The Swimmer
Cuando te insisten tanto (y tantas personas) es que algo de verdad debe de haber en tal recomendación. “Ve The Swimmer”, me decían, “es una grandísima película”.
Con Burt Lancaster de protagonista, y score de Marvin Hamlisch, se añadían variables de interés máximo. Pero fui postergando la decisión en el tiempo hasta que llegó la repentina muerte de Marvin, lo que finalmente me sirvió, tristemente, para decidirme a ver la película, y acto seguido abrir el CD (sí, nuevo de paquete desde hace años) y disfrutar de esta joya, una auténtica obra maestra (me había negado a escucharlo sin ver antes la película).
Compositor: Marvin Hamlisch
Año: 1968
Cómprala: Si te gusta la música de cine en estado puro, es un imprescindible.
No la compres: No se me ocurriría ni una sola razón para recomendar lo contrario.
NUESTRA NOTA
The Swimmer – Pool by Pool (Lucinda River)
La película abre con imágenes pastorales de la naturaleza (bosques, zonas verdes, flores), todo ello próximo a zonas residenciales de ricachones, donde de repente vemos aparecer, de la misma nada (uno de los mayores misterios de la película) a Ned Merrill (Burt Lancaster), cincuentón atlético, descalzo y en bañador, cuyo objetivo es llegar a su casa recorriendo previamente todas las piscinas de los caserones de sus ricachones vecinos, conformando ese reguero de piscinas el río Lucinda (en honor a su mujer).
Pero el recorrido no será todo lo apacible y alegre que hubiera deseado Ned; algo se esconde en ese mundo ilusorio en el que parece estar instaurado este risueño nadador, donde todos sus vecinos, con mayor o menor delicadeza, irán recordándole asuntos sobre su vida personal ciertamente desconcertantes, lo que provocarán importantes fisuras en la fachada de Merrill.
Tras alcanzar su mejor momento con la compañía de la joven Lucie (otrora canguro de la familia Merrill), el viaje irá recrudeciéndose cada vez más y más, comenzando por el rechazo de la propia Lucie ante el intento de seducción de Merrill, rematando con el fantástico clímax final, comenzando en la visita de la casa de Shirley Abbott, continuando con el paso por la piscina pública y terminando con la llegada a casa.
The Swimmer (El Nadador, 1968) es un retrato de la sociedad de una época, destripando las miserias de los ricachones, hurgando en las crisis personales y económicas de esta magistral fotografía de los 60, que aunque ha quedado atrás en el tiempo, no lo han hecho sus premisas; vivir por encima de las posibilidades, el aparentar y las crisis tanto de pareja como personales, temas que hoy día siguen estando candentes en nuestra sociedad.
Y Ned Merrill representa eso, con esa sensación errante de no saber bien donde se encuentra, esforzándose en aparentar normalidad, hasta que finalmente la fachada se viene abajo en el tramo final, con ese aire tan The Twilight Zone, tanto en el clímax final como en las miradas cómplices y cuchicheos de sus vecinos, y donde vemos todas las miserias del protagonista: problemas con el alcohol (su periplo, piscina tras piscina, está acompañado de tragos y más tragos de alcohol), mujeriego y seductor a más no poder, narcisista (se gusta, y mucho, de haberse conocido) y un cínico e hipócrita consumado, añadiendo el adjetivo moroso a la lista.
Tal como dice el folleto de FSM, Lancaster encajó perfectamente en ese papel, quizás por la identificación de su personaje con el de Ned (casado, con dos hijas, y atravesando problemas matrimoniales), con el único inconveniente de que… ¡no sabía nadar! Por supuesto, aquello fue resuelto con clases intensivas durante un periodo de tres meses.
Y el rodaje no estuvo exento de pocos problemas, empezando por el conflicto abierto de enfoques de los Perry (matrimonio donde Eleanor escribía y Frank producía y dirigía) y Lancaster, y terminando por el abandono de los Perry cuando el otro productor, Sam Spiegel, y Burt Lancaster decidieron hacer cambios en la película, lo que implicó que el actor llamase a su amigo Sydney Pollack, que acudió para ayudar en la filmación de más de material y en la edición final, todo ello en 8 semanas.
