The Uninvited es la enésima demostración de la talla y calidad que atesora un compositor como Chris Young, quien parece tener que justificar una y otra vez su enorme versatilidad para enfrentarse a cualquier tipo de género y proyecto, demostrando que, año tras año, en unos de los principales baluartes y valedores de la música de cine.
Porque cada score que firma este genio se traduce en horas y horas de disfrute para este servidor, sabedor de que siempre voy a disfrutar de lo que yo suelo denominar un “nivel mínimo”, es decir, una calidad mínima de base o de partida.
No me ha defraudado en ningún momento, y sabía que The Uninvited no sería la excepción, máxime cuando venía precedida de esa etiqueta que cuelga de este genial compositor, “la última de terror de Chris Young”.
Y es que terror y Chris Young son prácticamente sinónimos, y sino a las pruebas me remito. Métete en los 80 y bucea en sus comienzos, donde te encuentras con una de psicópatas (Pranks), que irá dando paso a genialidades como Def-Con 4, y a la que le seguirán las soberbias y míticas Hellraiser (1987), Hellbound: Hellraiser 2 (1988) y The Fly II (1989)… casi nada (y no he entrado en los 90).
Creo que seguramente, y a riesgo de equivocarme, The Uninvited hubiera sido la partitura de terror del año si el propio Young no se hubiera auto desbancado con su aún más soberbia Drag Me to Hell (Arrástrame al Infierno), que no solo dejó el listón alto en el género (y en su discografía), sino que se ha convertido, y de lejos, en una de las mejores partituras de los últimos diez años (y es decir mucho).
Es cierto que el éxito de Drag Me to Hell canibalizó a The Uninvited, aunque para los que somos fan(áticos) de Young, sabemos que Presencias Extrañas (como así se tradujo la película) supuso otro éxito más en la discografía del compositor, demostración de la espléndida madurez en la que lleva años instalado.
Y dicho esto… ¿Qué tiene que hacer Chris Young para que lo nominen al Oscar?. Porque razones suficientes, disfrazadas de auténticas obras maestras (The Shipping News, The Hurricane, Murder in the First, Drag Me to Hell o Creation), ya ha tenido.
Es cierto que los premios no dan la felicidad, y que este magistral compositor tiene rendido a sus pies a gran parte de los aficionados a la música de cine (y no solo por su calidad compositiva, sino por su gran calidad humana), pero uno desea ver a este hombre sentado en los Oscar, aunque no sea para recoger un premio, simplemente para que pueda saborear, de forma justa, el éxito merecido de una carrera magistralmente ejecutada (y tristemente infravalorada por la industria).
Ellos se lo pierden.
¿Qué te vas a encontrar?
Un score de terror perfectamente facturado e impecable, donde Chris Young nos muestra su facilidad para generar inquietud y zozobra, especialmente a través del magistral uso de las cuerdas.
Dentro de ese reinado musical de terror tiene presencia una masa coral femenina que le otorgan un carácter fantasmal y terrorífico a la historia, susurrando, gritando o simplemente acompañando la maraña musical de horror que recubre la partitura (percusiones, sintetizadores, vientos..), o funcionando de una forma más íntima y melódica, acompañando en la narración visual la historia de la protagonista y su hermana.
Entre tanta bruma de terror, Chris siempre encuentra tiempo para la melodía, con un leitmotiv principal realmente magistral, donde el piano y los violines configuran el clásico motivo melódico del maestro, muy al estilo de trabajos como Jennifer 8, Judicial Consent, Copycat o The Glass House, excelentes trabajos para el género del thriller, o ese motivo inquietante (como de cuento de hada con aroma viciado) para The Grudge.
En éste enlace tenéis el brillante motivo central, una suite de siete minutos que incluye en su comienzo el corte primero, The Uninvited. Escuchar tema →
Además, el uso de la glass harmonica le confiere un aire etéreo y misterioso, donde de nuevo demuestra que componer no es solo tirar de oficio, sino tener recursos y saber maximizarlos y utilizarlos.
En definitiva, un score de terror made in Christopher Young con una excelente melodía a modo de tema central, donde el terror encuentra permanentemente su lugar a través de las masas corales, las cuerdas y los vientos.
The Uninvited – Remake de A Tale of Two Sisters
El fenómeno del remake es algo a lo que (tristemente) no es demasiado ajeno el cine actual, y ya no hablamos de rehacer películas del pasado (Planet of Apes, War of the Worlds) sino de películas recientes, ajenas al mundo de Hollywood, y que han triunfado en países como Suiza (Let It the Right One In), España (Abre los Ojos) o Japón (Ringu).
Precisamente de la cultura oriental llega el enésimo remake del género del terror, titulado A Tale of Two Sisters, una película de terror coreana que en EE.UU. se ha rebautizado como The Uninvited (fabulosamente traducida en España como Presencias Extrañas).
Anna (una acertada Emily Browning, vista en Ghost Ship y Sucker Punch) acaba de salir de una institución psiquiátrica en la que llevaba encerrada tras la traumática experiencia provocada por la accidental muerte de su madre, quien sobrellevaba una grave enfermedad y falleció en una trágica explosión en la casita de campo en la que estaba acomodada.
