Crónica del Festival Internacional de Música de Cine (Córdoba)

Escrito por , el 21 julio 2012 | Publicado en Crónica

La Noticia

“¿Córdoba? ¿A ver cómo queda en el mapa? Pues no está muy lejos de Úbeda… Tenemos casi la misma distancia en coche desde Bilbao… ¿Y encima dices que el festival se adelanta un mes, para celebrarse a finales de junio?… Pues creo que podré coger vacaciones en el trabajo sin problemas… Pero bueno, todo sea para mejorar…” Esta era la primera conversación telefónica que tuve tras enterarme del cambio de ubicación del festival. Ya eran 7 ediciones celebradas en Úbeda, de forma muy satisfactoria, pero por diversos motivos, la organización consideró que se hacía necesario un cambio de ubicación del festival… así que este año 2012, tocaba hacer las maletas a Córdoba.

Ni el cambio de ciudad, ni el cambio de fechas, iban a hacer que renunciara a mi cita anual con la música de cine y con mi familia de dicho entorno, cita ineludible para mí desde hace ya unos cuantos años.

Como ya se decía al principio de la genial Dune de David Lynch “Un comienzo es un tiempo muy delicado.” Y en este caso no iba a ser menos: nueva ciudad, nuevas instalaciones, nuevos hoteles, nuevo entorno… pero había un factor que no cambiaba, la gente y sus actitudes. Y eso es siempre algo que, como un buen pegamento, ayuda a juntar las diversas piezas del puzle.

Miércoles – La Llegada

Debido al tardío anuncio de las fechas y de la ubicación definitiva para la celebración del festival (por motivos ajenos a la organización), durante las últimas semanas de mayo y primeras de junio, tuvieron lugar un mar de correos y mensajes para organizar gente, hoteles, transportes, etc, entre todas aquellas personas que formamos esa gran “familia de la música de cine” con el objetivo de estar lo más cerca posible unas de otras. Por fin a mediados de junio, ya estaba todo gestionado, y en días anteriores al comienzo del festival, los mensajes intercambiados eran para contar las ganas que había de ver a la gente y los planes que pensábamos hacer cuando estuviéramos juntos.

Llegó el día del viaje, el miércoles 27 de julio, y tras casi 9 horas de coche desde Bilbao, Vanesa, Asier y yo llegamos a nuestro alojamiento en pleno centro de la Judería Cordobesa, donde la mayoría de las habitaciones del hostal iban a estar ocupadas por gente del festival, amigos y amigas que nos habíamos estado coordinando para poder estar cerca unos de otros. Mis compañeros de Asturscore, Edu y Carlos por un lado (junto con Rubén que se incorporó más tarde), mis sufridores de habitación durante los primeros días de festival (Alf e Isra), las alegres chicas de oro (Vanesa, Isabel y su madre, animada de última hora)… y los que andaban rondando la zona o los que quedaban por llegar todavía (Oscar, Felipe, Eva, Asier, Jordi, Octavio, Sergio, Dani, Luis, Luis Fernando, Ángel, Miquel… y seguro que me dejo a muchos otros más).

Nuestra llegada a Córdoba coincidía de forma casi milimetrada con el comienzo del partido fútbol de la Selección, que decidía su paso a la final, así que como el fútbol manda… tardamos poco en dejar las maletas en las habitaciones, y juntarnos de forma espontánea unas 15 personas para ir a un típico patio cordobés a tomar unas cañas y tintos de verano con raciones variadas para cenar (¡qué rico está el flamenquín!), mientras veíamos el partido en la tele. Curiosamente, en una mesa a menos de 10 metros de nosotros, Julio Anguita disfrutaba del mismo partido en compañía de amigos y amigas.

