AsturScore: Lo Mejor del 2016
El 2016 ha dado un buen año a modo de recolecta de bandas sonoras en un género tan poco agraciado en los últimos años como es el fantástico y las aventuras, donde tenemos viejos rockeros o maestros como John Williams y James Newton Howard (injustamente olvidados en los Oscar), como jovenes promesas, donde destaca el gran trabajo de Bear McCreary para 10 Cloverfield Lane, sin olvidarnos de los sospechosos habituales, esos que con oficio y calidad despachan trabajos sin despeinarse, donde destacan dos nombres: Michael Giacchino (que firma su mejor año desde Up y Star Trek), con hasta 4 joyitas (sus entradas en Star Wars y Star Trek son magistrales, pero lo de Doctor Strange es de análisis… musicón) y nuestro Fernando Veláquez (quien al final se alzó con su Goya por Un Monstruo Viene A Verme).
Y una larga lista más digna de mención: el fascinante trabajo de Cliff Martinez para The Neon Demon, la brutal nueva entrada de John Ottman en la franquicia de los X-Men, el trabajazo de Thomas Newman para la sencillita y digna Passengers, la frescura de Daniel Hart para Pete’s Dragon, el oficio y calidad de Chris Young para The Monkey King 2…
Y en medio de tanto alboroto fantástico lleno de gozo para el aficionado, se nos cuela Justin Hurwitz, con justicia, por su trabajo en La La Land, que se ha llevado el Oscar a mejor partitura y canción (su Epilogue y City of Stars son dos piezas magistrales que definen lo que debe ser Música de Cine). Y sería injusto no hablar de muchas agradables sorpresas, pero ya habrá tiempo (Alexander Cimini y sus Dark Waves, Edy Lan y sus similares, el Julieta de Alberto Iglesias o esa joyita de Pascal Gaigne para El Olivo).
Así, que sin más preámbulos, aquí están los ganadores, y debajo, nuestras votaciones, por si quieres echarles un ojo.
Como siempre, un fuerte abrazo desde AsturScore y que lo disfrutéis tanto como nosotros.
MEJOR BSO 2016
1- FANTASTIC BEASTS AND WHERE TO FIND THEM (James Newton Howard)
James Newton Howard en el inicio de una nueva franquicia, con la sombra de Harry Potter, que el hombre se espanta a los pocos segundos de empezar la película (Casi nada).
Vuelve al fantástico, y repite premio tras haberlo ganado aquí, hace dos años, con Maleficent, un trabajo redondo y soberbio, como este Fantastic Beasts and Where to Find Them que no solo ha convencido y puesto de acuerdo a todos (es desde ya un clásico moderno, sin más), sino que pone de manifiesto, para todos aquellos que lo dudasen, que James Newton Howard no se había ido ni estaba muerto, solo esperaba la ocasión para lucir palmito y golpear más duro.
Y lo mejor de todo, es que tendremos más continuaciones para que el bueno de James Newton Howard siga expandiendo este rico y mágico universo musical que ha creado.
2- KUBO AND THE TWO STRINGS (Dario Marianelli) – LA LA LAND (Justin Huwirtz)
Ambos son trabajos fabulosos, uno de ellos oscarizado, la genial y refrescante La La Land de Justin Hurwitz, que ya demostró galones en la genial Whiplash, también de Danielle Chazelle (oscar al mejor director por La La Land).
La La Land se ha llevado todo el reconocimiento crítico musical habido y por haber, con justicia también, con una película maravillosa que es un caramelo (envenenado y agridulce) para los que amamos el cine. Pura poesía musical en movimiento, con piezas infecciosas y rítmicas (que momentos jazzísticos tan maravillosas), y un epílogo musical que pasará a la historia del cine desde ya.
En cuanto a Kubo and the Two Strings, del genial Dario Marianelli, es una de las sorpresas del año para reivindicar a todos aquellos que no hayan visto esta bella, divertida y entretenida película de animación.
Dario Marianelli no tiene nada que demostrar a nadie; es un tio que se maneja como pez en el agua, un todoterreno, lleno de calidad y oficio. Pero lo de Kubo es una reivindicación total, y un punto y aparte en su filmografía, fácilmente uno de sus diez mejores trabajos de lejos. Melodía, emoción, epicidad y bravura son la mezcla de un trabajo original, fresco y redondo.
3- THE BFG (John Williams)- ARRIVAL (Johann Johannsson)
Lo de John Williams, aunque muchos pueden pensar que es fácil estar en cualquier podium, no es gratuito; no solo es uno de los mejores compositores, sino que cuando su música aparece en las pantallas de cine casi todo palidece, así de claro, sin más. Así que, como siempre, merecido, pese al fracaso de la película en taquilla (relativo porque el tiempo pondrá cada cosa en lugar, estoy seguro de ello).
En cuanto a Arrival, estamos ante un trabajo sólido y sin fisuras, un trabajo que se integra perfectamente con las imágenes, narrando cuando debe narrar, ambientando cuando debe ambientar.
El primer corte, Arrival, con ese brillante lamento es el perfecto ejemplo de la genialidad de Jóhann Jóhannsson, un compositor que se ha quitado la vitola de «creador de temas bonitos» de La Teoría del Todo, ha madurado con Sicario, y se ha consolidado con Arrival.
Con justicia, de lo mejor del año. Y arriesgando, siendo lo que una partitura debe ser, música de cine al servicio de la película.
MEJOR TEMA 2016
01. Epilogue from La La Land (by Justin Hurwitz)
Un clásico inmediato, y oscarizado. un tema que resume perfectamente esta brillante película. Música de cine en estado puro, inspirada, melódica y llena de infecciosa ritmo. Un Tour de Force de casi ocho minutos a reivindicar desde ya. Es ponerlo y no poder dejar de mover mis pies, sin dejar de seguir el ritmo.
02. End Titles from Fantastic Beasts and Where to Find Them (by James Newton Howard)
Uno de los tropecientos temas que podríamos coger de esta brutalidad de partitura del Maestro James Newton Howard. Temazo. Magia, aventura y épica lleno de originalidad y frescura.
03. Meet the Pets from The Secret Life of Pets (by Alexandre Desplat) – 10 Cloverfield Lane from 10 Cloverfield Lane (by Bear McCreary)
Por un lado, Desplat resucitando a los Gershwin, en un brutal tema central que abre la película de Mascotas, cuyo ritmo infeccioso se convierte en uno de los mejores cortes del año con diferencia.
Por otro lado, McCreary se cuela en la fiesta final con todo un temazo, compendio y resumen musical de la energía que desprende su música, protagonista y sostén de la trama y la tensión. Blaster Beam al poder. Que energía, para escuchar una y otra vez. Por favor, que a éste hombre le den más.
MEJOR COMPOSITOR 2016
01. Michael Giacchino
¿Alguien lo ponía en duda? Vaya añazo. Y ahora, a no vivir de rentas y a seguir en la cresta Maestro. Ha sido el compositor más abrumador en número de votos, y curiosamente, ninguna de sus cuatro trabajos ha entrado en el podio final, aunque Star Trek Beyond, especialmente Doctor Strange y Rogue One han aparecido en las votaciones.
02. James Newton Howard
Magistral entrada en el fantástico (y este año repitió con la secuela de Blancanieves). Brutal, sin más.
03. Fernando Velázquez & Bear McCreary
Comparten podium dos compositores que han tenido una agenda a reventar y que han logrado el reto de mantener la calidad en todos sus trabajos. Un gran año para ambos, con Goya para el primero por Un Monstruo viene a Verme, y el segundo por su sonido McCreary y el Blaster Beam en ese pequeño clásico moderno que será 10 Cloverfield Lane.
Un fuerte abrazo a todos!!!
BRAULIO FERNANDEZ
• Mejor BSO
01. Fantastic Beasts and where to Find Them (James Newton Howard)
James Newton Howard toca a arrebato cuando se trata de fantasía. Algún día su sonido para este género resultará agotado, repetitivo, o quizá no, pero hoy por hoy, cada partitura resulta espléndida, temática, rica, melódica, como ya fuera antes así con Maléfica, La joven del agua, o Airbender: el último avatar. En esta ocasión, a los temas fantásticos se le añaden dos con los pies en la tierra, y que son de lo mejor del score: el tema romántico de los protagonistas, y la ambientación musical “años 20” de la primera parte de la película.
