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The King’s Speech


Compositor: Alexandre Desplat.

Año: 2010.

Lo Mejor: sin duda, su elegante, divertido, y bonito tema principal.

Lo Peor: es una obra demasiado corta, y no por duración, sino porque carece de un verdadero climax fílmico.

NUESTRA NOTA

Reputado en su país de origen, Francia, reputado en las islas británicas, y desde hace unos años en la meca del cine, Hollywood, Alexandre Desplat sigue siendo un caso extraño en la industria cinematográfica de hoy en día. Se trata de un compositor amado por los aficionados, tanto como por el éxito. Buena parte de su convincente estatus en la profesión se lo otorgan los directores, por otra parte quienes más poder tienen para encumbrar o ignorar a un compositor de cine. El caso de Desplat es uno de esos en los que los directores se deshacen en elogios hacia su artístico proceder. Para darse cuenta de ello basta con leer los agradecimientos que le regalan nombres como los de Chris Weitz, David Yates, o Tom Hooper, director de El discurso del rey.

Dice Hooper sobre el compositor francés que “he querido trabajar con Desplat durante años, por su extraordinaria sensibilidad para trabajar con actores”. Y además de su satisfacción por el resultado de su música en el film, “que contiene significados y emociones contradictorias”, reconoce el director que “es una revelación escuchar la música en el album y descubrir que bello es el score en si mismo”, en su escucha aislada de las imágenes.
Y es que poco a poco Desplat ha ido labrándose una carrera gracias a su asociación con jóvenes directores en alza, como los mencionados Hooper o Weitz, Peter Webber, o Stephen Gaghan, pero también trabajando con otros bien asentados y prestigiados en el medio, como son Stephen Frears, Richard Loncraine, Roman Polanski, Terrence Malick, Ang Lee o David Fincher, por mencionar unos pocos.

En el caso de El discurso del rey, la música de Desplat alarga el camino que se inició pocos años atrás con el score de The Queen (Frears, 2006), y que asoció al francés con la música “real” británica. Ese estilo fue profundizado posteriormente en trabajos de Frears como Cheri, de Loncraine como The Special Relationship o de Anne Fontaine como Coco Avant Chanel. De todas ellas, El discurso del rey es la mejor, por su calidad temática, y por servir útilmente a una gran película.

La música de un rey con problemas “reales”


Película con un argumento sencillo donde los haya, un vistazo a la realeza británica en un momento muy determinado de su historia, la entrada en la segunda guerra mundial, sus caprichos, y sus problemas mundanos, El discurso del rey ofrece una visión sobre la forma en que su protagonista, Jorge VI (Colin Firth), afronta sus dificultades para hablar, y la paciencia con que los consejos de un experto logopeda, interpretado por Geoffrey Rush, van calando en él, al tiempo que surge una relación amistosa entre dos tipos de sangre diferentes.

El discurso del rey no es la mejor partitura en la, por el momento, corta carrera de Alexandre Desplat, pero si una que define bien la fórmula que con tanto éxito el francés ha conseguido perfeccionar. Parte de la base que toda gran banda sonora necesita, la melodía, como prácticamente única forma de conectar al espectador con la historia, de la misma forma que las palabras siguen siendo imprescindibles para una narración. En este score, Desplat escribe un original, dinámico, e incluso bello tema principal, que asocia al personaje de Colin Firth. No a su alteza real, sino a su persona, como queda patente con solo escucharlo una vez. Salvo algún caso puntual, como algunas escenas en las que interviene la mujer del futuro rey Jorge VI (el corte “My Kingdom, my rules”), y la sucesiva repetición del tema principal, la música adquiere tintes dramáticos a lo largo de toda la película.

Se trata, no obstante, de describir los días previos a la entrada de Gran Bretaña en la segunda guerra mundial, centrando la historia en un acontecimiento de relevancia para la monarquía británica, como fue la sucesión de tres reyes en un breve espacio de tiempo. Así, Desplat opta por la cuerda y un pausado piano para deambular por la cinta haciendo uso de su carácter descriptivo. Son muchos los ejemplos, desde la escena de la muerte del rey Jorge V (“The King is dead”), la coronación de Jorge VI (“King George VI”), donde Desplat introduce algún aspecto más solemne a su música, o en la pieza “Queen Elizabeth”.

Pero la verdadera maestría del score de Desplat hace aparición cuando se trata de poner música a Bertie, el rey en ciernes protagonista. Por dos razones, la primera de ellas ya apuntada, y que se corresponde con el brillante tema principal. Una melodía ejecutada al piano, con acompañamiento de cuerda. Es sin duda la versión más amable posible de un rey. Una persona, al fin y al cabo, que nunca esperó ser coronado, pero que es descrita en la película como familiar, sincera, y en ocasión divertida. Y en el resumen musical de esas ideas es donde Desplat gana enteros, convirtiendo los apelativos en un tema con identidad y calidad como para ser recordado como una buena pieza de música. Un buen tema, que puede ser escuchado en versiones íntegras en cortes como “The King´s Speech”, o “Fear and Suspicion”. Escuchar tema →

