Crónica MOSMA 2018

Escrito por , el 28 julio 2018 | Publicado en Crónica

INTRODUCCIÓN: Breve reflexión sobre lo que supone ser aficionado

Ya son 13 años, que se dice pronto disfrutando en nuestro país de un festival que ha pasado por distintas fases de calidad y  conocido altos y bajos. Durante 13 años (12 exactamente con el año de barbecho) se han congregado en 3 ciudades diferentes aficionados procedentes de todas partes de España y del extranjero. Úbeda, Córdoba o Málaga se han convertido por unos días en capitales de la música de cine. En nuestro país, sí, creéoslo. Indudablemente los comienzos son duros y los fallos están a la orden del día. Lo importante es aprender de la experiencia y no lamentarse eternamente y quedar estancado en viejas rencillas que no llevan a ninguna parte y hacen que no disfrutes del presente. Recuerdo ese entusiasmo y fascinación cuando nuestro añorado Basil Poledouris nos visitó el segundo año y muchos aficionados conocieron por primera vez el festival e hizo que se apuntaran masivamente en años posteriores. Con el tiempo muchos aficionados dejaron de venir, tal vez producto del desánimo, de la falta de motivación o que sencillamente ese momento ya pasó de largo en sus vidas. Poco contribuyeron algunos fallos en la misma organización pero yo soy de los que piensa que el que tuvo retuvo y que esa llama que un día prendió en muchos aficionados sigue ahí incandescente pendiente de que alguien encienda la mecha. El hecho visible es que, 13 años después, ahí sigue el festival con unas personas que, con sus virtudes y sus defectos, siguen dando impulso a algo que parecía muerto y limando esos fallos que hicieron que este gran evento se resintiera y viera perjudicada su imagen en más de una ocasión. Pero como decía el Maestro Oogway «El ayer es historia, el mañana es un misterio, sin embargo el hoy es un regalo…por eso se le llama presente….» Esta es la filosofía  que deberíamos a adoptar todos para disfrutar de algo del que se han corregido muchos errores y, repito, que es un milagro que se produzca en nuestro país. Evidentemente no es un festival perfecto ni lo será pero sí hay ilusión y ganas por parte de todas las partes implicadas eso también hace que ande sólo con la única aplicación del sentido común a todo lo que se hace. Sigo siendo tal vez un poco ingenuo y pienso que muchos que están sentados en sus casas producto del desencanto, la desidia o la desmotivación están deseando acudir a un evento de éstos y disfrutar de lo que más les gusta. Pues delante lo tenéis. Recordad porque aquellos veranos de la pasada década fuimos felices escuchando en vivo a nuestros compositores favoritos o nuestra pieza favorita se me antoja tarea indispensable para seguir siendo partícipes de un acontecimiento que insisto es un milagro que se produzca ya no en España sino en cualquier parte del mundo. Y nosotros debemos cuidar de ello como buenos caballeros custodios de la música de cine. Retomar esa tarea es responsabilidad exclusivamente nuestra. Otros ya tienen otras responsabilidades. Somos unos privilegiados, repito. Y los organizadores siguen subidos en ese carro, con todo el entusiasmo del mundo, para que este milagro siga produciéndose y que celebremos vascos, andaluces, catalanes, madrileños, asturianos, murcianos algo que a muchos nos ha unido y que ni la pereza, el rencor o el ego de más deben ni pueden quitar.

Y LLEGÓ EL MOSMA 2018…

Y con ello el reencuentro con el bullicio en las calles de Málaga, el olor a pescaito, el calor, el terral, aficionados y amigos que están a 800 km con los brazos abiertos para recibirte, tarareo de canciones, las anécdotas, ¿las críticas a Zimmer?, la sección de vientos de la orquesta escapándosele alguna nota que otra, el compositor con algún atuendo particular, Sergio Hardasmal haciéndose fotos con todos los presentes, Felipe y Gori con sus camisetas tope fan,¿la tienda de discos? …no gracias, mi economía lo agradece. El buen rollo, el buen ambiente, las mismas caras, alguna que otra nueva y ese lazo que a veces es de distinto color pero que a todos nos une. Comienza un nuevo festival… DIA 1 Primer día dedicado a las master class de los compositores con los compositores y músicos noveles en la que los primeros explicaban técnicas y hablaban de su experiencia profesional.

