Análisis
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Género
Gore, Quentin Tarantino, Thriller, Western
Lo mejor
Los Main Titles, esa última Diligencia a Red Rock; clásico instantáneo de Ennio Morricone y de la historia del Cine
Lo peor
Algún oido que busque emociones más modernas, pero chicos, esto es MÚSICA DE CINE, y su adecuación es magnífica

The Hateful Eight

2015

Si la montaña no va a Mahoma, pues va Tarantino a Morricone. Y eso que, con los antecedentes que obraban en el pasado, cualquiera podría haber previsto que el Maestro italiano fuera a colaborar con el famoso director y guionista tras algún que otro menor desencuentro en el pasado. Y dicho ésto, aún sería más difícil de prever que el italiano se pueda alzar, al fin, con un Oscar, y no honorífico…

Pero vamos por partes, como diría el amigo Jack el Destripador… (un personaje como anillo al dedo para haber metido en la cabaña del tío Tarantino).

Avatares de The Hateful Eight

Si exceptuamos la dirección a cuatro manos de Four Rooms o su participación en Sin City como director invitado, y tomando Kill Bill como una sola película, ÉSTA es la octava película de Quentin Tarantino (algo similar hizo el amigo Federico Fellini con su 8 y 1/2), y el título de la misma se toma muy en serio eso de anunciar al respetable “ey, está es mi octava película, que lo sepáis”, y para que la gente sea aún más consciente de ello, ha llevado a cabo una serie de llamativas propuestas de aroma retro o vintage, que artística y estilísticamente nos llevan al cine de antes… eso sí, con el sabor de Tarantino (algo que vemos repercutido sobradamente en los diálogos y personajes).

Tenemos al genial y veterano John Dykstra (¿Quién no recuerda Star Wars, Battlestar Galactica, Firefox o Star Trek?), con quien Tarantino trabajó en sus dos anteriores películas, al maquillador Greg Nicotero (conocido por su gran trabajo en The Walking Dead, con lo que nos hacemos una idea de que alguna burrada veremos en pantalla), a los productores Harvey y Bob Weinstein (dos de los hacedores de dinero más potentes de la industria americana, también habituales en la filmografía de Tarantino), y, aparte de un reparto estelar del que hablaremos luego, a su ídolo, el gran Ennio Morricone, quien por fin sumó esfuerzos a la filmografía del director, pero componiendo material original, en lugar de servir única y exclusivamente para ceder su música como fuente de inspiración. La génesis de la película nos lleva al 2013, a noviembre, donde se anuncia que Tarantino llevará a cabo su nueva película, pero una supuesta filtración de guión en enero del año siguiente lleva al director a cancelar el proyecto y decidir publicar el guión como una novela. Sin embargo, Tarantino decide hacer una lectura de su guión en United Artist Theater de Los Ángeles en abril del 2014, donde cambia de opinión y decide llevar a cabo adelante la película, comenzando a cerrar reparto (donde Samuel L. Jackson animó sobremanera al director) y demás realizadores y medios técnicos, estrenándose la película en diciembre del 2015, de cara a los Oscars y demás premios (Morricone, por cierto, por si no lo dije antes, lo lleva de calle, rumbo al Oscar, acumulando todo tipo de galardones por su composición para The Hateful Eight, que incluye un Bafta y un Globo de Oro).

Una de las fuentes de inspiración, ineludible si uno lo piensa bien, fue la obra maestra de John Carpenter de 1982, The Thing (La Cosa), película que el director fue “la única” que mostró al reparto para orientarles el contexto de la película: un grupo de humanos atrapados por un temporal de nieve, donde nadie es lo que parece y todos desconfían unos de los otros, eso sí, sin presencia de criatura alienígena, pero manteniendo cierto nivel de casquería en pantalla (el tramo final es una animalada).

Así pues, no fue casual la elección ni de Ennio Morricone para la música, compositor fetiche del director, quien compuso la desoladora y desasosegante partitura del clásico moderno de Carpenter (siendo fiel a su estilo y rindiendo tributo al director/compositor), ni la elección de un inmenso Kurt Russell como el duro cazar recompensas John “The Hangman” Ruth (John Ruth, alias La Horca… “si John Ruth La Horca te atrapa, tu destino es morir ahorcado”).