02. Doctor Strange (Michael Giacchino)
De las muchas y buenas bandas sonoras compuestas por Giacchino este año, el Doctor Extraño es la mejor. Su tema principal es sencillamente antológico, la música de acción posiblemente la mejor del compositor en su carrera, y la paleta de colores, con abuso de metales y el añadido de ambientación hindú – chill – barroco, el golpe maestro. Le queda como una capa a la película, original, y a la vez clásica, y el caso es que nos parece puramente “giacchiniana”.
03. Moana (Marc Mancina)
Es Mancina compositor de pocas pero buenas bandas sonoras. Se le ha echado de menos. Su trabajo en Disney es ya de antología (Tarzan, Hermano Oso, Aviones), y saben que es lo mejor: que de todas ellas, la más ambiciosa, y grandiosa, es esta Moana, donde la instrumentación étnica que ya escuchamos en Tarzan sirve para otorgar aún más espiritualidad, a la vez que emotividad, a la aventura de la protagonista, pero donde lo mejor es, como siempre, el corazón que Mancina pone a sus melodías. En Vaiana, o Moana, Mariana, como sea, los temas son el punto fuerte.
04. The Jungle Book (John Debney)
Debney es cada año que pasa un compositor más básico. Pero claro, esto encierra a veces cosas buenas, como cuando uno cuida sus temas y los pone en primer plano. En su libro de la selva nos ofrece un score clásico, no muy detallista, pero enormemente efectivo, donde se opta por poner alma tierna a una historia que de por sí sola, con las imágenes, quedaría huérfana. Elegir a un compositor como el californiano para un proyecto así es un acierto en toda regla. Nadie podía haberlo hecho mejor. Nadie vivo, quiero decir, no valen Goldsmith ni Barry.
05. Gods of Egypt (Marco Beltrami)
Había una vez un compositor que me gustaba mucho, se llamaba Marco Beltrami, luego se montó un estudio propio, se fue con los amigos a vivir allí, y puso una charcutería de bandas sonoras. Dejó de gustarme claro. Pero como aún creo en el autor de Hellboy, Soul Surfer, o esa joya músico cinematográfica que es El tren de las 3:10 a Yuma, le pongo buena cara y oído a un refrito de estilos como Gods of Egypt, que en la acción suenan al Stargate de David Arnold, en la mística faraónica a La Momia de Jerry Goldsmith, y en el romance a la Troya de James Horner. Todo ello muy depurado, entretenido, y francamente, adecuado a la película, incluso haciéndola creíble por momentos. Por segundos.
• Mejor Tema
02. Strange days ahead from Doctor Strange (Michael Giacchino)
03. Elephant Waterfall from The Jungle Book (John Debney)
04. House of Judgment from The Magnificent Seven (James Horner and Simon Franglen)
05. Montage from A Monster Calls (Fernando Velázquez)
• Mejor compositor
01. Michael Giacchino
El compositor del año, el más franquiciado, el que más resuelve, y que no se llame Zimmer es, Michael Giacchino, que igual merienda en el Burger King como cena en el KFC. Su trilogía fantástica (star trek, star wars y star traño) es de cuatro a cinco estrellas. Giacchino está en la cumbre. Ahora a ver si decide seguir haciendo reboots y ser el próximo John Williams, después de Spiderman y Batman hacer Supergirl y acabar como Goldsmith, o ver El libro de Henry como la gran oportunidad de ser compositor de drama, y llenar el hueco que a este género le falta desde hace un par de años.
02. James Newton Howard
Él optó hace algo menos de una década por ser compositor fantástico. Es el mejor en ese género, aunque yo creo que también en unos cuantos más, en los que desgraciadamente no se prodiga (estoy pensando en cosas como Wyatt Earp o Defiance). Su partitura para los animales fantásticos le va a reportar muchas alegrías, presumo. Sobre todo ahora que se ha quitado el muerto hambriento que le ha tenido ocupado cuatro películas.
03. John Debney
No se si la llegaremos a escuchar algún día, pero su Hacksaw Ridge seguramente era especial. Simple, pero especial. Le hubiera encumbrado, seguro, pero aún así en 2016 compuso El libro de la selva, la quinta y divertida entrega de Ice Age, y un drama religioso más que notable (The Young Messiah) y que merece más atención por parte de los aficionados. Pero como digo, siempre nos acordaremos de Mel. Las oportunidades que perdió esa maldita película.
04. James Horner & Simon Frangle
Ambos por ese brillante epifatio final que supuso The Magnificent Seven para James Horner.
05. Marco Beltrami
Al fin ha vuelto. Ahora que no se vaya.
EDUARDO CON
• Mejor BSO
01. The BFG (John Williams)
Larga vida al maestro y más si colabora con el director Steven Spielberg. Williams nos brinda otro mágico trabajo digno de mención pero que tristemente ha sido olvidado por la academa, en fin… el verdadero aficionado sabe lo que es buena música y Williams lleva el oficio en la sangre desde hace mas de cuatro décadas.
02. La La Land (Justin Hurwitz)
Musical donde el homane a las películas de la época dorada de Hollywood es su gran virtud. El joven compositor Justin Hurwitz lo sabe y por eso su música esta a la altura de las circunstancias con un trabajo de calidad que además aparece en todas las quinielas de premios. Por algo será, ¿no?.
03. Fantastic Beasts and where to Find Them (James Newton Howard)
Una película de estas carecterísticas es la que hace brillar a un gran compositor y James Newton Howard lo demuestra en un campo donde confirma que se encuentra muy agusto en los últimos años, el de la fantasía. Una rica variedad temática y pegadizas melodias hace que su resultado final este muy cerca al del maestro John Williams para la saga de Harry Potter.
04. 10. Cloverfield Lane (Bear McCreary)
Sorpresa muy grata dentro del cine de ciencia ficción donde sin duda alguna la inteligente partitura de Bear McCreary, para esta axfisiante historia de tensión y paranoia, es un factor importantisimo. Su arranque musical te advierte de que estamos ante algo grande!
05. The Neon Demon (Cliff Martinez)
El director holandes Nicolas Winding Refn, querido y odiado a partes iguales, nos relata un fascinante cuento sobre la moda donde como es habituál en su cine prima la imagen y sobretodo la música de Cliff Martinez. El compositor neoyorkino quizás firma su mejor trabajo en su carrera, altamente recomendable.
• Mejor Tema
01. Epilogue from La La Land (Justin Hurwitz)
02. 10 Cloverfield Lane from 10 Cloverfield Lane (Bear McCreary)
03. The Neon Demon from The Neon Demon (Cliff Martinez)
04. Elephant Waterfall from The Jungle Book (John Debney)
05. Hope from Rogue One (Michael Giacchino)
• Mejor compositor
01. Michael Giacchino
02. Bear McCreary
03. James Newton Howard
04. Justin Hurwitz
05. Cliff Martinez
CECILIA AIVAR
• Mejor BSO
01. Kubo and the Two Strings (Dario Marianelli)
02. Fantastic Beasts and Where to Find Them (James Newton Howard)
03. The BFG (John Williams)
04. Arrival (Jöhann Jöhannsonn)
05. The Secret Life of Pets (Alexandre Desplat)
• Mejor Tema
01. Storytime from Kubo and the Two Strings (by Dario Marianelli)
02. Meet the Pets from The Secret Life of Pets (by Alexandre Desplat)
03. Arrival from Arrival (by Jöhann Jöhannsonn)
04. Main Titles from Fantastic Beasts and Where to Find Them (by James Newton Howard)
05. The Hands Dealt from Doctor Strange (by Michael Giacchino)
• Mejor compositor
01. Dario Marianelli
02. James Newton Howard
03. Michael Giacchino
04. John Williams
05. Alexandre Desplat
FERNANDO AYUSO
• Mejor BSO
01. Arrival (Jóhann Jóhannsson)
Si la película se llama “La Llegada”, la banda sonora perfectamente podría titularse “La Llamada”. Y es que la fantástica música de Jóhannsson queda definida, a través de sonidos guturales y electrónicos, como el mecanismo de atracción que ejercen los extraterrestres sobre el personaje de Amy Adams: el destino de la protagonista está decidido y es un lenguaje abstracto (una llamada proveniente de otro planeta) el que la hechiza y clama su presencia. Este potente concepto argumental se materializa a través de un trabajado diseño de sonido a la vez que musical, aportando en ambos casos la personalidad y textura que la película necesitan.
