Whiplash
Whiplash (2014) es la suma de un conjunto de elementos bien engrasados que configuran ésta película como una de esas pequeñas joyas a descubrir para los que amamos el cine de toda la vida, un producto cinematográfico bien facturado y con excelentes virtudes que la convertirán, con total seguridad, en un pequeño clásico.
Compositor: Justin Hurwitz & Tim Simonec
Año: 2014
Lo mejor: Su brillante ajuste con las imágenes, en lo dramático, en lo tenso y, sobre todo, en su infeccioso ritmo
Lo peor: No es apta para todos los paladares, y cierta dureza musical en el tramo intermedio, completamente justificable con las imágenes NUESTRA NOTA
Ya me pintaba bien, lo intuía; ese cartel, el argumento, el enfoque musical jazzístico, J.K Simmons,… y mi instinto me lo confirmó (alguna vez lo acuchillaría, aunque son muy pocas veces, la verdad sea dicha).
Whiplash – Un Proyecto que toma forma lleno de curiosidades
Antes de convertir su guión de Whiplash en película, el principal valedor de la misma, su director y guionista Damien Chazelle, había probado suerte vía cortometraje a modo de anzuelo a la búsqueda de productores para acometer el proyecto cinematográfico.
Tomó 15 hojas de su guión de 85, basado en un profesor de juventud que tuvo el director cuando tocaba la batería, y rodó un corto protagonizado por Johnny Simmons en el papel de un prometedor joven batería y por J.K. Simmons como el profesor Terence Fletcher. Los 18 minutos que duraba aquel corto tuvo una excelente acogida en Sundance en el 2013, lo que hizo que los productores mordieran definitivamente el anzuelo, lanzándose a financiar el proyecto (que costó 3,3 millones de $ y recaudó unos 11,5 millones).
El proyecto cinematográfico tomó forma en agosto del 2013 cuando Johnny Simmons cedió el testigo a Miles Teller, quien firmó el papel protagonista del joven batería Andrew Neiman (con la suerte de que Miles sabía tocar la batería, lo que ayudaba mucho). Paul Reiser, al que muchos conocemos por su papel de Carter Burke en Aliens (el hombre de la corporación, sería contratado como padre de Andrew.
En Septiembre comenzó el rodaje en Los Ángeles, un rodaje finalizado en 19 días a razón de unas 14 horas de rodaje diarios, casi nada. Durante ese tiempo, el director de la película sufrió un accidente de coche, igual que Andrew, el protagonista de su película, accidente que no impidió el ritmo de rodaje; al día siguiente, Chazelle siguió rodando cómo si nada.
En cuanto al nombre de la película, Whisplash, éste significa Latigazo, y además de ser una famosa canción de Metallica, posee un significado que pega con el dolor, el sudor y la sangre que rodea a Andrew Neiman durante toda la película por su incesante pelea por ser el mejor; una lesión de cuello (en las vértebras cervicales) cómo resultado de una rápida aceleración o desaceleración (por ejemplo, un accidente de coche). Más claro el agua, ¿no?
Y, para finalizar, resulta curioso el amor de Damien Chazelle por el jazz; su primera película, Guy and Madeleine on a Park Bench (2009), es una comedia en blanco y negro con tonos románticos sobre un trompetista de jazz, sin olvidarnos del corto que dio origen a Whiplash y que Chazelle firma el guión del thriller Grand Piano, cuyo argumento versa sobre un pianista que sufre de pánico escénico y que debe tocar un concierto de piano sin equivocarse ni una solo vez o sufrirá terribles consecuencias. Y eso sin olvidarnos de su próximo proyecto, La La Land, un pianista de Jazz que se enamora de una aspirante a actriz en Los Angeles.
Por cierto, Whisplash se llevaría tres Oscar en la gala del 2014; mejor actor secundario (J.K. Simmons lo borda, literalmente), mejor montaje (excelente) y mejor sonido (espectacular), además de haber sido nominada a mejor película y mejor guión adaptado. En mi opinión, merecidos. Y quizás hubiera premiado incluso el guión adaptado (la parte final de la película contiene un montón de brillantes aciertos de guión; la relación con la chica, la revancha de Flecther, el contraataque de Andrew y el punto de encuentro final, sabiendo cerrar una película sin caer en el aplauso fácil).
Whiplash – La Película
Andrew Neiman entra a formar parte como suplente de la banda del mítico y temido Terence Fletcher, que exprime a sus alumnos hasta límites humillantes, buscando encontrar nuevos talentos para el mundo del jazz.
