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Al Salir del Cine: «Pan»

Escrito por , el 21 enero 2016 | Publicado en Apuntes

Sobre la Película…


Este es un claro ejemplo de cómo la voracidad (y la ignorancia, por qué no decirlo) de la industria norteamericana puede destruir productor que a priori parecían mucho más interesantes de lo que finalmente se ha pergeñado. Concebida inicialmente como una película mucho más dramática, oscura y densa como podemos advertir en una colografía de tonos grises y siniestros, o en un desarrollo inicial de personajes que prometía indagar más en sus atormentadas vidas el Pan. Viaje a Nunca Jamás de Joe Wright (Orgullo y prejuicio, Expiación) acaba  siendo un batiburrillo de escenas de acción sin sentido y juegos malabares en los que intuyo más una intención de impresionar que de crear arte.

La película tuvo que ver post-puesto su estreno (estaba previsto para el pasado verano) a la reciente fecha al ser montada de nuevo pues sus artífices (productores) no encontraron en ella ese cariz más familiar y accesible a todos los públicos que pretendían. Pues bien, ni eso se ha conseguido. El resultado final (ahora en cines) dista de ser malo o anodino pero sí sobrecargado, excesivamente barroco y, sobre todo, solapando una parte dramática que sí hubiese resultado estimulante. De hecho, las partes más interesantes son las más intimistas y en las que la acción y los juegos malabares no toman protagonismo.

La imaginería visual es, a ratos, deslumbrante y Wright, con su oficio y deslumbrante puesta en escena consigue recobrar para el cine algunos elementos mágicos que un servidor creía perdidos. Es una película de aventuras como las de antes pero con el putrefacto estilo efectista y chirriante del siglo XXI. Ojala algún día tuviésemos un director´s cut para ver in situ cuál era la intención real del director.

Uno de los grandes damnificados en este re-montaje ha sido, sin duda, Dario Marianelli, compositor habitual del director cuya partitura que no se llegó a montar, según hablan las buenas lenguas, tenía un cariz mucho más oscuro de lo que finalmente ha dado el bueno de John Powell, compositor que sustituyó al italiano en el montaje final.

Sobre la Banda Sonora…

La música de Powell es todo lo contrario de lo que Marianelli tenía previsto: una música vivaz, alegre, pletórica de energía y de temas de acción brillantes. Posiblemente sea la más adecuada para el montante final de  la película pero tal vez no la más adecuada para la idea que se tenía inicialmente de la película.

Pero nosotros comentamos lo que es, no lo que pudo haber sido. Puro John Powell, en definitiva. Temas de acción catatónicos, juguetones, en los que el compositor (cómo no) se atreve a experimentar y jugar con la música introduciendo temas bastante chocantes como los de los asaltos piratas, de raíz hispana. Toda su música tiene una intención dentro del film y los temas están perfectamente ensamblados para exponer esa lucha de buenos contra malos con un delicioso toque mágico gracias a un, de nuevo, notable uso de los coros para mostrarnos el mundo de las hadas, uno más infantil e inocente para el personaje de Peter, aquel más agresivo para el personaje de Barbanegra o el estupendo tema de corte más heroico para Garfio. Todos los personajes principales tienen su protagonismo en la música y esto, los que amamos la música de cine, lo agradecemos.

Powell, en definitiva, insufla de aire y energía positiva  a una película cuyo trasfondo se vislumbraba mucho más negro. Se convierte así en una gran partitura de aventuras, muy del tono de sus películas para animación, y casi que diría yo que en lo más destacado del film.

La única pega que se le podría poner es que suena demasiado a otros de sus trabajos y no tiene una entidad propia pero es un hándicap menor para un trabajo de una factura técnica y artística brillante. Música de cine en estado puro.