Análisis
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Género
Suspense, Western
Lo mejor
Si lo encuentras, tristemente, a un precio razonable. Es indispensable. Y sino es el caso, no dejes de escucharlo. No tenerlo en CD original no es excusa para no disfrutar de ésta joya. Es Goldsmith en estado puro, la magia del cine, el Oeste hecho melodía
Lo peor
Si lo encuentras a precio desorbitado, salvo que seas muy insensible al precio. De todas formas, sería incapaz de recomendar éste CD a nadie. Solo el tema central ya justifica la compra

Breakheart Pass

1975

Siendo pequeñito tuve la ocasión de ver varias películas en un pequeño cine que se montaba en el colegio, entre las que se encontraba Nevada Express, quedándoseme grabada la escena del descarrilamiento de varios vagones llenos de soldados.

Años después, cuando mi afición a la música de cine comenzó a brotar salvajemente, descubrí que aquella película se llamaba Breakheart Pass, y su música pertenecía al que ya era, desde siempre, mi compositor preferido, Jerry Goldsmith.

De cuando comenzaba a brotar Internet y a proliferar los primeros programas de descarga (Audio Galaxy, Kazaa o el Imesh), tuve acceso a cosas que difícilmente hubiera podido conseguir de otra forma. Y así conseguí el magistral Main Title de Breakheart Pass.

¿Qué demonios era aquella maldita maravilla? No podía dejar de escucharlo. Poco tardé en grabarme la película de Canal Hollywood, volver a verla, y alucinar en estéreo, mientras me quemaba, una y otra vez, aquel promo de extraña procedencia (e irregular sonido) que circulaba por ahí.

Y algunos años después, la alegría en todo su esplendor: La-la Land Records la editaba con un sonido espectacular y los end titles que se correspondían (y no el que figuraba en la promo, una simple repetición del Main Title), añadiendo algún bonus track, en una edición limitada de 3.000 copias que a día de hoy está descatalogada.

Y desde aquel momento, cada año, en el mes que por azar me toque, retomo este grandioso score para disfrutarlo una y otra vez, una cita anual obligada (ahora es febrero del 2011, pero antes tocó en octubre y diciembre del 2010).

Y es que tan solo el motivo principal es para quitarse el sombrero, una auténtica genialidad y un regalo para los oídos de quienes gustan de la buena música de cine.

¿Qué te vas a Encontrar?

Uno de los mejores temas que ha compuesto Goldsmith en su carrera, enérgico y vibrante, una oda a la aventura, a través de un majestuoso motivo que acompaña la trama que tiene lugar en el tren donde viajan los personajes, y que es asociado al carácter de Charles Bronson.

El Maestro realiza unas magistrales variaciones del tema central a lo largo de toda la película, acompañando cada escena del tren en movimiento que vemos, o las indagaciones y peleas de Bronson.

Además, tenemos material de tensión made in Goldsmith, con ese toque suyo tan característico de los 70 (cuerdas y piano), e incluso alguna sonoridad sintetizada remarcando el carácter negativo de los indios (un año después esas sonoridades desembocarían en la magistral Logan’s Run).

Una de Vaqueros a lo Agatha Christie

La película está basada en la novela del legendario Alistair Maclean (que también actúa como guionista), y que ha sido el autor de títulos tan legendarios como The Guns of Navarone (Los Cañones de Navarone), Where Eagles Dare (El Desafío de las Águilas) o Ice Station Zebra (Estación Polar Zebra).  Escuchar tema →

Durante la época del lejano oeste, un tren lleno de suministros médicos, y custodiado por un destacamento militar, debe llegar al Fuerte Humboldt, en el paso de Breakheart, donde una extraña epidemia de difteria ha dejado mermado a los destacamentos allí alojados.

Entre los viajeros del tren encontramos al gobernador Fairchild (un genial Richard Crenna), que se encuentra al mando de la operación, acompañado por la bella Marica (Jill Ireland, esposa de charles Bronson), por el mayor Claremont (un genial Ed Lauter), el jefe de la locomotora O’Brian (Charles Durning), el Marshal Pearce (un buen Ben Jonson) y un reverendo.