Otra curiosidad es el contexto temporal de la historia; tiene lugar en la misma época que su anterior película, Django Unchained (Django Desencadenado, 2012), de hecho se rumoreó que The Hateful Eight pudiera haber sido una suerte de secuela, incluso con título ideado a tal efecto (Django in White Hell), pero finalmente se alejó totalmente de esta concepción.

En cuanto al reparto, Tarantino tenía claro varios de los actores para los personajes de su guión; Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Tim Roth y Michael Madsen eran fijos. A ellos se incorporaron una genial y brutal Jennifer Jason Leigh como la convicta y fugitiva Daisy Domergue (que le puede valer a la actriz un Óscar por su brillante interpretación), un papel por el que desfilaron nombres como Demi Moore, Robin Wright o Geena Davis (sinceramente, creo que fue la elección más acertada).

Entre el plantel de secundarios, destaca la presencia del siempre estimulante y veterano Bruce Dern, quien colaboró en varios westerns en el pasado (The Cowboys, Posse o Hang ‘Em High), un genial Walton Goggins como el sheriff Chris Mannix (impagable), un sorpresivo Channing Tatum, y dos buenas actuaciones en diferentes ondas como la del bonachón James Parks (el único personaje con un halo blanco entre tanto gris tirando a negro) y el inquietante y el extraño Demián Bichir.

En cuanto al rodaje, destaca el estilo de rodaje utilizado, Ultra Panavisión 70, un sistema extremadamente inusual que había sido utilizado 50 años atrás, siendo Kartum (1966) la última película en utilizar ese método de filmación. He de reconocer que es una auténtica gozada, a nivel técnico, todo el proceso de rodaje y creación de la película (personalmente me lo pasé como un enano, con las virtudes y los defectos del cine de Tarantino), una película que por cierto pasaba ligeramente las tres horas y cuyo metraje se vio reducido a 167 minutos.

Y como anécdota simpática, destacar la de la secuencia en la que Daisy Domergue está cantando una canción de época, Jim Jones at Botany Bay, donde para dar más autenticidad a la escena, el equipo de producción y dirección solicitó una guitarra de época prestada por el Museo de Guitarra de Martin, cuya antigüedad data de 1870. Al final de la canción, el personaje de Kurt Rusell dice “Music Times’ Over” y destroza la guitarra, arrebatándosela previamente de las manos de Jennifer Jason Leigh.

Se construyeron hasta seis réplicas para dicha escena, pero durante el rodaje de la misma Kurt Rusell no fue informado correctamente para el intercambio de la guitarra real por el de la réplica y destrozó la original en pedazos, ante la incredulidad de Jennifer Jason Leigh, cuya reacción fue real al saber que Kurt estaba destrozando la auténtica guitarra, dotando de mayor credibilidad al momento.

Como era de suponer, el Museo, tras éste incidente, decidió no dejar más guitarras ni nada similar para ningún rodaje.

Breve Sinopsis

John Ruth La Horca transporta a Daisy Domergue a Red Rock en diligencia para cobrar la recompensa y acudir personalmente al ahorcamiento de Daisy. Durante el recorrido se incorporarán al viaje otro caza recompensas, el Mayor Marquis Warren, quien también quiere cobrar la recompensa de tres criminales abatidos cuyos cadáveres le acompañan, y el nuevo Sheriff de Red Rock, Chris Mannix, un sureño que chocará frontalmente con La Horca y Warren (norte y sur, aún acabada la guerra, sigue siendo un motivo de escozor y conflicto).

Una tormenta les acecha, y deberán hacer noche en la Cabaña de Minnie, donde les esperan unos personajes de lo más variopinto; Oswaldo Mobray (un impagable e histriónico Tim Roth), quien resultará ser el nuevo verdugo de Red Rock, el inquietante Bob (Demián Bichir), un mexicano contratado por Minnie para trabajar en la cabaña, el vaquero Joe Gage (el siempre duro Michael Madsen), quien dice volver a casa a ver a sus seres queridos, y el General Sandy Smithers (un gran Bruce Dern), un sureño con el que Chris Mannix hará buenas migas y que protagonizará una de las mejores escenas de la película (y del año pasado), no exenta de excesos made in Tarantino, en su enfrentamiento con el Mayor Marquis Warren.

