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Al Salir del Cine: «All is Lost»

Escrito por , el 19 marzo 2014 | Publicado en Apuntes

Sobre la película…

A veces las cosas ocurren porque sí. No hay porque buscarles una explicación lógica. No la tiene. La vida de repente te puede quitar a alguien querido o sencillamente dejarte en la calle sin trabajo. Ha ocurrido así y punto.

Es admirable lo que consigue J. C. Chandor con esta película. Cuando todo está perdido es más que una pequeña joya, es un milagro. Con un presupuesto bajo y unas ideas claras se construye una historia que simplemente pretende mostrarnos a un hombre en una situación límite. No hay que buscarle una trascendencia vital, ni un porqué para satisfacer nuestra infatigable curiosidad e inseguridad. Ha ocurrido así y punto. Es realismo puro y duro, del que uno no puede escapar.

Admirable también es que un actor de la trayectoria de Robert Redford se embarque en un proyecto tan arriesgado y exigente en lo físico e interpretativo, más aún con los 77 años que le contemplan y cuando no utilizó doble alguno. Sobre él recae el peso de una película en la que se hace absolutamente necesaria la implicación emocional del espectador para vivenciar la particular caída al vacío de este desconocido hombre.

Redford resulta contenido y completamente abstraído en su papel lo cual refuerza su credibilidad. La carencia casi absoluta de diálogo potencia la angustia y esa sensación de “caída libre” contra el que protagonista lucha constantemente pero que se palpa irrevocable. De nuevo, fuera disfraces, fuera subterfugios. Realismo puro y duro.

Película a reivindicar, a descubrir y a redescubrir. Conmovedora, emocionante y profunda, muy profunda. Sobria y a la vez llena de vida. El hombre contra sí mismo, con su instinto de supervivencia como única arma, con su fe como único pulmón. Cine hecho arte, arte hecho cine.

Sobre la banda sonora…

Alexander Ebert construye una partitura netamente ambiental pero con cierto cariz psicológico. El vacío y la angustia son piezas claves sobre las que se vertebra esta creación. Aquí la música coge cierta importancia porque es la que nos muestras estas sensaciones de forma más explícita y directa.

Ello lo contrasta con un bello e inspirado tema en lo que se recoge tímidamente la esperanza por sobrevivir. Lo escuchamos en Excelsior o en esa radiante y hermosa canción liberadora del final, una de las más emocionantes que un servidor ha tenido la oportunidad de escuchar en un film Amen.

El deseo de compañía, inherente y necesario en el ser humano, también se expone a través de otro bello tema. Sus silbidos, lo más representativo de él, hablan por sí mismos de ese otro demonio contra el que se tiene que enfrentar y que es protagonista no deseado de la película: la soledad.  Lo escuchamos en Virginia´s Dream.

Buena banda sonora, en definitiva, que se convierte en una segunda piel de la película y que ayuda a entender tanto el desamparo que vive el protagonista como lo improbable de su supervivencia.