Durante una parada del viaje, apresarán y subirán a bordo a John Deakin (Charles Bronson), buscado por la justicia y por el que ofrecen una cuantiosa recompensa (aunque nada más lejos de la realidad, pues se trata de un agente del gobierno cuya misión es subir al tren y averiguar las verdaderas intenciones de los integrantes de la expedición).

Desde ese momento, empezarán a producirse una serie de extrañas muertes y desapariciones en el tren, donde todo parece estar relacionado con las cajas de medicamentos que viajan a bordo, y con lo que está sucediendo en el Fuerte Humboldt.

Breakheart Pass es una excelente película de intriga detectivesca y acción a la vieja usanza, con una espectacular secuencia de lucha en lo alto de un tren en marcha entre John Deakin y uno de los villanos, con una excelente fotografía y una magnífica ambientación.

Proviene de una época dorada, los 70, donde la economía de recursos y las buenas ideas todavía daban para excelentes vehículos de entretenimiento como esta película, donde nos encontramos con un excelente clímax final donde el director, un eficaz Tom Gries (The Hawaiians, 100 Rifles), realiza una excelente labor de dirección, con un gran manejo de los actores y donde la narración nunca decae, ayudando a ello un inspirado Jerry Goldsmith, que compone un magistral score como complemento a la película, con un tema central realmente memorable.

Hora y media de puro entretenimiento setentero, con un Charles Bronson que hace palidecer a los duros de ahora (a excepción del genial Clint Eastwood, el rey supremo).

Curiosidades

1

Tom Gries y Jerry Goldsmith colaboraron en cuatro ocasiones a lo largo de sus carreras cinematográficas. La primera de ellas fue en 1969, con el western 100 Rifles, donde Goldsmith compone un magistral tema de acción con un fantástico aroma al lejano oeste, y con un destacado sabor latino en sus notas, especialidad del Maestro.

Le seguiría, en 1974, la miniserie QB VII, una magistral adaptación de la novela de Leon Uris sobre un juicio con el tema del nazismo como telón de fondo, donde Goldsmith compone una obra maestra que le reportó un más que merecido Emmy y una nominación a los Grammy, con un tema central desgarrador y épico, puro reflejo de la tragedia del drama judío.

Un año después, Tom Gries dirigiría a Charles Bronson por partida doble. La primera película sería Breakout (Fuga Suicida, 1975), donde Bronson deberá rescatar a un hombre encarcelado en México (Robert Duvall), ayudado por un elenco de actores donde destacan su mujer Jill Ireland o un joven Randy Quaid.

Goldsmith compone un score tenso y oscuro, donde algún ritmillo a la Morricone se cuela en el tema central, y con un claro sabor latino a través de percusiones y guitarra acústica, donde el cuarto de hora final del score es antológico, con un buen puñado de cortes de acción maravillosos, y una magistral tonadilla mexicana muy rítmica.

La segunda colaboración de Gries con Bronson, Breakheart Pass, marcarían la cuarta y última colaboración con Goldsmith.

2

Las carreras de Goldsmith y el actor Richard Crenna se cruzarían siete veces desde su The Sand Peebles (El Yang Tsé en Llamas), una magistral película de Robert Wise del año 1966, que supuso una de las primeras nominaciones a los Oscar del Maestro Goldsmith, y uno de sus más hermosos motivos de amor.

Acto seguido, en 1975, le seguirá Breakheart Pass, coincidiendo, además, con una película televisiva llamado A Girl Named Sooner, un drama que permitió al Maestro ofrecer un delicado y bello score que fue editado por FSM.

En los 80, ambos participarían en la trilogía de Rambo, probablemente la mejor música de acción de la historia junto con Total Recall. Tanto el score como el personaje del Coronel Trautman pasarían a la historia del cine con toda justicia.

Cerrarían su peculiar colaboración con la irregular aunque entretenida Leviathan, película de terror dirigida por Georpe P. Cosmatos (Rambo: First Blood II, Tomsbtone), y donde Goldsmith compone una magistral partitura, con un excelente tema de apertura que evoca las profundidades del océano con sonidos que parecen imitar a las ballenas, y un magistral End Title, que debería de figurar en cualquier recopilación que se precie del maestro.