  • Mañana

Lamentablemente ningún miembro de AsturScore pudimos asistir a la master class de Jeff Russo por problemas de horario pero sí a la siguiente. Eneko Vadillo, compositor nacido en Málaga y especialista en música audiovisual, hablaba sobre el uso de los códigos musicales en el cine y su función narrativa centrándose, entre otros, en la música de John Powell para las películas de Jason Bourne.

  • Tarde

La tarde estaría centrada en la master classdel canadiense Christophe Beck que en alguna ocasión señalo estar sudando como un polloen una sala en la que faltaba aire acondicionado. Se le veía un tío con un carácter muy peculiar que a la vez disfrutaba enormemente narrando las anécdotas de su oficio. Beck señalaba como la parte que más disfrutaba de su trabajo era la mezcla final ya que se encontraba a solas con el ingeniero de sonido y no tenía voz discordante o alguien que le dijese continuamente como hacer su trabajo. Confesaba su entusiasmo por afrontar nuevos retos en cada película, algo que posteriormente repetiría en las charlas con los aficionados, y como poner música a un género al que nunca había puesto música era lo que más le estimulaba del oficio. Amante de cualquier tipo de música finalmente terminaba subrayando su predilección por la electrónica.

  • Noche

El preciosismo y la virtud melódica de Marco Frisina fueron los protagonistas de la noche del martes, dedicada íntegramente a la música del compositor e interpretada por la Orquesta Filarmónica de Málaga. Un concierto con orquesta y coro que hizo las delicias de los seguidores de la música de estilo más clásico y melódico. Pese a no llenar el aforo otros compositores invitados como Jeff Beal y algunos aficionados que no conocían la música del compositor se vieron sorprendidos por la música del italiano. La música, de carácter eminentemente sacro debido a su múltiple colaboraciones en documentales y películas religiosas y que él mismo es sacerdote, consiguió que mucho público se pusiera en pie y celebrasen un nuevo descubrimiento en el MOSMA. La fuerza de su repertorio contrastaba en ocasiones con la similitud de sus melodías pero esto no dejaba de ser un mal menor para todo el que apreciase la buena calidad de su música. DÍA 2

  • Mañana

Dan Goldwasser, reputado productor musical y responsable directo de grandes ediciones discográficas, sobre todo del sello La-La Land, nos contó su dilatada experiencia a lo largo de 18 años como fotógrafo en las distintas sesiones de grabación de las que ha sido partícipe. Fotógrafo oficial  de compositores como Michael Giacchino, Christophe Beck o John Powell cuenta como en sus inicios sólo asistía a éstas como invitado para, poco a poco, granjearse la confianza de los compositores y convertirse en el documentalista de todas esas sesiones. Numerosas anécdotas fue las que compartió con los asistentes como la del masajista que Marc Shaiman llevó a las sesiones de grabación de Team América o las formas que tenía Shirley Walker de dar indicaciones a la orquesta para grabar Destino final 3. Cuenta Goldwasser que Walker era una cachonda y que para esta película se llevó una especie de cartulina en el que tenía apuntado distintas intensidades de violencia que se podían aplicar a la música de la película como pequeño corte en la mano, cuello rajado, sangre saliendo a borbotones… Según la intención e intensidad que quería darle a cada pieza señalaba con una flecha a la orquesta hasta dónde quería llegar. El medidor de sangrese llamaba. Otra muy curiosa es la relativa a Star Trek: En la oscuridad. Resulta que la mujer del editor musical hablaba Klingon y fue ella quien hizo las letras de los coros conteniendo éstas a su vez los nombres de los amigos e hijos de Michael Giacchino. También muy cachonda la anécdota con James Mangold en la grabación de Lobezno inmortal. Resulta que el genial director andaba por el estudio de grabación mientras Goldwasser hacía sus fotos y llegó un punto en que aquel empezó a dirigirlo y a decirle como tenía que hacer las fotos. Goldwasser se cansó y le dio la cámara para que hiciese las fotos y un par de ellas salieron borrosas. Luego las puso en la web y asignó la autoría a él. Acto seguido acudiría Ray Costa, prestigioso publicista y representante de compositores como Alexandre Desplat, Michael Todd Senior director del área de cine y TV de la ASCAP (una de las más importantes agencias de derechos de autor) y Jana Davidoff, presidenta IMPACT24 (una importante agencia de publicidad de compositores, diseñadores de producción y directores de cine de Hollywood) a hablar sobre la representación de compositores y como forjar una imagenpara poder ser contratado en el competitivo mundo audiovisual norteamericano. Explicaban como una de las cosas más importantes es encontrar que hace único a un compositor y fraguar una buena reputación y ser activo dentro de las redes sociales. Advirtieron de la necesidad de tener mucho cuidado con éstas y medir los comentarios pues igual pueden convertirse en tu mayor aliado como en tu mayor enemigo.

