Lo mejor del 2019: Series de Televisión
Lo Mejor del 2019: Series de Televisión – Prólogo
Desde hace ya 10 años, nada más y nada menos, siempre nos hemos reunido en AsturScore para elegir las mejores bandas sonoras del curso anterior, un momento donde todos los socios y colaboradores repasan todo aquello que nos ha llamado la atención o creemos ha sido relevante o digno de mención en al año precedente.
Este año, además, hemos decidido repasar también el amplio y variado espectro de lo que nos ha dejado el mundo de la televisión, que no ha sido poco (con nuevas temporadas que llegan, algunas que se terminan, otras que se cancelan…), y fruto de ello te presentamos aquello que creemos ha sido lo más representativo a través de este especial titulado como Lo Mejor del 2019: Series de Televisión.
Este artículo nace de una forma subjetiva, tratando de recoger a lo largo de este especial lo que creo, bajo mi punto de vista, ha sido lo más interesante o destacado en la música de la conocida como pequeña pantalla (que por momentos ha logrado empequeñecer mucho a la Gran Pantalla), con nombres de compositores como Mark Isham, Carter Burwell, David Arnold, Marco Beltrami, Bear McCreary, Daniel Pemberton, Ludwig Göransson, Jeff Russo o incluso Lorne Balfe.
Sin más dilación os proponemos un pequeño viaje musical televisivo y sesgado (sí, no se puede ver todo, pero creo que lo que encontrareis aquí es una buena muestra o representación de lo que ha dado musicalmente el mundo de la televisión durante el 2019).
A lo largo de este periplo musical que iremos publicando en varias partes, casi a modo de fascículo, iremos situando el contexto de la serie y comentaré los que, en mi opinión, han sido algunos de los mejores momentos musicales del año, y quien sabe, quizás descubras alguna banda sonora que merezca la pena rescatar o descubrir a raíz del artículo (incluso alguna serie que rescatar del olvido).
THE MANDALORIAN (Disney) – Ludwig Goränsson
Una de las apuestas fuertes en cuanto a series del año 2019 fue la esperada The Madalorian, serie ubicada en el Universo de Star Wars, y que prácticamente llegó cerrando el año, sobre la bocina, de la inspirada mano, principalmente, de John Favreau.
Para los que estamos sufriendo con el cierre de la nueva trilogía de Star Wars (no soporto, literalmente, las dos últimas entregas), esta serie fue como un soplo de aire fresco, demostrando que aún hay muy buenas historias por contar en esta saga, y alejándose del epicentro que forman las ya de sobra conocidas.
La serie cuenta con Pedro Pascal como el mítico Mandaloriano, excelentes personajes secundarios (el Ugnaught de Nick Nolte, el director Werner Herzog como un cliente de oscura procedencia, el mítico robot cazarrecompensas IG-11 o Baby Yoda) y un buen puñado de historias (la prisión espacial, el clímax final, el capítulo del huevo…).
Para el apartado musical, Favreau buscaba un sonido distinto y propio, que se alejase lo suficiente del sonido Williams (sin renunciar a ello) pero que tuviera entidad propia, y para ello se fijó en el compositor sueco de moda, Ludwig Göransson, recién salido de su reciente Oscar por Black Panther (Pantera Negra, 2018).
La mayor aportación musical de Ludwig (hay que reconocérselo) es crear un buen tema principal (algo continiano, un poco ala Creed), pegadizo y con músculo, que recoge la esencia musical dentro del universo de Star Wars pero que tiene personalidad propia lejos del mismo.
La base del tema es el sonido de un flauta abierta que le da un tono emotivo y sugerente, evocador, con una construcción musical sustentando en la percusión y el piano (que le da un tono dramático y de tensión, también un ritmo de avance), añadiendo guitarra o bajo según corresponde. Las capas orquestales, cuando se fusionan con el tema del mandaloriano, refuerzan el lado humano del personal principal, añadiendo una dimensión musical que sugiere ese tono épico característico del universo de Star Wars.
También se observa una evolución musical según avanza la serie y van configurándose las nuevas tramas y personajes, pasando de sonoridades ambientales y tensas en los primeros capítulos a pasajes de acción y épicos más reconocibles.
Solo hay que ver el primer corte de la banda sonora Hey Mando!, una declaración de intenciones donde Ludwig recupera ese sonido casi de spaguetti western, con instrumentaciones y sonoridades electrónicas que evocan ese sonido del oeste, también con tonos étnicos.
