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Fast Five

A la tercera va la vencida… Universal no parece querer desprenderse de una de las sagas más largas y más rentables del panorama cinematográfico actual, y ha vuelto a contar con el joven director de origen taiwanés Justin Lin para la quinta entrega de The Fast and the Furious, Fast Five (2011). Como tampoco ha osado desprenderse el regidor nacido en Taipei y residente de Orange County de su habitual compositor Brian Tyler, con quién forjó el éxito de la más pobre en medios (pero sorprendente en resultados) tercera entrega de la saga, Tokyo Drift (2006).


Compositor: Brian Tyler.

Año: 2011

Lo mejor: Sin duda, el logrado tema principal que por fin viste la barriobajera pero honesta forma de entender la vida de los protagonistas.

Lo peor: La excesiva duración del disco, aunque seguimos prefiriendo que sobre, a que falte.

NUESTRA NOTA

Y Brian Tyler acude en esta ocasión provisto de la experiencia de los dos títulos anteriores, dando como resultado el mejor título de su particular trilogía sobre cuatro ruedas. Del atrevimiento de los ritmos funk, la agresividad del rock y ese toque Chill mostrado en Tokyo Drift, Tyler pasó a un score más convencional de acción, con mayor presencia de la orquesta sinfónica en Fast & Furious (2009), la cuarta película. Y en Fast Five, como no podía ser de otra manera, ha optado por encontrar un balance entre las dos propuestas, lo que añadido a la existencia, por vez primera, de un destacado tema principal, hacen del quinto score el mejor de todos.

Y no era fácil, porque si bien la cuarta película decepcionó un poco por aquello de que la música sonaba demasiado a lo ya compuesto por Tyler, la tercera supuso una de las más sorprendentes entradas en años en el mercado de la música de acción, gracias en buena medida a aquella escena climática en la que protagonista y antagonista se enfrentaban en una última carrera montaña abajo, que dio lugar a aquella pieza entre sinfónica y electrónica llamada Touge, espectacular aún más si cabe en su versión orgánica Symphonic Touge.

En Fast Five, Tyler hace acopio de los ritmos orquestales de Fast & Furious, y le añade, además del tema principal, música urbana, con sus peculiares ritmos electrónicos y música de banda de rock, e incluso algunos ritmos folk de la cultura brasileña para localizar la acción de una película que sale por segunda vez de los Estados Unidos, como ya hiciera en la tercera entrega con Japón, aunque en aquella ocasión Tyler no se sirviera de ello para dar color oriental a su partitura.

En el balance entre la música orquesta para la acción, combinada con la música de banda rockera, la electrónica, y esa música más local, especialmente acertada en el tema melódico, de nuevo  con aire chill, radica el éxito de la apuesta del compositor norteamericano, que a buen seguro ha disfrutado como pocas veces con la espectacularidad de unas imágenes notables en el apartado más estrictamente fílmico, con una soberbia dirección por parte de Lin.

Los bloques temáticos

Hay tres grandes bloques temáticos en Fast Five, con presencia desigual en la pantalla. En primer, y más importante lugar, está la música de acción, con orquesta y banda de rock, y dos temas a señalar, además del principal, con otro más épico asociado a la escena en que los protagonistas salen de milagro con vida de una emboscada al más puro estilo Peligro Inminente (Phillip Noyce, 1994).

El segundo bloque, y el menos interesante, aunque con menor presencia que el de acción, es el de la música electrónica, situado en la mayor parte de las ocasiones en escenas de menor importancia narrativa, y que bien podían haber sido eliminados de la selección final del disco editado por Varese Sarabande.

Finalmente, está la música melódica, para los momentos más reflexivos y románticos de los protagonistas, con ese toque chill tan propio de la saga, y que por desgracia tiene mucha menos presencia en el conjunto del score que los dos anteriores.

Electrónica

Poco vamos a decir de la música electrónica que no se haya dicho ya. Que sobra en el disco, y que en pantalla remarca los pocos toques de humor presentes, y la mayoría de las escenas de diálogo relacionadas con el atraco que los protagonistas tratan de perpetrar. Vamos, lo que suele conocerse como Underscore.

Acción

Así que centrados en el bloque de música de acción, diremos que en Fast Five hay mucha, y muy buena música de acción. Buena parte de ella está incluida en las dos grandes escenas de la película, la del asalto al tren de los deportivos, al principio del film, y la del asalto a la comisaría del dinero, al final. Ambas secciones aparecen en dos largos cortes en el disco de Varese, Train Heist, y The Vault Heist, también al inicio y al final del compacto.