  • Noche

La tarde noche estaría dedicada al invitado estrella del Festival, John Powell. O más bien el concierto de esa noche ejecutado por la Orquesta Provincial de Málaga constituiría un homenaje a los héroes caídos en la Primera Guerra Mundial, entre los que se encontraba su abuelo al cuál iría dedicado el Réquiem Prusiano que él mismo compuso y que se tocó en primicia la noche del miércoles. Previamente tendríamos el enorme gozo de escuchar una pastoral compuesta por Raph Vaughn Williams, compositor por el que Powell siente especial devoción y del cual escogería una selección de temas que inundarían el Cervantes de un delicioso y elegante clasicismo y que nos haría recordar esa forma de componer tan limpia y pura que tenían los compositores de antaño. Posteriormente la parte de Powell,  música poderosa, elegíaca, con un potente componente dramático y un solemne uso de coros, más apaciguada en su ritmo a lo que nos tiene acostumbrado el inglés, y que sería el colofón de un día de intensas emociones tras los primeros encuentros y abrazos entre todos los que allí nos presentábamos. DÍA 3

  • Mañana

Comenzaba el caluroso día con las charlas del cada vez más solicitado Jeff Russo, compositor de cabecera de la Fox para algunas de las series más afamadas del momento como Fargo, Legión, Star Trek: Discovey o The Night Off. Russo, de carácter bastante afable, atento y algo gentleman dejó entrever su constante curiosidad por explorar nuevos terrenos dentro de la música. Y esa inquietud parece que no le supuso ningún problema para enfrentarse a la música de dos de esas series que, curiosamente, siguen la estela de una reputada película y archiconocida serie clásica. Para Fargo quiso hacer su propio tema, un tema que sonase grave y dramático a la vez que solitario, sin perder la estela y el tono de la música creada por Carter Burwell y poder así identificarse con el desarraigo que viven los personajes y la aridez de la historia. Y al oído está que lo consiguió. Para Star Trekel reto era aún mayor pues tenía que crear algo nuevo a la vez que no alejarse demasiado de una música tan icónica como la de la emblemática serie para TV. Más libertad le permitió su trabajo para Legión en el que el eclecticismo y la variedad de estilos gobernaban una serie en las que los creadores le dieron carta blanca para zambullirse en un mundo onírico y de abyectas abstracciones. A modo anecdótico nos contó sus inicios como cocinero antes de empezar a trabajar en la industria para poder pagar gastos e introducir poco a poco la cabeza en este mundillo. A continuación entraría en escena Christophe Beck cuya música para la mítica serie Buffy the vampire slayer (Buffy cazavampiros, 1997-2003) lo auparía a la fama y lo llevaría a trabajar varios años después con la mismísima Disney en el hit Frozeno con Marvel en Ant-Man. Autor de otras bandas sonoras tan destacadas como Under the Toscan Sun (Bajo el sol de la Toscana, 2003), We Are Marshall (Equipo Marshall, 2006) o Percy Jackson and the Olympians: The Lightning Thief (Percy Jackson y el ladrón del rayo, 2010) se venía a confesar como un apasionado de su trabajo y un culo inquietoal que no le gusta encasillarse en ningún género de película ni estilo musical. Para él todo es aprendizaje y considera precisamente a la televisión como principal fuente de éste. Señaló su trabajo en Buffy como uno de los trabajos que más le ha marcado en su carrera y como gracias a él aprendió a enfocar y desarrollar sus proyectos posteriores. Siempre se ha considerado un narrador e intenta alejarse de cualquier prejuicio que pueda suscitarle la historia para centrarse en lo que verdaderamente cree importante: la misma historia. Señalaba la animación como uno de los campos más complejos y de mayor dificultad para componer pues el trabajo tiende a alargarse en el tiempo.