La paranoia y el mal rollo irán in crescendo, con galería de diálogos cortesía de la casa (no faltan insultos y palabrotas), y una casquería que a veces roza lo gore y lo salvaje, en un espectáculo que promete lo que uno busca si sabe lo que va a ver.

Indudablemente, para el que escribe, una delicatesen cinematográfica no apta para todos los gustos.

At Last… Tarantino & Morricone

Quien la sigue la consigue. En ésta vida hay que ser pertinaz y tener claros tus objetivos, y el amigo Tarantino podrá presumir, finalmente, de haber conseguido fichar, AL FIN, a Ennio Morricone. Y eso que no fue fácil… Y sino, recapitulemos.

La historia dicen se remonta a 1994, donde Quentin Tarantino ofreció al italiano componer algo de música para Pulp Fiction, donde el romano declinó la oferta.

Posteriormente, Tarantino usaría música no original de otras películas del Maestro para Kill Bill, Death Proof, Inglorious Bastards y Django Unchained.

Llama la atención, no obstante, el tema del flechazo con Morricone en las dos últimas; en el caso de Inglorious Bastards, Tarantino ofreció al italiano, de nuevo, la posibilidad de componer la banda sonora original, declinando la oferta a causa del programa de producción y grabación de la película, el cual no se ajustaba con su agenda.

En el caso de Django Unchained, al fin consiguió que el italiano le diera material original, componiendo la canción Ancora Qui, cantada por Elisa. Sin embargo, fue esta última película la que dicen causó cierto malestar en Morricone, quien llegó a afirmar, algo tajante, que jamás volvería a trabajar con Tarantino por su incorrecto uso de la música, sin coherencia alguna.

Quizás demasiado tajante o no, con o sin razón, el italiano salió al paso rápidamente para explicar un poco sus palabras, alegando que se habían sacado de contexto sus declaraciones, afirmando tener un gran respeto por la obra y el trabajo de Tarantino, y que era un honor que el director utilizase su música, lo cual era una señal de hermandad artística entre el italiano y el norteamericano.

Todo cambiaría, finalmente, en Junio de 2015, donde Tarantino, en pleno rodaje de The Hateful Eight, viajó a Roma a recoger dos premios del pasado de los David di Donatello Awards por Pulp Fiction y Django Unchained.

Tarantino, Roma, Morricone… una triple conexión espacial en tiempo y forma que tenía que desembocar, SI O SI, en que ambos confluyeran y se vieran, donde el director, de nuevo, le volvió a tirar el anzuelo, a lo que el italiano, ésta vez, aceptó el órdago, afirmando que le encantaba el guión de Tarantino, entendiendo más la película como un ejercicio de aventuras que como un western propiamente dicho.

Emocionado hasta las trancas, el amigo Tarantino anunciaría en la Comic-con de San Diego, en julio, que Ennio Morricone compondría música original para su nueva película, lo que supuso un notición para los que amamos y disfrutamos el buen hacer del romano (uno de sus últimos trabajos, La Migliore Offerta, del 2013, es un auténtica delicia).

La asignación al Western de Tarantino suponía un regreso a un género en el que no trabajaba desde 1981 con Buddy Goes West (aunque algunos trabajos como Le Ruffian, de 1983, nos llevaban ineludiblemente al universo del western, con retazos de trabajos como Two Mules for Sister Sara).

En un principio, Morricone se ofreció a componer el tema central para la película de Tarantino, ofreciendo al director licenciar y usar música compuesta para The Thing que no fue utilizada por John Carpenter en la película, con lo que así tendría el montante musical necesario para usar en The Hateful Eight. De hecho, el compromiso fue de 25 minutos de música, aunque finalmente el italiano pudo componer más música de la que habían acordado director y compositor.

A Tarantino le apasionó la idea, y cogió material de The Thing para reutilizar, quedándose mucha música original compuesta fuera de la película a favor del material “prestado” (a excepción de la carta de Lincoln y el tema de la nieve).

De hecho, en el disco de Decca Records nos encontramos con toda la música compuesta por el italiano (variaciones del tema central, el tema de la letra de Lincoln, el tema de la nieve y el tema del infierno blanco), de la que se usaría alrededor del 40-50%, además de diálogos cortesía de la casa y cuatro canciones, incluyendo la que canta Jennifer Jason Leigh.