Las conversaciones de cine se intercalaban con los “¡¡uyyyy!!”…“¡¡ayyyyy!!”…“¡¡Goooooll!!”… que sonaban por la tele, y a los que se sumaban los gritos de la gente del recinto. Siendo el resultado final del partido positivo, y pasando la selección a la final, esta noche tocaba celebración por partida doble. Por un lado, ya estábamos todos juntos (o casi todos), y por otro lado, el partido había dejado un buen sabor de boca. Eso sí, tenía que ser una celebración comedida, ya que la agenda del jueves se presentaba muy completa.

Jueves – El Primer Día (Arrancando)

Aprovechando que la entrada a la Mezquita de Córdoba es gratuita hasta las 10 de la mañana (consecuencia del horario de misas), nos levantamos pronto, desayunamos el típico pan con tomate y jamón, y fuimos a ver la majestuosa Mezquita de Córdoba. Un sitio espectacular.

Seguido, nos pasamos por la filmoteca a recoger las acreditaciones y documentación de congresista del festival, donde ya nos estaban esperando el incansable Rubén y la omnipresente Inma, con una sonrisa en la cara desde primera hora de la mañana. Poco a poco, iríamos viendo al resto de miembros de la organización por el lugar a lo largo del día (Eva, Sergio, Fernando, Jose Carlos, David, Conrado, etc).

El jueves las conferencias comenzaban pronto, siendo la primera la de Richard Bellis a las 10h. Mi desconocimiento de este compositor, y la curiosidad que suscitaba haber leído sobre su larga carrera como conferenciante sobre la composición para cine y televisión, hizo que acudiera algo intrigado a la misma. Y la verdad es que no me arrepentí lo más mínimo. Fue una charla muy didáctica y muy interesante, digna de una clase universitaria, a pesar de que los medios audiovisuales de la sala no funcionaron correctamente, y nos privaron de poder disfrutar de los ejemplos que Richard había traído para mostrar al público.

Tras un breve descanso dio comienzo la conferencia de Blake Neely que como siempre, y haciendo gala de su buen humor, resultó muy amena, provechosa, y divertida. Nuevamente los problemas técnicos impidieron que pudiéramos ver ejemplos reales y prácticos de sus trabajos más recientes, pero Blake supo solucionar eso con su habitual soltura y desparpajo.

Tras una parada para comer en grupo en un bar cercano a la filmoteca (¡que rico está el salmorejo!), dimos comienzo a la tarde con la charla de Mark Isham. En este caso, no contábamos con audio ni vídeo de sus trabajos, pero esto se suplía de sobra con la experiencia y buen hacer de Mark, el cual nos dio un estupendo e interesante resumen de su carrera en 15 minutos, para luego pasar a responder todas las dudas de los congresistas de la sala.

Y a la noche, para dar cierre a este estupendo primer día de festival, se celebró la ceremonia de los Jerry Goldsmith Awards en la Filmoteca de Andalucía, de la que se puede encontrar completa información en la web hermana MundoBSO.

Pero como no podíamos dar por cerrado este primer día así sin más, una espontánea reunión callejera, que tuvo como centro una caja de cartón y hielos que hacían las funciones de improvisada nevera de sidra, logró que a toque de WhatsApp se reuniera a un buen grupo de seguidores de música de cine, y degustadores de rica y fresca sidra, que acabó despidiendo la noche en un cercano bar de copas con buen ambiente nocturno.

Viernes – Segundo Día (Comienza el Fin de Semana)

Una vez más tocaba desperezarse pronto para acudir a la primera charla de la mañana, impartida por el canadiense Trevor Morris, conocido por sus trabajos en series de televisión como Los Tudor, Los Borgia o Los Pilares de la Tierra, además de la reciente película Inmortales. Impartió una conferencia muy didáctica, donde tuvimos la oportunidad de ver el espectacular estudio de composición y el estudio de grabación/mezclas que utiliza Trevor en su día a día, y donde nos pudo explicar la forma en la que realiza la aproximación al proceso de composición y posterior edición.