3

No nos podemos olvidar del binomio Bronson-Goldsmith. Al margen de las comentadas Breakout y Breakheart Pass, ambos colaboraron en 1980 en el thriller Caboblanco, donde Goldsmith recupera el sabor latino de Breakout, pero menos oscuro y mucho más exótico, con un tema central apabullante y hermoso, y abundante material de acción. Escuchar tema →

Citar, como curiosidad, que en 1963 Bronson participaría en la serie Dr. Kildare en el primer episodio de la tercera temporada, cuyo magistral tema central corría a cargo del maestro Goldsmith.

4

Jill Ireland fue la mujer de Charles Bronson, a quien conoció gracias a su primer marido, David McCallum, coincidiendo ambos actores, por aquel entonces, en la película The Great Escape (1963).

En palabras de la propia Jill, trabajó en gran parte de las películas de su marido porque ninguna mujer quería trabajar con él (quizás muestra del difícil carácter de Bronson), falleciendo de cáncer en 1989.

Coincidieron en películas como Breakout, Breakheart Pass, Death Wish II, Hard Times o The Mechanic.

5

Ed Lauter fue otro actor que trabajó varias veces con Bronson. Además de Breakheart Pass, los que conocemos la carrera de Bronson y disfrutamos de sus películas, recordamos la mítica Death Wish III (El Justiciero de la Noche, 1985), donde ambos se pasean por la calle, pistola en mano, abatiendo a todos los criminales que les salen al paso, en plan videojuego.

También coincidirían en White Buffalo (El Desafío del Búfalo Blanco, 1977), curioso western de terror de los 70, con música de John Barry, sobre un terrorífico e inmenso búfalo blanco que va sembrando el pánico y la muerte allá por donde pasa.

6

La pelea que tiene lugar encima del tren en marcha fue rodada contando el amigo Bronson con 53 añitos (algunas escenas requerían dobles, pero en otras era el mismo actor quien interpretaba las peligrosas escenas).

7

Trenes y Goldsmith fueron una pequeña constante en los 70. La primera sería Breakheart Pass, donde el Maestro construye un brillante tema central que sirve para dar vida al avance del tren, y servir de base para Deakin y sus aventuras. La segunda sería el thriller catastrofista The Cassandra Crossing (1976), donde Goldsmith compone uno de sus trabajos de acción más agresivos de su carrera, donde una amenaza química viaja a bordo de un tren. Escuchar tema →

Y por último, quizás el score más brillante de todos, The Great Train Robbery, donde el dúo Sutherland-Connery regalan un Tour de Force interpretativo irrepetible, con Goldsmith creando un score de época realmente apabullante, destacando los pasajes musicales del robo del tren en la parte final y los magistrales créditos finales. Escuchar tema →

Aunque no es exactamente de trenes, si destacaría la escena del tren de Damien Omen II, donde Goldsmith construye un ritmo endiablado y salvaje para la muerte del reverendo (el corte Runaway Train), capturado por una vagoneta y aplastado contra otra salvajemente.

Breakheart Pass – Main Title

La mejor carta de presentación del score es su primer corte, lo que podríamos llamar el Breakheart Pass Theme, donde Goldsmith establece el leitmotiv principal de la película.

La construcción del tema emula, con fuerza y energía, el avance del tren, pero también transmite dinamismo y acción, convirtiéndose en un motivo enérgico y vibrante, donde los vientos (trompas y trompetas principalmente) lanzan la melodía mientras los acordes de las guitarras, más vientos y las cuerdas construyen un ostinato que sirve de soporte a la melodía principal, encontrándonos reminiscencias y referencias musicales al lejano oeste.