Al mismo tiempo, el uso del temapreexistente del genial Max Richter añade un aura de nostalgia que termina por engañar al espectador en una estrategia bastante inteligente: la música de carácter melódico contrasta de forma sobresaliente con la compuesta por Jóhannsson, recordándonos en su aplicación a esos vídeos amateurs (bellamente rodadosy haciendo uso también de músicas preexistentes) que muestran vivencias familiares pasadas y que fácilmente podemos encontrar en plataformas como Vimeo; de esta forma se enfatiza la trampa que las propias imágenes sugieren, permitiendo así un mayor impacto durante su giro resolutivo.
02. Kubo and the Two Strings (Dario Marianelli)
Tras el batacazo moral que supuso su caída de cartel en “Pan” de Joe Wright, Marianelli vuelve a acariciar su mejor nivel con un tipo de música en la que no se prodiga. Una esplendorosa partitura de aventuras donde todo funciona a nivel narrativo y musical, con bellísimos momentos melódicos e intimistas (sin olvidarnos de la acción y la música destinada a la diversión), y contando con un clímax final que la terminan por situar entre las mejores bandas sonoras del año. Además conviene resaltar el arreglo por parte del propio Marianelli de la canción “While my guitar gently weeps”, escrita por el “Beatle” George Harrison,que no hace más que evidenciar el buen gusto del compositor italiano adaptando material ajeno (pero eso ya lo sabíamos).
03. La La Land (Justin Hurwitz)
Ritmo y melodía que proporcionan una inyección de energía y nostalgia a partes iguales… y también jazz. Se trata posiblemente de la banda sonora que más me ha hecho disfrutar de la magia de la música tanto dentro de la película como en sus posteriores escuchas aisladas. Una mezcla de estilos que, al igual que el largometraje a nivel cinematográfico, se dedica a homenajear un tipo de música que no abunda en la actualidad (o al menos no es lo que más se solicita a nivel comercial).
04. Julieta (Alberto Iglesias)
Tras su nueva colaboración con Almodóvar, el compositor español se vuelve a situar entre los mejores del mundo. Delicada y austera partitura donde Iglesias, más allá de resaltar motivos melódicos de carácter distintivo, aporta una textura y estilo musical que se adapta a la perfección y por contraste al amargo momento por el que pasa la protagonista. Ésta se refugia tras las rejas de un silencio insostenible, siendo Iglesias con su música el que la mantiene encerrada en esa cárcel sin salida. La partitura, de cariz lóbrego en ocasiones, representa la consecuencia: el presente de la protagonista, su aflicción y ensimismamiento que por extensión acaban tiñendo el pasado de la misma (la causa) durante sus continuos flashbacks.
05. Fantastic Beasts and Where to Find Them (James Newton Howard)
Al igual que ocurre con La LaLand y Kubo, se trata de otra delicia disfrutable de principio a fin, una obra cargada de melodía que nos devuelve al mejor James Newton Howard. Variada temáticamente y de numerosos colores orquestales, se caracteriza a su vez por su acertado uso narrativo dentro de la historia. Si tuviera que decidir un ranking musical de la saga “potteriana”, no dudaría mucho en situarla inmediatamente tras los mágicos trabajos de John Williams.
• Mejor Tema
01. Epilogue from La La Land (by Justin Hurwitz)
Se trata de la música que acompaña a la que probablemente sea la mejor secuencia de la película. En dicho tema escuchamos un perfecto resumen de todas las canciones y temas del filme en su versión instrumental, viendo a los protagonistas recorrer un mundo onírico tan bello como la propia música que lo acompaña. Por decirlo de alguna forma, se trata sin lugar a dudas del tema que más ha “removido mis entrañas” durante el pasado año.
02. Showdown with Grandfather from Kubo and the Two Strings (by Dario Marianelli)
Otro fantástico final es el que nos regala DarioMarianelli en su no menos fantástica partitura para la animadaKubo. Tras la acción, el tema de “Ancestors” adquiere su máxima belleza y pone el broche final a una trabajadísima película que consigue la banda sonora que se merece.
03. Relieve him of his Wand / Newt releases the thunderbird / Jacob’sfarewell from Fantastic Beasts and Where to Find Them (by James Newton Howard)
Se trata también de una música de carácter resolutivo donde se congregan varios de los temas centrales del filme. Divertido y rítmico por momentos, aunque especialmente emotivo y liberador en su mayor parte, se trata de un bello tema donde el compositor deja estampada su inequívoca marca de la casa.
04. Sophie and The BFG from The BFG (by John Williams)
No podía faltar en esta lista el delicioso tema final de la nueva película de Spielberg. John Williams pone su inmejorable capacidad melódicaa disposición de la historia, asociando un bello tema principal a la joven protagonista y aportando (entre otros) un vals lleno de matices que nos devuelve a la mejor de las infancias.
05. Seven Riders from The Magnificent Seven (by James Horner & Simon Franglen)
James Horner se despide musicalmente con este fantástico tema que ha sido adaptado por su colaborador Simon Franglen. Una música honorable y de marcada intensidad pone fin a una magnífica carrera cinematográfica, sirviendo de homenaje a la vez que de triste adiós a uno de los grandes compositores de música de cine.
• Mejor compositor
Por lo reseñado anteriormente, además de la calidad de otros trabajos que no han llegado a entrar en la lista final, los compositores que considero que han estado más acertados durante el pasado año son los siguientes:
01. Michael Giacchino
Una de Disney, otra de Marvel y las dos principales franquicias espaciales de la historia del cine (o lo que es lo mismo, cuatro de Disney). Cuatro proyectos gigantescos donde el compositor hace gala de su buen estado de forma y se autoimpulsa directamente a la primera posición.
02. Fernando Velázquez
El 2016 ha sido un gran año para el compositor vasco, quedando especialmente marcado por la consecución de sumerecido primer Goya. Su participación en proyectos de toda índole incluyendo animación, aventura, drama, fantasía, thriller o comedia-terror no solo demuestran su versatilidad ya probada, sino que lo convierten en una apuesta segura para formar parte de la presente lista.
03. Alberto Iglesias
Tras una fantástica partitura para Julieta el también compositor vasco nos regala una de mis grandes preferencias del año: su trabajo para el documental Spain in a Day, donde de nuevo hace gala de su exquisita voz propia dentro de la música de cine.
04. John Debney
Lo mismo podríamos decir de John Debney, cuya música para la película de Mel Gibson (y esto, al igual que el resto de comentarios, es a título personal) echo en falta entre su extensa lista de trabajos. Aun así ha sido un año para recordar donde destacan The Jungle Book y The Young Messiah.
05. Justin Hurwitz
El compositor americano entra en mi lista personal con su único trabajo en esta temporada. Y aunque tres de los compositores anteriores tienen más partituras en el presente año que el propio Hurwitz durante toda su carrera, no hay que menospreciar a este joven compositor que pronto tendrá más oscars que los cuatro anteriores juntos (al menos es más que probable).Además, me hizo bailar en la butaca mientras veía un musical… ¿qué más se puede pedir?
RUBEN FRANCO
• Mejor BSO
01- Kubo and the Two Strings (Dario Marianelli)
La desmedida fuerza con que esta banda sonora me golpeó cuando vi la película fue el fiel reflejo de la calidad que atesora el gran Dario Marianelli. No es nada nuevo, pero este arrebato de genialidad nos recuerda que no podemos olvidarnos de su presencia, ni que él debe alejarse del panorama cinematográfico.