Al acabar la conferencia y salir al patio, se notaba un cierto revuelo en el ambiente, había un gran corro de gente rodeando a alguien… y eso sólo podía significar una cosa: ¡Chris Young había llegado! Si la palabra carisma se pudiera definir con una fotografía, estoy seguro que en el diccionario vendría un retrato de Christopher Young.

Chris es una persona que por su amabilidad, su atención, su dedicación a la gente, y su carrera cinematográfica, se ha ganado un respeto especial por parte de todos los aficionados al cine, especialmente por aquellos que han tenido la oportunidad de conocerle y de disfrutar de su presencia, en la distancia corta.

Su conferencia era un momento que muchos aficionados estábamos esperando desde que pudimos conocer a Chris por primera vez en su última visita hace 3 años, y la verdad es que no nos defraudó. Chris, como buen profesor que es, quiere estar cerca de la gente, cerca de sus “alumnos”, y bajó del escenario micrófono en mano, llegando incluso a entrar en las filas de butacas para responder directamente a preguntas realizadas por los congresistas. Una experiencia única e irrepetible, que Chris tuvo el gesto de convertir en algo inolvidable cuando decidió invitar a toda la sala a comer con él, ya que quería tener un contacto más directo con todos, con sus fans. Simplemente, un momento increíble.

Precisamente, Chris Young iba a ser la primera de las video-entrevistas que Asturscore tenía intención de realizar durante el festival, con lo que a la tarde, y con pena por perdernos las conferencias de Roque Baños y Murray Gold, gracias a la ayuda de David Sáiz, tuvimos la fortuna de poder entrevistar a Chris, largo y tendido en su hotel, en una interesante, diferente, e intensa entrevista (entrevista que esperamos poder ofreceros dentro de poco en Asturscore).

Y al caer la noche, llegaba el primero de los cuatro conciertos que íbamos a disfrutar durante el festival, el concierto de Lo Mejor de 2011-2012 en el Teatro Góngora, ofrecido por la Orquesta de Córdoba y el Coro Ziryab. Un concierto con una calidad de sonido espectacular, en un lugar muy bien preparado para este tipo de eventos, y que empezaba a despejar todas las dudas que pudiera haber sobre el cambio de ubicación del festival.

La verdad es que resulta poco habitual poder escuchar en concierto piezas de películas recién estrenadas, o incluso algunas que todavía no se han estrenado como For Greater Glory (anteriormente Cristiada) de James Horner, o el bis al final del concierto de Prometheus. Desde aquí nuestro más sincero agradecimiento a Mikael Carlsson por hacer posible este concierto.

A lo largo del mismo, se fue haciendo entrega de los premios Goldspirit que recayeron en los compositores invitados, y que estos salieron a recoger con el aplauso y ovación del público.

A la salida del concierto, todo el mundo estaba en la calle, hablando, sacándose fotos con los compositores, y alargando el tiempo, como si nadie quisiera retirarse a dormir… pero… todavía quedaban dos días de festival, así que tocaba acostarse y dosificar fuerzas…

Sábado – Tercer Día (Apogeo)

Teníamos la primera conferencia de la mañana a las 10h, en este caso impartida por Cliff Martínez, neoyorkino residente en California, habitual colaborador de Steven Soderberg, y que previamente había pasado como batería por bandas como Captain Beefheart o Red Hot Chilli Peppers, antes de dedicarse al mundo del cine.

Una vez finalizada la conferencia, y gracias a la colaboración de Beth Krakower, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Cliff Martínez para Asturscore, pudiendo utilizar para ello el incomparable marco de un patio interior del Palacio de Congresos, de marcado carácter cordobés (al igual que las campanas de la misa del mediodía, que se quisieron colar de forma bastante ruidosa e intrusiva en medio de la conversación).

A lo largo de toda la entrevista, Cliff hizo gala de una amabilidad y un sentido del humor envidiables, y esperamos poder ofreceros pronto el video y un artículo con todo su contenido.