Todo ello coincide en pantalla con la presentación de los créditos de la película, donde vemos aparecer un tren en marcha (el mismo donde transcurrirá gran parte de la película). Escuchar tema →

El corte abre con el sonido de una quijada (un instrumento muy característico del oeste, con un sonido como de cascabeleo) mientras las guitarras hacen un rasgueo para formar un ostinato de marcha sobre el que avanza la melodía, con los punteos de un bajo de guitarra acompañando, y el sonido de unas maravillosas trompas, que heroicamente, a modo de fanfarria, anticipan la entrada de una trompeta píccolo (mucho más aguda que una trompeta normal), que va interpretando y construyendo la melodía principal, con energía y heroicidad, uniéndose los trombones con sordina, que marcan los golpes sonoros de la melodía (junto con unos magistrales spicattos de cuerda), integrado todo ello sobre el ostinato inicial.

Tras la enunciación del tema central con la trompeta píccolo, y sin perder el ostinato de base (no desaparece hasta la fase final, en los últimos segundos), oímos perfectamente el sonido del golpeteo de un yunque (otro instrumento típico del Oeste), tras el cual Goldsmith ofrece una vibrante fase musical donde las flautas y las trompas dialogan musicalmente con los trombones a través de la melodía central (puro Goldsmith).

Acabado el diálogo, Goldsmith vuelve al tema central, aún más heroico y enérgico, donde la trompeta píccolo es sustituida por el sonido de una trompeta en do, que acaba llevándonos a una nueva fase musical donde irrumpen unas magistrales trompas (horns), alzándose de forma poderosa y épica, con el sonido de un honky tonk de fondo (emulando el típico sonido de pianola del oeste).

De nuevo, Goldsmith vuelve al tema central, donde las trompas se unen a la fiesta (no podía ser menos viniendo de Goldsmith), rematando la interpretación del motivo central con las trompetas por terceras (a modo de fanfarria), desdoblando las melodías, y donde al ostinato inicial se han ido uniendo trompas y flautas, alcanzando un pequeño clímax final donde aparece el sonido del yunque, que da paso a que el tema vaya desacelerándose poco a poco, mientras una flauta (en registro grave) anuncia, a modo de cierre, la melodía central, que se va a apagando poco a poco.

Ese motivo, como veremos posteriormente, es el principal y único de toda la partitura, vertebrando prácticamente el conjunto del score, y que Goldsmith asociará tanto para el viaje del tren (funcionando como una especia de magistral fanfarria) como para el personaje de Deakin.

Ese rasgueo de guitarra, que sirve para consolidar el ostinato de avance del tema central, tiene un parecido razonable con el motivo central que Goldsmith crease para la serie Winter Kill, un thriller de 1974, donde el Maestro imprime toda su energía para ofrecernos un vibrante y enérgico motivo (donde los sintetizadores, marca de la casa, llevan el peso de la melodía principal).

Instrumentación Típica del Oeste

Uno de los principales elementos típicos del oeste es la guitarra, esos acordes maravillosos y tan sugerentes que evocan el far west y a los cowboys, a través de melodías y motivos heroicos o solitarios para los típicos personajes estereotipados del género (por ejemplo, el Main Title de Rio Lobo de Goldsmith, maravilloso), o el sonido de la armónica (como en Once Upon A Time in the West, del maestro italiano Morricone, precisamente un tema dedicado para el rol de Bronson).

En este trabajo, Goldsmith introduce una serie de elementos musicales muy típicos del género, y que añaden un magnífico colorido al score:

  • Yunque (Anvil). Con la traducción al lado, uno piensa irremediablemente en el Anvil of Crom de Poledouris para Conan the Barbarian, y con razón. El sonido de los yunques (con las imágenes de los herreros forjando espadas) evoca magistralmente la edad del metal. Pero es también un instrumento muy típico en el oeste, y ese sonido de golpe metálico ambienta magistralmente el marco de un género hoy día muy olvidado.
  • Quijada. Son mandíbulas de animales muertos que son golpeadas, provocando un sonido muy peculiar, y que se pueden rellenar para que la vibración provoque un sonido deseado (o añadirles algún elemento que provoque un determinado sonido). Por ejemplo, cascabeleos.Pero también la quijada puede ser una bola unida a una pequeña base negra a través de un pequeño tubo/filamento de metal, que al ser golpeada, provoca la vibración de ese cascabeleo que oímos en el tema central del comienzo.
  • Honky Tonk: Es una especie de piano, que Goldsmith introduce en el tema central a modo de pianola, como esas melodías tan típicas de las cantinas de los bares del far west, y que aquí acompañan dando color y dinamismo a la marcha del tren.

