Entrevista con Iván M. Lacámara

Escrito por , el 17 mayo 2020 | Publicado en Entrevistas

En tiempos de cuarentena, es complicado evadirnos a nuestras habituales salas de cine para poder disfrutar de los nuevos estrenos y descubrir la música que los acompaña. En estos tiempos, muchos recurren entonces al mundo de la televisión, donde en los últimos tiempos las series llegan a tener una calidad audiovisual igual o incluso mayor que muchas obras de la gran pantalla. Y como no, su música no se queda atrás.

Hablamos con un compositor patrio que poco a poco se está haciendo un nombre clave en la música del audiovisual. Desde sus tiempos como editor musical en Periodistas o Los hombres de Paco, ha ido marcando su estilo personal en composiciones como Un paso adelante, El barco, o las más recientes Vis a Vis, El Embarcadero y La casa de papel. Hoy en AsturScore os queremos acercar a la figura del compositor zaragozano Iván Martínez Lacámara.

Iván Martínez LacámaraNacido en Zaragoza (España) en 1977 en una familia de músicos, comenzó sus estudios musicales a los 5 años, pasando por el conservatorio y varias escuelas de música, hasta obtener el Grado Profesional en 1998.

Desde entonces ha compuesto la Banda Sonora de multitud de series de televisión, anuncios y cortometrajes, así como música adicional y arreglos en varias películas, giras y grabaciones.

Algunos de sus trabajos más destacados en televisión son: La casa de papel (Money heist), El embarcadero (The pier), Vis a vis (Locked up), El barco (The boat) y Un paso adelante (Un, dos, tres).

Para más información sobre Iván M. Lacámara podéis visitar su página web pinchando en el siguiente enlace.


ENTREVISTA

¿Cuál fue tu primer recuerdo relativo a la creación musical? El momento en el que te dijiste: a ESTO es a lo que me quiero dedicar.

Fue algo muy natural, mis padres los dos son músicos, mi padre cantante y profesor de conservatorio, y mi madre profesora de música en secundaria, así que desde muy pequeño la música estaba alrededor de mi. Veía a mi padre cantando en el escenario, todo lo que conllevaba un espectáculo, tocar con más músicos, la parte técnica (las luces y los equipos de sonido siempre me alucinaron), y luego a mi madre, dando clases de música. En ese momento no pensaba que la música iba a ser mi futuro profesional, pero sí tenía una relación muy especial.

Empecé a tocar el piano con mis padres en casa, con 4 o 5 años y luego el paso natural fue empezar en el conservatorio. Estudié el grado profesional, que fui compaginando con el colegio, instituto y en última instancia con la universidad. Aunque nunca lo dije, yo creo que el momento en que por primera vez me planteé dedicarme a la música, fue con 14 años (año 1991), cuando durante un tiempo, trajo mi padre un teclado que él utilizaba en directo. Para mí fue revelador. Disponer del famoso Roland D-50 para un chaval de 14 años, era un premio. En esos días escribí mis primeras notas. Eso me motivó mucho, y empecé a improvisar al piano entre pieza y pieza, mientras estudiaba para el conservatorio. Eran cosas muy básicas, y muy influenciadas por la música que escuchaba entonces, que por cierto era de muchos estilos (pop, rock, newage)

¿Como fueron tus comienzos? Muchos compañeros de profesión empezaron en otros sectores, como el pop, el jazz u otros géneros musicales. ¿Cómo fueron los tuyos antes de dedicarte por completo a las bandas sonoras, o ya lo enfocaste directamente a ese medio?

En la adolescencia empecé a cacharrear con sintetizadores y con mi Amiga500 empecé a grabar mis canciones. Ahorraba todo lo que podía para poder comprarme teclados, mesas de mezclas y todo lo que necesitaba. Eso me llevó a hacer música instrumental, porque las letras nunca fueron lo mío. Me gustaba mucho Vangelis o Jean Michel Jarre, así como el rock sinfónico o grupos rock como Queen. Por eso me centré mucho en esa faceta más pseudo-orquestal, pero siempre mezclada con el pop y el rock.

Tuve un intento de grupo, donde cada uno intentábamos llevar el grupo a un sitio distinto. Yo quería ensayar y tocar todos los días posibles, mientras que el cantante estaba pensando solo en ligar. Como es normal, no duró mucho.