Aún con esas, no es hasta el capítulo 4 cuando creo que la música de Ludwig comienza a decirme algo, eso sí, teniendo en cuenta que lo que había aportado hasta ese momento era música efectiva y que le quedaba como un guante a la serie, sin más.
Aparte de su tema central (destacaría ese Hey Mando! que comenté antes, o el cierre del primer capítulo, donde Ludwig expande su leitmotiv central), con un sabor a Bill Conti que es imposible, hay otros muy buenos momentos que se han convertido en lo mejor del año 2019:
- Jawas Attack: Este es uno de los momentos de la serie, o como recuperar unos personajes clásicos y hacer que no parezca un refrito como ha sucedido en la última trilogía. ¿Cuando vimos en Star Wars una batalla (o escaramuza) con los Jawas? Aquí ofrece un corte de acción con sonoridades casi juguetonas y con un uso genial de la percusión (acompañando cuerdas y metales), construyendo un tema con mucho ritmo y muy original (un tema que recuperará más tarde para otra escena de acción del mismo capítulo, en el corte The Egg).
- Mando Rescue es otro excelente momento, donde Goränsson da rienda suelta a toda la tensión musical generada previamente a lo largo del capítulo 3 (punteo de guitarra eléctrica en modo riff incluida). La apertura del corte es heroica, y la orquesta y la electrónica van construyendo un corte épico que desemboca de forma grandiosa, pasado el minuto 1, con el tema del mandaloriano al rescate de Baby Yoda, con el uso de frases musicales heroicas de gran intensidad dramática.
- The Ponds of Sorgan ofrece una bellísima versión del tema central, a modo de rendición, sobre el sonido del punteo de la guitarra eléctrica y las notas del clarinete, con acompañamiento de violines. Es uno de los momentos más bonitos de la partitura, muy pastoral, que refleja la belleza del planeta Sorgan, belleza destrozada al minuto uno con unos sintetizadores agresivos que anuncian la irrupción de una banda de saqueadores y piratas, donde los metales y las cuerdas imprimen un ritmo a modo de marcha, entrando en el tramo final el tema del mandaloriano y el comienzo del capítulo 4 (Sanctuary). Esa bella variación del tema central regresará posteriormente en el corte Can I Feed Him?, con unos maravillosos punteos de guitarra.
- Training the Plebs es otro buen momento musical de la serie, donde el tema del mandaloriano suena de forma heroica y muy clásica, casi en modo Williams años 70 (me encanta el uso de las cuerdas y los vientos pasado el minuto uno, y como va progresando mientras añade los metales), todo ello mientras vemos a Mando entrenando a los habitantes del poblado tranquilo de Sorgan para la lucha final.
- Speederbikes es el momento del capítulo 5 (The Gunslinger), cuando Mando y un joven cazarrecompensas atraviesan parajes desérticos a bordo de las Speederbikes, donde Ludwig ofrece un breve pero intenso y dinámico corte, una pequeña oda para la nueva aventura de Mando, con las cuerdas, los metales y la guitarra trazando un tema potente y con cierto aroma de western.
- Welcome Back, y especialmente Hyperspace, representan el tono musical del capítulo 6 (The Prisioner), donde los ritmos electrónicos inundan este nuevo episodio de la serie. Hay construcciones de tensión y acción muy bien ejecutadas, con ritmos pulsantes y vibrantes, muy del estilo años ochenta, y otros de tendencia más moderna (como el rítmico Little Moussey, casi sacado a ratos del Tron de los Daft Punk, quizás mi momento preferido del capítulo). Musicalmente un capitulo muy interesante, y donde Ludwig utiliza una enorme consola electrónica para generar todos los soniquetes y zumbidos futuristas que vamos escuchando.
- The Arrival es el clímax que cierra el capítulo 7, donde aparece por primera vez Moff Gideon (gran Giancarlo Esposito), un villano de origen imperial. La música tiene una construcción in crescendo ejemplar, acompañando perfectamente las imágenes (la aparición de Moff Gideon en el tramo final a bordo de un Tie Fighter), donde el compositor ofrece un motivo que realza su villanía de una forma sutil pero contundente.
- Nurse Droid es el momento que abre el capítulo 8 (Redemption), donde el IG-11 recupera a Baby Yoda tras haber sido capturado por dos exploradores imperiales (que además han maltratado a la pobre criatura). Es un corte muy breve, pero de gran intensidad, que incluye el motivo del IG-11 (que ya escuchamos en Reprogram) y acto seguido la explosión heroica del tema del mandaloriano, prolegómeno de lo que vamos a ver en el resto de este intenso capítulo.