Music for Investigation

Cierto es que el score se basa en un único motivo, la enésima genialidad del Maestro, y sobre todo en como consigue, a través de magistrales variaciones, convertir ese tema asociado al tren en un motivo relacionado con John Deakin.

Sin embargo, Goldsmith se saca de la manga dos recursos musicales para los momentos de tensión y peligro:

1) Por un lado, un motivo de peligro de cuatro notas, que es casi un pariente lejano del futuro parabará de Horner, un recurso cuya mejor utilización reside en el tema del descarrilamiento de los vagones del ejército (On the Move / Runaway).

2) Por otro lado, tenemos otro recurso de dos notas, que de forma constante y continua acompaña a las andanzas de Deakin por el tren, mientras investiga los compartimientos y vagones.

Es un recurso cuya primera nota suelen ser cuerdas (cello y violas) y la segunda son vientos (fagots y contrafagots, que generan mucha tensión, recordándome al comienzo de Outland con la presentación de la mina de Io, en Júpiter).

Como variante, sobre este recurso introduce el sonido de tres notas de low-piano (generando tensión e incertidumbre) que encajan magistralmente con este motivo de dos notas. En Medical Supplies o la primera parte del corte nueve, The Casket, nos encontramos con un ejemplo magistral de éste uso.

Además, Goldsmith asocia un sonido de sintetizador atonal y negativo para uno de los villanos de la película, Calhoun, un poderoso indio que junto con su tribu ha tomado y secuestrado el Fuerte Humboldt.

Deakin a bordo – Investigación Parte I

El comienzo de la película arranca en la estación del tren, donde un convoy militar, liderado por el gobernador Fairchild, efectúa una parada, momento en el que desaparecen misteriosamente dos soldados que debían contactar con el Fuerte Humboldt. A su vez, Deakin es subido a bordo del tren como prisionero, que parte con el resto de la expedición rumbo a Breakheart Pass.

Free Ride – Hot Stove presenta el magnífico leitmotiv principal de apertura, para el momento en el que el tren parte de la estación rumbo a su destino (será una constante durante toda la película, pues cada vez que aparezca el tren en movimiento oiremos ese grandioso y épico motivo).

Percusión a base de cajas tocadas con escobillas y xilófonos, con la ayuda de los vientos (metales y maderas), marcan el ritmo y avance del tren por los parajes montañosos rumbo al paso de Breakheart.

Tras éste vibrante y enérgico comienzo, nos encontraremos con gran parte de la tónica del score, donde Goldsmith ofrecerá fases musicales de tensión para los momentos en los que Deakin investiga los compartimentos del tren, tratando de desenmascarar a los villanos y descubrir cuales son sus intenciones.

Por ejemplo, tras la vibrante apertura, oímos brevemente un pasaje musical negativo y atonal, que posteriormente escucharemos en todo su esplendor en No Word Yet, y que es el motivo asociado a los villanos (el indio Calhoun y su tribu) pero que aquí sirve de asociación con algún enlace en el tren, sugiriendo que a bordo viaja algún traidor.

También nos encontramos con recursos maravillosos, como los pizzicatos Bartok, que no son más que pizzicatos (tocar las cuerdas del violín con los dedos) pero mucho más fuertes, permitiendo que la cuerda golpee la madera, lo que provoca una resonancia más sonora, generando más tensión. O con el recurso de cuatro notas, interpretado magistralmente por los vientos (a veces por el corno inglés, otras por la trompeta).

Estos pasajes oscuros y tenebrosos me traen a la memoria mucho material del Maestro compuesto en los 70, con obras tan maravillosas como High Velocity, Chinatown o Breakout, distinguiendo esa marca setentera tan propia del maestro.

Además, Goldsmith nos ofrece una versión más delicada y pausada del leitmotiv principal, asociándolo al personaje de Deakin, que le acompañará desde entonces en todas sus aventuras y desventuras.

Medical Supplies es otro magnífico ejemplo de construcción de ambientes tensos y oscuros, donde Goldsmith utiliza de una forma magistral el motivo principal, trazado de una forma sugerente y misteriosa, a través del uso de un golpeteo de campanas que añade más ritmo y tensión al corte.