En ambos casos nos podemos encontrar todos los ingredientes anteriormente mencionados. El excelente tema principal es protagonista. Está dotado de un gran ritmo, marcado por la percusión al unísono de la orquesta sinfónica y de la batería, con el propio Tyler a los mandos, en el que es, como ya se ha dicho, el primer tema principal verdadero de la saga Fast and Furious. De él lo mejor que se puede decir es que queda como un guante, no ya a las peripecias de Paul Walker y Vin Diesel en esta cinta, sino que hubiera quedado igual de bien en las cuatro anteriores, o al menos en las tres en las que salen. Es el tema de la saga.

La aparición del tema principal da lugar a los momentos más excitantes de los casi 20 minutos de música que totalizan las dos escenas mencionadas, increíbles por completo, pero excelentemente dirigidas. Pero hay además numerosos golpes orquestales y un ritmo al que ya nos tiene acostumbrado Tyler desde los tiempos de The Hunted, que puede considerarse su primera gran partitura exclusivamente de acción.

Hay que señalar (porque si no sería pecado) otros dos cortes de acción por su importancia y calidad. El primero de ellos, en orden cronológico en la película, aunque no en el disco (que manía más fea), es Enemy of my enemy, que describe la heroica emboscada de la que los protagonistas salen junto al actor anteriormente conocido como The Rock, aquí Hobbs, y en la que ambas partes deciden compartir sus objetivos, como indica el título. En esta escena podemos escuchar no solo una intensa música de acción, con mayor presencia de la orquesta, que le gana terreno a la música urbana, sino el primer tema épico de la cinta, y de toda la saga. Emocionante.

Por último, porque es la última secuencia de acción de la cinta, aunque Varese y Tyler lo colocan en séptimo lugar de un disco con 25 cortes, está Showdown on the Rio Niteroi. La orquesta ya la ha ganado por completo la batalla a la electrónica y a la música urbana, por necesidades dramáticas principalmente, en una secuencia emocionante que goza de uno de los mejores climax orquestales de todo el score para el final de la acción.

Melódico

La música melódica no tiene mucha presencia en pantalla pero sí importancia, para reflejar el aspecto romántico, principalmente de la pareja protagonista (Paul Walker y Jordana Brewster). Escuchamos primero este motivo temático en la primera escena en Río de Janeiro, mientras los protagonistas conducen por las favelas brasileñas. La guitarra es el vehículo conductor de este relajante y apacible tema, tanto en Cristo Redentor, apoyando unas espectaculares imágenes, en Turning Point, Connection, y en el epílogo de la cinta, Paradise.

Es personal

Fast Five es no solo la entrada más redonda de Brian Tyler en la saga, aunque se pierda el factor sorpresa de su espectacular Tokyo Drift, sino uno de sus mejores trabajos para el cine de acción, en el que se ha consolidado como uno de los más brillantes compositores de la actualidad. No es de extrañar por tanto, que sea una de las primeras elecciones de productores y directores como Steven Spielberg (Eagle Eye 2008), o Silvester Stallone (Rambo 2008, The Expendables 2010), tras un prometedor inicio de carrera junto a pesos pesados como Richard Donner (Timeline 2003) o William Friedkin (The Hunted 2003, Bug 2006).

Eso sí, a veces sus discos hacen añorar los tiempos de los discos de Varese de media hora. Y ya es decir, pero es que en Fast Five se podría haber configurado un disco con una decena de cortes, incluyendo los cuatro grandes de acción (Train Heist, Enemy of my enemy, Vault Heist y Showdown on the Rio Niteroi), y los principales melódicos (Cristo Redentor, Connection y Paradise), lo que unido a la presentación del tema (Fast Five), hubieran totalizado cerca de 40 minutos de fantástica música, merecedora de cuatro estrellas en casi cualquier reseña. Pero como todas esas piezas están de hecho en el disco, pues ahí que te van esas cuatro Señor Tyler.

Listado de temas

  1. Fast Five [3:03]
  2. The Perfect Crew [2:02]
  3. Cristo Redentor [2:40]
  4. Train Heist [8:36]
  5. Remote Intel [2:21]
  6. Hobbs [3:01]
  7. Showdown On the Rio Niteroi [1:37]
  8. Tapping In [1:36]
  9. Turning Point [3:47]
  10. Surveillance Montage [2:28]
  11. Enemy of My Enemy [3:36]
  12. Tego and Rico [2:51]
  13. Hobbs Arrives [1:54]
  14. Convergence [5:45]
  15. Paradise [1:45]
  16. Finding the Chip [1:07]
  17. What Time Do They Open? [1:35]
  18. Dom Vs Hobbs [3:08]
  19. Bus Busting [1:30]
  20. Cheeky Bits [2:40]
  21. The Job [1:37]
  22. Connection [4:23]
  23. The Vault Heist [9:51]
  24. Full Circle [3:29]
  25. Fast Five Coda [0:51]
  26. Duración Total (77:13)