Análisis
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Género
Acción, Thriller
Lo mejor
Un disco agradable de escucha, que trabaja perfectamente en la película con dos motivos bien diferenciados
Lo peor
Las referencias a Powell y el exceso de compositores adicionales; se desnaturaliza un poquillo Beltrami

The November Man

2014

Cuando el entretenimiento, que  es el mínimo que pide hoy en día un servidor, está garantizado (eso sí, con un mínimo de sentido del ridículo, que hay mucha bazofia pululando por las salas y la televisión), me doy por satisfecho, haciendo muchas veces borrón y cuenta nueva.

The November Man (La Conspiración de Noviembre, 2014) es una de ese tipo de películas; producto de entretenimiento sin más, con algún giro (previsible), buen reparto, buena dirección, oficio tras las cámaras y un buen trabajo musical del compositor. Nada de ello es altamente destacable, pero todo ello funciona bien, lo cual no es poco.

Aunque, siendo sinceros, creo que con esos mimbres todo daba para mucho más. Pero lo dicho, en épocas de vacas flacas, si al menos lo pasamos bien, ya es lo mínimo que podemos exigir.

The November Man – Un proyecto de recorrido

Cuando Pierce Brosnan dejó su rol de James Bond allá por 2005 se interesó, junto con su colega de negocios Beau St. Clair, por llevar a cabo una adaptación cinematográfica de There Are No Spies de Bill Granger, que curiosamente se llamaría The November Man (título de la primera de trece novelas sobre el agente de la CIA Peter Devereaux, siendo There Are No Spies la séptima novela). De hecho Devereaux es apodado The November Man, que viene a ser una forma de decir que nada sobrevive a su paso.

La saga de Devereaux se iniciaría en 1979 y terminaría en 1993, siendo 1987 el año de la novela de There Are No Spies.

Tras varios intentos fallidos de llevar a cabo el proyecto, en 2007 todo quedó paralizado, y Brosnan se guardó los derechos hasta el 2012, año en que se retomó el proyecto, donde Dominic Cooper sonaba como compañero de Brosnan, quien finalmente se cayó del proyecto cuando comenzaba el rodaje porque fue contratado por Need for Speed.

En su lugar entraría Luke Bracey, quien interpretaría Mason, el pupilo de Devereaux, y pieza clave en la resolución climática de la película.

Brosnan pidió para la dirección a Roger Donaldson, con quien había trabajado en la (para mi) desastrosa Dante’s Peak (Un Pueblo llamado Dante’s Peak, 1997). No obstante, es de justicia destacar la labor de artesano de éste director en películas como No Way Out (No Hay Salida, 1987), White Sands (Arenas Blancas, 1992), Cocktail (1988), Species (1995) o, sobre todo, la genial Thirteen days (Trece Días, 2000).

Al reparto comentando se añadirían la actriz Olga Kurylenko (una belleza de origen ruso que ya pudimos disfrutar en la sosa Quantum of Solace de 007 o en la entretenida Centurion), que interpreta a la sufrida Alice, y a los veteranos y siempre geniales Bill Smitrovich y Will Patton (un actor que siempre me ha gustado, sobrio y efectivo), como agentes de la CIA, ambos superiores de Devereaux.

Pese a tener críticas mixtas, y no dejar de ser un producto medio de entretenimiento aunque bien facturado (a veces narrado argumentalmente con algo de torpeza), la película costó alrededor de 15 millones y recaudó unos 32 millones (ha sido rentable, vamos), y se ha comentado la posibilidad de llevar a cabo una secuela. Veremos

The November Man – Pequeña Aproximación Argumental

El agente Peter Devereaux decide retirarse de la CIA tras una operación fallida de protección a un embajador norteamericano, donde su pupilo Mason abate a un niño al intentar matar a un asesino, haciendo caso omiso de la orden de no abrir fuego de su superior, Devereaux.

Años después, Hanley, amigo y superior de Peter, le recluta para proteger a Natalia, affair de Peter, que se encuentra infiltrada en Rusia para desenmascarar y acabar con la carrera política de Arkady Federov, criminal de guerra que se presenta a presidente.

La operación acaba mal, con Natalia abatida por un francotirador (Mason) y Peter dado a la fuga, quien encontrará en Alice el instrumento fundamental y claverpara tratar de descubrir al traidor de la CIA que se la ha jugado y acabar con la carrera política de Arkady, no pudiendo fiarse en su camino de absolutamente nadie.

Y aunque todo acabe siendo más o menos previsible, para que mentirnos, los actores y la acción están bien, colaborando Beltrami al resultado final.

Acción a la Beltrami con un poquito a la Powell

En mi opinión, Marco Beltrami es uno de esos compositores que siempre me alegran la pestaña, cuyas asignaciones personalmente celebro, porque al menos garantizan, casi siempre, un mínimo de calidad.

El problema de Beltrami es el de los picos y valles; combina momentos magistrales con otros más simplones y olvidables, y con tanta asignación anual corre el riesgo de diluirse, salvo que le suceda como al bueno de Desplat en el 2014.