- The Ewebb es otro momento, visual y sonoro, donde nos retrotraemos a nuestra infancia, concretamente a The Empire Strikes Back (El Imperio Contraataca, 1980), cuando el Halcón Milenario está a punto de despegar y una patrulla de asalto de imperiales está montando la mítica ametralladora Ewebb en la base rebelde de Hoth. Aquí estamos ante la misma situación de peligro, y la música suena poderosa y amenazadora, incluyendo el tema de Moff Gideon.
- Nurse and Protect es otro momentazo, con el IG-11 a bordo de una speederbike y acabando con cuantos imperiales le salen al paso, rumbo para encontrarse con Mando y el resto de amiguetes. La música es pura energía, perfecta fusión de orquesta y energía, con el tema de Mando en una de las mejores variaciones musicales de la serie pasado el minuto y medio (todo ello rodado con cariño y buen gusto por Taika Waititi).
- The Baby es el cierre emotivo de la serie, donde Ludwig ofrece una versión cálida y delicada del motivo central, reforzando los lazos entre Mando y Baby Yoda y preparando el camino para la segunda temporada…
EL EMBARCADERO (Movistar+) – Manel Santiesteban & Iván Martínez Lacámara
Ha sido una completa y maravillosa sorpresa encontrarme con El Embarcadero. Serie producida por la Plataforma Movistar +, cuyo creador y principal valedor es Álex Pina, cuenta con tan solo dos temporadas (2019 y 2020), cerrando todas las tramas de la misma sin despeinarse ni un ápice (algo ejemplar, y sin excesivos giros rocambolescos que a veces suelen desnaturalizar las series).
Interpretada por un trío protagonista que esta muy bien (Irene Arcos, Verónica Sánchez y Alvaro Morte), y un buen elenco de secundarios, la trama contiene tres elementos muy bien combinados: Sensualidad, Vida y Muerte.
Si se acierta en esa combinación sucede lo que sucede, que nos encontremos con un producto televisivo muy equilibrado que nos ofrece algunos de los momentos más sensuales vistos en televisión en los últimos años, además de preciosos y maravillosos instantes que invitan a la reflexión sobre los sentimientos y las personas (la vida y la muerte). A ello también ayuda la fotografía, los paisajes y, como no, la música de Manel Santiesteban e Iván Martínez Lacámara.
A consecuencia del tremendo y descomunal éxito de La Casa de Papel, quizás mucha gente tenga más en la retina el trabajo de ambos compositores para dicha serie, pero mi corazoncito prefiere atracar en El Embarcadero musical de Manel e Iván.
La razón se debe a que musicalmente me identifico muchísimo más con el material que ambos han compuesto para esta serie. Es una música sugerente, sensual, íntima y nostálgica, cargada de bellas melodías, todas ellas muy sutiles, y jamás recargadas ni forzando un elemento dramático para manipular al espectador de una forma evidente. Todo parece fluir de forma libre y fresca, como natural, casi tanto como algunos de los bellos momentos contemplativos que tiene la serie.
Mención aparte merece la estupenda canción (Coyotes) que escuchamos en los títulos de inicio de la serie, cargo del grupo Travis Birds. Es una canción que encaja perfectamente dentro del Universo musical de la serie, tanto por la melodía como por sus letras.
De todos los momentos y temas que tiene la temporada del 2019, estos son especialmente los mejores en mi opinión, asociados a sus dos protagonistas femeninas:
- El Tema de Alejandra es una delicia, personaje interpretado por Verónica Sánchez. Este tema está sustentado sobre el piano y la cuerda, de tono clásico, muy estructurado y ordenado (perfecto reflejo de su vida urbana y cosmopolita). La música también sirve para destacar el carácter introvertido y frágil de la protagonista, al menos en apariencia, ya que es un personaje que va cogiendo forma según avanza la serie. Es uno de los cortes musicales más bonitos para la pequeña «gran» pantalla del 2019, que denota una gran sensibilidad por parte de sus dos creadores musicales.
- La música asociada a Verónica, recogida en Verónica y Sol o Verónica Interlude, es una melodía hermosa y contemplativa, muy sugerente y evocadora, que va en sintonía con esos bellos paisajes de la Albufera; es una música que te atrapa, te cautiva y te embruja, con un tono relajante y reflexivo, e incluso seductor. Es Verónica en estado puro, un espíritu libre, todo lo contrario de Alejandra, cuya música es más estructurada.