En un momento dado, por casualidad, conocí en un chat de irc (año 1998) a un realizador de tv de Tele5. Hicimos amistad, y cuando escuchó mi música, empezó a pedirme más músicas para utilizarlas en promos y anuncios de la cadena. Firmé un contrato editorial con la cadena y empezaron a pedirme más y más temas. Ese fue el momento en que comencé a pensar en enfocar mi futuro hacia la música para audiovisual.

De todos los medios en los que has trabajado (anuncios, cortos, series, películas) ¿En cual te sientas más cómodo y por qué?

Para mí, las series son el mejor medio. Me permiten desarrollar un estilo, unos leivmotivs y un desarrollo musical a lo largo de mucho más tiempo que en una película. De media, una temporada de 8 capítulos puede tener más de 5 horas de música, mientras que una película ronda la hora, hora y media.

Una persona importante en tu carrera ha sido Manel Santisteban. ¿Cómo entabláis relación? ¿Cómo entra Manel en tu vida?

El conocer a Manel, fue otra casualidad. Yo aún vivía en Zaragoza, y también por un chat conocí a una persona que iba a dar un curso de producción musical en la sede de SGAE en Madrid. Tenía que estar allí al día siguiente (abril de 1999), y me planté en Madrid sin pensarlo mucho.

En ese curso me senté casualmente al lado de Manel, y en los descansos y después de las clases empezamos a hablar y compartir trucos del programa del que trataba el curso. Le comenté que hacía mis musiquillas y ya de vuelta en casa, le mandé varios de mis temas. En el verano del 99 seguimos hablando por chat y yo seguí mandándole mis temas.

En septiembre yo ya tenía planeado ir a Madrid a hacer un master en sonido y producción, y unos días antes de irme, me llamó para ofrecerme trabajo como editor musical. En ese momento, Manel estaba componiendo la música de las series Periodistas y Médico de familia.

¿Cómo ha influido en tu carrera Manel Santisteban?

La influencia de Manel, es obvia. La muchos de mis trabajos han sido junto a él. Y no solo por eso, sino porque con él aprendí todo el oficio de la música para imagen. Los primeros tiempos, como editor musical, fueron la mejor de las escuelas que un compositor puede tener.

Con Manel Santisteban has trabajado en varios trabajos hasta la fecha (La Casa de Papel, El Embarcadero, El Barco…). ¿Cómo es vuestro estilo de trabajo, os dividís las tareas, o trabajáis codo con codo durante toda la composición?

Cuando comenzamos un proyecto pensamos como afrontarlo. El estilo, instrumentación, paleta de sonidos, etc, y se hace un trabajo de preproducción para darle uniformidad y coherencia. Cuando ya llegan los capítulos, la manera de trabajar en la mayoría de los casos, esta condicionada por el tiempo. En televisión los tiempos son muy ajustados, por lo que en la práctica, la mejor manera de trabajar es repartirse los cues, bien por tramas o por preferencias de estilo. También a veces uno comienza un cue, y el otro lo termina de componer, o de mezclar, para darle una nueva visión.

Hasta hace poco, los plazos habituales eran de unos 7 días por capítulo, contando fines de semana. Desde la llegada de las plataformas, los calendarios permiten que tengamos más días, unos 10-12 por capítulo, y en contadas ocasiones como en La casa de papel, unos 15 días por capítulo. Aunque en el último capítulo de la 4ª temporada, estuvimos trabajando más de mes y medio, debido a la dificultad que entrañaba.

En nuestro caso todo esto no es solo en la parte de composición. Nosotros no tenemos un equipo detrás de orquestadores, editores, ingenieros de sonido, etc. Todos los procesos los hacemos nosotros. Hay momentos en los que se graban instrumentos solistas o cantantes, pero no es lo habitual. Los tiempos y los presupuestos de tv no nos permiten otra forma de trabajar.

Centrándonos en el que a día de hoy es uno de tus trabajos de más reconocido prestigio, tanto por la crítica y público (incluyendo todo tipo de premios), ¿cómo ha beneficiado trabajar junto a Santisteban en las composiciones de la aclamada serie La casa de papel?

Manel y yo llevamos trabajando juntos 20 años. Durante más de 15 años, casi en exclusiva para la una sola productora (Globomedia).