En defensa de Beltrami se puede argumentar que al menos el suele ofrecernos detalles o destellos de calidad (cuando no trabajos realmente redondos como la precuela de The Thing, el western 3:10 to Yuma o el genial drama Soul Surfer), y el 2014 ha sido un buen año, donde trabajos como 1864 o The Homesman ponen de manifiesto la calidad de Beltrami.

The November Man es un trabajo más alimenticio, pero que funciona bien con dos temas contrapuestos y diferenciados; uno para Devereaux y otro para los villanos (los rusos malotes).

Y suena a Beltrami, es indudable; recursos electrónicos, la forma de generar tensión con las cuerdas o los pasajes de acción aunque aquí, en mi opinión, quizás se haya desnaturalizado en pos de un estilo de acción moderno más próximo a los Bourne de Powell (nada que objetar, dicho sea de paso), pero sin renunciar a su estilo.

Y es que The November Man no deja de ser cine de acción moderno en un contexto de espionaje y con Europa de fondo; las referencias para comparar son claras. Eso sí, Brosnan se acerca más al bueno de Liam Neeson que a Matt Damon (cosas de la edad, supongo).

Además, añade un extraño tono cálido en el tema central a través de las cuerdas, en concreto a la guitarra en momentos puntuales, todo lo opuesto al tono amenazador del cimbalón como referencia a los villanos.

The November Man – Motivos Principales

Dos son los temas centrales que conjuga en esta banda sonora:

1)     El tema central (The November Man): Sabedor de que la gran baza de la película es la presencia de Pierce Brosnan como un veterano agente de la CIA que resuelve problemas allí donde se le necesita, Beltrami ofrece un tema central vibrante y enérgico, que tan pronto sirve para la acción más extrema (Run from Mason) como para los momentos más melódicos (Reunited). Este tema es el eje central de la partitura.

2)    Tema de los Villanos. O sea, un motivo para los malos, que no sólo serían los rusos, sino el traidor que tiene sus propios planes dentro del seno de la CIA. Beltrami ofrece un sonido de cimbalón electrónico que nos refleja tanto las presencias y perfiles de Arkady y la letal asesina rusa como las tensiones del lado traidor.

The November Man: Breve Análisis de la Partitura

A lo largo de una hora de disco encontraremos una audición agradable y rítmica, donde la electrónica y los elementos orquestales ofrecen un trabajo que se escucha francamente bien, aún en la tensión. No es uno de los mejores trabajos del año, pero sí que al menos es muy disfrutable.

Take Orders, larga pieza de cinco minutos y medio, nos presenta a Mason y Devereaux; primero mediante los acordes de una guitarra, luego con la introducción del piano, Beltrami  nos ofrece una bella versión del tema central, que poco a poco coge ritmo con la electrónica y las cuerdas, construyendo un corte ágil y bien estructurado, que acompaña la misión del comienzo de la película, donde el drama final ofrece unas notas musicales disonantes y crispantes.

Beltrami ofrece aquí el esquema y ritmo de lo que nos encontraremos a lo largo de la partitura; por ejemplo, toda la escena de Natalia y el robo de las fotos del despacho de Arkady, brillantemente musicalizada (con esas fases musicales de transición que tan bien dominaba Goldsmith, salvando las distancias), ofrece pasajes rítmicos y enérgicos, especialmente el Code 42, donde incluso asoma el toque Powell (cerca del minuto dos y medio es más que evidente).

Es curioso el toque Powell, en el uso de las melodías de acción en momentos más que puntuales, a través de electrónica y percusiones; aunque el estilo Beltrami está presente, parece que éste se diluya un poco bajo la influencia de Powell (no sé si serán temp tracks, referencias tomadas de Beltrami o imposiciones)

Aún así, echo de menos cierto atrevimiento de Beltrami que marque la diferencia, como en otras ocasiones; por ejemplo, sin ser una obra de acción, Flight of the Phoenix tiene algunos cortes de acción impresionantes y potentes, con garra y frescura, aportando originalidad y novedad a un panorama musical que se me antoja rancio.

O más recientemente en la precuela de The Thing, donde Beltrami rinde tributo a John Carpenter y Ennio Morricone, pero no se olvida de que el compositor es él, y así lo hace saber a lo largo de toda la partitura.

Dicho esto, destacar que la acción es la protagonista de la partitura, dominada con oficio a través de las cuerdas, la electrónica y las percusiones, que trazan ritmos de acción a lo largo de toda la partitura, bien combinadas como en el largo corte Run from Mason, el estupendo y breve Mason Jarred, o los cortes finales, Mason Saves Lucy (donde incluso el soniquete electrónico de Cimbalón enuncia el tema central, para posteriormente traernos el tema de los malos, y donde igualmente los teclados-pianos nos recuerdan al bueno de Goldsmith, de nuevo salvando las distancias) o Reunited.

Y si hablábamos de entretenimiento, es de justicia destacar el genial Leg Cut, un tenso corte donde la electrónica juega un papel fundamental hasta el tramo final, donde las cuerdas trazan un ritmo salvaje y de completo desasosiego (con permiso de los metales y la electrónica) para el corte en la pierna que infringe Devereaux a la novia de su discípulo Mason. Y es una lástima, porque creo que este corte, uno de los más destacados (y que me trae a la memoria cosas como The Thing), ofrece pistas de cual debería haber sido el camino para salirse de esa desnaturalización tan evidente (repito, tampoco es algo muy negativo).