Andrew se machaca física y psicológicamente a consecuencia del salvaje de Fletcher, quien sabe de su talento, y las tensiones no tardarán en aflorar en todo su entorno (con el batería titular de la banda de Fletcher, con su círculo familiar e incluso en una emergente y bonita historia de amor que se tornará en ácida).
Un accidente de coche catalizará el cambio definitivo en su vida, aunque de nuevo Fletcher se cruzará en su camino en el tramo final, en un clímax musical extraordinario cargado, como no, de tensión y sufrimiento. Whiplash!
Whiplash – Justin Hurwizt
El compositor principal acreditado en la película es Justin Hurwitz, quien conoció a Damien en la Universidad en Harvard, donde tocaron en la misma banda, convirtiéndose en compañeros rápidamente (al segundo año compartían piso de estudiantes).
Chazelle y Hurwitz trabajaron juntos en la primera película del director, y aunque la base musical del compositor era clásica, su estudio de la música jazz le permitió no solo responder a los retos musicales de la banda sonora, sino prepararlo para Whisplash.
Sin embargo, para el corto de Whiplash el director no tuvo necesidad de contratar a ningún compositor ya que la única pieza que suena en la película es el famoso tema Whisplash de Hank Levy. No obstante, cuando el director se embarcó en la película contactó con Hurwitz para dar vida a los personajes.
Por suerte para Hurwitz, éste tuvo mucho tiempo para afrontar el proyecto, desde la pre-producción, meses antes, durante los cuales continuó indagando en el mundo del jazz, especialmente el norteamericano y el francés. Algo difícil de ver en el cine de hoy día.
El propio Hurwitz afirmó que trabajar con Chazelle fue tan reconfortante como duro; salvando las distancias con Fletcher, Hurwitz se encontró con la persistencia y exigencia del director por encontrar siempre la mejor solución, lo que llevó al compositor a perfeccionar y afinar todas las ideas que iba aportando, dando como lugar a un trabajo musical ajustado y que es, por un lado, puro nervio (añadiendo tensión y ritmo a Andrew y su constante pelea por mejorar) y por otro lado emotividad, especialmente en lo relacionado con su padre, su pareja y sus aspiraciones.
Whisplash – Tim Simonec
Si bien Hurwitz es el compositor principal, se decidió contar con el tan bien músico y compositor Tim Simonec para los números musicales jazzísticos de las big bands, en concreto tres brillantes y rítmicas piezas, que van desde la primera big band en la que toca Andrew (Rehearsal Medley), hasta los geniales Upswing (el rítmico y explosivo número musical previo al mítico clímax del Caravan, donde Fletcher se venga de Andrew) y el genial Too Hit to Retire, de exquisito ritmo in crescendo, una pieza digna del jazz de genios cinematográficos como Lalo Schifrin, donde los metales se lucen sobremanera.
En cuanto a los créditos musicales cinematográficos, su experiencia en el terreno tiene un CV largo y de reconocido prestigio; es un habitual en el Universo de Michael Giacchino como orquestador (Up, The Incredibles ,Jupiter Ascending, Dawn of the Planet of the apes o Ratatouille) o de Graeme Revell (Titan A.E., Out of Time, Red Planet, Pitch Black, No Escape o The Crow), además de haber compuesto música adicional en varios de ésta colaboraciones.
También cuenta con varias composiciones propias a sus espaldas, como Survival Game (1987), A Rumor of Angels (2000), Tommy Riley (2004) o la serie Beyond Belief: Fact or Fiction (1997).
Mención anecdótica aparte para el momento en que Terence Fletcher, en el tramo final, presenta el tema que la big band va a interpretar, Upswingin’, donde dice claramente que es una pieza compuesta por Tim Simonec, acreditando así la autoría del mismo por uno de los compositores de la película.
Whiplash – Análisis Temático
Justin Hurwitz trabaja esencialmente sobre dos ideas constantes sobre las que se mueve el universo de Andrew Neiman; su pasión por la batería y el mundo del jazz, con un ritmo neurótico y pulsante, donde los ritmos de batería son esenciales, y los momentos emotivos de corte más íntimo, donde el piano enuncia un bello y sencillo tema, cargado de notas tan simples como emotivas, con transparencia, sin truco alguno por buscar lo grandiloculente o lo facilón.