Kubo and the Two Strings es la constatación de porque la música de cine es maravillosa; pura melodía, frescura, épica, drama, emociones, acción… una mezcolanza, que no refrito, de calidad indudable donde el este y el oeste se dan las manos como si fuera una sola.
Lástima de la sordera académica, y no es el único caso…
02- Fantastic Beasts and Where to Find Them (James Newton Howard)
Lo de James Newton Howard y el fantástico es de análisis; cada entrada del Maestro en el género representa siempre uno de los diez mejores trabajos del año, y quizás sea porque es un género que le permite desarrollo temático e imaginación.
Como él mismo dijese en Bilbao durante su concierto del 2016, su trabajo era 99,99% inspiración y emotividad, y eso se respira en Fantastic Beasts and Where to Find Them.
Los Main Titles san ya una declaración de intenciones, su música para la escena del banco al inicio, con un fabuloso tema para Jacob (muy estilo años 20-30), es la constatación del contexto musical, geográfico y temporal de la película… pero la escena del rescate de Newt y Tina… mira, los pelos como escarpias. ESO ES MÚSICA. ESO ES JAMES NEWTON HOWARD. Me sentí vivo, lleno de energía (por cierto, este tema lo recupera en los End Credits del final y es para morirse).
Lo dicho, más sordera académica, porque este trabajo es caviar puro. Y con un tema que perdurará en la memoria del aficionado y el amante al cine.
03- The BFG (John Williams)
John Williams vuelve con Steven Spielberg, con la mala (e injusta) suerte de sufrir uno de los reveses en taquilla más grande del director (quizás el mayor, al parecer). Hasta ciertos círculos críticos han aprovechado para cebarse.
¿Es justo? NO. Pero el cine no entiende de justicia, y el tiempo pondrá esta estupenda película familiar en su lugar (una delicatessen visual del genio de Spielberg). Y sobre Williams… que decir. Ha rejuvenecido al menos veinte-treinta años, volviendo al origen de trabajos como Hook, donde la fantasía musical campaba por cada fotograma, inundando de emociones las imágenes.
De verdad, suena a tópico, es cierto, pero lo que ha hecho John Williams es una brutalidad, de genio. El tema central, el viaje al país de los sueños, la escena de la caza de los sueños,… En otras palabras, que nos dure éste hombre porque cuando el compone el resto calla, oye y aplaude. No me extraña.
Otro caso de sordera académica, y van…
04- La La Land (Justin Hurwitz)
Whiplash fue la confirmación de que éste hombre tenía calidad corriendo por sus venas… La La Land no solo confirma el diagnóstico; Hurwitz se nos ha hecho mayor, ha crecido y los augurios son tremendos… globo de oro, bafta… y en breve, casi seguro, el Oscar.
Canciones, Jazz, romance, ritmo,… una cocktelera maravillosa fresca que nos trae un deja vu del pasado, donde asoman genios como Henry Mancini o compositores más modernos como Marc Shaiman.
El resultado, uno de esos discos que no puedes dejar de poner en tu reproductor, y una de esas películas que repetirás de vez en cuando. Ha llegado un clásico. ¿Próxima parada?
05- Doctor Strange (Michael Giacchino)
Cualquiera de los 4 trabajos de Giacchino están a un nivel espectacular este año (quizás un poco por debajo Zootopia y Rogue One) pero lo de Doctor Strange, bufff… es otra bofetada de calidad tremenda.
La comunión imagen-música es bestial, donde clasicismo y modernidad se dan la mano, y Marvel, al fin, podría haber encontrado al compositor estrella, porque ninguno, repito, NINGUNO de los trabajos compuestos para Marvel iguala al Doctor Strange de Michael Giacchino (al cuerno el ser modesto). Aunque siendo honestos, lo que ha hecho este año John Ottman para X-Men: Apocalypse es una animalada (que pedazo de prólogo musical nos ha regalado).
• Mejor Tema
01. Epilogue from La La Land (by Justin Hurwitz)
Perfecto cierre y broche final a la película de La La Land, un canto a muchas cosas; al cine, a los sueños, al amor, al sacrificio,.. Hurwitz recoge todo lo compuesto, lo hila,lo convierte en el elemento narrativo junto con las imágenes y nos regala, de lejos, uno de los mejores momentos del 2016.
02. End Titles from Fantastic Beasts and Where to Find Them (by James Newton Howard)
El rescate de Newt y Tina contiene el momentazo que James Newton Howard recoge y amplia en éstos End Credits, pero brilla con más intensidad en éstos últimos. Esta partitura tiene varios momentos para enmarcar, pero me quedo con éste como perfecto resumen. Brutal.
03. 10 Cloverfield Lane from 10 Cloverfield Lane (Bear McCreary)
Fue, junto con The BFG, el trabajo que más escuché del 2016. Me encanta. Y fan total de esta película, a ratos puede que tramposa, pero con fundamento; McCreary es un protagonista más, y los End Credits, aquí recogidos, así lo atestiguan, con el Blaster Beam como instrumento invitado. Que fuerza y potencia.
04. The Neon Demon from The Neon Demon (Cliff Martinez)
Recuerdo las palabras de Beth Bobo Krakower en Málaga; lo que ha hecho Cliff Martinez con su música en esa película no tiene palabras, hay que verlo. Que razón llevaba… Fascinante y potente, al servicio de las imágenes. Puede que el mejor trabajo del compositor desde Solaris.
05. Arrival from Arrival (Johann Johannsson)
Arriesgar, innovar, no ir a lo fácil, ser la piel de la película, integración narrativa. Temazo, y en pantalla con la boca abierta. Johannsson nos impacta tanto como la visualización de la nave o sus interiores. Es el poder comunicativo de su música. Lástima que los Oscar no hayan reconocido su genialidad con una nominación, amparándose en rollos varios relacionados con el material temático de Max Ritcher.
• Mejor compositor
01. Michael Giacchino
Cuatro trabajos como cuatro soles, especialmente Doctor Strange, ¿está claro?
La televisión nos lo estaba devorando (dicho con cariño y en el mejor de los sentidos). The Walking Dead es siempre una oportunidad refrescante de ver su evolución musical en cada temporada, o esa genialidad que es Outlander (quizás, para el que escribe su mejor partitura televisiva).
Pero su incursión en el terror y el fantástico, con The Boy, The Forest y sobre todo, y por encima de todo, con 10 Cloverfield Lane es de quitarse el sombrero.
03. Fernando Velázquez
Que se puede decir de éste hombre que no se haya dicho ya… y no es solo por cantidad (su nuevo Zipi y Zape, su famoso monstruo goyesco, su perrito Ozzy, su thriller hitchkotiano, sus zombis bizarros de época…), sino por calidad.
Y ojo, que aún queda mucho y muy bueno por venir, seguro. A ver si aguanta el tirón. Hasta ahora está de nota. Enhorabuena maestro.
04. Dario Marianelli
Solo por Kubo, a mi ya me ha conquistado. Brutal compositor. No descubrimos nada nuevo.
05. James Newton Howard
Que podemos decir de James Newton Howard que no hayamos dicho ya. Por favor… Give me More, tengo hambre de tu música.
PABLO LASPRA
• Mejor BSO
01. La La Land (Justin Hurwitz)
02. Fantastic Beasts and Where to Find Them (James Newton Howard)
03. 10 Cloverfield Lane (Bear McCreary)
04. Star Trek Beyond (Michael Giacchino)
05. Rogue One (Michael Giacchino)
• Mejor Tema
01. End Titles from Fantastic Beasts and Where to Find Them (by James Nwton Howard)
02. Meet the Pets from The Life Secret of Pets (by Alexandre Desplat)
03. The Imperial Suite from Rogue One (by Michael Giacchino)
04. Night on the Yorktown from Star Trek Beyond (by Michael Giacchino)
05. 10 Cloverfield Lane from 10 Cloverfield Lane (Bear McCreary)
• Mejor compositor
01. Michael Giacchino
02. Bear McCreary
03. James Newton Howard
04. Alexndre Desplat
05. John Williams
Giacchino ha estado especialmente prolífico en la elaboración de temas nuevos. Resaltar el gran esfuerzo que ha realizado por mantener su estilo en Rogue One, pero sin desmerecer de reminiscencias armónicas y estructurales, y también de forma, basadas en los trabajos anteriores de Williams.
