Análisis
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Género
Basado en Hechos Reales, Comedia Negra, Drama, Histórico, Serie
Lo mejor
El tono musical y la potencia de su tema central, tanto a través de su cañera canción como en la ejecución musical durante la serie
Lo peor
No se me ocurre ningún pero a la construcción musical del compositor, siempre atrevido

The Serpent Queen

2022

Adoro el humor negro y el cinismo; creo que es un arma realmente inteligente para contar historias y enganchar al espectador, y en eso Starz (Lionsgate), la productora de la serie, ha acertado de lleno con The Serpent Queen (La Reina Serpiente, 2022).

Si además cuentas con un reparto rendido a la causa, una puesta en escena apabullante, guiones ácidos e inteligentes y al bueno de Bear McCreary a los mandos musicales… NADA PUEDE FALLAR. Absolutamente nada. Y así ha sido.

The Serpent Queen – La Serie

He de reconocer que las series se han convertido en mi pequeño refugio de calidad, algo así como mi Palacio de la Soledad cuando el cine me falla.

Hay una lista inmensa de series para aburrir (a veces demasiadas) por lo que hay que tener buen olfato para evitar tener besarte algún que otro sapo. Siempre ayuda mucho algún aliciente, que en mi caso suelen ser actores, compositores o propuestas argumentales interesantes. McCreary y Samantha Morton eran aquí los míos (además de los siempre geniales Charles Dance o Colm Meany).

Esta serie cuenta la vida, obra y milagros de Catalina de Medici, una Plebeya proveniente de un familia noble italiana caída en desgracia, al menos hasta el año 1560 (para el resto habrá que esperar a la segunda temporada, cuya renovación ya ha sido anunciada).

A través del cinismo y un sentido del humor descarnado, sin descartar el rigor histórico de los acontecimientos que cuenta, la serie nos muestra la visión “subjetiva” de todo lo que va rodeando la vida  de Catalina, y como se acaba alzando como Reina de Francia, incluida la regencia.

Esta visión trata de alejarla de esa imagen fría, maquiavélica y despiadada con la que la historia ha retratado a este personaje (que tampoco quiere decir que no lo fuese, porque vamos… es alucinante el nivel sibilino y de manipulación del personaje). Y claro, no le van a la zaga toda una fauna de “personajes” que sacaron rédito en aquella época gracias a su posición social, económica o religiosa, así que aquí hay para repartir a todos los estamentos (como la monarquía francesa, los Borbones, los Guisa o el propio Papa)

El recurso que utiliza la serie para ello es romper la cuarta pared, con una Catalina de joven y otra de mayor que habla al espectador (sus ácidos comentarios, gestos o miradas son impagables). Además de ello se sirve de una joven sirvienta llamada Rajima para que Catalina nos cuente su historia (que en realidad oculta una inteligente y sutil manipulación de la Reina Serpiente), consistente en mantener su “silla” y posición en la corte francesa, pese a todas las zancadillas a la que le someten.

Un serie altamente recomendable, y para este humilde servidor, una de las mejores que nos ha dado el año 2022.

The Serpent Queen – McCreary On Fire

El año 2022 quedará grabado en los anales de los que amamos la música de cine como el año en que McCreary se encumbró a lo más alto del podio de la banda sonora, en términos populares, como resultado de su odisea musical en The Lord of the Rings: Rings of Power (Los Anillos del Poder, 2022).

Lo que ha hecho en esa serie prácticamente ha eclipsado prácticamente el universo musical del año pasado en términos de bandas sonoras tanto del cine como de la televisión (con el permiso de grandes trabajos como The Batman de Michael Giacchino, el fantástico trabajo de Federico Jusid para The English o el de Daniel Hart para la serie Interview with the Vampire).

Pero volviendo a McCreary y The Serpent Queen, creo que el compositor ha dado justo con el sonido, o en su caso, con el tema que mejor representa a Catalina, especialmente en el tono.

Teniendo en cuenta que es una serie cuya narración hace cómplice al espectador, y cuyo poder dramático se ejecuta a través de una crítica corrosiva e irónica a los estamentos religiosos y a la nobleza de la época (con muy mala leche, y no tristemente tan desactualizado en su discurso), el compositor ha decidido modernizar la narración musical esperable siendo una serie de época.

