Análisis
Portada » Análisis » Philomena

Philomena

En un año de pocas sorpresas y sobresaltos, con alguna muy buena película, pero en mi opinión flojo en general (no tenemos peliculones u obras maestras a la vista, aunque también es cierto que me restan por ver Her, lo último de los Cohen o Nebraska), Philomena se configura como uno de los mejores productos del año, y todo sea dicho de paso, simplemente con oficio y un buen engranaje a varios niveles.


Philomena (2013)

Compositor: Alexandre Desplat
Año: 2013
Cómprala: Si eres fan de la música del francés, o te emocionó el score en la película.
No la compres: Abstente si buscas algo nuevo y original. Es Desplat puro y duro.
NUESTRA NOTA

Todo funciona bien dentro de la película, y cuando digo todo es TODO, sin excepción. Una de esas películas ejemplares, donde todos los elementos suman, y finalmente, sin alarde pero con humildad, la película te toca, llega a tu corazón sin recrearse ni ahondar en la miseria (no es necesario, porque la vemos diariamente), pero si lanza una mirada crítica y ácida a la Iglesia Católica y su doble moral, ese doble rasero que lleva siglos haciendo tanto daño (generalizando, ya puestos, que gente buena y mala hay en todos los lugares).

Philomena – Stephen Frears & Alexandre Desplat

Stephen Frears es un director inglés que siempre me ha gustado, un tío sencillo y humilde, un artesano que sabe lo que se hace y que siempre suele obtener los mejores rendimientos de los ingredientes que cocina.

Con toda una carrera llena de éxitos (allá quedan sus inicios, con My Beautiful Laundrette en 1985, y con mucho más años atrás), el verdadero reconocimiento unánime de crítica y público llegaría con Dangerous Liaisons (Las Amistades Peligrosas, 1987), nominada a 7 Oscar (entre ellos George Fenton, habitual colaborador durante gran parte de su filmografía desde éste título), alzándose con 3 premios (entre ellos mejor guión adaptado).

La aventura americana no se haría de rogar de la mano de títulos como Hero (Héroe por Accidente, 1991), divertida y fallida comedia con Andy Garcia, Dustin Hoffman y Jessica Lange, o la genial The Grifters (Los Timadores, 1990), con un tremendo score de Elmer Bernstein.

Poco a poco, a excepción de la genial Mary Reilly (1995), o la genial comedia High Fidelity (Alta Fidelidad, 2000), volvería a terrenos más conocidos y menos vistosos de cara a la industria (The Snapper, The Van o Liam), y emergería de nuevo con The Queen (La Reina, 2006), que nos cuenta la historia de la Reina de Inglaterra tras la muerte de la Princesa Diana.

Es en éste punto donde se une a la carrera del director la del compositor francés Alexandre Desplat, configurando el segundo binomio compositor-director de la carrera de Frears tras la fructífera relación con Fenton.

Además, The Queen supondría el regreso por  la puerta grande de Frears a los Oscar; 6 nominaciones en el 2007, de las que solo sea alzó ganadora Helen Mirren por su brillante interpretación.

Y además, destacar que aquí comenzaría la primera nominación a los Oscar de Alexandre Desplat, un idilio con la Academia que nos lleva hasta el día de hoy, nominado también con Philomena, la que ha supuesto su sexta nominación, yendo casi a nominación por año, si exceptuamos el 2012  el 2008.

¿Será este el año de Desplat? Pues va a ser que no, pero en su haber se va con otra muesca, aunque en eso le gane el amigo Thomas Newman.

Philomena – La película

Basada en la novela de Martin Sixsmith, la cual recoge la verdadera historia de Philomena Lee, la película arranca presentándonos en un brillante prólogo la escena que desencadena toda la sucesión de acontecimientos a la que asistiremos.

Una bella chica, Philomena Lee, tiene un pequeño idilio-encuentro sexual con un joven chico en una feria, donde ella queda embarazada. El encuentro marcará la vida de Philomena, pues nunca olvidará aquel bello momento, pero también será un motivo de desgracia, ya que las monjas del Convento de Roscrea la obligarán a renunciar a su hijo y darlo en adopción (práctica habitual en la época).

Acto seguido, nos vamos al presente, donde nos es presentado Martin Sixmith, un periodista que acaba de perder su puesto de trabajo como asesor del Partido Laborista del Reino Unido, tras lo que se plantea escribir libros de historia sobre Rusia. Pero su vida se cruzará con la hija de Philomena, quien trabajando como camarera en un evento social conoce a Martin, a quien pide ayuda para una causa de “interese humano” (encontrar a Anthony, el hijo usurpado a Philomena).