Desplat es un compositor inteligente, y casi siempre consigue otorgar cierta semántica a las películas en las que trabaja. Si supo hacer que pareciera que el otro Colin Firth, el de La joven de la perla, pintara cuando no tenía un pincel entre los dedos, o que sospecharamos de quién andaba tras las intrigas de consecuencias globales en El escritor, no podía hacer menos con la verdadera dificultad de Jorge VI: el habla. Escuchar tema →

Así, encontramos un breve motivo asociado a la tartamudez del monarca. Tan simple como poner a un niño frente a un piano, y escuchar como toca una y otra vez la misma tecla. Podemos escucharlo por primera vez al comienzo del corte “My kingdom, my rules”. Es una tontería con sentido, por así decirlo, porque el piano quiere arrancar pero no puede, y sirve sobradamente para reflejar con música la frustración del protagonista, mucho más expuesta sobre todo si se compara con el tema principal, también en piano, pero mucho más suelto, elegante, y simpático. Y en esa comparación reside la explicación del personaje de Desplat. Escuchar tema →

Tendrá posteriores apariciones, como no, en cortes como “Queen Elizabeth”, y en “The Rehearsal”, momento en el que el rey y su logopeda ensayan el discurso que origina la película. Es en este momento cuando la música encuentra cierto alivio para el motivo de la tartamudez, aunque su presencia será efectiva también en la última pieza de Desplat “The Treath of War”, cuando los micrófonos amenacen de nuevo a Jorge VI. A pesar de ello, “The Rehearsal” es lo más parecido a una conclusión musical de ideas, cuando el piano torpe que escuchábamos con anterioridad desemboca en un alegre pasaje lleno de entusiasmo. Escuchar tema →

Por cierto, existen dos curiosidades al respecto de esta banda sonora. La primera de ellas tiene que ver con el primer corte presentado en disco editado por Decca, “Lionel and Bertie”, en cuyo inicio podemos apreciar un sonido un tanto lejano, debido a que fue grabado por los mismos micrófonos utilizados por el rey Jorge VI en realidad. Y la segunda, que la edición presentada por la discográfica difiere en Estados Unidos, donde la parecen haber adquirido la mayor parte de los que la han reseñado, de la presentada en Europa por Decca, donde hay un decimocuarto corte que incluye una pieza clásica más, al final, correspondiente a las bodas de Figaro de Mozart, que el logopeda pone como terapia al protagonista durante la película.

Una banda sonora de Oscar


Una banda sonora de oscar es aquella que acompaña a la película más premiada del año, o bien a la más nominada y vapuleada. Lo segundo abunda menos en los últimos años, pero estuvo muy presente en los noventa (El cartero y Pablo Neruda o Full Monty). Y es la primera de las opciones la que le puede valer a Desplat su primer Oscar, en su cuarta nominación, la tercera de forma consecutiva.

No es El discurso del rey uno de sus mejores trabajos, ni la película necesitaba más. Contribuye a ello el hecho de que el climax de la historia contenga música de Beethoven, y no del francés, algo que es explicable, pero no deja de decapitar las posibilidades de concluir el trabajo expuesto durante todo el metraje. El hecho de que el score de Desplat no se cierre como es debido, hace precisamente disminuir la calidad del trabajo, aunque en esta ocasión sea por una causa justificable para la película. De algún modo, lo aleja de de ser más redondo.

No obstante, cuenta con un tema principal que es del gusto de la Academia de Hollywood, y acompaña una película de corte clásico, que más que nada demuestra el olfato de Desplat a la hora de escoger proyectos oscarizables, como lo eran anteriormente The Queen, o El curioso caso de Benjamin Button. Esta última, por cierto, es el mejor ejemplo de hasta donde es capaz de llegar la sensibilidad de Desplat para expresar con música una época, y unos sentimientos. Sin duda, la banda sonora de cuantas ha compuesto y que hayan sido nominadas que más merecía el premio.

No hay tantas diferencias de estilo entre la de Benjamin Button y la de El discurso del Rey, sino que de hecho la segunda deambula por algunos planteamientos iniciales de la primera. Y en eso se resume lo que las diferencia.

Quienes disfrutan del Desplat melódico de lengua inglesa, léase Benjamin Button, El velo pintado, Deseo, peligro, o La joven de la perla, lo seguirán haciendo con El discurso del Rey. Una inteligente, bonita, e inacabada partitura para una atractiva película. Y si nos ponemos exigentes un mal día, siempre podremos poner cualquiera de las cuatro anteriormente reseñadas.

The King’s Speech

01. Lionel And Bertie (2:10)
02. The King’s Speech (3:54)
03. My Kingdom, My Rules (2:51)
04. The King Is Dead (2:06)
05. Memories Of Childhood (3:36)
06. King George VI (3:05)
07. The Royal Household (1:43)
08. Queen Elizabeth (3:35)
09. Fear and Suspicion (3:24)
10. The Rehearsal (1:42)
11. The Threat Of War (3:56)
12. Speaking Unto Nations (Beethoven Symphony No.7 II) (5:02)
13. Epilogue (Beethoven Piano Concerto No.5 Emperor II) (3:56)

Duración total: 41:00 minutos
Compositor: Alexandre Desplat
Sello: Decca
Formato: CD, Download
Fecha de publicación: 22 de noviembre de 2010