Así pues, todo lo relacionado con el padre contiene el que podríamos denominar tema de Andrew (tema principal), Call from Dad y Hug from Dad, donde se refleja el cariño de padre e hijo, con un excelente desarrollo musical en Dismissed, donde Hurwitz ofrece el tema de una forma extendida, metiéndose en las extrañas de un Andrew dolido y desencajado por el rechazo de Fletcher, quien le acaba de echar de su banda tras el incidente posterior el accidente, por lo que decide renunciar, temporalmente, a su pasión.
Y con todo, el bueno de Hurwitz se lo curra, todo hay que decirlo, y convierte este motivo central en un pedazo de overtura jazzística tremenda, que podemos disfrutar a modo de main title en el comienzo de la película, con Andrew paseando de noche por la ciudad, con un toque urbano maravilloso, lleno de un explosivo ritmo jazzístico.
Hurwtiz dice que disfrutó enormemente con ese corte (es de lo mejor, sin lugar a duda alguna, que se ha podido escuchar y ver en el cine), basándose en la Big Band del mítico batería Buddy Rich (un nombre al que Fletcher menta a modo de comparación en uno de los ensayos cuando escucha tocar a Andrew). Se trata de una pieza llena de vitalidad, vigorosa y compleja, donde los metales y la batería se lucen sobremanera.
El compositor recupera esta pieza, Overture, en todo su esplendor y longitud al final de la película, en los End Credits, a modo de cierre, dándole el tono jazzístico grandiloculente que necesita la película (aplausos off, gracias).
Y como no hay dos sin tres, Hurwitz vuelve a ofrecernos una nueva variación del tema en la pieza Fletcher’s Song in the Club, donde Andrew, tras haber renunciado al mundo de la batería, acaba entrando en un club de jazz atraído por la presencia de Fletcher, quien actúa esa noche como invitado.
Al entrar, Andrew descubre a su profesor tocando una bella y contenida melodía a piano, con acompañamiento sutil de batería, bajo y percusión, cuyo tema no es otro que el de Andrew, pero interpretado de forma suave y descafeinado, otro ejemplo brillante de ejecución y variación.
Musicalmente hablando, es una de las pocas veces donde el compositor humaniza la figura de Fletcher; la otra es la pieza Cassey’s Song, donde Fletcher de nuevo baja las defensas para hablarnos de la pérdida de uno de sus alumnos más brillantes, Cassey.
El sonido añejo, remolón y pausado de la trompeta, el piano y la batería se convierten en la ejecución melódica principal de este corto pero excelente tema compuesto por Hurwitz que nos recuerda al jazz de los años 30, la prueba de que no es tan difícil hacer buena música hoy día si se quiere y, como no, si se te dejan.
Y la otra prueba es When I Wake Up, una pieza que suena a modo de Source Music para la escena donde Andrew y Nicole están cenando en una pizzería mientras suena de fondo esta pieza, una especie de pieza musical de big band clásica de los años 30.
Andrew habla de ella refiriéndose a una pieza de Jackie Hill de 1932, y si escuchas la pieza sin saber nada de ella, realmente piensas que está escrita en los años 30; pero es falso. La pieza está escrita por Justin Hurwitz, y suena exactamente como una pieza de los años 30, con ese envejecimiento sonoro tan típico de aquella época (cortesía de Nicholas Britell). Es decir… nunca existió un Jackie Hill ni un 1932. Brillante source music.
No Two Words es otra breve e interesante pieza musical, donde Justin Hurwitz y Nicholas Britell aúnan esfuerzos para ofrecer otro tema original con sonido de envejecimiento a modo de source music.
En cuanto a la música más dramática o tensa, Hurwitz juega la baza de una batería nerviosa y pulsante, casi a veces de ritmo neurótico, que enfatiza la presión a la que está sometido Andrew.
Esto se palpa perfectamente en muchos cortes, desde Practicing hasta el largo corte de desarrollo Accident, quizás el punto álgido de la película, y uno de los puntos de inflexión narrativa.
Durante varios momentos, Hurwitz consigue reflejar magistralmente la tensión de Andrew, a la carrera para llegar a su cita con la banda de Fletcher, pero todo son problemas; su autobús se estropea y alquila un coche de alquiler para llegar, con la mala suerte de olvidarse las partituras en la empresa de alquiler cuando llega al concierto, lo que le hace volver a toda prisa…
La música refleja perfectamente el caos que vive Andrew, fruto de la neurosis ocasionada por la excesiva presión a la que le tiene sometido Fletcher; Hurwitz traslada esto a la batería especialmente, que acompañada de otros instrumentos generan un desarrollo caótico, tenso y cargado de un estruendo que casi causa desasosiego, provocando erosión y agotamiento en su avance, con muchísimo nervio.
