Al Salir del Cine: «Lone Survivor»
Sobre la película…
No muchos podíamos imaginar que después de esa bufonada que fue Battleship Peter Berg hiciera una película tan franca, sentida y directa.
Y es que el norteamericano sorprende con esta historia real de un soldado americano que sobrevivió a un ataque talibán en pleno territorio afgano después de quedarse prácticamente a merced de su enemigo. La película sorprende por la contundencia de sus imágenes, por la veracidad de ese infierno que vivieron estos soldados y por la angustia que se deriva de esa experiencia. En esa crudeza, precisamente, radica su belleza y su trascendencia para no ser tomado como un título más dentro de la cartelera.
Adolece de cierto tufillo propagandístico, pero más allá de eso este film en un sentido homenaje ya no sólo a esos hombres que cayeron en esa absurda misión, sino al sentimiento de confraternidad que se forjó entre ellos.
Sobre la música…
Y es precisamente, ese sentimiento de hermandad uno de los ejes principales de la partitura de Steve Jablonsky.
Si con cierta inquietud se esperaba la nueva película de Berg, no con menos resignación aguardábamos su banda sonora. Nadie daba un duro por esta música pero los prejuicios a veces se pueden volver el peor enemigo de uno para disfrutar de un trabajo y valorarlo.
Y esto no lo digo porque tengamos delante de sí un score brillante, sino porque el compositor americano sabe optimizar su recursos y saca de la nada petróleo. Pero maticemos….
Hay dos partes diferenciadas en esta ecléctica partitura: una puramente de tensión, de espera, de incertidumbre contenida y otra puramente funcional y de acción. La primera me atrevería a decir que funciona óptimamente. Jablonsky sabe tensar la cuerda al máximo y ofrece una primera mitad en que el uso de la acústica y ciertas sonoridades electrónicas son sabiamente utilizadas para plasmar no sólo esa tensa calma que viven los protagonistas justo antes del encuentro cara a cara con el enemigo, sino la angustia y soledad a la que están en todo momento expuestos. El compositor no se pierde en sus habituales excesos y sabe dotar esta parte de una exquisita contención.
Pieza fundamental es un tema de carácter retentivo, obsesivo casi, muy breve y con reminiscencias musulmanas que actuará a modo de espada de Damocles que apunta constantemente al pecho de los soldados. Está fenomenalmente usado.
En la segunda parte del score, cuando se desata la contienda, la música es más rutinaria y artificiosa. Jablonsky vuelve a ser Jablonsky a través de una acústica hartamente trillada y que acompaña a la acción sin personalidad alguna.
Habrá una tercera parte en este score, más redentora y sumamente emotiva. Aquí es donde entra en juego ese eje que comentaba al principio que es sobre el que se mueve la película.
Al tema de los talibanes se contrapone un tema, también acústico, puramente emocional para extrarradiar el lazo fraternal que une a los cuatro protagonistas. Es un motivo muy sencillo, pero consigue de sobra su propósito, alcanzado su punto álgido en Never, never, never give up.
Es, en definitiva, un score funcional algo descompensado, notable en su primera parte y machacón en su segunda, pero que, en líneas generales cumple perfectamente conla película y sabe sacar máximo provecho de sus limitados recursos y no menos falta de elaboración.
La verdad….tampoco hace falta mucho más.