  • Tarde

Gorka Oteiza (SoundtrackFest), Sergio Hardasmal (Revista Acción) y Pedro Cruz (BSOSpirit, La Buhardilla) charlaban en la tarde del jueves sobre la difusión de la música de cine en los distintos medios audiovisuales. Gorka señalaba la importancia de una buena planificación y el trabajo que ello conlleva, amén de ser algo que ha de nacerde uno y ser vocacional. Sergio recordaba los grandes cambios que ha habido desde que internet se instaurase y se convirtiera prácticamente en el principal medio de consulta de la información. También señalaban como cada medio ofrece un punto de vista distinto y eso posibilita un mayor abanico de conocimiento e información al lector.

  • Tarde-noche

Tercero de los conciertos del festival dedicado a lo mejor de la música del japonés Taro Iwashiro interpretado por la Orquesta del Cabildo de la Catedral de Córdobaen el que destacaría su amplia suite para la película de 2004 Blood & Bones o los temas del álbum compuesto con motivo del tsunami que asoló Japón en 2011 Song Without Words. La enorme belleza de la música del compositor, piezas ejecutadas con enorme delicadeza pero a ratos desafinadas, dejaba translucir la gran sensibilidad y emocionalidad de este maestro de la música. Música desgarrada a veces, lamentativa otras, fue un concierto para apreciar esos otros rincones menos explorados en la música occidental como los del alma humana y la expresividad en su forma más desnuda, sincera y falta de artificios. Contamos con el momento más emotivo del Festival en el que el maestro le dedicaría una pieza expresamente escrita a Juanra, miembro de la organización y gran amigo del compositor en el que se sería una nueva muestra de ese carácter noble y leal a sus amigos y su gente que el japonés exhibió durante toda su estancia. Personalmente eché en falta más variedad en el repertorio y una ejecución más depurada pues la música lo merecía. Sería el primero de los conciertos con orquesta más reducida, de cámara prácticamente, a los que asistiríamos ese día. Los dos Jeffnos esperarían a continuación en la Sala de Conciertos Maria Cristina para mostrarnos que se cueceen la música de TV actualmente. Curioso concierto con pequeña orquesta de coqueto y resultón resultado (valga la redundancia) en un marco precioso pero con una acústica que no permitía que se oyese de igual manera la música en todo el recinto. La Orquesta Filarmónica de Málaga interpretó alguna de las más conocidas piezas de la TV actual y pasada. Jeff Russo nos deleitaría con su sofisticada y sugestiva música para la serie The Night Off acompañada de imágenes de la miniserie. De esta manera también se nos presentó la ecléctica música para Legión, mucho más experimental y moderna con algún toque clásico y con el mismo Russo a la batería para finalmente adentrarnos en el oscuro mundo de Fargo con piezas de gran acabado y notable interpretación por parte de la orquesta. Su parte tal vez fuese la menos vistosa musicalmente hablando ya que, todo hay que decirlo, es una música que precisa del visionado de las imágenes para entenderla mejor ya que, cómo él mismo confirmaba a la pregunta de Rubén Franco, forma parte de la experienciacuando ves el show. Pero fue la segunda parte del concierto la que más contentó al público con un Jeff Beal entregado, dirigiendo y tocando el mismo la trompeta en las piezas que se prestaban para ello, hablando casi perfecto castellano y viniéndose arriba con ello. El pizpireto jazz de Monk, la cuidada delicadeza de Blackfish o ese bohemio y sugestivo tema de Jesse Stone fueron algunas de las piezas más destacadas que pudimos oír que terminó con un cerrado aplauso al compositor. Un verdadero descubrimiento para éste que escribe y que es parte de la magia de estos festivales: conocer a compositores tan talentosos que tal vez de otra manera no hubiésemos escuchado.