Aunque Martin inicialmente pasa del tema, finalmente se lanzará a la aventura de encontrar al hijo de Philomena, iniciando ambos su periplo en el convento de Roscrea, lo que les llevará a cruzar el charco para ir a los EE.UU., donde descubrirán la dura verdad sobre su hijo (cuyo nombre allí es Michael).

Esta bella, emotiva y a ratos ácida y divertida película, tiene su baza principal en muchos elementos. El primero, e inevitable no citarla, es Judi Dench, que está de Oscar. Alejada de sus típicos papeles más refinados o complejos, aquí nos ofrece a una mujer sencilla y llana, una mujer de mundo y campechana, dividida de dolor entre su ferviente catolicismo y su malestar con lo que aconteció en el Convento de Roscrea.

Otra baza es Steve Coogan, actor británico que interpreta a Martin Sixmith, y que está francamente muy bien, e incluso divertido (recientemente acudió con la verdadero Philomena a ver al Papa). Es la perfecta contrapartida al personaje de Philomena, y pese a sus diferencias, se complementan muy bien y encontrarán un punto intermedio de entendimiento. Además, el guión es brillante, con buenos diálogos y un buen desarrollo, donde interviene el mismo Coogan y otro guionista, Jeff Pope.

Finalmente, mención aparte para el oficio de Frears, que filma una historia emotiva sin caer en el facilismo del drama total (hay drama, pero bien servido para digerir sin excesos evitables), y para el score de Desplat, aparentemente sencillo, pero bien ajustado y ejecutado, donde destaca su bello y maravilloso tema central, además de otros bloques temáticos.

Servidor, en el tramo final, tuvo un pequeño nudo en la garganta, sin llegar a más, y también una buena dosis de cabreo y malestar. Y si una película te provoca eso, es que ha cumplido su objetivo.

Alexandre Desplat – Andando en pos del Oscar

Quizás la apuesta fuerte de Desplat para el Oscar fuera The Monuments Man, pero un mal test de pantalla replanteó lanzar la película ajustando aquí y allí, quedando fuera de los Oscar (competirá next year, y con opciones… si es que los críticos se acuerdan de ella cuando llegue el momento).

El caso es que Philomena llegó casi como de puntillas; la película ha recogido buenas críticas, como en el caso de Saving Mr. Banks, pero no se esperaba que se colara en la fiesta de los Oscar.

De hecho, Alexandre Desplat y Thomas Newman no fueron ni nominados a los Globos de Oro, por lo que ni se les esperaba en los Oscar… o quizás si. La sorpresa fue mayúscula cuando Hans Zimmer salió de la quiniela final, al igual que los dos Alex (Heffes y Ebert, este último ganador del globo de oro) y entraron, en su lugar, los habituales de la terna de los Oscar, Desplat y Newman y, sorpresa, Arcade Fire por su score para Her.

Es reseñable que, en el caso de Saving Mr. Banks, con un gran guión y excelentes actuaciones, solo Thomas Newman compite por el Oscar; en Philomena Desplat va arropado de otras tres nominaciones, la de mejor película, mejor actriz y mejor guión adaptado.

¿Qué te vas a encontrar?

Un score Desplat Style, es decir, que los fans del francés disfrutarán como enanos con este motivo y bello score, que gira en torno a un excelente y maravilloso leitmotiv central, el de Philomena, una especie de Waltz con toques festivos o circenses.

Hay otros bloques temáticos o temas secundarios, pero el de Philomena destaca sobremanera, es algo innegable. Aunque, en contrapartida, el tema de Anthony, o el que Desplat asocia a la figura del hijo, es un bello motivo cargado de melancolía (aunque, siendo sinceros, también ofrece sonoridades positivas y hermosas, como en Landing in USA), que toma protagonismo en la segunda parte de la función.

Para los no muy fans de Desplat, será un trabajo menor o evitable, salvo que, emocionalmente hablando, te veas afectado por el perfecto matrimonio que imagen y música forman en pantalla.

Philomena – Análisis Temático

Alexandre Desplat es un compositor melódico, estilo a la vieja usanza, un hombre que mima sus trabajos, con oficio, con un tema principal que suele vertebrar sus trabajos, y que evita caer en lo facilón de la música dramática (no es mejor ni pero, simplemente es su estilo).

Su estilo está más alejado del drama, aunque no por ello quiere decir que su música no sea emotiva, como es éste el caso. Solo hay que escuchar el emotivo corte Discovering Michael, cuando descubren la verdad sobre el hijo de Philomena, donde cualquier otro compositor hubiera aprovechado, y con razón, para cebarse o lucirse. Desplat, sin embargo, elige otra vía, y busca la emotividad y el drama contenido, sin hacer herida.

El score presenta los siguientes bloques temáticos o leitmotivs de los que hablaremos a continuación.