La entrevista con Cliff Martínez nos hizo llegar tarde a la interesante conferencia de Ludovic Bource, actual ganador del Óscar por la banda sonora de The Artist, que además contó con la presencia del productor musical de la película Jérôme Lateur.

Por la tarde, y puesto que teníamos las agendas muy ajustadas, desde Asturscore no pudimos acudir a las charlas y conferencias que se ofrecieron, ya que conseguimos cita para hacer una entrevista a Ludovic Bource en su hotel. Breve y concreta, pero muy interesante, fue realizada íntegramente en francés con la ayuda de Maite Altonaga que hizo las labores de entrevistadora. Esperamos poder ofreceros dicha entrevista en breve.

Y ya por fin a la noche, llegaba el plato fuerte de todos los conciertos programados a lo largo del festival. Una sesión musical doble, donde el anfiteatro al aire libre del Teatro Axerquía iba a darnos ¡¡más de 4h de espectáculo!!

El primer concierto fue La música de la Golden Age, cortesía de Tadlow Music, interpretado por la Orquesta Filarmónica de Málaga y dirigida por Arturo Díaz Boscovich, con solos de violín a cargo de Lucie Svehlova. Un concierto glorioso, con un sonido nostálgico pero evocador, y con mucha fuerza, donde se pudo escuchar música de películas como Lawrence de Arabia, Los Cañones de Navarone, El Álamo o El Cid entre otros. Desde aquí nuestro reconocimiento a James Fitzpatrick por hacerlo posible.

Tras algo más de media hora de pausa para dar tiempo al cambio de orquesta, bien pasada la media noche y ya entrados en la madrugada, se dio comienzo al segundo concierto denominado Lo Mejor de lo Mejor: La Música de los Invitados. En este caso, la valenciana Master Symphony Orchestra dirigida por Blake Neely, Trevor Morris y Richard Casero, hicieron un repaso por aquellas piezas seleccionadas por los compositores especialmente para esta velada. Un concierto, que terminó casi a las 4 de la madrugada, pero del que disfrutamos «intensamente».

Domingo – El final (…o más bien un hasta luego)

Con tiempo suficiente para dormir y descansar un poco de la maratoniana jornada del sábado, la primera actividad programada del domingo: la sesión de firmas, que comenzaba a mediodía en el Palacio de la Diputación de Córdoba.

En el patio interior, había mesas con cajas llenas de CDs de los compositores que acudían al festival para que la gente pudiera hacer sus compras de última hora, y dentro, una sala de conferencias donde la gente se podía acomodar en las butacas a esperar a que llegaran los compositores, para luego ir pasando en riguroso orden de turno para las firmas de CDs, posters, camisetas, libros, etc… Fue un acto muy bien organizado y muy fluido, a pesar de la cantidad de gente que tenía que desfilar por el lugar en tan poco tiempo. Desgraciadamente, Ludovic Bource no pudo acudir a dicha sesión, con lo que más de un fan se quedó con ganas de llevarse una dedicatoria suya.

Según se iba saliendo de la sala, empezaban a sonar los adioses entre la gente que se tenía que marchar, y comenzaban las inevitables despedidas que se irían sucediendo a lo largo del día, como el goteo de un grifo sin terminar de cerrar.

Sobre las 15h se celebraba la tradicional comida de hermandad en una sala del Palacio de Congresos especialmente habilitada a modo de comedor. Poco a poco iba llegando la gente, y cuando tras terminar con la sesión de firmas aparecieron los compositores e invitados del festival, todos ellos fueron recibidos con un fuerte aplauso por parte de los presentes, una ovación por su trabajo y su dedicación durante el festival. Sin ellos, y sin el esfuerzo de la organización (con muchos héroes en la sombra), el festival no hubiera sido posible.