Merece también un plus el trabajo de McCreary, que si bien no es abundante en el género del largometraje, cuando lo hace lo borda. Su estilo y desarrollo está tan bien definido que se mete de lleno entre los top ten de compositores más reconocibles (con un estilo claramente definido) del panorama musical actual.
Desplat ha desarrollado también un gran trabajo en The Secret Life of Pets, generando una sonoridad americana clásica muy cliché, que transmite el bullicio de las calles neoyorkinas. Así como el trabajo de Newton Howard en Fantastic Beasts and Where to Find Them, que vuelve a sus orígenes de sonoridades llenas de fanfarrias y armonias aumentadas, que tan famoso le hicieron con trabajos como Wyatt Earp o El Planeta del Tesoro.
DANIEL FERNANDEZ
A muchos puede que les extrañe o sorprenda mi lista. En este mundillo de la banda sonora cada vez venido a menos debido a las reglas que impone el cine actual y, sobre todo, al escaso o nulo valor que directores y productores le otorgan a la música de cine es difícil encontrarse bandas sonoras realmente inspiradas o trabajos que lleguen realmente al corazón del espectador. Es increíble, tristemente increíble, comprobar cómo en la mayoría de producciones estadounidenses de hoy en día no se sabe muy bien qué hacer con la música. A veces ésta parece un fantasma que deambula errante por la pantalla sin ningún propósito o fin. Sin embargo, he ahí la magia del cine, siempre surge algo con que deleitarnos los oídos, músicas que te tocan o te recuerdan, simplemente, a tiempos pasados en la que ésta sí tenía un protagonismo fundamental dentro de la película. Dos trabajos han destacado este año en ese sentido: The BFG de John Williams y Fantastic Beasts and Where to Find Theme de James Newton Howard. Pero por encima de ellas hay un trabajo que se ha convertido en el fenómeno musical (y cinematográfico) del momento y que nos ha vuelto a recordar la importancia de la música como recurso expresivo: La La Land. Estas tres bandas sonoras deberían estar, por derecho propio, en cualquier pódium de mejor banda sonora de 2016 que se precie.
Pero a mí siempre me gusta ir un paso más allá. Me gusta premiar el riesgo y la creatividad, me gusta premiar aquellos compositores que crean submundos con sus músicas y se atreven a traspasar esa línea (hoy en día prácticamente infranqueable debido a los citados imponderables del cine) que hacen una historia de mínimo o nulo interés (Jerry ¿dónde estás?) trascienda convirtiéndose así en un elemento único e indisoluble dentro de esa película. Además, creo que se hace muy necesario reivindicar no sólo el uso sino el buen uso de un elemento tradicional de la música de cine como el leitmotiv. Mi lista está encaminada pues a reivindicar esos trabajos más personales, esos trabajos que sin ellos sería más difícil entender el universo que nos plantea la película o, simplemente, aquellos trabajos que han conseguido crear un lenguaje propio, no tanto en lo musical como en lo cinematográfico. Por el camino me dejo grandes creaciones como Don´t Breathe de Roque Baños, Julieta de Alberto Iglesias o incluso Kubo and the Two Strings de Dario Marianelli pero esto, al fin y al cabo, es una lista y en ella caben tantos tipos de opiniones, valoraciones y criterios como posibilidades tiene la música.
• Mejor BSO
01. Star Trek Beyond (Michael Giacchino)
En 2009 Michael Giacchino se sacó de la chistera uno de los temas más inspirados del presente siglo para una película y quedó instaurado prácticamente desde el momento de su nacimiento como un clásico. En 2013 siguió su aventura espacial a bordo del Enterprise con una banda sonora más convencional pero igual de enérgica y evocadora; sin embargo, el tema principal no se lucía todo lo que podría haberlo hecho. En 2016 Giacchino se resarce de ello y convierte este tema en el principal artífice para que el espectador se meta de lleno en la aventura y viva de primera mano todos los sinsabores, triunfos y derrotas de la nave Enterprise.
El tema es trabajado de forma espectacular e impoluta convirtiendo sus temas de acción en algunos de los más conseguidos y mejor resueltos de los últimos años pero no conformándose con eso el compositor conoce un tema igual de inspirado para la ciudad de Yorktown. Muchos alicientes para convertir esta tercera entrega en la mejor de la reciente saga y llevar al espectador a ese universo de antaño en el que un elemento llamado leitmotiv te conducía sin que apenas te dieses cuenta al corazón de la película. De esta manera se da lugar a un trabajo es desde ya todo un referente de la música de cine actual y recupera a su vez una serie de valores que antaño hicieron de este arte todo un reclamo para los aficionados y que muchos pensábamos se habían perdido. La nave Enterprise vuela más veloz que nunca y el capitán Giacchino nos señala el rumbo a seguir. ¡Larga vida y prosperidad!
02. Arrival (Jöhan Jöhannsonn)
Una de las duplas director-compositor más interesantes que hay en la actualidad en el panorama cinematográfico es la formada por Dennis Villeneuve y Jóhann Jóhansson. Y lo es no sólo porque se entiendan a las mil maravillas, sino porque que son capaces de innovar cada uno en su correspondiente disciplina formando un matrimonio que utiliza un lenguaje muy similar para comunicarse. Y de lenguaje precisamente y de comunicación, más concretamente, va esta última creación del compositor islandés. Arrival es una composición complicada, nada complaciente que se sumerge en el terreno de la semántica y la xenolinguística para ofrecernos una banda sonora llena de códigos sonoros, construido a partir de acústica y de efectos de sonido, que son con los que los extraterrestres tratan de comunicarse con los humanos y que el compositor traslada a su música para meternos de lleno en un universo lleno de ambigüedades y que deja más preguntas que respuestas. Tampoco es este último su propósito.
Nos encontramos así una banda sonora tremendamente original, completamente apegada a las imágenes y a la película y muy inteligente en su planteamiento. La única reflexión que podemos lanzarnos es si realmente hemos explorado todas las posibilidades de la comunicación y si estamos utilizando ésta como debiera pues muchos de los problemas y conflictos que hay en el mundo se derivan de un déficit en el uso del lenguaje surgiendo así los prejuicios, la falta de entendimiento y la no escucha (el habla implica escucha) que, al fin y al cabo, son el caldo de cultivo para limitar nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos.
03. Un Monstruo Viene Verme (Fernando Velázquez)
Las mentiras es algo a lo que comúnmente recurrimos cuando no queremos que descubran nuestros miedos, nuestras dudas, nuestras inseguridades. Al principio está la negación, luego está el dolor, después la verdad y detrás de ella se esconde el sentimiento más hermoso y liberador de todos: el amor. Y la ceguera es general. La historia de Un monstruo viene a verme es la historia de ese viaje, la de un niño que tiene que asumir demasiado pronto una traumática experiencia. Y esa realidad es demasiado grande para alguien tan pequeño y es ahí dónde comienza el viaje musical que nos propone Fernando Velázquez. Un viaje que comienza con el miedo (monstruo) para dar lugar a diferentes historias (aprendizajes vitales) a través de la cuáles el niño conectará con una realidad que no se atreve a reconocer. Este es el lenguaje musical que utiliza el compositor y que trasciende hábilmente a unas notas que se alimentan de las emociones y estados de ánimos, ocultos al principio, del niño protagonista (un soberbio Lewis McDougall).
Es el mismo viaje que se nos cuenta la película pero, esta vez, de puertas para adentro y que Fernando le da relevancia para que el espectador conecte con la fuerza del mensaje que hay detrás. El monstruo no es más que una metáfora, un estado de conciencia, una negación que se vuelve más inconsistente a medida que avanza la película hasta el punto de desaparecer. Las historias son los vehículos que utilizan compositor y director para que el protagonista abra su conciencia y conecte con el dolor. La gravedad y la severidad de la música del monstruo va desapareciendo y da lugar a unas músicas de carácter más hondo y doloroso hasta desembocar en un falso clímax (y digo falso porque no hay imposturas, explosiones gratuitas musicales que exalten los sentimientos) que no es más que la aceptación en sí y en el que la música, simplemente, es transparente. La verdad no necesitas más envoltorios. Es necesario que hayan películas como ésta, es necesario que existan músicas tan comprometidas como ésta, es necesario que, de vez en cuando, nos apartemos de ese mundo de mentiras y máscaras en el que vivimos para conocer que la verdad sólo duele si se la niega.