El año 2014 fue un año duro, porque terminó una etapa llena de éxitos encadenados, que se interrumpió con una serie para Antena 3 que no funcionó. Eso hizo que la productora diera un giro de timón, y se aventuró a producir una serie como Vis a vis. Esa serie fue un punto de inflexión no solo para la productora, sino para otras muchas facetas artísticas de la producción nacional.

Cuando la serie terminó, uno de sus productores ejecutivos (Alex Pina) salió de la productora, para montar la suya propia (Vancouver media). Su primer proyecto fue La casa de papel, y contó con nosotros, cómo llevaba haciendo los últimos 15 años, en multitud de series. Las largas relaciones entre directores y compositores son muy habituales en el mundo del cine. En nuestro caso esa relación habitual es con el productor ejecutivo, aunque también con muchos directores con los que llevamos trabajando en muchas series, y que trabajan también con él.

La serie tiene dos claras partes muy diferenciadas; por un lado, la primera mitad producida por Atresmedia, y por otro, la que ha producido Netflix. ¿Has notado diferencia en el modo de componer o el trato de los productores hacia tu trabajo?

No ha habido grandes cambios, ni pautas distintas, en las temporadas producidas por Antena 3 o por Netflix. Es verdad que en las dos primeras, la presión era menor, ya que “solo” era una serie de ámbito nacional. El salto a Netflix sí que nos dio al principio un poco de “respeto”, al ser conscientes de la dimensión que había tomado. Pero el día que vimos el primer capítulo de la tercera temporada, nos dimos cuenta que nuestro trabajo iba a ser realmente el mismo.

Lo bueno eran las condiciones. Mayor presupuesto y sobretodo, más tiempo para cada capítulo. Esto último, es algo primordial para que el resultado sea mejor.

Con el paso de los años se ha podido notar la evolución en el mundo de las series de televisión, tanto a nivel nacional como extranjero. También se ha podido notar poco a poco dicha evolución en el mundo de la composición televisiva. ¿Lo ves como algo bueno? ¿Qué aporta, según tú, esta evolución al mundo televisivo? ¿Lo consideras un trabajo de la misma magnitud que las obras cinematográficas?

Como es lógico, yo defiendo las series a muerte. No ahora, lo he hecho siempre. No solo en la parte musical, en cualquiera de los procesos creativos, el “oficio” de la gente que trabaja en series hace que la eficiencia permita producir a niveles muy altos, con unos plazos y presupuestos mucho más ajustados que en el cine.

Hasta hace bien poco, la gente de cine, denostaba las series, las consideraba un género menor. Es curioso como ahora muchos de esos profesionales de cualquier ámbito creativo “pierden el culo” por trabajar en series. Va a ser que no se era un trabajo tan malo….jjj

El caso de Movistar cuando ha empezado a producir series, es muy curioso. Sus primeras producciones fueron hechas por gente de cine, y tras sus estrenos, y sus discretas cifras, parece que Movistar empezó a darse cuenta que era un error hacer series, olvidando por completo a la gente de las series.

De todas formas, ni siquiera desde dentro de la misma profesión televisiva se tiene ese respeto hacia lo que es un compositor para audiovisuales. Ni la Academia de televisión tiene una categoría entre sus premios a la Mejor Banda Sonora de Tv.

Volviendo a la música, una temporada de una serie media, puede tener 5 horas de música original, mientras que una película rondara la hora y media. Y en el tiempo que se hace la BSO de una película, se pueden hacer 5 o 6 capítulos de una serie. Por la tanto, la magnitud yo entiendo que puede llegar a ser incluso hasta mayor en el caso de las series. Otra cosa es la importancia que le pueda dar el público, quizás más educado en apreciar la música en el ámbito del cine.

En algunos temas escuchados en La casa de papel se observan influencias y patrones musicales que bucean en las composiciones de las obras actuales de Hollywood. Al margen de inspiración e influencias musicales, ¿tenéis claras indicaciones de buscar alguna sonoridad en particular o tenéis libertad creativa para ejecutar vuestro trabajo?

Depende un poco de las producciones, pero es verdad que últimamente hay una tendencia, por parte de los directores, a usar temp tracks, y a querer que la música que se componga sea casi un clon de ese temp track. Es más, es algo que también sufren muchos de los compositores top de Hollywood, que ven cómo les “obligan” a clonar otras BSO.