No le falta ese aire clásico de la época, pero el tema central es totalmente cañero y de aires modernos… y oye, le sienta muy bien tanto a la serie como a la protagonista (incluso muchos de sus diálogos tienen un tono irreverente, deslenguado y moderno, aunque dentro del contexto histórico al que pertenece).

La música contiene ese elemento dramático necesario para contextualizar la historia, pero el tono es dinámico e inquieto, lleno de nervio, donde la cuerda es el elemento protagonista principal de la partitura, con aires juguetones y maquiavélicos para todas esas turbias e insanas historias que rodean a Catalina; intrigas de palacio llenas de traiciones, muertes, sexo y alianzas, donde todo es posible (como ver a un católico y a un protestante manteniendo relaciones sexuales).

El amor también se cuela por la ventana, para desvelarnos un sentimiento puro pero tristemente no correspondido de Catalina por su marido, el rey Enrique. Y más, mucho más como veremos a continuación.

The Serpent Queen – Análisis Temático

La banda sonora de McCreary gira especialmente alrededor de un tema central de ciertas connotaciones modernas, a la par que clásicas, y al que el compositor incluso le concede protagonismo a través de una canción de tono rockero, rozando el heavy, cantada por Esjay Jones y donde vemos en acción el instrumento principal que define a Catalina, la viola de gamba.

Este instrumento musical de cuerda nace a finales del siglo XV (dicen que probablemente en la Corona de Aragón), y entronca perfectamente tanto con la época de la historia de Catalina como con el tono musical clásico propio de la Edad Media, otorgándole un carácter elegante y distinguido.

Pero este tema central, brillante, fresco y original, es apoyado por una serie de subtemas secundarios (algunos no tanto) que le dan cuerpo al resto de la banda sonora, complementando ese tono clásico y moderno que se dan la mano en muchos momentos, o en otros momentos, como el tema de amor, siendo simplemente un tema de raíz sinfónica y clásica.

  • Tema Central – The Serpent Queen

En su versión más moderna y cañera, es el primer corte que escuchamos en la serie, que en realidad es básicamente la intro de la canción pero algo modificada (ojito al videoclip incluido, con la cara de McCreary haciendo diabluras, es realmente divertido). El punteo de la guitarra eléctrica y la batería son geniales, con la viola de gamba sumándose a la diversión. 25 segundos de divina locura.

Este tema tiene una versión más clásica y redonda en el corte 2, Catherine de’ Medici, donde McCreary desarrollo el tema central en todo su esplendor, con unos pizzicatos electrónicos que también nos encontramos en la canción principal (el propio compositor los toca sobre un teclado), y con el uso de la cuerda para remarcar el motivo central, todo muy a la McCreary (marca de la casa), uno de los saltos y señas del compositor desde Battlestar Galactica o Caprica.

Esos pizzicatos juguetones se suceden a lo largo de la serie, así como el uso de la viola de gamba o las cuerdas, un conjunto musical que tanto remarca el uso dramático como el más conspirador (e incluso divertido) de lo que acontece en torno. El tema central cobra especial brilla en el corte final de la serie, el climático Trust No One, donde McCreary, quizás el mejor corte sino fuera por la existencia de Arrival in France.

Ese corte es apabullante, y narra el viaje desde Italia a Francia de una joven Catalina a bordo de un ostentoso huevo de carruaje (no menos ostentoso que su atuendo) para firmar un acuerdo matrimonial con uno de los hijos del Rey Francisco. Viaja acompañada de su tío, el Papa Clemente VII, sabedor de que es de una importancia vital para la supervivencia de Catalina y los Medici.

El corte de McCreary es vibrante y enérgico, acompañado musicalmente todo el trayecto de Catalina y Clemente VII, con un ritmo de urgencia maravilloso que roza la acción, a través del tema central de Catalina asomando.

El corte es intenso y poderoso y, junto con Trust No One (el tema que cierra la serie y que supone la coronación de Carlos IX), son los dos momentazos musicales de la serie.

