Adios Tuco (firmado por Morricone)
Se nos ha ido un GRANDE, uno entre un millón, cuyo rostro ha estado presente en todo tipo de producciones y películas hasta no hace mucho tiempo, incluyendo la secuela de Wall Street de Oliver Stone.
Eli Wallach, de rostro afable, camaleón entre camaleones (capaz de bordar personajes complejos o villanos de altura como ese gran Calvera), se ganó al público que sabe apreciar el buen cine, y gran parte de culpa quizás la tenga ese rufián adorable llamado Tuco con el que crecimos cinematográficamente no pocas generaciones, memorable rol de la no menos memorable The Good, the Bad and the Ugly (El Bueno, el Feo y el Malo, 1966), del gran Sergio Leone, y donde Clint Eastwood y Lee Van Cleef cerraban el trío calavera (ahora Eastwood se queda solo ante el peligro, el último del trío).
The 7 Magnificents, Lord Jim, The Godfather III, Genghis Khan, How the West Was Won, How to Steal a Million, The Victors, Baby Doll, Cinderella Liberty, Mackenna’s Gold, The Deep, The Sentinel, The Salamander, Nuts, Article 99, The Two Jakes, Two Much, Keeping the Faith o The Holiday, por poner un puñado, serían claros ejemplos de la versatilidad y calidad de su trabajo.
Personalmente, era uno de esos actores que siempre me alegraban la pestaña, y muchas veces no sabía por qué… simplemente me contentaba con ver su nombre aparecer en pantalla y disfrutar cada una de sus interpretaciones (todavía recuerdo con una sonrisa de oreja a oreja el papel de Wallach como Sheldon en Two Much, el padre de un histriónico y entregado Antonio Banderas para la causa).
Pero poco a poco descubrías la razón; era un tío auténtico, con oficio, transparente, cuyas interpretaciones eran una mezcla de corazón y entrañas, que hablaba con voz sincera; uno de esos cuyas interpretaciones nacían del fondo de su alma. Y lo hacían directamente, sin subterfugios. Ese era Eli Wallach, un tío irrepetible, que se despide de nosotros con 98 años, nada más y nada menos, como hace poco Ernest Borgnine, otro tío auténtico que se fue recientemente con 95 años.
Gracias Tuco, gracias por todo, por esa sonrisa eterna que esbozaré cada vez que vea tus películas, especialmente ese éxtasis del oro que todos sufrimos cada vez que te veíamos correr por el cementerio, al ritmo de uno de los Ennio Morricone más inspirados de toda la historia del cine, uno de esos momentos eternos en la historia del cine.
The Ecstasy of Gold – from The Good, the Bad and the Ugly (1966)
Signed by Ennio Morricone