Es curioso el arte de la composición, más cuando hablamos de Compositores con letras mayúsculas, como el caso del italiano; Morricone recuperó viejas costumbres, como cuando trabajaba con el gran Sergio Leone, quien le contaba al italiano de que iba a ir su nueva película para que compusiera la música y se la entregase para ponerle en los platós de rodaje mientras dirigía (componer como arte, sin escenas específicas, donde el director ajusta las imágenes a la música… vamos, como ahora).

El bueno de Morricone, solo con leer el guión, el cual le entusiasmó, destacó la fiereza y la brutalidad del acto final, componiendo un brillante tema de apertura y una excelente overtura, sin tan siquiera saber cuál sería la escena a la que acompañaría la música o el uso que le daría Tarantino.

De hecho, el comienzo de la película es tremendo y espectacular, donde Tarantino recoge la música del Maestro y la hace lucir como nunca en uno de los mejores comienzos de la historia del cine reciente, donde el italiano se marca un tema de escándalo, para el que escribe de lo mejor que he visto en años en el cine, y de lejos (quizás su mejor tarjeta de presentación para el Oscar).

Morricone afirmó que simplemente escribió según lo que le sugería el guión, y con muy pocas indicaciones de Tarantino; de hecho, afirma que el director le insistió en la importancia de la nieve.

Lo dicho, un GENIO.

The Hateful Eight – Bloques Temáticos

La partitura del Maestro italiano se vertebra principalmente sobre un único tema, el motivo central que abre la película, L’Ultima Diligenza di Red Rock – Versione Integrale, tema que nos encontramos a lo largo de la partitura en diferentes variaciones tanto en el disco como en la película, ofreciendo además tres temas más realmente interesantes.

1) Tema Central: Los Ocho Odiosos (La Última Diligencia a Red Rock). Es un tema opresivo y tenso, espectacularmente construido en el inicio de la película, y que nos encontramos en varios momentos del disco y de la película (como la Overture o el genial I Quattro Passeggeri, donde se nos explica los misteriosos cuatro pasajeros que llegan a la cabaña de Minnie antes que nuestros protagonistas del comienzo de la película). Las cuerdas, la batería (me encanta ese ritmo sutil de batería con los platillos marcando un ritmo de avance), el oboe, los fagots, un coro masculino y el sintetizador construyen un corte inmenso y agobiante, casi aterrador por momentos. De diez, de Oscar.

2) El tema de la Nieve: Es un tema sugerente y evocador, a ratos desolador, a ratos misterioso, y que principalmente tiene su explicación en la magnífica escena donde el Mayor Marquis Warren le cuenta al General sureño Sandford Smithers la historia de lo que le sucedió al hijo del general, donde la nieve juega un papel importante. Las cuerdas se alzan como el elemento principal en la construcción de un ambiente misterioso cargado de cierta tensión, en un corte que bien podría ser un descendiente directo de la música de The Thing. La Overture, segundo corte del disco, nos avanza el tema (combinándolo con el tema central), aunque el mejor desarrollo lo encontramos en Neve – Versione Integrale, doce minutos que son una auténtica gozada para el que escribe, y que en pantalla luce sobremanera.

3) La Carta de Lincoln: Otra joyita. En La Lettera di Lincoln, Morricone saca su vena más melódica, para ofrecernos el único momento de paz en la película (no es casualidad que sea al final de la película), donde una trompeta de corte solemne y patriótica nos ofrece una versión tranquila y apacible para la lectura que Chris Mannix hace de la famosa carta de Lincoln del Mayor Marquis Warren (el disco nos ofrece el tema con o sin diálogo). Otro tema de diez.

4) El Infierno Blanco: Viendo el uso que Tarantino hizo del corte Bestiality de la partitura de The Thing en la película (hasta en dos ocasiones, la escena del café y la del ahorcamiento), cabe suponer que Morricone había compuesto éste tema para ambas escenas, pero Tarantino decidió quedarse finalmente con el tema de La Cosa. Es un corte tenso, salvaje, violento y caótico, en cuya apertura parece querer arrancar el tema central, y donde la orquesta ofrece una fase final de pizzicatos y uso de percusiones muy en la línea del Maestro (por poner un ejemplo, me recuerda a material de acción y tensión del genial Crossing the Line).