El final es caótico y desolador, donde un accidente provoca que Andrew acabe llegando sangrando al concierto, siendo el punto de mira de todo el público asistente, compañeros de banda incluidos.
Es curioso que, musicalmente hablando, la partitura suene casi atmosférica y electrónica en su concepción más dramática o tensa, pero Hurwitz utiliza instrumentos reales y orgánicos, manipulándolos en muchos casos, como el trombón, la trompeta, el bajo o la batería, provocando un interesante proceso ambiental de sonoridad electrónica conseguida a través de los instrumentos físicos.
Clímax Musical – Caravan
Esta brillante pieza, cortesías del gran Duke Ellington y Juan Tizol, es el prolegómeno del clímax final, el enfrentamiento brutal y magistral de Andrew contra su maestro, Fletcher, con un magnífico cierre que quedará para los anales de la historia del cine de moderno, en mi humilde opinión.
El corte abre con un ritmo apabullante de batería cortesía de Andrew, sumándose el bajo y el piano, a la que se sumarán en breve la sección de metales dirigidos por Flecther, sumido en la sorpresa total cuando ve que Andrew le planta cara tras el desplante de Upswingin’.
Los metales y la batería se pelean y complementan todo el tiempo, permitiendo el lucimiento de los primeros cuando corresponde, especialmente en el solo de trompeta, y cuando el clímax de la mítica y clásica pieza de Caravan llega a su fin, Andrew sigue con un brillante solo de batería, emulando al bueno de Buddy Rich.
El resto, lo dicho, es historia del cine.
Whiplash – En Conclusión
Incluyendo las brillantes líneas de diálogo, donde destaca la historia de Bird contada por Fletcher (con alguna que otra matización con respecto a los hechos reales), nos encontramos con una partitura brillante y equilibrada, que en la película brilla espectacularmente, sea música jazzística nueva o pre-existente, o bien música original compuesta para la película.
Si es cierto que en escucha aislada, considerando que el CD tiene tres bloques perfectamente delimitados y marcados, se haga algo más pesada la parte del medio, pero si has disfrutado la película y valoras la creatividad y originalidad de Hurwitz, quien ha huido del convencionalismo habitual de la industria (arriesgando con sonoridades más propias de otra época), será algo que apenas tengas en cuenta.
Eso si, si amas el jazz de calidad y rítmico proviniente de las big bands, este disco contiene piezas de ritmo infeccioso y explosivo, donde uno es incapaz de no seguir la música con los pies o de atizar de forma compulsiva una batería imaginaria.
Una brillante película con un excelente trabajo musical, a destacar y recomendar. Cine y música de verdad.
Listado de Temas
02. Overture (Justin Hurwitz) 3:19
03. Too Hip To Retire (Tim Simonec) 3:03
04. Whiplash (Hank Levy) 1:55
05. Fletcher’s Song In Club (Justin Hurwitz) 1:28
06. Caravan (Duke Ellington & Juan Tizol) 9:14
07. What’s Your Name (If You Want The Part, Earn It) (Various Artists) 1:30
08. Practicing (Justin Hurwitz) 1:43
09. Invited (Justin Hurwitz) 0:54
10. Call From Dad (Justin Hurwitz) 0:40
11. Accident (Justin Hurwitz) 5:21
12. Hug From Dad (Justin Hurwitz) 1:14
13. Drum & Drone (Justin Hurwitz) 1:34
14. Carnegie (Justin Hurwitz) 0:36
15. Ryan / Breakup (Justin Hurwitz) 0:31
16. Drum Battle (Justin Hurwitz) 2:09
17. Dismissed Justin Hurwitz 2:46
18. Good Job (He Was A Beautiful Player) (Various Artists) 1:28
19. Intoit (Stan Getz) 3:19
20. No Two Words (Nicholas Britell & Justin Hurwitz) 1:41
21. When I Wake (Justin Hurwitz) 3:50
22. Casey’s Song (Justin Hurwitz) 1:57
23. Upswingin’ (Tim Simonec) 2:12
24. First Nassau Band Rehearsal / Second Nassau Band Rehearsal / Studio Band Eavesdrop / Studio Band Rehearsal After Breakup (Tim Simonec) 1:34
Sello: Varése Sarabande Records
Formato: CD
Fecha de publicación: 7 de Octubre 2014