En definitiva, un clásico, perfectamente ejecutado y construido sobre el personaje de Ned, un bofetón de realidad a toda la clase alta (hoy estás arriba, mañana puede que abajo), con un excelente desarrollo (maravillosas las segundas lecturas, como la escena de la piscina vacía con el niño de la flauta) y un magistral y dramático clímax final, donde finalmente sabemos toda la verdad acerca de Ned (de quien nunca llegamos a saber cual fue su punto de partido, aunque viendo el final, lo intuimos).
Me llamo Marvin Hamlisch
Año 1968, y un jovencísimo compositor llamado Marvin Hamlisch consigue su primer trabajo, el drama The Swimmer, sin experiencia cinematográfica previa, y a través de una fiesta del productor Sam Spiegel, donde fue contratado como pianista.
Sam le habló sobre su nuevo proyecto, The Swimmer, lo que entusiasmó a Marvin hasta tal punto que, ni corto ni perezoso, se compró la novela y se la leyó.
Acto seguido escribió el tema principal y fue a Sam para mostrárselo, y el resultado final ya es de sobras conocido; el productor quedó encantado con la pieza interpretada por el joven compositor, contratándolo así para primer gran proyecto.
Ante tal desafío compositivo, Marvin habló con su amigo Quincy Jones, pidiéndole consejo para dar el siguiente paso. Este le recomendó a dos orquestadores, Leo Shuken y Jack Hayes, dos de los mejores del negocio, con un bagaje impresionante de experiencia, habiendo trabajado para monstruos como Elmer Bernstein (en multitud de trabajos que incluyen Summer and Smoke o The Ten Commandments), Burt Bacharach (en la mítica Casino Royale) o Henry Mancini (en trabajos como Hatari! o Wait Until Dark).
Ellos le mostraron todo lo que necesitaba saber sobre el negocio, tal como cita Marvin en el libreto de FSM, donde comenta que ellos le dijeron algo así como “tu escribe lo que tengas que escribir y nosotros te mostraremos como hacerlo a tiempo”.
Y así comenzó la leyenda con este fabuloso score, que dio paso a una brillante (aunque tristemente efímera) carrera truncada a los 68 años, con toda una vida de proyectos por delante (fuera en Broadway o en el cine, donde estaba prácticamente retirado).
Bloques Temáticos
Como ya dijera en más de una ocasión, Marvin es más proclive a componer un tema principal y vertebrar el resto del score a partir del mismo (como en The Way We Were o Bananas), añadiendo algunas texturas musicales de carácter secundario.
En el caso de The Swimmer, Marvin creo dos temas centrales que dan sentido al personaje de Merrill y el entorno que le rodea, que funcionan tanto por separado como conjugados a través de diferentes momentos del score.
Además, ofrece un tercer motivo, breve pero con importante significado en la parte final (e incluso otro, aún más breve, destinado a la escena del niño de la flauta, completamente anecdótico).
–Tema Principal: Theme from the Swimmer. Es un tema delicado y cargado de melancolía (el primer tema del CD), y que retrata perfectamente a Ned Merrill, un personaje del que no sabemos nada, y del que poco a poco iremos descubriendo más y más cosas, lo que provocará un desarrollo temático más intenso en dramatismo, donde las miserias del personaje saldrán a la luz, especialmente en el tramo final, (con el fantástico corte My Kids Love Me / Traveling Home / Closer to Home / Home / Marcia Funebre).
–Tema del Limbo: Marvin nos lo ofrece en el corte 2 (Easy Four / Bubbles), y es un motivo que se asocia al mundo ilusorio en el que cree vivir Merrill, un motivo que retrata de forma noble y elegante a su personaje. Mientras que el tema principal siempre tiene un tono melancólico y de contenida intensidad dramática, éste comienza de forma elegante y rítmica, aunque comenzará a abandonar su forma idílica conforme avance la película, donde la realidad comienza a golpear cada vez más fuerte a Merrill, desembocando en un torrente musical que alcanza su clímax musical en el tramo final, donde la música adquiere tonos dramáticos, con momentos completamente desoladores (incluso con algún apunte hasta de tonos cuasi bíblicos).