Para entender un poco cómo funciona todo esto, hay que tener en cuenta que en una serie, de media hay cuatro directores por temporada. Por más que se plantee una “línea editorial” en la parte musical al inicio de la serie, cada director marca sus pautas y directrices. Y la mejor manera que encuentran es con ese temp track.

Pasan semanas montando los capítulos escuchando esos temp tracks, y que además casi nunca tienen coherencia musical, ya que mezclan temas y estilos completamente diferentes. Es muy complicado romper ese vínculo que tienen creado con esa música, y es complicado también encontrar directores, que confíen y dejen trabajar. El problema es que se montan los capítulos con esas músicas de referencia, para poder “vender” el capítulo a los productores ejecutivos y a la cadena/plataforma. Llegados a ese punto, queda interpretar qué es lo que les gusta de esas músicas, a veces es un simple ritmo, o un sonido concreto, e integrarlo en el estilo de la serie.

Como digo antes, es más una cuestión de cada director el dar o no esa libertad, que a mi forma de entender queda demasiado comprometida últimamente, haciendo que sea una “rara avis” el director que deja libertad.

El Embarcadero es otra apuesta fuerte española, con parte del equipo de La Casa de Papel, producida por Movistar +, con un planteamiento musical sutil, emotivo y cautivador. ¿Cómo fue el proceso creativo musical para esta serie?

Póster El embarcaderoEl embarcadero ha sido una isla de paz musical para nosotros. Después de mucho tiempo dedicados al suspense y la acción esquizofrénica de Vis a vis o de La casa de papel, el planteamiento musical de El Embarcadero es radicalmente opuesto.

Se partió de la idea de la sencillez, y con un concepto más ambiental de la música. La paleta sonora de la serie incluye muchas texturas de pads sintéticos, con cuerdas muy procesadas con muchos armónicos, y con pianos procesados y guitarras con delays. La música se planteó para ayudar a comprender y enlazar todos los saltos temporales que conviven en la narración, que no son pocos.

Es una serie en la que se aceptó nuestra propuesta musical sin ninguna reticencia, y en la que sí hemos tenido completa libertad creativa.

Básicamente tu carrera está entroncada en el mundo de las series de televisión, con algunos cortos y alguna película. ¿Cuál es tu meta u objetivo como compositor?

No me planteo mucho las cosas, y no tengo el “sueño de hacer tal cosa o la otra”. Si tuviera que elegir, prefiero seguir componiendo para series, antes que para cine, y a ser posible aquí en España, o desde aquí si es una producción internacional. No tengo el sueño americano de ir a Hollywood.

Lo único bueno que veo de hacer cine, con respecto a una serie, es la posibilidad de poder grabar con orquesta, cosa que en una serie no es viable, o al menos muy complicado.

¿Qué consejos podrías dar a los nuevos compositores que quieren dedicarse al medio audiovisual?

La constancia es necesaria en cualquier ámbito laboral y vital, y en lo creativo quizás lo es aún más. Personalmente creo que en nuestro caso, la buena disposición, buen talante y nunca haber entregado tarde un trabajo ha hecho que confíen en nosotros.

Algo que también es muy importante es la versatilidad. Hoy puedes estar en un proyecto que tenga música orquestal, pero mañana estar en otro que se base en música electrónica, o en una comedia con música funky o jazz. Poder afrontar muchos estilos te dará ventaja a la hora de conseguir más proyectos.

 Háblanos de tus próximos proyectos

En este momento estamos terminando Vis a vis: El Oasis, y sino hubiera sido por el coronavirus, estaríamos ya centrados en Sky Rojo, la nueva serie de Vancouver Media para Netflix. Estamos trabajando ya en su planteamiento musical, con un par de propuestas, sobre un par de secuencias del primer pre-montaje del piloto, pero hasta que no vuelvan los rodajes, no podrán terminar el capítulo para que podamos empezar a componer el capítulo completo.

El otro proyecto que también esta parado, es la nueva temporada de “La casa de papel”, que debería empezar a rodarse ahora, y nosotros empezar en julio, pero que también esta a la espera de ver cómo evoluciona todo esto.

En principio, parece que solo va a ser cuestión de retrasos en los proyectos, pero habrá que ver dentro de unos meses, el impacto real de la situación actual.

Muchas gracias por tu tiempo y atendernos

Gracias a vosotros!!