04. El Faro de las Orcas (Pascal Gaigne)
Esta cuarta posición es una reivindicación del leitmotiv o más bien de aquellos leitmotiv cargados de magia, sugestión y evocación que hacían que te metieses de forma automática en la película, aquellos que compositores como John Barry o Basil Poledouris popularizaron y que congraciaban a los personajes de sus películas con el entorno donde se desarrollaba la acción. Nos encontramos en la Patagonia, uno de los pocos sitios protegidos del planeta dónde aún pueden contemplarse orcas y observar sus costumbres y en el que un joven solitario e incomunicado se dedica a estudiarlas y jugar con ellas. La llegada de una mujer con su hijo autista trastocará la tranquila vida de Beto (el guardafauna que se dedica a cuidar a los cetáceos) y tendrá que empezar a enfocar de otra manera su manera de relacionarse con el mundo exterior. La naturaleza, elemento tan amado por el director de la película Gerardo Olivares (Hermanos del viento, Entrelobos), vuelve a ser un protagonista fundamental dentro de una de sus películas y paralela a ella transcurre la música con la cual establece un vínculo muy especial que unirá a todos los personajes (servirá como vínculo romántico, afectivo y familiar) y aliviará sus tormentos. Esto queda representado en uno de los temas más hermosos e inspirados que se han hecho este año, que evoca con majestuosidad y ternura ese recóndito lugar del mundo y que desde ya debería ser considerado como un clásico dentro de la cinematografía española.
No es desde luego de las partituras más elaboradas o complejas de este año (todo lo contrario, ni le hace falta) pero tiene algo de la que muchas de ellas carecen: esencia, buen gusto y alma.
05. Passengers (Thomas Newman)
Para esta fábula romántico espacial de resolución facilona y empalagosa (el título del último track del disco tiene cierta mala leche) Thomas Newman crea una banda sonora de gran singularidad melódica, induplicable estilo musical y que más allá de adaptarse como un guante a la película procura lo contrario. Me explico. Normalmente decimos que una música se convierte en aliada de la película cuando revela aspectos que ésta no alcanza e incluso la llega a trascender o se mimetiza con ella de tal forma que nos cuenta una historia paralela que es propia y exclusiva de esa película. Este es un caso más raro: es la película la que va a remolque de la banda sonora de forma que, en no pocas ocasiones, ésta consigue imponerse a aquella. Son, por lo tanto, las imágenes las que parecen bailar al ritmo de la música y no al revés y todo ello presumo gracias a la probada personalidad del compositor, su extraordinaria implicación en el proyecto y una inquebrantable fe en éste pues el producto (con todos mis respectos) daba para muchos menos. Esta excelsa meticulosidad y oficio hace que la música trascienda las mismas imágenes, le robe descaradamente protagonismo y convierta este trabajo no sólo en uno de los más interesantes y mejor concebidos de este 2016, sino en algo verdaderamente imprescindible para el coleccionista más audaz. Una rara avis en definitiva en la que, válgame Dios, la imagen está servicio de la música.
Hablamos pues de un trabajo bastante exclusivo y de calculada y sofisticada frialdad gracias a la cual el compositor logra captar ese universo hierático y de silencio que reina dentro de la nave. Inteligente también resulta su aplicación dentro de la misma película pues se podría trazar una perfecta simbiosis entre el desamparo del protagonista y el vacío de la nave de forma que nunca llegamos a saber exactamente a quién rige la música; esto no hace sino enriquecer la paleta de matices de la banda sonora. Sólo el hermoso tema de Aurora logrará convertir este espacio frío y mecánico en algo cálido y con ánimo de que florezca vida, tal como lo expresa su forzado final en el que el compositor tiene que rendirse a los imponderables del guión y usar una música aunque edulcorada magnífica.
De esta manera esta banda sonora se convierte en uno de los trabajos más originales, creativos y personales del año dando identidad a una película que por sí sola no la tiene aunque, todo sea dicho, resulte bastante entretenida.
01. Yorktown Theme from Star Trek Beyond (by Michael Giacchino)
Hay ocasiones en las que de la magia de una batuta salen esas notas que hacen que un tema se convierta de forma instantánea en un clásico. A Michael Giacchino no le era necesario elaborar un tema de demasiada trascendencia pues este nuevo protagonista de la saga aunque importante no resulta fundamental. Sin embargo, los hados del cine consiguen algo impensable. El americano se saca de la chistera un tema de largo recorrido melódico (al que le auguro un gran futuro), pletórico en lo evocador, radiante en el optimismo y la positividad que desprende haciendo que esta ciudad espacial se convierta tal vez en el único remanso de paz de una galaxia en las que los distintos conflictos y guerras de intereses están a la orden del día. ¡Descansen en paz tripulantes del Enterprise!
Pletórico, lleno de energía positiva, fuerza y entusiasmo. ¿Se puede comenzar mejor una película? ¿Se puede rendir homenaje a aquellas viejas coreografías de los musicales clásicos de forma tan radiante? Y, además, grabada en Technicolor. ¡Toma ya! Justin Hurwitz y sus colaboradores letristas Benj Pasek y Justin Paul pueden sentirse orgullosos, muy orgullosos de toda, toda su banda sonora. Su canción y su número son de los que te levantan en peso, te sacan a bailar, hace que por un instante te olvides de todos tus problemas y te invita celebrar este invento de locos que es la vida, incluso con sus sinsabores.
Se trata de un tema que, además, sirve de contrapartida positiva a otro más lánguido y, en cierta manera, triste que es City of Stars y que enseguida comentaremos. Sus distintas variaciones las escucharemos cada vez que los avatares del destino imponga a los protagonistas tener que “cambiar el chip” pues es un canto a superar los obstáculos, a no darle mayor importancias a según qué cosas y a, dicho mal y pronto, que toda la mierda que te pueda venir te resbale pues, como por otra parte también decía aquel sabio llamado Manolo Preciado “al día siguiente siempre volvía a salir el Sol”. Un brindis pues por la música, por el baile, por el cine… y por el Sol.
03. The Transference from X-Men: Apocalypse (John Ottman)
Fácil, muy fácilmente el comienzo musical de esta película podría ser uno de los más apabullantes y contundentes para una película del presente siglo. Podría haber escogido cualquiera de los tres primeros temas que se escuchan en el disco y que presentan en toda su extensión al gran protagonista de esta nueva entrega de la saga X-Men. Hablamos de Apocalipsis, entidad cuasi divina que regresa de entre los muertos para restablecer el orden en el mundo, imponer el suyo propio y, cual mesías, guiar a todos aquellos que se han desviado del camino hacia una nueva salvación.
Tanto Apocalypse (primer tema) como Pyramid Collapse (tercer tema) podrían representar perfectamente la fuerza que tiene este tema y transmitir ese carácter de dios redentor que posee el personaje pero puestos a elegir me quedo con la inusitada fuerza y solemnidad de la parte del ritual en la que el alma de este ser es transferida a un cuerpo humano para que éste pueda volver a la vida y hacer de las suyas por el planeta Tierra (¡¡pobres X-Men!!). Los coros adquieren tal magnetismo en esta parte que el tema alcanza su mayor potencial y se convierte por derecho propio y divina (valga la redundancia) inspiración del Sr. Ottman en uno de los mejores de este año y sin lugar a dudas en uno de los más feroces y desde luego el más inspirado y perfecto compuesto hasta la fecha para un personaje de Marvel. ¡Ave John!