–Lovely Hair Theme: Escondido bajo un aparente corte de source music (Lovely Hair) Marvin lo recupera acto seguido para darnos información del personaje, un seductor, un galán (casado y con dos hijas, pero un mujeriego de tomo y lomo). Esa imagen de Merrill contrasta con la información que va ofreciéndonos el motivo del Limbo, “todo es pura fachada” (las miserias están ahí). Es un corte que Marvin nos ofrecerá para la escena previa al clímax (la de Shirley Abbott) y para el mismo clímax final.
Finalmente, Marvin ofrece un breve, delicado y bello motivo de flauta destinado al niño de la piscina vacía que se encuentra Merrill en su recorrido, momento que esconde una maravillosa metáfora sobre el personaje (niño y adulto emulan nadar en una piscina vacía, todo es cuestión de imaginárselo tan fuerte como puedas, viene a decirle Merrill, un doble sentido para el mundo de falsas apariencias del propio protagonista).
Como anécdota, tal como se indica en el folleto de FSM, inicialmente se había escrito una canción para la película basada en el motivo central (Send for Me in Summer), con letra de Charles Burr, pero finalmente no fue grabada.
Análisis del Score (Contiene Spoilers) – Parte I: El Río Lucinda
Tanto el CD como la película abren con el tema principal, Theme from the Swimmer (“Send for Me in Summer”) / Big Splash. Aquí, tras un breve interludio musical cargado de misterio (piano y arpa), Marvin nos presenta el motivo principal de nuestro nadador.
Aún no vemos su presencia, pero las imágenes de la naturaleza van impregnadas de la melancolía de Merrill, donde las cuerdas esbozan de forma delicada y maravillosa el motivo principal, mientras una especie de clave o clavidordio interpreta la melodía principal, a modo de piano.
De nuevo recuperamos la incertidumbre del principio, y acto seguido el tema explosiona en el motivo principal (Big Splash), cuando vemos a Merrill zambullirse en la primera piscina de la película, apareciendo de la nada (uno de los mayores misterios de la película, su origen), y marcándose varios largos de un lado a otro de la misma.
Cuando emerge de la piscina se encuentra con los propietarios de la casa, quienes lo saludan afectuosamente, ofreciéndole una copa, momento en el que Marvin nos ofrece una maravilla de corte, Easy Four / Bubbles.
La apertura del Easy Four es un maravilloso ritmo jazzístico muy de la época, estilo Mancini, Schifrin o Grusin, donde instrumentos como la flauta, el vibráfono o el órgano eléctrico configuran una magnífica pieza de apertura a modo de aparente source music, donde el compositor nos presenta el segundo motivo, el tema del limbo, que caracterizará el mundo de ilusiones donde vive afincado Merrill.
La segunda parte del corte, Bubbles, nos ofrece el momento de inspiración de Merrill, quien decide ir dirección a su casa atravesando todas las piscinas que hay previamente (“Pool by Pool they form a River. All the Way to Our House”), todo ello acompañado con el motivo del limbo.
Análisis del Score (Contiene Spoilers) – Parte II: Julie (Reafirmación del Yo)
El corte 3 continua con el tema del limbo (The Dive / Don’t Come Back / Slow Walk / The Horse), interpretado delicadamente por las cuerdas y con maravillosas figuraciones en los vientos (flautas), especialmente en la primera parte del tema, The Dive, reflejando esa sensación de alegría y bienestar en Merrill, síntoma de que todo parece ir bien.
Pero nada más lejos de la realidad; tras ese idílico pasaje musical llega la parte asociada a Don’t Come Back, la primera torta de realidad que recibe Merrill, y donde empezamos a intuir que algo no marcha bien alrededor del nadador.
La señora Hammar, de forma fría y seca, ordena a Ned que se largue de su piscina, y Marvin convierte el tema del limbo, por primera vez, en un tema violento y agresivo, rompiendo así la tranquilidad y elegancia que transmitía el motivo.
Hamlisch nos ofrece aquí una variación que recuperará para los momentos más dramáticos del score, especialmente el tramo final, donde las tres primeras notas del motivo de limbo son repetidas de forma agresiva, a través de las cuerdas y los metales, un ataque directo al mundo ilusorio de Merrill.