Es precisamente el cierre de la temporada donde McCreary saca toda la artillería, y el tema de Catalina va vertebrando magistralmente toda la escena final, donde sus enemigos (y también sus aliados) están en modo alguno presentes en ese cierre, observando la coronación. Es justo ese momento, el de la coronación, al que el compositor le brinda un temazo solemne y poderoso, con los coros haciendo acto de aparición para ensalzar el momento de gloria de la Reina Regente y su hijo Carlos IX, todo muy monárquico y ceremonioso. Lo dicho, uno de los mejores momentos televisivos del 2022 junto con el Arrival in France.

Otros momentos donde el tema de Catalina brilla es la apertura del corte From Duke to King, donde aparece de forma enérgica y poderosa, en un corte que entroncan con todo lo relacionado con el episodio donde la figura de Enrique II coge fuerza dentro de la Corte y el fallecimiento de su hermano mayor Francisco III (el Delfín), heredero directo al trono. En el minuto dos y medio tenemos una transición musical brillante, muy ala MCreary, para cuando Enrique vuelve del frente de la batalla y Catalina sale a recibirle.

O, por último, en la muerte de Enrique III en el capítulo 8, recogido en el corte An Eye for an Eye, cuando este le firma la regencia a su madre, donde McCreary ofrece una versión dramática y triste, reflejando el dolor de la madre al ver sufrir a su hijo.

  • Tema de Rajima

Curiosamente no es uno de los temas musicales que más aparezca en pantalla (si bien el personaje de la chica, Rajima, aparece prácticamente en todos los capítulos), pero su importancia será capital, pese a que probablemente sea una protagonista inventada para dar más profundidad a la manipulación de Catalina y al humor corrosivo de la serie (además de ser un magistral recurso narrativo para contar la historia desde diferentes puntos de vista).

El personaje de Rajima va creciendo durante la serie, pasando por todos los estadios posibles; cercana a Catalina, para luego ser lanzada al otro lado del cuadrilátero, alejada acto seguido de la Reina Serpiente, próxima a su enemiga Maria de Estuardo, viuda del que fuera Rey de Francia e hijo de Catalina, Francisco II. Pero finalmente, la Reina Serpiente, que bien podría ser también la Reina Araña, ha ido tejiendo sus redes sobre Rajima, y la sirviente, viva como ella sola, lo SABE y se deja querer…

Es en ese momento, el último capítulo de la serie, cuando el corte de Rajima resplandece de forma enérgica, un corte que parece una hermana menor del de Catalina, con una aparición con muchísimas fuerza y energía, reflejando el nervio en la decisión que toma la sirvienta de Catalina, tomando partido por la Reina Serpiente.

McCreary se saca todo un temazo, Rajima and the Queen, donde de nuevo la cuerda y los pizzicatos vuelven a escena con un brío y una alegría contagiosa (la primera parte del tema, vibrante y rítmica, tienen que ver con la jugada maestra de Catalina para deshacerse de la presencia de María de Estuardo). Tiene un tono clásico a la par que juguetón y divertido que lo convierten en uno de los momentos más luminosos musicalmente de la serie.

También en ese capitulo oímos una versión más lenta, casi dubitativa, más bien reflexiva, pasado ese comienzo enérgico y poderoso, donde Rajima es consciente de la manipulación de Catalina, pero que también ella lo ha permitido hasta cierto punto, despertando la simpatía de su Señora.

El corte de Rajima y la relación de la reina ya aparece brevemente esbozado en uno de los primeros capítulos, cuando la Reina comienza a contarle su historia a Rajima, asociando McCreary el motivo a la misma en ese momento, pero no es hasta el tramo final cuando el compositor se saca de la manga este pedazo de tema (el capítulo final, en términos musicales, es un gozada).

  • Tema de Amor

Es un tema que hace aparición ya en el primer capítulo, Catherine Meets Henri, y que aparecerá 2 o 3 veces más durante la serie (como el momento donde el Rey le regala a Catalina una de las mansiones expropiadas a los protestantes por los Guisa), aunque de una forma menos desarrollada o extensa.

Es un tema delicado, romántico pero contenido, a través de los vientos (el sonido de la flauta es maravilloso y precioso), arropando las cuerdas y el arpa, y sumándose los magistrales acordes de una guitarra acústica. Su aire inocente y tierno se alejan de cualquier connotación malévola o pérfida que escuchamos en el resto de la partitura.

Es una auténtica delicatessen y uno de los mejores temas de la serie y de la banda sonora.

