Al Salir del Cine: “The Children Act»
Richard Eyre es de esos directores que se prodiga poco en la gran pantalla pero que cada vez que lo hace es con todas las cartas bocarriba y desnudando a sus personajes de forma honesta y provocadora. Directo y conciso en sus historias sabe abnegar éstas de un ritmo implacable y un crescendo dramático que hace que el film crezca en interés a medida que avanza la trama. Así pasó en Iris o en la extraordinaria Diario de un escándalo y vuelva a pasar aquí en The Children Act.
Eyre es generoso con sus actores dejando que éstos se exhiban desde el buen trato que se concede al personaje de la cinematografía británica casi siempre alejada de cualquier histrionismo o falso exhibicionismo que se puedan mostrar en otros países. En este caso consigue que Emma Thompson se luzca y emocione desde su contención y la trabajada dignidad que impone su personaje. Esta historia que enfrenta a una jueza con un chaval testigo de Jehová al cuál sus padres y él mismo niegan el mismo derecho a vivir por sus creencias tras necesitar éste una transfusión de sangre tiene la suficiente raza y carácter para no pasar inadvertida y hacernos cuestionar hasta qué punto las férreas creencias pueden llegar desapegarnos de nuestros seres más queridos y buscar amparo en causas imposibles.
Vuelvo a las tres películas mencionadas para destacar otro aspecto del director británico que también cobra importancia. La intensidad que tiene su música y su vinculación directa con los personajes hace que no sea un elemento de relleno dentro del conjunto. Así lo entiende Stephen Warbeck en un trabajo lleno de exquisito gusto sensorial. La voz interna de esta jueza cobra protagonismo gracias a una música que trasciende sus estados emocionales con agitación y vehemencia a la vez que muestra esa vulnerabilidad y tímido anhelo por ser querida que su posición no le permite mostrar. Va creciendo en importancia e interés a medida que avanza la trama y se convierte finalmente en una especia de catarsis de la protagonista gracias a la cual podemos empatizar con ella y entender claramente por lo que ha ido atravesando. Es un complemento que le da solidez a la película y su delicadeza en algunos pasajes hace que incluso sea placentera en su escucha aislada.