Slow Walk nos ofrece de nuevo el tema del limbo de forma más pausada, mientras Merrill pasea solitariamente tras el anterior percance, paseo que acaba llevándole hasta un caballo (The Horse), donde Marvin ofrece uno de los mejores momentos del score, una pieza épica y gloriosa, con un sonido a la americana, donde los metales simulan el galope del caballo, mientras las cuerdas dan más intensidad y ritmo a la pieza conforme Ned y el caballo corren uno al lado del otro, con verja de por medio. Una maravilla.
El siguiente corte, Lucinda River / Two People ofrece uno de los momentos que irán precipitando un poco los acontecimientos en el devenir de la trama, otra falsa ilusión que se irá generando en la cabeza del nadador.
Tras visitar otra nueva piscina, dará con la bella y joven Julie, quien parece tener cierta complicidad con Merrill, dejándose convencer para acompañarle en su viaje por el río Lucinda, rumbo a su casa.
La pieza se construye delicadamente sobre el motivo principal del nadador, donde Julie confiesa la atracción que sentía hacia Merrill cuando era más chica, llegando incluso a robarle una camisa cuando trabajaba de canguro para sus dos hojas.
Esto hincha de orgullo y satisfacción a Merrill, ayudando a fortalecer la ilusión de que todo marcha francamente bien, reforzando su imagen de seductor, creyendo que no ha perdido su encanto, lo que hace que emerja, también, el motivo del limbo.
La aparición de Julie en la trama desembocará, sin ningún género de dudas, en el mejor corte musical del score, el corte 5, Together / Hurdles. En la primera parte del corte, Together, refleja la escena en la que Merrill y Julie nadan juntos su primera piscina, momento sostenido por el tema principal en una interpretación exquisita y maravillosa, donde también se cuela el motivo del limbo a través de las flautas.
Acto seguido, la joya, Hurdles (Obstáculos), corte que acompaña la magistral escena en la que Merrill y Julie corren y saltan todo tipo de obstáculos dentro de un recinto vallado para caballos.
El slow motion en el que se presenta la idílica escena (donde Merrill parece gritar a pulmón abierto lo atlético y joven que es) se ve favorecida del buen hacer de Marvin, quien a través de los metales (especialmente trompetas y trompas) y las cuerdas construye un corte épico y glorioso, con sonido a la americana, donde las breve paradas musicales (pequeños respiros o pausas) se corresponden con el momento del salto en sí, prosiguiendo el ritmo heroico conforme avanzan hacia el nuevo obstáculo.
El tema del nadador y el tema del limbo se simultanean durante toda la escena, hasta que finalmente Merrill salta solo el último obstáculo, con ambos motivos conjugándose, de excelente resolución musical, y donde el nadador se tuerce el tobillo.
Análisis del Score (Contiene Spoilers) – Parte III: Los Primeros Fantasmas (Reality Bites)
Julie, Julie / The Litlle Flute / The Goodbye nos ofrece la primera desilusión fuerte de Merrill, el primer desengaño dramático. Julie, Julie pone música al fallido intento de seducción del nadador, lo que provoca el rechazo de Julie, quien decide abandonar a Merill. La música en este tramo es realmente triste, y refleja el abatimiento de nuestro “galán”.
Acto seguido (con minutos de por medio en la película, eso si), The Little Flute / The Goodbye nos ofrece un bello motivo de flauta que Marvin nos asocia con un niño que aparece en pantalla tocando precisamente el susodicho instrumento. Merrill entablará una breve pero especial relación de amistad con el chico, con la famosa escena de la piscina vacía y ambos emulando que nadan como si estuviera llena de agua (excelente metáfora hacia la vida de Merrill).
Carnival es un corte salvaje y rítmico, muy de la época, que funciona como source music para la escena en la que Merrill llega a la cas de los Biswangers, donde vemos a gran parte de la clase social del lugar completamente desmelenada (bebiendo alcohol y bailando como posesos), una puesta en escena que refleja exceso y lujo (una buena bofetada para la clase ricachona). Esta brillante pieza de cocktail se basa en el teclado eléctronico, batería, bajo y vientos (donde asoman saxo, trompetas o flautas).