  • Tema de Diane De Poitiers

Se la podría considerar, al menos durante gran parte de la serie, como la némesis de Catalina (ambas son primas pero rivales por el amor de Enrique II, una su esposa, la otra su amante). Compartirán rivalidad, pero en algunos momentos también sumarán esfuerzos. La Vida en la Corte es así. Un día sumas con unos, y al siguiente cortas por lo sano.

El tema de Diane cumple varios aspectos francamente interesantes dentro de la banda sonora; por un lado desprende cierta sensualidad pero también cierto misterio. Diane utiliza sus ardides de mujer para tener a Enrique II controlado, incluso influyendo en sus decisiones dentro de la Corte o del Campo de Batalla.

Es sibilino y serpenteante, y en ese aspecto se complementa perfecta con el tema de la Reina, pero está lejos de la importancia de Catalina, algo que McCreary deja presenta tanto con la presencia del tema tanto en la serie como con la sonoridad del mismo con respecto al principal. (NADA quita luz a CATALINA, aunque Diane pueda creerlo…).

Esa complementariedad se observa perfectamente en el uso de los pizzicatos, la cuerda y, de nuevo, en la viola de gamba, en el comienzo del corte Diane de Poitiers. McCreary juega con las sonoridades ambientales y electrónicas, incluso con el uso de voces yendo y viniendo, para darle profundidad a la naturaleza sensual y perfida de Diane (con aparición también del tema de Catalina dentro de los terrenos musicales de Diane, simbolizando la rivalidad entre ambas).

Este tema está perfectamente presente y desarrollado en los cortes Diane de Poitiers y Drenched in Gold (el momentazo en que Diane es bañada en oro esperando conservar su juventud para seguir rivalizando por el amor del Rey, donde incluso McCreary le mete coros femeninos para potenciar la belleza de la escena, con un tono casi onírico).

Destacar en este bloque el genial Mad Love, donde Diane de Poitiers pierde la compostura y asesina indignada, a sangre fría, a un protestante que había solicitado audiencia con el Rey ante toda la corta. McCreary se saca un corte magnífico que refleja la tensión y la locura y enajenación del momento, un amor loco y tóxico que encuentra en el Rey un aliado ante la debilidad de una Diane superada por el horror de su crimen. Un excelente corte que refleja el drama del momento y la pasión irracional y subyugante entre los amantes.

Igual de interesante que en Forbidden Fruit, donde McCreary deconstruye el tema de Diane para jugar con las sonoridades etéreas a través de la electrónica y las cuerdas, casi con un sonido acuoso o vidrioso, para uno de los momentos de pasión y escarceos sexuales entre Diane y Enrique II, donde ella clama que esa noche le hará sentirse como a un Dios, ya siendo éste reciente Rey de Francia.

Conclusión

The Serpent Queen, en un año normal, podría haber lucido mucho más de lo que este año ya creo que lo ha hecho, pero el nivel ha estado muy, pero que muy alto.

Los hermanos Gregson-Williams con The Golden Age, el trabajado de Federico Jusid para The English, el descomunal trabajo de Daniel Hart para Interview with the Vampire o ese lujazo de Hesham Nazih para Moon Knight ha opacado un poco que este trabajo luciese más.

Lo mejor de todo es que tenemos una segunda temporada por venir, y de seguir a los mandos de Bear McCreary, quedará por ver cual será el siguiente movimiento del compositor, con la opción de profundizar y agrandar el océano musical de este grandísima serie.

Esperando ansioso me quedo.

The Serpent Queen

  1. The Serpent Queen (feat. Esjay Jones) (3:35)
  2. Catherine de’ Medici (3:10)
  3. Rajima and the Queen (5:20)
  4. Arrival in France (3:46)
  5. Catherine Meets Henri (3:18)
  6. From Duke to King (5:19)
  7. Diane De Poitiers (4:04)
  8. Drenched in Gold (3:12)
  9. Forbidden Fruit (3:56)
  10. An Eye For an Eye (4:59)
  11. Mad Love (3:36)
  12. Trust No One (4:30)
  13. The Serpent Queen Main Title (0:25)
Duración total: 49:10 minutos
Compositor: Bear McCreary
Sello: Spark & Shadows
Formato: Descarga Digital
Fecha de lanzamiento 28 de Octubre 2022
The Serpent Queen