Los camareros comenzaron poco a poco a traer platos y la gente se distribuyó en las mesas mezclándose invitados y congresistas, como una verdadera comida de una “hermandad de la música de cine”. La comida comenzó a tener su punto álgido cuando a los pies de la bandera asturiana, se abrió la primera botella de sidra, y ésta fue escanciada por las manos expertas de Edu y Carlos, dando a probar vaso tras vaso la rica sidra a todos los invitados del festival que se atrevían a aparecer por la mesa (Mark Isham, Murray Gold, Ray Costa, Richard Bellis, Cliff Martínez, John Tempereau, Trevor Morris, Mikael Carlsson, Jamez Fitzpatrick, Blake Neely, Beth Krakower, Roque Baños, David Doncel o Chris Young con la ayuda de David Saiz por ejemplo, fueron algunos de los osados…). Al final, y con los postres, la gente dejó de estar sentada en sus sillas, para convertir el comedor en un extenso desfile de abrazos, felicitaciones, charlas, fotos de grupo y todo tipo de muestras de cariño y aprecio por la gente con la que se había vivido tan intensamente la música de cine durante unos días.

Pero para los que todavía nos quedábamos unas horas más, quedaba un cartucho en la recámara por gastar. Habiendo llegado la Selección a la final de la Eurocopa, y habiendo la organización retrasado el concierto de la noche del domingo una hora, por coincidir con el partido, la gente que había participado en la comida de hermandad, se fue reuniendo de forma natural y espontánea en la Plaza de la Corredera para poder ver el desenlace. Allí, congresistas e invitados, mezclados con aficionados de la Selección en general, disfrutaron de un partido que dio nuevamente ¡el título de la Eurocopa a la selección Española!

Con los ánimos bien altos en el cuerpo, y como punto final oficial a este estupendo festival internacional de música de cine, se celebró el concierto Jazz Men en el magnífico Palacio de Viana, con Carles Cases y su trío de jazz, al que acompañó Mark Isham a la trompeta durante la mayoría de los temas.

Un concierto especial, en un lugar privilegiado, que daba cierre de una manera única a un festival que había dejado claro que como el ave fénix, se puede renacer con más fuerza aún si cabe, que deja un buen sabor de boca, que despeja todo tipo de dudas de continuidad, y que nos emplaza a una próxima edición en 2013 (tal y como expresó Antonio Pineda, Delegado de Cultura de la Diputación Provincial de Córdoba al finalizar el concierto).

Una nueva edición que se empieza a construir desde ya mismo… y como siempre, desde la madurez, desde la experiencia, y desde la superación de las adversidades.

En Resumen

Aunque es difícil resumir lo vivido en Córdoba durante estos días, me parece interesante finalizar este artículo con un apartado de pros y otro de contras del evento.

Contras

Empiezo primero por los puntos en contra, y no por ser negativo, sino por aportar un toque crítico y constructivo para ayudar a mejorar al festival:

Conferencias – A pesar de que los invitados han dado unas conferencias muy buenas, tanto en el contenido como en la forma, los múltiples fallos audiovisuales del equipamiento de la sala del Palacio de Congresos han restado fuerza a las mismas. Más de un invitado (Richard Bellis, Blake Neely o Trevor Morris por ejemplo), llevaban vídeos y clips de audio como muestra y refuerzo para sus charlas, y o bien no se pudieron poner, o bien cuando se hacía, el sonido no era bueno o el vídeo no se veía de forma correcta, y los compositores tenían que olvidarse de ellos y seguir con su conferencia saltando esa parte.

Traductores – La traducción ha sido muy buena pero demasiado intrusiva, interrumpiendo y cortando las frases de los compositores más de lo deseado (a veces se traducía frase a frase), de forma que muchas veces no se daba lugar al compositor a explicarse y a desarrollar la idea que estaba contando, perdiendo el hilo de lo que realmente se quería transmitir.

Conciertos del Sábado – A pesar de haber disfrutado mucho de los dos conciertos que se dieron el sábado, el comenzar a las 22h, el hecho de que hubiera que cambiar de orquesta y la duración de los conciertos, hizo que la velada se alargara demasiado y se hicieran algo  incómodos (aunque dicen que sarna con gusto no pica… ya que en mi caso, los disfruté hasta la última nota). Como sugerencia para próximas ediciones, creo que convendría o bien empezar antes, o bien evitar tener dos conciertos tan grandes seguidos uno de otro el mismo día.