Otro pieza de source music maravillosa que le sigue es Lovely Hair, un corte rítmico y más delicado, donde batería y piano forman un maravilloso ostinato de avance, mientras que la flauta enuncia un nuevo motivo (el motivo de Lovely Hair), donde las cuerdas entran para reforzar la melodía, ganando en intensidad cuando la trompeta sustituye a la flauta para enunciar el motivo, repitiéndose la estructura en la segunda vuelta del motivo.
Este nuevo tema se relaciona con un nuevo intento fallido de seducción, esta vez con una chica llamada Joan que tiene el “pelo adorable”, intento que terminará violentamente con la expulsión de Merrill de la fiesta, especialmente cuando se enfrente a los Biswangers.
Análisis del Score (Contiene Spoilers) – Parte IV: El Comienzo del Declive (Dolorosas Verdades)
Rechazado y humillado, la salida de la fiesta de los Biswangers vendrá recogida en la primera parte del corte 9, Down the Steps, donde Marvin nos ofrece una versión tristona y pesada del motivo de Lovely Hair, con Merrill tiritando y con el bañador como única compañía, donde las cuerdas (principalmente) acompañadas de los vientos madera esbozan el motivo del nadador.
Este breve interludio dará paso a un gran número de minutos de película sin música, durante los cuales nos mostrará un gran pedazo de la verdadera historia de Merrill, un seductor empedernido y hombre de apariencias, que quedará al descubierto cuando llega a la casa de su ex amante, Shirley Abbott, quien le mostrará su rechazo, recriminándole el haberla usado y haberse comportado como un completo hipócrita.
Un intento final de seducción por parte de Merrill provocará que una destrozada Shirley le eche de su casa, quien de nuevo se encontrará a la intemperie, tiritando de nuevo a más no poder (el otoño está llegando para Ned, y éste sigue vestido como si aún estuviera en verano).
Es entonces cuando llega la parte final del corte 9, You Love It / On the Road, previo al desenlace final. Tras el traumático desenlace con Shirley, sumando ya dos con la fiesta de los Biswangers, un derrotado y desamparado Merrill abandona la casa de Shirley, caminando en solitario por la naturaleza, donde el motivo central suena de forma desoladora, hasta que nuestro nadador llega a la carretera, obstáculo que debe cruzar para proseguir su camino hacia casa, atravesando así su última piscina, la pública.
On the Road nos ofrece un tema vibrante y rítmico, otra joya de Marvin, un ritmo jazzístico de corte urbano, construido sobre la base de una magnífica percusión, cuasi experimental, que refleja perfectamente el caos circulatorio y los problemas que tiene Merrill para atravesar la carretera, y donde el tema del limbo aparece para acompañar la última hazaña del nadador.
Análisis del Score (Contiene Spoilers) – Parte V: Desenlace (Descenso a los Infiernos)
La piscina pública nos ofrece otro potente elemento dramático que permanece prácticamente sin música alguna. Mientras que en las piscinas de sus vecinos no tiene problema alguno para entrar, aquí sufrirá todo tipo de avatares para poder lograr su objetivo, siendo humillado en muchos momentos.
Cuando por fin logra entrar, se encuentra con una piscina exenta de glamour, llena hasta la bandera de todo tipo de personas chapoteando, jugando y gritando, con Merrill inmerso en un gran caos y desconcierto para atravesarla.
Una vez logrado, sufrirá de nuevo otra humillación, con los Hunsackers, una pareja que regenta un bar que visita Merrill, y a quienes debe no poco dinero. Los Hunsackers le darán el penúltimo sopapo de realidad, donde ya comenzamos a atisbar cual será el resultado final de las ilusiones de Merrill, y que oculta esa fachada de apariencias que arrastra durante toda la película.
Es aquí donde arranca la música de Marvin, el corte 10, un largo tema de desarrollo (6 minutos) cuyo nombre es My Kids Love Me / Traveling Home / Closer to Home / Home / Marcia Funebre.
