Análisis
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Género
DC Comics, Drama
Lo mejor
El provocador posicionamiento de la música a favor del personaje
Lo peor
La endeble aplicación de algunas canciones

INTRO: JOKER

La salud mental es una de las problemáticas sociales que tradicionalmente se ha visto con más recelo por parte de la sociedad. Muchos de estos problemas se han abordado de forma muy directa y sin tapujos existiendo fuertes campañas de concienciación que ha hecho que la población se implique en lo que padecen aquellos sectores más desfavorecidos. Sin embargo, éste parece que aún es un tema tabú. Hay miedo. Y un miedo, creo yo, a reconocer la propia endeblez de la mente que se ve sometida diariamente a múltiples presiones que hace que estemos al límite del amplio abanico de las muchas de las enfermedades, mentales y no, que cada día van surgiendo.

Actualmente una persona que no está en sus cabales es catalogada como rara, extraña, o peor, loca. Se sale de la norma establecida y no cumple los patrones de comportamiento esperados. Vivir en una sociedad normalizada como la nuestra implica muchas veces rechazar aquello que no se conoce o se ignora, aunque sea de forma inconsciente. Se nos olvidan preceptos tan básicos como el respeto y enseguida creamos categorías que se convierten en la base de los prejuicios. Sentimientos como la compasión o acciones como la convivencia son dejados a un lado en mor del miedo y el qué dirán si me relacionas con esta persona no normal. Tendríamos que tener claro que nadie llega a esas circunstancias por casualidad y que detrás de cada uno de estos sectores minoritarios hay una historia que seguramente desconocemos.

La sociedad se comporta de forma inmisericorde con los que no cumplen esos patrones y eso en un sociedad tan individualizada y ensimismada como es la estadounidense, que es la que nos retrata la película y nos interesa, ya es suficiente motivo para que encender la mecha en un cerebro ya de tiempo atrás fracturado. Y no te queda otra que adaptarte o ser un marginado. Y esto es lo que Joker (2019) pretende enseñarnos.

LA BANDA SONORA

Hildur Guðnadóttir escribió la música previo al rodaje, después de hecho el guión, con el fin de que Joaquin Phoenix pudiese ensayar su personaje y configurase su personalidad. El resultado no puede ser más satisfactorio pues la música se sumerge completamente en el alma atormentada de Arthur Fleck y lo convierte en abanderado de una causa que comentaremos más adelante.  Es una música exclusiva del personaje y no extrapolable a otras músicas o canciones que aparecen en la película.

Vertebró la composición en torno a dos motivos muy parcos pero tremendamente significativos que transmitían fehacientemente la turbación del personaje. La durísima crítica social de la película unida a la infancia que se nos relata del personaje resultan tan contundentes que la música no tiene más remedio que aliarse con el personaje. No podremos entender a Fleck sin esta descorazonadora y rota banda sonora.

  • Arthur Fleck 

Por un lado nos encontramos con un motivo lánguido y triste, muy desolador y sin hálito de esperanza, directamente asociado a la madre y con el trato que el niño sufrió por su parte. La consecuencia de ello es una música estancada en el mismo recuerdo del personaje que lo hace ser alguien taciturno e introvertido. No conoce redención posible. Lo arrastra continuamente y lo hace sentir solo y desprotegido. El sentimiento derivado de aquello es puro y no está corrompido por ese mal que irá naciendo progresivamente y que será el tema central de la película y sobre el que girarán los actos violentos del payaso. Es un tema que vino para quedarse y que conecta el duro pasado con un presente ya deteriorado.

A Bad Comedian resulta su variación más significativa pues se acompaña casi exclusivamente del chelo para mostrarnos a alguien que, ya de adulto, va a la deriva intentándose abrir paso entre una sociedad cruel y que lo trata de forma hostil. El tema queda exhortado de vicios y suena como un tema exclusivo de él. En las anteriores variaciones había implícito un sentimiento de apego hacia la madre que lo hacía, amén de triste, también afligido y nostálgico.