Acto seguido, introduce el motivo de dos notas para acompañar a Deakin mientras investiga los medicamentos, la primera nota en cuerda (violas y cellos) y la segunda en vientos (fagots y contrafagots), con utilización de sintetizadores y efectos de Ecoplex, que nos llevarán a un magnífico cierre a través del motivo principal mientras vemos, de nuevo, al tren en marcha.

En este tema, se refuerza el recurso de dos notas con la aparición del piano, que añade más tensión a través de tres notas, una que va a la par con la de cuerda, y dos más que acompañan a la nota de los vientos, lo que ayuda a intensificar el misterio, acompañando el recorrido de Deakin por los vagones de abastecimiento.

En la parte final del corte, Goldsmith deshace la oscuridad y la tensión mediante la irrupción del motivo central, acompañando el avance del tren a través de los ya habituales (y bellos) parajes montañosos.

The Trestle es un corte rítmico y maravilloso que tiene lugar cuando el tren se detiene en lo alto de un puente, desde donde ha sido arrojado uno de los maquinistas. Deakin (quien afirmó en su momento tener conocimientos médicos) deberá descender puente abajo para comprobar si el hombre ha muerto.

Tras abrir con el motivo de peligro de cuatro notas envuelto por los violines, el Maestro ofrece el motivo central para el descenso de Deakin a través de una rítmica variación con los acordes de la guitarra y la flauta (la guitarra le da un saborcillo al futuro Goldsmith de First Blood, ese maravilloso corte llamado Home Coming), con la aparición, durante gran parte de su desarrollo, del parabará (denotando tanto el peligro del descenso, como la presencia del cadáver y todo el elenco de sospechosos que observan a Deakin tras volver al tren).

Y entonces…

On the Move / Runaway : Un ejemplo de la genialidad de Goldsmith

… el tren sigue su marcha (On the Move), con la aparición del motivo central en todo su esplendor (una pequeña omisión musical que no figuraba en el promo), donde un frullato en maderas (con los vientos emulando casi el sonido de la bocina del tren) y una magnífica percusión marcan el avance del tren.

Runaway (pieza que viene a continuación) se corresponde con la escena del descarrilamiento de los últimos dos vagones del tren (donde reside el destacamento militar al completo) que han sido desenganchados del resto del convoy,  yendo vías abajo. El acceso a los frenos ha sido saboteado, por lo que acabarán precipitándose al vacío, montaña abajo (no sobreviviendo ni el apuntador). Escuchar tema →

Este corte (Runaway) es una de las razones (y hay mil más) por las que Goldsmith es, en mi opinión, el mejor compositor de música de cine de la historia, donde construye un ostinato completamente in crescendo, añadiendo cada vez más y más instrumentos, haciendo avanzar la melodía, acelerándose, conforme en pantalla los vagones van cogiendo mayor velocidad, hasta que el tema desemboca en un tremendo y magistral clímax final, con toda la orquesta echando humo.

La sección de cuerda, los violoncellos, construyen el primer movimiento del ostinato de marcha, al que se le añaden las trompetas formando el motivo de tensión de cuatro notas (ese parabará).

Acto seguido, se añaden secciones de percusión metálica (crótalos) y de madera (güiro), seguido de violines, clarinetes, trompetas con sordina, trombones con sordina y flautas, intensificando y acelerando el ostinato de una forma magistral, mientras el motivo de peligro de cuatro notas reaparece una y otra vez.

La parte final es un verdadero Tour de Force, donde unos solos de trompetas se van alternando para construir el último tramo del corte, donde, finalmente, toda la orquesta eleva el tema de una forma magistral, desembocando en un soberbio clímax final donde los vagones se precipitan al vacío, y que constituye, sin lugar a dudas, uno de los mejores ejemplos de lo que significa la música del cine y el poder que ésta ejerce en las imágenes (algo que debería ser objeto de estudio en las clases de composición para algunos de los jóvenes, y no tan jóvenes, valores que andan campando por Hollywood).