Invitados – Nos surge una duda… ¿Dónde han estado Lucas Vidal y Fernándo Velázquez, uno anunciado en la Web y otro anunciado en el folleto del festival? Seguro que ha habido motivos organizativos que han impedido su presencia, pero más de una persona se ha quedado sin saber por qué al final no han podido acudir.

Pros

Instalaciones – Desde que escuché a la orquesta tocar el primer tema en el Teatro Góngora, sólo tenía una cosa en la cabeza… ¡esto va a ser muy grande! Tanto el Teatro Góngora, como el Teatro La Axerquía, como el Palacio de Viana, han resultado ser lugares muy bien preparados y muy adecuados para los conciertos que hemos podido disfrutar allí. Y lo mejor de todo, lugares con muchas posibilidades de crecimiento para futuras ediciones. Si a esto le sumamos el Palacio de Congresos o la Filmoteca de Andalucía, tenemos que la nueva ubicación es ideal, y todavía puede dar mucho de sí en futuras ediciones.

Orquestas, Coro y Directores – El hecho de haber dispuesto de varias orquestas en esta edición, además del coro Ziryab, así como de varios directores, ha hecho que se reparta el trabajo de los ensayos, y creo que eso se ha notado en los resultados, que han dado lugar a unos conciertos muy bien preparados y de una calidad musical de primera línea.

Conciertos – Si hubiera que hacer un resumen rápido de los conciertos, yo diría que han sido muchos, variados y de calidad. Hemos podido escuchar lo mejor de este año y del año pasado, lo mejor de los clásicos, la música de los invitados, y como colofón, un espectacular concierto de Jazz en una ubicación única (como el propio Mark Isham reconocía, al decir que no recordaba haber tocado nunca en un lugar tan hermoso). ¿Qué más se puede pedir?

Comida de Hermandad – Creo que es un broche final imprescindible en el festival. Una forma de decir adiós a todo el mundo, reuniendo a la gente y a los compositores e invitados en una misma sala ,y disfrutando de una comida con “hermanos y hermanas”, donde lo que se come acaba siendo lo de menos, y las charlas, las fotos y las despedidas, son lo más importante. Y además… ¡es la excusa perfecta para degustar la sabrosa y fresca sidra asturiana y el digestivo patxarán vasco de la mano de los expertos de Asturscore!

Gente – Una vez más me ha quedado claro que el festival internacional de música de cine, es la suma de sus gentes, da igual que se celebre en Úbeda o en Córdoba. Gente que viene desde Bilbao, desde Asturias, desde Mallorca, desde Barcelona, desde Málaga, desde Úbeda… y desde muchos otros lugares de la geografía Española, Europea y Americana, y todos con un objetivo común, disfrutar de buena música en buena compañía…. porque las alegrías compartidas, son dobles alegrías, y las penas compartidas, son medias penas.

La gente es en realidad el espíritu del festival, el espíritu de Úbeda (que este año podría rebautizarse o añadirse al espíritu de Córdoba). Es la suma de toda esa gente: congresistas, compositores, invitados, organización… la que hace posible este sueño que se repite año tras año, y que estoy seguro que en 2013, ¡¡nos volverá a reunir a todos en Córdoba una vez más!!

La cuenta atrás para el Festival Internacional de Música de Cine – Provincia de Córdoba de 2013 ya ha comenzado… ¿Quién se apunta?

Creo que ya veo unas cuantas manos levantadas…

NOTA: Si os habéis quedado con ganas de más, os recomiendo leer el artículo escrito aquí en Asturscore por mi buen amigo Rubén, llamado “Por la Buena gente (…y las Bandas Sonoras)”, perfecto complemento a esta crónica del festival.