Penny in the Hospital señala de forma más evidente este vínculo pues la madre es ingresada en un hospital y su hijo permanece a su lado. No hay ningún tipo de subterfugio o doble lectura a reseñar.

En Confessionel tema sigue inamovible pese a que es un momento en el que la psicosis debería de estallar. Es el instante en que Arthur descubre el contenido de una carta de su madre a Thomas Wayne, su supuesto padre. Adquiere unas connotaciones de querer implosionar pero se mantiene impertérrito debido a que ese sentimiento es algo tan inmancillable que es imposible que crezca o decrezca.

Pero será en Young Penny cuando se nos desvele la verdad sobre la infancia de Arthur y entendamos la base de ese carácter triste y solitario que ha imperado durante toda su vida.  Su dura historia unida a la misma depravación social serán el caldo de cultivo con el nazca el que el tema principal de la película, el tema del Jóker.

  • Jóker

Esta es la piedra angular de la banda sonora y sobre la cuál girarán la mayoría de acontecimientos reseñables de la película. En él está la semilla del mal y el de una mente trastornada por los hechos del pasado. Pero no es un tema de estricta base psicológica ya que indirectamente también está señalando la presencia en la sombra de alguien que amenaza la acomodada vida de los ciudadanos de Gotham. Es un tema construido en base al chelo, como el de la madre, pero con la salvedad de que éste está corroído por esa vejación social. Su existencia queda incluso justificada y nos muestra a alguien que mata porque puede matar.

No es de extrañar que su ritmo se asemeje al de un rictus fúnebre y adquiera gran solemnidad. De hecho, si nos fijamos bien se va acompasando de unos leves golpes que bien podrían asemejarse a los pasos de una procesión. No dejo de pensar que Jóker realmente es un mártir que ha venido a purgar la corrupción social pese a que sus víctimas siempre son personas que le infringieron algún daño moral o físico. Las connotaciones religiosas que adquiere en algunas variaciones como Bathroom Dance así lo atestiguan.

Todas estas connotaciones ya nos las encontramos nada más empezar la película. Defeated Clown nos mostrará el día a día de Arthur y en apenas pocas escenas nos daremos cuenta de que es un personaje marginal de la sociedad. El chelo lo acompaña en este deambular por las calles de Gotham en un paso funesto y triste. Derrotado e indefenso, la música muestra ya desde un principio que todo girará en torno a él y lo señalará como víctima de ese sistema que critica la película. Pero al contrario de lo que ocurrirá en posteriores variaciones, no advertiremos de forma tan explícita la rabia de Arthur.

Esto lo observamos por primera vez en Hoyt´s Office. Arthur es despedido después de que unos chicos le roben un cartel que utiliza para su trabajo y le den una paliza. La violencia inherente al tema está presente pero no llega a implosionar tal como pasará más adelante. Es un tema que sirve para advertirnos de lo que vendrá y empezar a mostrarnos sus rasgos psicóticos. En clave narrativa, no sólo no encuentra apoyo por su entorno después de la agresión sino que además es tratado con desprecio por su propio jefe. Esta es la clave para que el tema poco a poco vaya alcanzando su zénit.

Aquí me gustaría rescatar un detalle tan fundamental como que no se trata de un tema que conozca un germen dentro de la película, sino que es algo que ya estaba desde el comienzo, que siempre ha estado ahí. Esto me lleva a pensar de nuevo en la crítica social a través de la música.

Será en Subway cuando por primera vez madure el tema. En un acto instintivo, Arthur mata a los tres hombres que le han dado una paliza en un vagón del metro y comprueba como esto le da un poder que nunca antes había experimentado. Con este poder se libera. La música se libera y alcanza gran solemnidad y contundencia. Es la primera que no se siente reprimido y que entiende que tiene una misión dentro del sistema. El personaje se visibiliza. Arthur pasa a ser el Jóker y, al contrario de lo que cabría esperar, la música se alía directamente con él y lo muestra como una víctima.