AsturScore con Rodrigo Cortés y Victor Reyes

DÍA 4

  • Mañana

El viernes sería el día del japonés Taro Iwashiro, el maestro Taro Iwashiro prefiero llamarlo. Compositor algunos éxitos del cine asiático como Memories of murder (Crónica de un asesino en serie, 2003) dejó patente en su charla esos códigos de lealtad y honor que caracterizan a los nipones haciendo gala de una gran educación y rectitud moral, amén de un irreprochable y envidiable saber estar. Sincero y honesto se mostró todo momento agradecido de corazón por su recibimiento en España y como esperaba que esto fuese el principio de una buena amistad. Nos contó, entre otras, su periplo para componer la música de Red Cliff (Acantilado Rojo, 2009), con la que John Woo quería alejarse en parte de la música nipona y occidentalizar más la música con un estilo más cercano a Miklós Rózsa que es lo que consigue la banda sonora sin perder ese toque nipón que escuchamos en muchas de sus partes. Luego llegaría el turno de Jeff Beal, el auténtico triunfador del Festival para muchos. Tipo encantador, cercano, locuaz, divertido, espontáneo…un tipo del jazz, se definía. Siempre amable y atento con los aficionados, exquisitamente educado y deliciosamente sarcástico en sus comentarios de índole política, sus intentos para integrarse y hablar castellano para ser uno más forman parte de las pequeñas historias del MOSMA. Y no lo hacía simplemente por quedar bien. El norteamericano nos conquistó a muchos por ese carácter tan alejado a la egolatría y el snobismo haciendo incluso una peineta (verbalmente hablando) a Donald Trump en su parte del concierto del viernes. Y estamos hablando de una auténtica institución dentro del mundo de la composición actual para TV, ganador de 5 premios Emmy y 12 nominaciones más y autor de la música para series tan prestigiosas en Estados Unidos como House Cards (2013-actualidad), Jesse Stone (2005-2015), Rome (2005) o la serie de culto Carnivàle (2003-2005). Confiesa escribir muy rápido lo cual dice es perfecto para trabajar en el medio televisivo en el que los tiempos están tan medidos. Entró en el mundo de la música tocando la trompeta y formando parte de una banda de jazz con la que actualmente es su esposa, Joan Beal. Tras grabar varios álbumes y participaciones en películas y series de más bajo calibre su música llegó a los oídos de Mark Isham que lo recomendaría para trabajar en la película dirigida en 2000 por Ed Harris Pollock. A partir de ese momento le uniría una gran amistad con el actor-director y ese trabajo le llevaría a trabajar en series de TV que alcanzarían mayor prestigio teniendo para él la serie Monk(2002-2009) un especial significado ya que sería la que le abriría definitivamente las puertas de la industria. Con total naturalizad contaba esos inicios y como el supuesto carácter de difícilque tiene el actor norteamericano en Hollywood no son visibles para él ya que lo considera como una persona encantadora aunque con un nivel de exigencia muy alto. Tanto el jazz y como la música folk son, por lo tanto, las dos pasiones y debilidades del compositor a las cuáles dedica gran parte de su tiempo. Sobre esta última contaba que gracias a ella se mete en el corazón y elalma de los lugares y sus gentes lo cual le reporta un gran conocimiento y aprendizaje. Persona intelectualmente inquieta, implicado en sus historias y distintas causas políticas confiesa también que escribir música para cualquier medio le supone una catarsis y una forma de transmitir sus mismas emociones y sentimientos al gran público. Autor de la música para documentales bastante controvertirlos como Blackfish, An Inconvenient Sequel: Truth of power o The Putin Interviews dirigido por Oliver Stone, intenta alejarse en todo momento de cualquier juicio de valor que le pueda provocar el personaje siendo su mirada una mirada aséptica a la vez que implicada en la historia que se nos está contando. Se confiesa como una canalizador de esas historias y que luego el público es quién ha de sacar sus propias conclusiones.

  • Tarde

Una charla más que interesante nos esperaba la tarde del viernes. Rodrigo Cortés, reputado director de Concursante, Buried y Luces rojas, nos venía hablar de la música de cine desde la perspectiva del directory como ésta ha de ser entendida. Nos introducía inicialmente en su filmografía hablando de Concursante y cómo las óperas primas suponen todo lo que un director quiere vomitar de sí mismo. Por ello, comentaba, son tan personales, irreverentes incluso y muchas hasta han llegado a ser transgresoras. Es misma libertad que le supuso este rodaje también está reflejado es una banda sonora que bebe de muchos estilos y tiene el eclecticismo de aquella. Otro de los puntos en los quiso incidir es en la labor de montaje, fundamental en una película, y auténtica pilar donde se apoya el devenir y el posible éxito o no de aquella. Su familiarización con la música viene desde muy temprana edad pero fue con el uso de ésta en sus cortos dónde aprendió su verdadera función en una película y como necesariamente no tiene que estar hecha para ser disfrutada. Considera la música como una parte más del ensamble de una película y al compositor como otro colaborador al que hay que darle instrucciones pero siempre respetando su área. Comentaba también las diferencias culturales entre Estados Unidos y Europa en el entendimiento de la música de cine y como en Estados Unidos el compositor es un objeto más dentro de esa maquinaria que es la industria del cine al que se puede intercambiar si la película lo requiere o a los responsables de la cinta no le interesa. Aunque marcaba que en Europa también se sigue una línea similar cierto es que la libertad creativa es un poco más amplia por el propio entendimiento que tiene la música dentro de la cultura.