Mención aparte para un bello y sugerente tema, Raggi di Sole Sulla Montagna, un breve e interesante corte que aparece en la película, un pequeño interludio musical de cierta tranquilidad y con un toque misterioso previo al infierno que se desatará posteriormente, un respiro musical para limpiar tensión y ofrecer unas bellas imágenes del paisaje nevado y del sol.

La Última Diligencia a Red Rock

Mención aparte del análisis hecho merece la escena del comienzo que abre la película. Una cruz en pantalla, un paisaje nevado y una diligencia acercándose en la lejanía, con una construcción musical in crescendo de casi ocho minutos digna de estudio en las academias de composición.

Los fagots, los violines y un ritmo de batería acompañado de una excelente percusión van construyendo una fantástica y obsesiva marcha de avance que va creciendo en tensión, marcando un ritmo constante que va aumentando en intensidad, donde acaban sumándose el oboe, los metales y unos coros masculinos (quizás la única concesión-reminiscencia de un melancólico Morricone en tono spaguetti-western), creando un tema que roza el terror sumo en su tramo final con un tutti orchestra que es brutal, y que es quizás el avance de la salvaje y devastadora violencia a la que asistiremos durante la película.

Tarantino ejerce de excelente maestro de ceremonias para la película, sirviéndose de la maestría de un Ennio Morricone que brilla con luz propia (para muchos la verdadera razón de la nominación al Oscar, y muy probablemente de su primer Oscar), ajustando sus imágenes a una pieza compuesta por intuición del italiano, una obra de arte musical que cual Sergio Leone el director Tarantino ha hecho el pilar y sostén del prólogo de la película (la música ya comienza a narrar y a contarnos que vamos a asistir a algo muy tenso y violento).

Es casi una marcha fatalista, el camino musical tortuoso para la última diligencia de Red Rock; nada puede salir bien, vamos. Su construcción in crescendo es ya un clásico del Maestro; solo hay que recordar, por poner un ejemplo parecido en construcción pero distinto en intención, en su magistral The Strenght of the Righteous, un pedazo de Main Title de The Untouchables (Los Intocables, 1987), un tema que siempre me ha enamorado y hecho vibrar.

Que a sus 87 años este tío me siga emocionando, y es más, que me emocione más que el 90% de los compositores actuales dice mucho de la calidad del italiano y de la calidad de los compositores de ahora.

La Reutilización de la Música de The Thing

Si encima tu película contiene elementos de similitud con The Thing (compartes compositor, el actor principal e ideas, como el test de la sangre, sustituido aquí por un salvaje interrogatorio para descartar inocentes y ejecutar culpables), y te dejan usar (y puedes hacerlo) música descartada de la película de 1982, pues… ¿Por qué no vas a hacerlo?

Eso debió de pensar el bueno de Tarantino, quien encontró en el corte Bestiality un vehículo musical excepcional para dos de las escenas más salvajes y violentas de una película en los últimos años.

Las cuerdas marcan un ostinato salvaje y violento, muy agresivo, donde varias líneas de cuerda se superponen y simultanean para ofrecer un motivo virulento. La escena del café y el ahorcamiento, secas y duras, van en consonancia con lo que Morricone ofrece musicalmente para las escenas en ese corte (eso dice mucha de la importancia y la calidad de la música del italiano, un tema compuesto en 1982 y usado en una película de 2015, donde se demuestra que la música, la buena música, nunca envejece).

Otro corte usado es el sugerente Eternity, que es cuando dos de los protagonistas van clavando puntas en la nieve desde la cabaña a la cuadra y a las letrinas con un fuerte temporal arreciando. Es un corte electrónico y sugerente, quizás de todos los utilizados el que más a desmano quede, pero aún así, en mi opinión queda muy onírico y sugerente.

Finalmente, usa el último corte del disco The Thing, el tema Despair (desesperación, muy en consonancia con lo que veremos en pantalla), en concreto una parte del mismo que en el tramo final de la película destaca por su intensidad dramática.