04. Eddie the Eagle from Eddie the Eagle (by Matthew Margeson)
Inspirado no, lo siguiente. Este es el primer calificativo que se me viene a la mente para calificar el tema compuesto por Matthew Margeson para esta vitalista y optimista película que es todo un canto a la superación personal, la fe en uno mismo y la constancia. El tema constituye una proyección de Eddie Edwards, el saltador de esquí novato que en 1988 desafío a todos aquellos que creyeron que no era capaz de triunfar debido a su torpeza y aspecto de perdedor participando en los Juegos Olímpicos de Invierno Calgary llegándose a convertir en todo un ídolo y referencia del deporte ingles.
El tema es de contagioso espíritu ochentero, transmite su energía positiva y jovialidad cada vez que aparece en la película transformando ese afán de superación del protagonista en todo un himno del “si se quiere, se puede”. Punto y partido para el Sr. Margeson.
Esta es la canción de los sueños truncados y de los sueños que están por venir, la canción que reclama el derecho a seguir soñando pese a todos los reveses que te pueda dar la vida y es también una canción de aceptar lo que viene (que no conformarse) cuando aquello con lo que soñabas no se cumple. Es una canción que congracia ilusión con realidad, dulce con salado y que, finalmente se convierte en un entrañable canto de complicidad entre dos personas que descubren que lo más bello de todo no es relatar tus sueños o tenerlos, sino compartirlos.
De todas las versiones y variaciones hechas me quedo con la que las dos protagonistas comparten cuando cantan a capela y que supone un punto de inflexión fundamental dentro de la película. Es en ese momento cuando sus caminos se bifurcan, sus trayectorias se separan para cada uno andar su propio camino. Es un momento cargado de ternura, dulzura, también de amargura y requiebro. Hay entendimiento, sincero entendimiento. Sus caminos se separan pero a la vez quedan unidos para siempre. Es eso que muchos llaman magia (agridulce que dirían otros) y que, para más inri, los dos actores tienen el valor de cantar en directo con lo que no hay playback ni cartón. Un instante tan pequeño, íntimo y cerrado como de amplia resonancia dentro de la película y que dejará marcadas sus vidas. Un instante que, para un servidor, ya ha encontrado su rinconcito dentro de la gran historia del cine.
01. Fernando Velázquez
Fernando Velázquez es, desde ya hace algún tiempo, uno de los primeros espadas de la música de cine de nuestro país y uno de los más reconocidos compositores a nivel internacional. Nada tiene que envidiarle a aquellos llamados “grandes” o “importantes” de la música de cine estadounidense entre otras cosas porque su música ya sobrepasa con creces en calidad a la de muchos de éstos. Año tras año se revela como lo que es: un gran arquitecto de la música que no sólo aporta calidad musical a sus películas sino que dota a éstas de un esqueleto musical que hace que la movilidad de éstas sea mucho más fluida y, en la mayoría de casos, más coherente. Este ha sido un gran año para él; apadrinado por su gran valedor y amigo Juan Antonio Bayona, aquel que lo “introdujo” en este mundillo con esa memorable partitura para El orfanato, este año ha completado la llamada trilogía de la madre con una nueva pieza maestra, Un monstruo viene a verme, en la que da de nuevo muestras de la excelente complicidad con el director catalán con un trabajo que sabe rescatar perfectamente la esencia de la película y trasladar al espectador las emociones que en ella subyacen. Es una nueva prueba de su valía para construir excelentes guiones musicales, implicar al espectador en la historia y dotar a ésta de un verdadero sentido musical.
También ha proseguido su periplo con el cine infantil con la secuela de Zipi y Zape y el club de la canica. Zipi y Zape y la isla del capitán es una partitura de aventuras al uso, de gran poderío sinfónico y excelente tema principal en la tradición de los mejores temas del género. Lo acompaña un esplendoroso y emotivo tema para la familia que conocerá uno de esos zenit a los que nos tiene acostumbrados el compositor bajo los cuáles deja su rúbrica de gran melodista. Aunque carece de la sofisticación, capacidad de sorpresa y agradecida improvisación de la primera entrega el buen ensamblado entre temas, el excelente apoyo recibido por temas de índole más secundaria y el aderezo que hace con las restantes músicas de misterio y acción hacen de este trabajo uno de los más completos, elaborados y a reivindicar de este 2016.
En el terreno de lo infantil pero esta vez introduciéndose en el mundo de la animación es la partitura para Ozzy, un impecable trabajo de ejecución técnica (nuevamente), gran ensamblado de temas, sorprendente agilidad melódica y exquisita solvencia en lo cinematográfico; eso sí, carece de un tema principal más inspirado. Llega a trascender debido a su gran desparpajo y gracia al transitar lugares comunes del género sin resultar tediosa o adocenada convirtiéndose en otra de las bandas sonoras a reivindicar del vizcaíno este año
Su flirteo con Estados Unidos comenzó allá en 2010 con La trampa del mal y ya muchos lo han abrazado desde el país de la hamburguesa para abanderar algunas pelis de terror de carácter más modesto. Con Pride, Prejudice and Zombies Fernando regresa a uno de sus géneros favoritos, el terror, y se lo pasa bien componiendo una partitura completamente desenfada y libre de prejuicios (nunca mejor dicho), variada en lo musical aunque también algo dispersa en este aspecto, muy enérgica y de gran determinación, de (nuevamente) inmaculada ejecución técnica y, finalmente, apoteósico rush final. La ausencia de una estructura formal más definida tal vez la aleja de sus mejores trabajos de este año pero haberse tomado muy en serio esta divertida pantomima que mezcla hábilmente cine de época con película de zombies (cosa que también hace la música) habría resultado hasta contraproducente.
Tal vez su trabajo menos conseguido, más en lo cinematográfico que en lo musical, es el de Gernika; se trata de una partitura de endeble constitución formal, muy posiblemente debido al carácter televisivo de la película el cuál lastra la música hasta convertirla en un algo casi risible e intrascendente pese a los notables esfuerzos del compositor de dotar a ésta de un sentido y cierta entidad. Son precisamente sus excesos y el excesivo protagonismo que se le da al tema principal (un tema de amor bonito y sentido, todo sea dicho) los que acaban fagocitando a la propia película (aunque la acción es más bien recíproca) haciendo que cualquier atisbo de sutiliza desaparezca al instante.
Pero éste, al fin y al cabo, es un pequeño borrón en una hoja de ruta de 2016 impecable. Su dedicación, profesionalidad y gran habilidad para construir sólidos edificios musicales son los que lo han llevado, bajo mi punto de vista, a convertirse en el mejor compositor de este año. Suma y sigue.
02. Michael Giacchino
Tres eran los retos a los que se enfrentaba Michael Giacchino en este 2016. El primero de ellos era no perder la estela de lo conseguido en las dos anteriores películas de la saga Star Trek, más aún siendo tan notables los resultados hasta ahora y a sabiendas de que en el mundo de las secuelas suele haber, por regla general, un bajón en la calidad de la música conforme éstas avanzan, presumo que por pérdida de interés, motivación o cansancio del compositor. Este Star Trek: Beyond de 2016 es, sin duda, la mejor y más inspirada de las tres bandas sonoras compuestas por el americano para la saga y en el que se ve una mayor madurez compositiva. El segundo reto era “bautizarse” en el universo Marvel y dotar de algo que hasta ahora han carecido la inmensa mayoría de películas de superhéroes actuales: entidad musical. Doctor Strange tiene un tema principal resultón y una música circundante bastante efectiva y efectista resuelta con brío y nervio. Y el tercero, el más complicado de todos, era enfrentarse ni más ni menos que a una película de la saga Star Wars (Rogue One: A Star Wars Story), con todo lo que ello conllevaba, teniendo que componerla en su totalidad en un cortísimo espacio de tiempo y, sobre todo, siendo los referentes musicales los que eran.
Para alegría mía y de todos los aficionados todos estos retos han sido resueltos con nota ya que, aunque acusadas dos de ellas (Doctor Strange y Rogue One) de cierta funcionalidad y falta de inspiración en líneas generales, el compositor ha sabido arreglárselas para que la música tuviese una mínima presencia dentro del film, hiciese propias a las películas a las que musicaba y ante todo, tuviese ese nivel de entusiasmo, jovialidad y profesionalidad que tanto se echa en falta en las músicas hechas por encargo de hoy en día.
