono musical hipnótico y etéreo, describiendo perfectamente la soledad y la inmensidad de esa región del ártico (casi transmitiendo incluso un intenso frío), e igualmente destacaría la secuencia de la cacería de los caribú, donde casi parece que estemos asistiendo a una de esas escenas de documentales de National Geographic, donde la música de Isham añade una pincelada musical de acción y dramatismo a la escena, dotándola, en su parte final, de un sentido casi místico y onírico para la contemplación por parte de Tyler del final de la cacería.

Finalmente, reseñar el clímax final de la película, con un brillante tema que acompaña el epílogo de la película (que Isham ya introducía prevaimente en el primer viaje de Tyler con el nativo Ootek a la tundra donde tendrá lugar la cacería), un motivo que aparece recogido justo antes del tema final (End Title), y donde la música se vuelve casi religiosa y litúrgica, con la aparición de una especie de órgano de iglesia sintetizado, cuyo sentido místico y onírico acompaña la experiencia que ha vivido Tyler, en la que ha influido (y mucho) la presencia de Ootek y sus historias.

En 1984 intervendrá en el drama de época Mrs. Soffel, basado en hechos reales, donde Diane Keaton interpreta a la señora Soffel, esposa del alcaide de una prisión (un buen Edward Herrmann) donde se encuentran recluidos dos hermanos (unos jóvenes Mel Gibson y Matthew Modine) que han sido sentenciados a muerte por un crimen que afirman no haber cometido.

Mrs. Soffel los visitará para llevarles la palabra de Dios e intentando reconfortarles, formando un fuerte vínculo emocional con uno de los hermanos, Ed (Mel Gibson) hasta el punto de ayudarles a fugarse, abandonando a su familia y yéndose con Ed, con toda la policía pisándoles los talones, donde destaca la presencia del detective Buck, interpretado por Terry O’Quinn (el gran John Locke de Lost).

Isham ofrece un bello y melancólico tema de piano que abre la breve suite recogida en el CD (14 minutos), que potencia el elemento dramático de la historia, motivo que el compositor asocia al personaje de Mrs. Soffel (quien toca el piano en varios momentos de la película).

Ese bello y delicado tema de piano, que abre magistralmente la película, es prácticamente la única pieza musical que escuchamos hasta pasada prácticamente una hora (solo en dos o tres momentos escuchamos unos segundos de música, pero nada reseñable).

Acto seguido, Isham introduce texturas electrónicas y cuerda, que son el germen del siguiente motivo que aparece a continuación, donde una flauta de origen irlandés añade un toque celta (penny whistle), y acompaña la huida de los hermanos con Mrs. Soffel.

Esta flauta irlandesa que aparecerá en otros momentos de la suite, acompaña algunos pasajes musicales realmente brillantes, en concreto uno en el que el penny whistle y el violín se suman a un motivo minimalista, cuya base u ostinato consiste en unas notas de piano repetidas y la música electrónica envolviendo todo el conjunto (pasaje que se volverá marca de la casa, como en trabajos posteriores tan famosos como Nell, Fly Away Home, Of Mice and Men o A River Runs Through It), reapareciendo, de forma más melancólica en el tramo final, sin ese ritmo tan marcado, de una forma más pausada y entrecortada (el epílogo final).

The Times of Harvey MilkNuevamente encontramos a Mark Adler como el encargado de los arreglos de cuerda y como director y conductor de los elementos orquestales

En ese mismo año, compondrá la música del documental The Times of Harvey Milk, que narra la historia del famoso alcalde Harvey Milk, el primer alcalde homosexual en llegar al poder en los EE.UU., que acabó siendo asesinado.

Isham se valió simplemente de la electrónica y la trompeta para ponerle música a este pedacito de la historia norteamericana, que se alzaría con el Oscar al mejor documental en 1984 (un excelente broche para la carrera de Mark Isham).

8 minutos y medio han sido incluidos en el CD de Windham Hill a través de una suite que resulta un breve pero interesante viaje musical de Mark Isham, en la línea de su música new age (Vapor Drawings), muy envolvente y etéreo (convirtiéndose en una experiencia musical realmente relajante) y donde la irrupción de la trompeta (el toque Isham) añade un carácter melancólico y solitario (incluso patriótico por momentos) a ésta breve suite, que de nuevo vuelve a reforzar el talento del compositor en un nuevo medio, el del documental.

Finalmente, destacar la participación de Mark Isham en la partitura de Country (1984) del compositor Charles Gross, editada por Windham Hill, y donde Isham presta sus servicios en el corte Chants, a través de los sintetizadores, el piano, la trompeta y el flugelhorn, para éste drama rural producido por Disney con Jessica Lange de protagonista.