  • Noche

Finalizaríamos el día con la segunda parte de Lo mejor de la música de TV y un mini conciertode electrónica a cargo de Carlos Bayona en el que cual tocaría piezas populares de la historia del cine. Este segundo concierto dedicado a la música para TV estaría a cargo de la Orquesta Provincial de Málaga y tendrían protagonismo una serie de piezas más orquestales, coros incluidos, de los compositores invitados con una suite introductoria de míticas series de animación entre las que se encontraban Los caballeros del Zodíaco, David el Gnomo, He-Man, Dragones y Mazmorras o Mazinger Z. Pese a la evidente falta de ensayos y que no sonaron todo lo fluidas y compactas que debieran a más de uno nos quitaron 30 años de encima de un tacazo. A continuación no encontraríamos una selección de temas de la mítica serie Buffy para seguir con la parte de Jeff Russo en la que el tema principal de Fargo sonó de auténtico escándalo para terminar el primer acto con una suite compuesta por Lorne Balfe para un documental sobre Picasso. Segunda parte con una iniciática suite para The night manager de Víctor Reyes para continuar con nuestro amigo y vecino Jeff Beal en la que lucirían con especial esplendor el inspirado tema principal de Roma y el Fire and Fury de House Cards en la que la voz de Joan Beal desplegaría toda su potencia y elegancia en uno de los momentos de la noche en la que el público aplaudió más a rabiar. DÍA 5