My Kids Love Me pone música al enfrentamiento final con los Hunsackers, quienes afirman que las hijas de Merrill, en realidad, hablan mal de su padre a sus espaldas, lo que provoca una agria discusión que finaliza con Merrill huyendo. El corte abre de forma explosiva y dramática, a través del motivo principal, emergiendo el motivo del limbo de forma agresiva y violenta para la huida de Merrill.
El bloque Traveling Home / Closer to Home / Home / Marcia Funebre es el epílogo final, una pieza completamente dramática y con tintes de tragedia. El bloque comienza de forma delicada y suave, donde el arpa esboza el motivo del limbo, anticipando una falsa tranquilidad (Merrill ha llegado a su casa); pero nada más lejos de la realidad.
Repentinamente estalla una tormenta, y el escenario del regreso se ve inundado por una lluvia torrencial, que acompaña el pesado paso de Merrill por lo que antes fuera su hogar, una propiedad desolada y abandonada, todo en ruinas y echada a perder (solo hay que ver la maravillosa escena de la pista de tenis inundada de agua, completamente descuidada y llena de suciedad).
La música que acompaña a toda la escena adquiere tintes trágicos y cuasi bíblicos, donde todos los temas del score aparecen (el limbo, el principal y el de Lovely Hair), conjugándose en todo momento, y donde las tres primeras notas del limbo ejercen como principal protagonista, con los metales (trompas y trompetas principalmente) y las cuerdas golpeándonos una y otra vez para el fatídico regreso del nadador, desolado y superado por la realidad, la ruina total, una soledad profunda del perdedor, postrado en la puerta de su casa, llorando, y donde el motivo principal emerge poderoso y trágico, con las campanas marcando un paso fúnebre (incluyendo el breve y magistral interludio musical donde un violín emerge en solitario para la desoladora e inquietante visión de la casa de Merrill por dentro, puro Twilight Zone).
Es más, bien podría haber albergado una interpretación fantástica que consistiera en que Ned Merrill siempre estuvo muerto, olvidando los traumas que pasó en vida, y atravesar las piscinas de sus venicos funciona como un purgatorio para él, donde conforme avanza hacia su destino final, los fantasmas de su vida le van recordando todo lo que vivido y sufrido, descendiendo completamente a los infiernos para descubrir la más terrible verdad: está solo, y por ende, muerto (aunque lo de muerto sería igual si estuviera vivo; realmente ha sido dado por muerto para la sociedad que le rodea, es un fracasado, un perderdor, un paria).
Finalmente, con todas las cartas puestas ya boca arriba tras el explosivo final (magistral a todos los niveles, desde la dirección hasta la música), Marvin nos ofrece un breve apunte melódico a modo de cierre, un reprise del motivo central similar al tema del comienzo, un broche exquisito para una partitura inmensa.
The Swimmer – Exit
En definitiva, y como resumen final, estamos ante toda una obra maestra, rica temáticamente, de brillante desarrollo, maravillosas melodías y magistrales orquestaciones.
Un disco de 35 minutos, editado por FSM (y aún disponible a la venta) que debería ser un obligado en la discografía de los aficionados a la música de cine, y todo un ejemplo de la calidad de Marvin Hamlisch, más tratándose de su primer trabajo para el cine (anteriormente había trabajado realizando arreglos como pianista en Funny Girl para Barbra Streisand, o trabajando para artistas como su amigo Quincy Jones).
Ya quisieran muchos que su primer trabajo, con tan solo 24 añitos, tuviera la calidad, profundidad y riqueza de este score. Obra Maestra, sin más.
Listado de Temas
- Theme From The Swimmer («Send for Me in Summer») / Big Splash (03:22)
- Easy Four / Bubbles (03:27)
- The Dive / Don’t Come Back / Slow Walk / The Horse (04:04)
- Lucinda River / Two People (04:12)
- Together / Hurdles (03:40)
- Julie, Julie / The Little Flute / The Goodbye (01:25)
- Carnival (02:28)
- Lovely Hair (02:33)
- Down the Steps / You Loved It / On the Road (03:05)
- My Kids Love Me / Traveling Home / Closer to Home / Home / Marcia Funebre (06:06)
- Theme From The Swimmer (Reprise) («Send for Me in Summer») (01:15)
Duración Total: 35:37