Ese carácter religioso del que hablábamos anteriormente nos lo encontramos en Bathroom Dance. Este es uno de los momentos más representativos de la película ya que no sólo se nos muestra la liturgia que envuelve al crimen sino también la confianza que adquiere aquel que ha cometido los crímenes y que ha estado a espaldas de la sociedad todo este tiempo. Esta es la principal polémica de la película pero también el motivo por el que ha sido una de las más comentadas y vistas del año. Igual en la misma contradicción del ser humano de escandalizarse de actos violentos y seguirlos a la vez esté una de las grandes paradojas de la película y, por ende, de la sociedad. ¿Estamos reprimiendo algo?

Pero volviendo al tema que nos ocupa, comprobaremos en esta misma escena como el acto de matar se convierte más que en una purga social en una purga hacia sí mismo. El tema suena en un intento de expiar el daño infringido en la infancia mientras el tema de Jóker va creciendo en poder y alcance. Ya pasará a llevar constantemente pintada su cara. Recordemos que toda la música de Gudnadóttir nace exclusivamente del mismo personaje.

Meeting Bruce Wayne es lo que parece un adelanto de lo que será el futuro encuentro entre los dos conocidos archienemigos del Universo DC. El tema adquiere una gran solemnidad amén de aquellas connotaciones religiosas, cuasi místicas, señalando el gran peligro que se cierne sobre la familia Wayne después de que Arthur sea expulsado de la mansión tras querer visitar a su padre.

Y llegará el momento en el que el Jóker nazca. Ese chelo que continuamente habíamos escuchado ensimismado y distraído por las calles de Gotham es acompañado por toda la sección de cuerda y el tema se amplifica y se expande. Se vuelve sinfónico. Una pléyade de seguidores va sembrando el caos por la ciudad a la vez que la música va volviéndose ceremoniosa. Suena el tema de Arthur con su imperturbable tristeza pero también, en su parte final, el del Jóker. Alza su cuerpo y despliega su sonrisa subido en un coche de policía mientras su tema ya es completamente solemne y contundente. El ritual se ha cumplido. La propia sociedad ha coronado al rey payaso. Paradojas de la vida. Call me Joker.

La violencia es tratada como algo inherente a la personalidad del Jóker y su mente perturbada. Está implícita en el propio tema y pocas veces aparece de forma aislada. Curiosamente uno de esos momentos es en Following Sophia cuando sigue a la joven de la que se siente atraído pero termina desistiendo. Todo parece indicar que es un brote que nos indica hasta donde puede alcanzar su rabia hacia aquellos que lo ignoran. La paradoja está en que la joven no lo rechaza porque ni siquiera le consulta. Nos propone a alguien que siempre se siente vejado ante su entorno incluso en su imaginación. Esto no hace sino potenciar el poder de su psicosis y, por la tanto, de la propia esencia del tema. Y ello conecta directamente con la crítica de la película y el tamaño impacto que la sociedad tiene sobre los freaks.

El adaptado vs el marginado….un breve apunte sobre las canciones

Resulta que en el momento más emblemático de la película, cuando la música debería haber sonado más solemne y poderosa, se tira aparentemente por la borda el gran trabajo realizado con un tema musical preexistente, concretamente Rock And Roll Part 2. Es el instante en que Arthur mata brutalmente a su compañero de trabajo y acto seguido baja unas escaleras celebrándolo y realmente feliz.