  • Mañana

El último día del Festival tendría como invitado al compositor estrelladel Festival John Powell, autor de algunas de las bandas sonoras de animación más prestigiosas y representativas de la última década, colaborador habitual de Dreamworks (sagas de Como entrenar a tu dragón, La edad de hielo, Río y más recientemente Ferdinand) y del gran Paul Greengrass (las pelis de Bourne, Greeen Zone) hacía su aparición ante una sala repleta de público, el cuál mucho tuvo que quedarse de pie. Nos comentó como fueron sus inicios, su gran amistad con Hans Zimmer que fue quién lo abanderó en su entrada a la industria allá por 1998 con El príncipe de Egipto para la cual colaboró en la letra de alguna de las canciones. A partir de este trabajo surgiría una colaboración muy especial con Harry Gregson-Williams (que también trabajó en la citada película con música adicional) que los llevaría a estar mano a manoen los scores de Antz (Hormigaz, 1998) y la primera película de la saga Shrek en 2001. Contaba Powell que eran años en los que existía una competencia feroz entre la compañía apadrinada por Steven Spielberg y una también emergente Pixar y el estudio necesitaba que Antz se estrenase antes que A Bug´s Life (Bichos, 1998) con lo cual propusieron una colaboración conjunta entre ambos compositores. Subrayaba Powell que se siguiente más a gusto en la animación que en otros géneros pues le permite sumergirse en mundos muy particulares en los que casi siempre hay finales felices. Le gusta componer para películas que acaben bien y tal vez por eso lo pasó tan mal componiendo la música para United 93 en 2006. Comentaba que en todas las películas siente una gran responsabilidad a la hora de saber que se puede entender con su música pero que son en películas de índole más seria y con una mayor carga dramática donde esa presión es mayor. Y que mayor marrón que ponerle música a uno de los vuelos que se estrellaron en 2001 en el ataque terrorista a Nueva York. Ante la imposibilidad de encontrar un final adecuado, musicalmente hablando, fue su hijo quién le ayudó a escoger la pieza que se adecuaba más a ese tenso momento. Consiguió así encontrar una música que supusiese en su parte final una especie de aliviola angustia vivida. Flemático y con ese humor sarcástico que caracteriza a los ingleses comentaba que ha trabajado para todos los estudios hasta ahora menos para Pixar (con una media sonrisa dibujada en la cara). Populares son también sus bandas sonoras para la saga Bourne en la que trabajaron duramente para encontrar un sonido apropiado para el personaje. Ya habían rechazados otros scores de estilo más clásico ya que esta nueva saga suponía una vuelta de tuerca a lo que era el universo de James Bond y Paul Greengrass quería que el personaje se alejase lo más posible de aquel, también en la música. Le sugirió que compusiese una música invertidaa la mítica compuesta por John Barry y, más concretamente, lo que buscaba era una versión indie de James Bond. Por último comentó su participación en su último gran éxito, Solo: A Star Wars Story. El hecho de que fuese John Williams el que compusiese el tema principal fue lo que lo motivó a trabajar en este proyecto. Decía algo así como que aunque hubiese sido para llevarle el caféhubiese colaborado en esta película. Comenta la afabilidad y la libertad del gran maestro y lo fácil que le resultó componer el score gracias, entre otros, a las indicaciones del genio neoyorkino. A continuación nos volveríamos a encontrar en el MOSMA al salmantino Víctor Reyesque ya nos visitó el año pasado pero esta vez acompañado de su amigo Rodrigo Cortés. Nos comentaron sus experiencias trabajando juntos, cómo se conocieron y cómo esa complicidad que ya transmiten a simple vista también se traslada al trabajo. Dimes y diretesentre uno y otro, plan amistoso siempre, y en ocasiones con bastante cachondeo en una charla con muy buen rollo y en la que el director explicaba su forma de trabajar con el músico. Decía como a él nunca le gusta escuchar la música de forma aislada sino como queda montada en la imagen y como ese ha de ser un trabajo en el que el compositor y director han de estar muy compenetrados. Esa claridad de ideas que tiene Rodrigo Cortés para todas y cada una de sus películas hace que a Reyes le lleguen las imágenes ya con los diálogos, cosa que es complicada de ver en este tipos de colaboraciones dónde el compositor tiene que empezar a montar inmediatamente conforme va teniendo las imágenes y, a veces, sin saber realmente de qué va la historia. Comentaba también la ardua labor de los títulos de crédito y como es labor del compositor darle el remate final con la música, eso sí, muchas veces a última hora y deprisa y corriendo. Le pasó a Reyes con Luces rojas, los cuáles tuvo que orquestar dos horas antes de grabar. Centraron mucho su discurso en la música Blackwood que el próximo mes se estrenará en España en la que el compositor tuvo que escribir distintos estilos de música por exigencias del guión.

  • Tarde

La última tarde del Festival estaría dedicada a presentar los próximos lanzamientos discográficos de Quartet Records y de La-La land Records. Para ello estarían dos de sus cabezas visibles, Jose MarÍa Benítez y Dan Goldwasser, respectivamente. El primero nos presentaría el recién salido concierto tributo a Michael Kamen que se hizo hace dos años en el MOSMA. Un disco bastante complejo en su restauración pues partía de un directo en el que se han tenido que limar muchos defectos. El resultado, según los que lo han oído es impresionante. Chris Malone es el responsable de este éxito que pronto ha tardado en agotarse en muchas tiendas. Se trata a su vez de la primera colaboración de Quartet con el Festival en lo que está previsto que sea una colección de los conciertos de este evento. Acto seguido acudiría de nuevo al salón del AC Hotel de Málaga, donde Sergio Hardasmal presenta su libro sobre Basil Poledouris en el que analiza su obra con especial atención a aquellas obras más desconocidas. Relataba Sergio la dificultad de acceder a alguna de estas sobras y la complicación de tener que ver algunas películas incluso en ruso para un correcto discurso sobre ellas. Se trata del segundo libro que escribe tras el que presentó el año pasado sobre John Barry y le deseamos toda clase de suerte y éxitos a nuestro querido amigo malagueño.

