Bandas sonoras sin alma ni corazón

Escrito por , el 7 septiembre 2011 | Publicado en Apuntes

The Ghost and Mrs. Muir¿Por qué las bandas sonoras de ahora no emocionan como las de antes?

Ayer por la tarde me hice esta pregunta mientras estaba escuchando la inolvidable The Ghost and Mrs. Muir, de Bernard Herrmann. Con cada año que pasa tengo la sensación de que cada vez tenemos menos bandas sonoras para recordar.

Las componen como churros, las lanzan, las editan, las compramos, las escuchamos y sí, vale, pasas un buen rato. Pero, ¿te emocionan? ¿Logran hacerte imaginar, viajar y soñar como las de antes? Uno escucha scores de los 50 o los 60 (y también de años posteriores, claro) y siente la música, cada nota, cada pasaje, cada instrumento. Narran una historia, dibujan unos personajes, pintan un paisaje y unos lugares. Y además lo hacen con el corazón.

Yo escucho cualquier obra de Miklós Rózsa, Victor Young, Jerry Goldsmith, Bernard Herrmann, Dimitri Tiomkin o Franz Waxman, y me siento vivo. Y me siento así porque ellos compusieron con el corazón. Lo hicieron con cariño, amor, sensibilidad y paciencia. Con el deliberado objetivo de conmover al espectador. Y a fe que lo consiguieron.

Después que terminó la última nota de The Ghost and Mrs. Muir se me ocurrió (!) poner Source Code, de Chris Bacon. Y tras cinco minutos respondí a mi pregunta anterior: «La bandas sonoras de ahora no me emocionan porque no tienen ni alma ni corazón».