Cuando llega a su casa, solo su hermana Alex parece entenderla y apoyarla, mientras que su padre Steven (un genial David Strathairn, como siempre) ha encontrado refugio en Rachel (la hermosa Elizabeth Banks, la Betty Brant de la trilogía de Spiderman), quien fuera la enfermera de su madre.
Visiones fantasmales y actuaciones sospechosas de Rachel irán levantando sospechas en Anna, quien, con la ayuda de Alex, comenzará una tenaz investigación para desenmascarar a su madrastra. Conforme la trama avanza todo se irá complicando hasta llegar al clímax final, con un eficaz desenlace no exento de giro y sorpresa final.
La película supuso el debut de los hermanos Guard (Charles y Thomas), y sin ser nada del otro jueves, está bien rodada, bien resulta y bien interpretada, resultando ser un entretenimiento más que digno, cuya escasa duración (no alcanza los 90 minutos) colabora en que se nos pase volando.
Motivo Central
El primer corte, The Uninvited, ya nos presenta el leitmotiv principal de la película, construido esencialmente sobre las cuerdas, el uso de voces femeninas y el piano.
Es el corte más melódico del score, y su construcción es impecable. El motivo se construye, fundamentalmente, sobre las cuerdas, unos violines especialidad de la casa, que van formando dos capas, una que es la base sobre la que se sostiene y avanza la melodía, mientras que la otra se superpone sobre la anterior, fusionándose en algunos momentos para reforzar la melodía, y separándose para hacerla avanzar por caminos paralelos (algo típico en el compositor desde sus orígenes, como en Hellraiser y The Fly II).
Unas voces irrumpen de forma melosa y suave, recalcando el carácter de inocencia y candidez de la joven protagonista, y que constituye un dulce y bellísimo motivo asociado al personaje, que Young también utilizará para reflejar la amistad y la relación de Anna con su hermana Alex.
Este motivo vertebra el score, y se convierte en el hilo conductor de la partitura, viéndose torturado por el habitual arsenal musical de terror del compositor.
Glass Harmonica
Este instrumento no es más que una armónica de cristal muy peculiar, cuyo sonido una sonoridad etérea y misteriosa, que envuelve magistralmente los cortes donde aparece, provocando una extraña sensación de neblina y cierta incomodidad.
Es un instrumento musical muy peculiar, que se convierte en un excelente recurso musical del compositor para generar ambientes misterios y etéreos, convirtiéndose en la enésima genialidad de Young.
Éste instrumento es escuchado en cortes como el comienzo y el cierre de Terror on the Water, o Twin Nightmares, que incluye una brillante sección final donde el instrumento lleva el peso de la melodía, interpretando el motivo central de una forma suave y ambiental.
Historia de Dos Hermanas – Estructura Temática
El score se basa, principalmente, en el uso de dos estructuras temáticas que se contraponen y se mezclan durante toda la partitura:
-Por un lado tenemos la parte tonal, donde las cuerdas, el piano y los coros (a veces una solista femenina) dan vida a la trama desde el lado de la protagonista (Anna) y su hermana (Alex), dando una imagen de falsa inocencia y candidez, en una historia que esconde una serie de incómodas aristas que tendrá su explicación en la trama final. La sección de cuerdas (violines, violas, cellos y bajos) jugará un papel fundamental, como en casi toda la obra de Young relativa al terror y thrillers. Además, Young incluye aquí otro motivo que se construye como crescendo dramático para los momentos en los que los personajes descubren claves de la historia, y especialmente, en el clímax final
-Y por el otro lado, la parte atonal y terrorífica, donde de nueva se erigen las cuerdas, junto con los vientos (trompas y fagots esencialmente) y las masas corales como elementos precursores del horror, propiciando escenarios musicales enfermizos y opresivos, recordándonos a obras maestras suyas como sus obras para Hellraiser, The Fly II o The Exorcism of Emily Rose.
Young utiliza estas dos estructuras para potenciar la situaciones de drama y terror dentro de la película, como el corte tres, I’m at a Party (el comienzo de la película), donde la protagonista narra la muerte de su madre a través de un sueño recurrente, con el uso de un coro de voces realmente inquietantes, que nos llevan a una fase de cuerdas realmente crispante para el descubrimiento de unos cadáveres, y donde los fagots y las trompas provocan un brutal cierre, al estilo de obras como Hellraiser y The Fly II.
El uso de coros y ambientes opresivos (cuerdas y vientos) es una especialidad de la casa, creando brumosas situaciones, muy al estilo de su magistral The Exorcism of Emily Rose, como es el caso del oscuro y siniestro Cry of Love o A Christmas Corpse.
Curiosamente, el magistral corte Cry of Love se ha quedado fuera de la película, constituyendo una magnífica e inmensa pieza coral, muy siniestra y sinuosa, , donde unos cánticos construyen un ritmo de avance entre una espesa niebla musical, que acaba desembocando en una caótica fase de voceos, susurros y extrañas líneas de diálogo, realmente inquietante y perturbador.