Si por si ello fuero poco se encargó de la música de la nueva película de Disney Zootopia de una forma descarada y muy simpática. Aún teniendo ésta buenas ideas y geniales temas la yuxtaposición de éstos resulta algo confusa, precipitada y caótica, muy similar al caso de las dos anteriores bandas sonoras mencionadas.
Por todo ello Michael Giacchino merece, año tras año, estar en el top five de los mejores compositores del año… y también merece un descanso.
03. John Debney
Reconozco que no soy muy fan del compositor norteamericano pero creo se apreciar el amplio conocimiento que tiene de la música y los esfuerzos que pone en cada uno de sus trabajos pese a resultar, en mi opinión, casi siempre previsible, poco o nada arriesgado en probar nuevas texturas musicales e indagar un poco más allá de los patrones clásicos de la música. Si este año lo aúpo a un tercer puesto es por un trabajo en concreto: The Young Messiah. Esta es una partitura en la línea de las mejores concebidas para el cine religioso, de honda y sentida piedad, de inabarcable relieve místico y completamente inmersa en la película y la historia. Desde La pasión de Cristo no veía a un Debney tan implicado y comprometido en un proyecto y es por ello que creo se merece una mínima mención este año.
Pero, además, ha tenido la oportunidad de encargarse de la quinta entrega de la saga animada Ice Age con Ice Age: Collision Course en la que sustituye a John Powell con un trabajo que simplemente cumple su función de acompañar a la acción de forma enérgica y desenfadada; poco más. Las expectativas estaban centradas en la versión de imagen real de The Jungle Book y el compositor no termina de cubrir el expediente aún componiendo un agradable y evocador tema principal que recuerda, y mucho, a los compuestos por John Barry; es una banda sonora, aunque bien trabajada, demasiado funcional que poco o nada aporta a la película y, aunque está ejecutada con entusiasmo y cierto brío, acaba convirtiéndose en anecdótica dentro de ésta.
04. Roque Baños
Roque Baños es otro de esos compositores que año tras año merece estar entre la lista de los mejores del año. Su versatilidad a la hora de enfrentarse a cualquier tipo de género a la vez que su falta de prejuicios a la hora de no someterse a un estilo musical en concreto lo convierte en uno de los compositores más completos que hay no sólo en el panorama nacional, sino internacional. Ese adaptabilidad suya la hemos podido ver este año en la que es, para este que escribe, una de las más originales, arriesgadas y atrevidas partituras de terror de los últimos años. Y, sin lugar a dudas, la más experimental de su extensa carrera. Me refiero, por supuesto, a la asfixiante y opresiva música de Don´t Breathe en la que el murciano renuncia completamente a la melodía y a la música de thriller al uso para construir, ante todo, una banda sonora en base a angustiosas cadencias tonales monosilábicas a partir de instrumentos completamente inéditos extraídos de chatarra de electrodomésticos o coches y que consigue que el espectador se meta de lleno en un mundo a oscuras convirtiendo el visionado de esta película en uno de los más terroríficos e inquietantes que un servidor tiene la oportunidad de recordar. La mimetización con el estupendo film de Fede Álvarez es además tan perfecta que una no puede disociarse del otro, constituyendo el mejor binomio música-película de este año junto a Arrival e incluso Passengers.
La versatilidad del compositor murciano también la hemos podido escuchar en la encantadora Nuestros amantes, una banda sonora de soberbio tema principal en la que Roque cambia radicalmente de registro y nos muestra su vena más melódica, sensible y romántica en la que es un emotivo y sentido reencuentro con aquellas partituras románticas de los 90 que, tristemente, han caído ya en desuso.
El Roque más “industrial” lo escuchamos en 1898. Los últimos de Filipinas, una banda sonora en la que el compositor tira de recursos a falta de una mayor inspiración. Es una banda sonora más bien funcional en la que se abusan de ciertos temp tracks (algo que recuerda al conocido adagio de Samuel Barber, la música de acción de Hans Zimmer o, sobre todo, la melodramática y épica de James Horner están muy presentes) para denotar un entorno de creciente desolación y marcada impronta dramática y aunque la música carece de cierta sofisticación y sutileza el compositor se las arregla para transformar toda una retahíla de músicas preexistentes en algo con entidad propia y exquisito tanto en su ejecución formal como en su exposición musical. Para Hollywood también compuso la a reivindicar Risen, una banda sonora en la que podemos observar al Roque cineasta ayudando su trabajo a contextualizar sobre manera la película y meternos de lleno en ese universo de piedad, misticismo y amenaza que es la otrora también a reivindicar película de Kevin Reynolds. Y todo ello, sin renunciar a lo musical y lo melódico.
Es versátil, tiene un talento que está más que probado y además tiene la valentía de arriesgarse en según qué trabajos y construir partituras que son únicas para ciertas películas. Es uno de los compositores más completos que hay y este año lo ha podido demostrar en películas de índole muy distinta. ¡Nos falta una de animación Roque!
No es de extrañar que este hay sido un año muy ocupado para Alexandre Desplat. Siempre lo es. El compositor francés es uno de los primeros abanderados de la música de cine actual y uno de los más solicitados en cualquiera que sea la cinematografía. Su talento está más que probado y lo distribuye entre películas de muy diversa índole y estilos. El hecho de que su nombre no haya trascendido más este año es por la propia repercusión de las películas, algunas aún inéditas en nuestro país como American Pastoral, primera película del actor Ewan McGregor, en la que el músico se ciñe a ese estilo seco y duro mostrado en películas como Zero Dark Thirty o Argo, presumiblemente muy apegado a las imágenes. Se trata de un trabajo de gran rigor formal, de textura grisácea y opaca, poco agradecida de escuchar aisladamente pero fascinante para aquellos que amamos aquellas bandas sonoras más duras del cine de espías o de intriga de antaño, recordando a su vez en ciertas partes a ya míticos trabajos del género como JFK de John Williams o Tinker Tailor Soldier Spy de Alberto Iglesias.
Tras 4 años de sequía en el terreno de la animación Desplat vuelve a ella con la agradable y desenfadada The Secret Life of Pets, un trabajo de melodías ligeras aunque algo recurrentes (con un delicioso toque jazzy, muy urbano) que vuelve a demostrar la gran desenvoltura del compositor para todo tipo de géneros y su gran carisma como músico. Inédita también es en España L´odyssée película en torno a la figura del oceanógrafo Jacques Couestau y la difícil relación que mantiene con su hijo en el que es tal vez el trabajo de mayor sofisticación y mejor depurado estilísticamente del francés este año; se trata de una banda sonora de melodías envolventes y evocadoras, que mezcla hábilmente drama con aventura y que contiene un sobresaliente tema principal que traslada al espectador al mismo corazón de la aventura y de los espacios marinos más en concreto. De también tonos ligeros y aires nostálgicos es la banda sonora para la nueva y divertidísima película de Stephen Frears Florence Foster Jenkins, una notable partitura plena de glamour y agradecido clasicismo tipo años 20 que destaca, sobre todo, por los inspiradísimos temas dedicados a sus personajes principales (grandioso Carnegie Hall) y un humor algo bufo que, en no pocas ocasiones, recuerda los trabajos del gran Nino Rota. En The Light Between the Oceans Desplat aplica una música que tiende al sobre subrayado, ausente de en su práctica totalidad de sutileza y preciosista que se encarga de ensalzar y enfatizar los distintos lugares comunes en los que cae el film de forma muy recurrente y a menudo bastante sobre actuada sin apenas aportar nada destacado a éste; tiene gran poderío e intensidad dramática y un agradable aroma romántico que se va enquistando a medida que avanzan los acontecimientos, musicalmente es excepcional, está resuelta con la gracia y sofisticación habituales del compositor pero está hecha para ornamental y gustar, no para contar ni revelar algo que ya no sepamos.
Otro buen año, en definitiva, del compositor francés que estoy seguro que pronto nos deleitará con otras obras que, además de gustar, perduren en el recuerdo.
Como siempre, gracias a todos y hasta el año que viene.