Además, creo recordar que incluso aparece un corte de la genial partitura del Maestro para The Exorcist II, donde se oye la voz de una solista femenina (el tema de Regan), otro corte que quizás parezca un poco fuera de lugar, pero que igualmente le veo un uso eficaz.

Canciones

Son tres, y he de reconocer que todas ellas quedan brutal en la película. La primera de ellas, la rítmica Apple Blossom de The White Strippes, acompaña en el tramo inicial a parte del viaje de la diligencia con el Mayor, John y Daisy a bordo. Pese a que su tono es moderno, esconde en el fondo cierto aroma retro (quizás sea la sonoridad y el uso del piano y el tono musical).

La otra es la breve pero interesante Now You’Re All Alone de David Hess, una canción que pertenece a la salvaje y psicótica película The Last House on the Left (La última Casa a la Izquierda,  1972) del desaparecido Wes Craven, que aquí es usada previamente antes justo del disparo fatal de una pistola, con muy mala leche por cierto.

Por último tenemos la genial canción There Won’t Be Many Coming Home del siempre genial Roy Orbison, una excelente canción que suena en los créditos finales de la película, y cuyo título dice mucho de lo que sucede en el clímax final.

Conclusión

Ésta noche sabremos si Ennio Morricone (a quien le han puesto recientemente una estrella en el paseo de la fama) se alza con su primer Óscar (si, ya sabemos que tiene un honorífico), por una brillante partitura, especialmente por su uso en pantalla (SÍ, especialmente por la apertura de la película), pero que está por debajo de obras maestras musicales que estuvieron nominadas antes y que no ganaron (cito tres, The Mission, The Untouchables y Days of Heaven), y de muchas otras que merecieron estar nominadas (Once Upon a Time in America o Once Upon a Time in the West).

Ésta vez, todo parece indicar que el italiano se llevará el Óscar a Roma, y de la mano de su incondicional admirador, el director Quentin Tarantino. Y sino fuera así, da igual. Ennio Morricone vale más que todos los premios juntos habidos y por haber.

Gracias Maestro. Gracias por seguir ilusionándome año tras año con tu música.

The H8ful Eight

01. L’Ultima Diligenza di Red Rock – Versione Integrale (07:30)
02. Overture (03:11)
03. “Major Warren Meet Daisy Domergue” (00:34) Jennifer Jason Leigh, Kurt Russell, Samuel L. Jackson
04. Narratore Letterario (01:59)
05. Apple Blossom (02:13) The White Stripes
06. “Frontier Justice” (01:50) Tim Roth, Kurt Russell
07. L’Ultima Diligenza di Red Rock – #2 (02:37)
08. Neve – Versione Integrale (12:16)
09. “This Here Is Daisy Domergue” (01:01) Kurt Russell, Michael Madsen
10. Sei Cavalli (01:21)
11. Raggi di Sole Sulla Montagna (01:41)
12. “Son Of The Bloody Ni**er Killer Of Baton Rouge” (02:43) Samuel L. Jackson, Walton Goggins, Bruce Dern
13. Jim Jones at Botany Bay (04:10) Jennifer Jason Leigh, featuring Kurt Russell
14. Neve – #2 (02:05)
15. “Uncle Charlie’s Stew” (01:41) Samuel L. Jackson, Demián Bichir, Walton Goggins
16. I Quattro Passeggeri (01:49)
17. La Musica Prima del Massacro (02:00)
18. L’Inferno Bianco – Synth (03:31)
19. The Suggestive Oswaldo Mobray (00:47) Tim Roth, Walton Goggins, Kurt Russell
20. Now You’re All Alone (01:30) David Hess
21. Sangue e Neve (02:05)
22. L’Inferno Bianco – Ottoni (03:31)
23. Neve – #3 (02:02)
24. Daisy’s Speech (01:32) Walton Goggins, Jennifer Jason Leigh, Michael Madsen
25. La Lettera Di Lincoln – Strumentale (01:46)
26. La Lettera Di Lincoln – Con Dialogo (01:43) Ennio Morricone, Walton Goggins
27. There Won’t Be Many Coming Home (02:44) Roy Orbison
28. La Puntura Della Morte (00:27)

Duración total: 72:12
Compositor: Ennio Morricone
Sello: Decca Records
Formato: CD
Fecha de publicación: 18 de Diciembre 2015