En cuanto al tema central, éste campea como el elemento que vertebra todo el conjunto, siendo el elemento dramático y melódico que Young contrapone a toda la marabunta atonal y siniestra que reina en gran parte del score, desde el fabuloso corte primero The Uninvited (lo que sería el Main Title), donde Anna se dirige a su casa, hasta la versión delicada del corte dos, Twice Told Tales, donde abre el corte el piano y las cuerdas para dar paso al cello, que introduce una sensación más intensa de drama y de melancolía para la historia de estas dos hermanas. Escuchar tema →
Pairs in Love contiene una bellísima variación del tema central (muy al estilo de sus trabajos para Jennifer 8 o The Glass House), mientras que los end credits finales, representados en el corte final Tale of Two Sisters (el título original de la película coreana), funcionaría como un magnífico modo de coda final, con una apabullante apertura a través de un spicatto de violines que construye un ritmo de base, a modo de ostinato, sobre el que aparece otra sección de violines y el piano para trazar el motivo central, hasta desembocar finalmente en una interpretación del tema central similar al del primer corte. Escuchar tema →
Ese spicatto lo utilizará para el rítmico Glass Act, donde las dos hermanas se unen para investigar el pasado de Rachel, y donde Young ofrece un vibrante (y a la vez delicado) pasaje musical para dar pulso a las pesquisas detectivescas de las hermanas. Escuchar tema →
La oscuridad y los ambientes siniestros encuentran su protagonismo en varios cortes, como el espléndido Bloody Milk, anticipo del clímax final (como se puede comprobar, hay un completo desorden en el listado de temas editados), donde la apertura del corte, unas delicadas notas de piano que esbozan el motivo central, dan paso a un inquietante exabrupto musical, donde Anna es sedada por su madrastra, quien la lleva de nuevo a su casa, mientras la música establece un pulso rítmico acompañando las escenas de Anna yendo a lomos de la madrastra.
A Christmas Corpse es otro ejemplo magnífico, donde Anna acude al funeral de su novio, donde tiene lugar una visión de la chica: tres niños (unos gemelos y una niña rubia) se dirigen hacia unas tumbas. Anna les sigue, mientras los coros y la orquesta van configurando un corte oscuro, con alguna que otra explosión orquestal crispante para el momento en el que la chica ve los nombres de las tumbas, donde Young introduce una variación del tema central sobre las cuerdas.
En la parte final del corte, aparece un magnífico motivo que Young se saca de la manga para acompañar a las revelaciones o sucesos importantes que tienen lugar, donde las hermanas descubren quienes son esos niños, y su posible implicación con la madrastra.
Ese motivo tiene especial protagonismo en Working Dreams, donde Anna tiene un inquietante sueño sobre su novio que tendrá su reflejo una vez salga de él: su novio ha muerto ahogado.
Es una especie de submotivo de gran intensidad dramática, donde cuerdas y vientos alcanzan un crescendo musical realmente intenso, reforzando el drama de la situación que vemos en pantalla, o arrojando luz sobre las nuevas revelaciones.
Este motivo alcanza su clímax en el corte trece, What Have You Done?, donde finalmente la verdad es revelada, y todos descubrimos que es lo que realmente está pasando. El tema central hace aparición en el comienzo, y una transición oscura y ambiental dará paso al estallido del motivo dramático, donde la verdad sale a la luz.
El cierre de la película, la resolución, sería el corte Terror on the Water, aunque no es exactamente tal cual suena en la película (que incluye un ritmo más pulsante y rítmico para impulsar la explicación de la película), y que corresponderían con el montaje de las escenas del clímax final (iría después de What Have You Done? si el orden fuera el correcto), donde nos encontramos con el motivo dramático en la parte final del corte.
Finalmente, Young ofrece un breve corte de acción, muy en su línea, en A Dance with No One, donde Anna escapa de las manos de su madrastra rumbo a la comisaría (iría antes de Bloody Milk, apreciando de nuevo el desorden en el listado de temas).
Este corte, que no es escuchado en toda su longitud dentro de la película, imprime una sensación de huida y de emergencia para la protagonista.
Conclusión
Se puede decir más alto pero no más claro. Es cierto que existen muy buenos compositores del género, sin lugar a dudas, pero que Christopher Young es el mejor compositor de terror que existe a día de hoy es tan cierto como que todos moriremos algún día.
Y es que The Uninvited lo vuelve a demostrar, convirtiéndose en una nueva genialidad que ha situado al score como el segundo mejor trabajo de terror del 2009, por detrás de su Drag Me to Hell.
The Uninvited
- The Uninvited (5:00)
- Twice Told Tales (2:22)
- I'm at a Party (3:36)
- Glass Act (1:25)
- Bloody Milk (3:25)
- Corpse Christmas (10:35)
- Pairs In Love (2:41)
- Terror On The Water (3:13)
- Twin Nightmares (4:18)
- Cry of Love (5:30)
- Working Dreams (2:41)
- The Screaming Bell (2:01)
- What Have You Done? (2:42)
- A Dance With No One (1:33)
- Tale Of Two Sisters (4:43)