Otro buen momento es la parte final de The November Man, un tema de tensión que se transforma en acción al minuto y cincuenta, donde percusiones y electrónica marcan un ostinato de avance con el tema de central sobrevolando el conjunto, entrando en un buen clímax final con percusiones metalizadas, muy Beltrami todo (y muy moderno, recordándonos cosillas como su Max Payne).

Igualmente, el breve y explosivo Mason Jarred es otro brillante ejemplo de la capacidad de Beltrami para saber ofrecer lo mejor de sí mismo, donde todo se fusiona perfectamente para ofrecer uno de los cortes más intensos de lejos, con la aparición del tema de los villanos.

Y hablando de los malos… su presentación no se hace de esperar, y aunque aparece mucho menos, cuando lo hace habla por los personajes; el toque oriental del cimbalón confiere la etiqueta necesaria para encajonar el origen de los villanos.

Natalia es un corte donde la susodicha agente entra en el despacho de Arkady para conseguir las fotos; de nuevo estamos ante un muy buen corte de acción, donde Beltrami nos presenta el motivo de los malos, tema que aparece en varios momentos de la película, y cuya presencia musical es más relevante en Reunited, donde previo al clímax musical cálido y redentor del tramo final tenemos la pelea de gatas entre Alice y la asesina rusa.

Beltrami ofrece un vibrante tema de acción donde el tema de los villanos hace aparición de forma enérgica, siempre de forma propulsiva y dinámica, que acabará desembocando en un tramo musical oscuro previo a la rendición final, donde la melodía hace acto final de presencia.

Y es la melodía, en su faceta más bonita, la que aparece alguna vez durante la película, y que Beltrami asocia al lado humano de los agentes; la hija de Devereaux, Lucy (Mason Finds Lucy, Reunited) o el de Mason, enamorado de su vecina (Mason Scores).

Hay que decir que aunque suman pocos minutos, éstos son relamente necesarios para relajar el tono musical y humanizar a los personajes, dando claves musicales sobre el perfil de los agentes (debajo de tanta frialdad hay un ser humano).

Merece mención aparte el Reunited, donde finalmente el tema central de Devereaux encuentra un camino redentor y victorioso en el tramo final, explosionando la orquesta con un bonito coda final que siempre llega a tiempo y eleva la valoración del conjunto final, donde las cuerdas son el principal elemento musical.

Los End Credits, finalmente, ofrecen una versión desenfadada y dinámica, muy al estilo John Powell (los Bourne o incluso el Knight and Day), del tema central; eso sí, en la película primero hay que escucharse una canción con los títulos de crédito finales para poder disfrutar de este corte (lo bueno del disco es que no hay que esperar, y que no hay canción previa).

Luego hay cortes bien ejecutados y bien desarrollados, que cumplen su función, se escuchan bien pero no dejan de ser correctos sin más (lo mínimo exigible), como el extenso corte de desarrollo Mira Mira on the Wall, de 9 minutos y medio (en el tramo final las cuerdas y los metales enuncian de forma poderosa y enérgica el tema central).

Todo ello, quizás (ese oficio que cumple sin más, y donde sin embargo destacan excelentes momentos musicales), tenga su explicación en la galería de compositores adicionales que asoman (Marcus Trumpp, Wlad Marhulets, Xiaotian Shi y Dennis Smith).

Y solo quizás, por rematar, Beltrami debería ajustar la agenda y equilibrar más sus proyectos; The November Man cumple sobradamente, pero da la sensación de que con más tiempo tendríamos algo muchísimo más interesante.

Resumiendo…

Oficio, Solvencia y Calidad. La OSC necesaria para cualquier trabajo moderno, el mínimo. Beltrami suele cumplirlo. Al menos en mi humilde opinión. La pena es que creo, personalmente, que The November Man daba para un poquito más, y aún así, me lo he pasado bien viendo la película y escuchando la partitura.

Es lo que tiene cuando un compositor hace su trabajo, y sobre todo, cuando lo sabe hacer (es decir, que sabe lo que se hace). Beltrami es de esos.

The November Man

  1. Take Orders (5:23)
  2. She Asked For You (2:30)
  3. Natalia (3:51)
  4. Code 42 (3:58)
  5. Natalia Dies (:57)
  6. It Was Devereaux (1:56)
  7. Run From Mason (6:52)
  8. Who Done It (1:33)
  9. Mason Scores (1:27)
  10. 1Leg Cut (4:15)
  11. Mason Finds Lucy (1:53)
  12. Mira Mira On The Wall (9:26)
  13. Confession (4:57)
  14. Mason Jarred (:59)
  15. November Man (2:27)
  16. Mason Saves Lucy (2:12)
  17. Reunited (4:51)
  18. End Credits (2:04)
Duración total: 61:31 minutos
Compositor: Marco Beltrami
Sello: Varèse Sarabande Records
Formato: CD, Descarga digital
The November Man