  • Noche

Punto y final al Festival con el concierto de clausura. Un concierto en el que la Orquesta Filarmónica de Málaga daría el callo ante el complicado reto que suponían algunas piezas, sobre todo las de John Powell. Comenzaríamos con una imponente suite de Blackwooden lo que sería un adelanto de lo que escucharemos (y veremos) en unas semanas en los cines. Música poderosa con elementos de terror y dramáticos y con una melodía central sumamente elegante y afligida.  Chistrophe Beck presentaría a continuación una muestra de su música. Nos encontramos con piezas sueltas de Under the Tuscan Sun, Frozen, Edge of Tomorrow, We are Marshall y Ant Man y, todo hay que decirlo, nos quedamos con ganas de más. La indiscutible calidad de la música del canadiense y la propia calidad de las piezas elegidas pedían a gritos un mayor desarrollo de éstas pues muchos salimos con esa sensación de que nos había sabido a poco. A destacar los hermosos temas de Frozen, el de Under the Toscan Sun o un Ant Man que, extrañamente, sonó en un compás mucho más lento del habitual aunque todas ellas ejecutadas con singular maestría y bajo la batuta del propio Beck el cual llevaba atuendo bastante peculiar con mini-ventilador en mano. No es de extrañar, estábamos en Gálaga. Bravo por su sentido del humor. Terminaría la primera parte del concierto con la música de Taro Iwashiroentre las cuáles destacaría la pieza de Spring Snowo, sobre todo, la magnífica Red Ciffcon la que este primer acto tendría su broche de oro. Y llegaría una segunda parte dedicado al invitado de honor del festival, John Powell. Cuatro potentes suites y el tema de amor de Soloserían los últimos regalos que nos tendría reservado el MOSMA. Ferdinand constituyó para un presente uno de los mejores momentos del festival. Sensacional suite en lo que era un perfecto compendio de toda la música de la película, ejecutada con gran solvencia y a ratos inmaculada brillantez por la orquesta. La suite de How to train your dragon 2 sería un perfecto ejemplo para mostrar a un recién llegado de lo que es la música de Powell: música orquestal, potente, dinámica, divertida con un portentoso uso de los tempos, vibrante,frenética, fresca, envolvente y hasta catártica. Y, por supuesto, con unos ritmos marcados como sólo este genio sabe hacer. Fue una suite de acción puramente en la que no fue un buen compendio de lo que es realmente esta estupenda banda sonora. De igual manera eché en falta que se incorporasen más temas en X-Men 3: The last Stand en el que el sensacional tema del funeral cogió absoluto protagonismo. El concierto casi terminaría con la suite de Pan, en la que coros y orquesta se lucirían de singular manera dando el todo por el todo en una pieza, como las otras, particularmente difícil de interpretar. El mismo John Powell suspiró en la presentación de su música al no tener que dirigirla él. No pasaba nada, para eso ya estaba el bueno e incombustible de Arturo Díez Boscovich que con su habitual derroche de energía y entrega llevaría al concierto a un inmejorable broche de oro. Pero quedaba una sorpresa, un bis que me tenía francamente intrigado desde que al comienzo de este segundo acto se anunció. Chirigotas en mano (o en boca) y pollos a la cabeza. Con todo ese gracejo y cachondeo que lleva la pieza Chicken Run sonó para terminar la fiesta y recordarnos, una vez más, que ahí estábamos sólo y únicamente para pasárnoslo bien. Larga vida al MOSMA.

Invitados del MOSMA en el concierto de clausura

CONCLUSIÓN

Así es que así acaba un nuevo año. Ya deseando que llegue el siguiente. Las charlas fueron correctas, simplemente, sin nada especialmente reseñable salva las siempre traídas anécdotas y los conciertos han subido enteros en su ejecución sonando las orquestas mucho más compactas y prácticamente con nula existencia de desafinaciones o momentos que den el cante. UPA que diría el twittero. Personalmente no soy de los que reniega de la duración de los conciertos cuándo estos están bien dosificados en la intensidad de sus piezas y no terminan a las tantas de la madrugada. Es más, agradezco que hayan cuántos más mejor para satisfacer esa vena freakque me invade y que hace que quiera conocer todo lo que tengo delante de mi vista y no veo de este mundillo. Todos los conciertos a los que he asistido han sido una gozada, fuese el estilo que fuese, lo que me lleva a pensar si ese desencanto del que hablaba al principio de algunos aficionados no tiene que ver más con un berrinche producto de un ego mal entendido. Ya que, por encima de todo y todos, está la música de cine. Volvamos a sentir placer por aquello que nos gusta.  

Agradecimiento muy especial a Óscar Salazar sin cuyas detalladas notas hubiese sido imposible elaborar esta crónica.