Leitmotiv de Philomena

Es el principal tema, el primero que Desplat expone al público asistente a la película; bello y melodioso, a modo de waltz, con un toque entre festivo y circense, casi un exceso, opulento, pero que entronca con la candidez e inocencia de Philomena, especialmente a través del recuerdo de su juventud, de su primer amor, con una feria de por medio (de ahí quizás la suma de todos los elementos).

Philomena representa magistralmente todo lo comentado, y es una de las dos piezas angulares del score; nos ofrece un perfecto retrato de una mujer positiva y desenfadada, cuyo único objetivo es conocer a su hijo.

Este corte aparece en muchos momentos, bien de forma clara, en Laundry, cuando vemos a una joven Philomena trabajando en la lavandería del Convento, ansiosa por ver a su pequeño Anthony, o en el comienzo de Birth, cuyo tema es esbozado sutilmente al comienzo, acolchado sobre los acordes de la guitarra, las cuerdas y el piano, y enunciado a través del glockenspiel, en una versión más dramática, sin olvidarnos de Adoption, donde Desplat ofrece un corte de cierta intensidad dramática, comedida, pero dramática al fin y al cabo, para el momento en que Anthony es adoptado.

Airport, sin embargo, nos ofrece la típica fase musical de Desplat. Basándose en el tema de Philomena, el francés nos ofrece su tema central desarrollado con las cuerdas y con el piano llevando la melodía, construyendo un rítmico y bello tema mientras Martin y Philomena proceden a embarcar a bordo del típico vehículo motorizado de llevar maletas (en une escena realmente simpática).

En Discovering Michael, pasados los dos primeros minutos, Desplat nos ofrece una melancólica versión del tema de Philomena para el terrible descubrimiento de la verdad de su hijo, Anthony, que en los EE.UU. se llama Michael. El motivo tiene tintes melancólicos y dramáticos, pero todo muy equilibrado, con las cuerdas y el piano llevando el ritmo musical.

Memories ofrece otro bello retazo de los recuerdos de la protagonista con su pasado, el positivo,  y en Quiet Time, to Pete’s estamos ante un corte que sirve para ilustrarnos los intentos de Martin y Philomena por contactar con Pete, la pareja de Michael.

Es el único corte donde aparece un instrumento de corte folk con sabor irish, pero sin abusar. Se trata del bodhran (tambor de marco irlandés), que va marcando un ritmo de avance, para desembocar finalmente en una variación rítmica del motivo de Philomena.

Finalmente, tenemos un perfecto clímax final en Farewell, donde los protagonistas han llegado al Convento de Roscrea, el punto de partida inicial, para finalizar su búsqueda.

En éste punto, Desplat ofrece una bella y emotiva variación del tema de Philomena, con el arpa, los acordes de guitarra y el piano, el momento más melódico y melancólico, donde Desplat también nos ofrece el motivo de Anthony. Y no es casualidad; el guión y el destino unen a ambos personajes en Roscrea, el mismo sitio donde se separaron, aunque no de la forma que Philomena hubiera deseado.

Desplat ofrece un bello motivo, todo un recital compositivo, y una de las razones que justifican la nominación, donde renuncia al drama total, eligiendo otro camino para emocionarnos.

Finalmente, Fairground Carousel ofrece el motivo de Philomena en modo Carrusel, con el típico órgano de feria, un rítmico y divertido corte de un minuto escaso. Quizás, es una opinión personal, rompa un poco con el bello clímax final, pero quizás es una forma de volver a insistir en la no necesidad de cebarse en el drama, y en destacar el mensaje de positivismo de Philomena.

Tema de Anthony

El Leitmotiv de Philomena lidera el score hasta que ésta, en compañía de Martin Sixsmith, llega a los EE.UU., donde Desplat sacude la batuta y saca a relucir un nuevo motivo, el de Anthony/Michael, el hijo de  Philomena.

Hasta ese momento, el tema de Anthony aparece apuntado, sin desarrollar, en Birth, tras oírse el de Philomena a través del Glockenspiel, o en Adoption, pero no llega a ser muy reconocible, es un motivo en camino.

Es en Landing in USA cuando Desplat se saca el motivo de la chistera y nos ofrece un bellísimo, emotivo y tierno motivo, lleno de esperanza, donde se refuerza el cariz positivo de Philomena por encontrar a su hijo. Las cuerdas son el principal instrumento para emocionarnos en este corto pero bellísimo pasaje musical.

Mary es otra representación positiva del tema de Anthony/Michael, representado en ésta ocasión ante la figura de Mary, quien de niña fue adoptada simultáneamente con Anthony por los mismos padres en el Convento de Roscrea. Desplat representa con la música del hijo a la amiga de toda la vida de Anthony, con un bello y positivo pasaje musical, cuerdas (incluidos pizzicatos) y piano lideran, y el Glockenspiel abre el corte de forma muy bonita.