En este punto cabe añadir dos aspectos muy diferenciados dentro de la banda sonora de la película. Una música que es la que corresponde a alguien marginado como es él y que es de la que hemos hablado hasta ahora y una música preexistente que parece ser completamente impostada. Aquí tengo mis serias dudas sobre la intención del director pero dándole el beneficio de la duda diré que su presencia justifica la propia presencia del Jóker. Una música prexistente es una música que ya está ahí. Atribuyéndole una música de esas características estás suponiendo su adaptación plena al sistema y una pérdida de las cualidades hasta ahora reflejadas. Es decir, banalizas el crimen a través de la propia despersonalización que es, en grosso modo, la cualidad que lleva a la sociedad a convertirse no sólo en esclava del sistema en el que vive sino en verdugo de sus propios congéneres. Es, por lo tanto, un asesino más.

La guasa también vendría porque es un tema enérgico y animado que en este contexto incitaría al crimen. Toda la toxicidad de la música de Gudnadóttir queda entonces diluida a favor de la propia inmundicia moral. Y ya no se decir que es peor. Matando, Arthur Fleck se siente integrado. Resulta paradójico y decididamente provocador.

Como crítica decir que la continuación de la canción con la música de la compositora islandesa rompe un esquema establecido que parecía atrevido ya que realmente no sabes cuál es el concepto que querías manejar.

Para colmo, en la escena final nos encontramos el popular That´s Life de Fran Sinatra que termina de corroborar la existencia de alguien que restablezca el orden social a golpe de machetazo y rescata esa gran paradoja de que para sobrevivir al final tienes que sacar ese animal que llevas dentro. That´s life!

CONCLUSIONES

Hildur GuðnadóttirJóker provoca y, con un poco de suerte, removerá las conciencias de todos aquellos que estén menos aletargados y se den cuenta de que nuestro modo de convivencia a veces da para poco o no sirve de nada. Hay muchas personas en riesgo de exclusión o ya excluidas que necesitarían una ayuda directa por cada uno de nosotros y una visión más amplia de su problemática.

Justificar el crimen de la manera que lo hace la película no es sino una manera de querer incidir en las conciencias colectivas y que todos, en mayor o menor medida, nos hagamos responsables de lo que ocurre a nuestro alrededor. En una sociedad tan estigmatizada como la norteamericana resulta todo un acierto que el Jóker mate indistintamente a personas de cualquier raza, ya que no es el color de la piel sino tus acciones la que determinan una convivencia más o menos pacífica.

Gudnadóttir de alguna forma nos ayuda a penetrar en esos seres marginados y hace que veamos la vida como lo hacen ellos. Arthur no es sino una víctima más de un sistema que castiga a los débiles y premia a los fuertes. Y solamente por la seguridad con la que esto es transmitido por la película merece un lugar aparte entre los grandes títulos del cine actual. Huelga hacer cualquier comentario respecto a la impresionante interpretación de Joaquin Phoenix.

La banda sonora es la que debe llevar la película y no se entendería ésta sin aquella. Cierto es que está siendo algo sobrevalorada, sobre todo por la gran cantidad de premios que se está llevando, cuando ha habido otros trabajos muchos más completos y complejos este año. Pero sí que han conseguido ese gran logro que es un darle una personalidad y entidad únicas a un personaje tan emblemático no ya tanto en la musical, son en sus incómodas y acertadas texturas.

Joker

  1. Hoyt's Office (01:24)
  2. Defeated Clown (02:39)
  3. Following Sophie (01:33)
  4. Penny In The Hospital (01:18)
  5. Young Penny (02:01)
  6. Meeting Bruce Wayne (04:35)
  7. Hiding In The Fridge (01:23)
  8. A Bad Comedian (01:28)
  9. Arthur Comes To Sophie (01:39)
  10. Looking For Answers (00:51)
  11. Penny Taken To The Hospital (01:49)
  12. Subway (03:33)
  13. Bathroom Dance (02:08)
  14. Learning How To Act Normal (01:17)
  15. Confession (01:29)
  16. Escape From The Train (02:31)
  17. Call Me Joker (04:48)
Duración total: 36:26 minutos
Compositor: Hildur Guðnadóttir
Sello: WaterTower Music
Formato: CD
Fecha de lanzamiento 12 de Diciembre del 2019
Joker