Tras la conversación con Mary, Philomena decide confesarse, un momento que funciona como un importante punto de inflexión, donde ella descubre el terrible dolor que alberga dentro, especialmente representado en la figura de la Iglesia Católica.

Confession recoge un tema lleno de dudas musicales en su inicio, con un desarrollo impecable; Martin espera fuera por Philomena, quien entra a confesarse, tras discutir con el periodista, pero acto seguido sale (sin confesarse aparentemente) y monta en el coche con el periodista para alejarse del lugar.

Tras esbozar el motivo de Anthony con pocas notas, sin desarrollar, de forma intuitiva (clara muestra del dolor de Philomena), alrededor del minuto dos, el corte coge ritmo, con los acordes de la guitarra, las cuerdas y el arpa, de forma melancólica, con Philomena planteándose serias dudas sobre sus creencias (no es tanto por lo que dice el personaje, sino por lo que dice la música y la interpretación del rostro de Judi Dench, aceptando la dolorosa realidad).

El piano es la voz de Philomena en el tramo final, esbozando aquí su motivo central, primero en el minuto tres recién pasado, durante unos cuantos segundos, y finalmente en el tramo final.

El tema de Anthony vuelve a aparecer en el momento en el que Pete le pone a Philomena el video de su hijo Anthony’s Story, un momento emotivo, donde el comienzo del corte recupera la belleza del corte Landing in USA, y en Farewell, el bonito y melancólico corte final, un bello coda final a modo de rendición, donde Philomena encuentra consuelo, y donde ambos motivos musicales se dan la mano (buen síntoma del trabajo musical bien hecho). Punto para Desplat.

Bloques Musicales Secundarios

Aquí solo cabría destacar puntualmente dos sonoridades o motivos; el primero, el de Martin, que aparece esbozado en el corte dos, y que encontramos bastante diluido en el score (quizás el punto débil), en cortes como al principio de No Thought of Ireland o en la parte final del Anthony’s Story. Es un corte muy Desplat, especialmente el corte dos, dinámico y rítmico (vemos a Martin corriendo y haciendo ejercicio por las calles de Londres), quizás un poco más serio o austero, pero en la línea del francés.

Por otro lado, por decir algo, Desplat no se moja especialmente con el lado más oscuro o dramático, es decir, la Iglesia Católica, en especial a través del comportamiento de las monjas del Convento de Roscrea, y concretamente, en el tramo final, con la Hermana Hildegarde.

Desplat ofrece un corte musical muy apagado y algo gris (tirando a oscuro) en Sister Hildegarde. Quizás es su forma de penalizar al personaje y la institución. Si es así, bien podría ser un acierto, aunque se echa de menos, quizás, un poco más de “forma” en este punto.

Balance Final

No pensaba en ningún momento que Alexandre Desplat se fuera a alzar con el Oscar éste año, pues Gravity tenía muchas papeletas para ello, pero lo que está claro es que la música de Desplat es un personaje más del conjunto final, un elemento narrativo adicional, que cuenta y narra con su voz la historia y sentimientos de los dos personajes principales, Philomena y Anthony. Quizás haya más trabajo y frescura (en el tramo final) en Gravity en términos de composición, pero en Philomena hay mucho más oficio y destreza (Desplat lleva ya años en ésto y sabe como va el tema).

Es cierto que estamos ante una partitura más que correcta, aunque sin llegar a la genialidad, y que en un año bueno de música de cine no hubiera sido ni nominada, pero estamos ante una obra muy equilibrada y compensada, perfectamente afinada, con sabor total a Desplat.

Pese a no haber ganado, Philomena tiene alguno de los mejores y más bellos motivos del año 2013, recogidos en dos cortes; Philomena y Landing in USA, y sin olvidarnos del corte Farewell, una pequeña delicatessen. Eso, en época de vacas flacas, ya es mucho.

Listado de Temas

01. Philomena (02:53)
02. Martin (01:38)
03. Birth (03:00)
04. Laundry (01:59)
05. Adoption (03:37)
06. Drives To Roscrea (01:15)
07. Reminiscence (01:48)
08. Airport (03:11)
09. Landing in USA (01:35)
10.Discovering Michael (04:52)
11.Mary (01:56)
12.Confession (05:48)
13.Memories (01:16)
14.No Thought of Ireland (02:07)
15.Quiet Time, To Pete’s (03:36)
16.Anthony’s Story (03:25)
17.Sister Hildegarde (03:14)
18.Farewell (02:48)
19.Fairground Carousel (01:08)
Total Duración: 51:06
Compositor: Alexandre Desplat www.alexandredesplat.net | imdb | facebook
Sello: Decca Records (B002021302)
Formato: CD y Descarga Digital [SAE | iTunes]
Fecha de publicación: 28 de Octubre, 2013
Escuchar Online: Soundcloud
Más enlaces: imdb | web oficial | trailer