Y dicho de paso, es una especialidad del Maestro, construir maravillosos ostinatos a los que se van añadiendo instrumentos, incrementando e intensificando los ritmos de una forma magistral, como en Rambo III (Preparations, Flaming Village o Final Battle) o Total Recall (End of a Dream o The Big Jump). Lo dicho, un GENIO.

Investigación Parte II

La segunda parte de las pesquisas de Deakin abre con el corte No Word Yet (sin ninguna palabra aún), donde Goldsmith introduce un sintetizador cuya sonoridad es bastante atonal y disonante, pero que casa perfectamente con la imagen de villanía y vileza de Calhoun y sus hombres, esperando instrucciones de los traidores que viajan a bordo del tren.

Goldsmith introduce sintetizadores muy en la línea de lo que nos ofrecerá en ese magistral trabajo llamado Logan’s Run (1976), otro brillante ejemplo de construcción temática.

Night Watch / Help Yourself marca otro tema similar a los presentados en el segundo y el tercer corte del primer bloque de investigaciones.

Más música con reminiscencias de trabajos de la época (High Velocity, Breakout), donde las cuerdas (unos pizzicatos magistrales) y los vientos (flautas, trompas y trompetas con sordinas) construyen ritmos de tensión maravillosos, ayudados por una magnífica percusión (castañuelas, xilófono), mientras vemos como Deakin logra comunicarse con los captores del Fuerte para darles instrucciones erróneas y ganar tiempo para desenmascarar a los traidores, aprovechando una parada del tren en plena noche.

En la parte final, de nuevo explosiona el motivo central para la puesta en marcha del tren, seguido de una delicada fase musical para Deakin.

Who Are You? es un breve corte donde Goldsmith recupera el motivo central de forma suave y delicada, a través de los acordes de la guitarra y las flautas, para una conversación que tiene lugar entre Deakin y Marica.

La última parte de la investigación, previa al clímax de acción final,  tiene lugar en el corte nueve, The Casket / Box Car Fight, donde finalmente sale a la luz todo el entramado que ocultan el gobernador Fairchild y sus secuaces.

El corte abre con la vibrante marcha de avance del tren, para acto irnos a una nueva incursión de Deakin en el compartimiento de los suministros médicos, donde reaparecen tanto el motivo de dos notas como el parabará, reflejando peligro ante la situación de ser descubierto.

Unas campanas hacen aparición mientras los violines y unos sintetizadores acompañan las escenas del descubrimiento del cadáver del reverendo, así como de un grupo de cajas de medicinas rellenas de armas en lugar de medicamentos.

El motivo de dos notas va dominando el tema, con el low-piano reforzando el recurso de tensión y los vientos acompañando (añadiendo misterio e incertidumbre), momento en el que vemos como irrumpe en pantalla el cocinero, quien descubre que alguien ha estado removiendo en las cajas del vagón, por lo que decide ir a la cocina y armarse con un cuchillo (momento en el que Goldsmith utiliza el efecto del Echoplex, generando aún más tensión y peligro).

El motivo de dos notas del piano y los vientos casi van al unísono en la parte final  de la primera parte del corte (The Casket), hasta que pasado el minuto cuatro y medio, el cocinero descubre a Deakin, quien huye a la parte de arriba del tren, donde tendrá una de las mejores escenas de lucha de los 70.

Box Car Fight: Uno de los Highlights del score

Éste corte es todo un maravilloso repertorio de lo que debe ser un tema de acción; Goldsmith lanza la sección de vientos para imprimir ritmos de huida para la fuga de Deakin al techo del tren, donde reaparece el cocinero armado con el cuchillo.

Trompas, trompetas, trombones, clarinetes y flautas se van alternando (unas como ostinato, y otros llevando el ritmo) para el combate a muerte entre ambos personajes, imprimiendo velocidad y urgencia, con una sensación constante de peligro.

Cuando no es la trompeta con sordina la que lleva el ritmo (con trompetas y trombones con sordina de fondo), es un clarinete agudo el que toma el relevo para llevar el peso del ritmo, con un bajo eléctrico marcando un pulso musical maravilloso.

En la parte final del corte, cuando se recrudece la batalla, y ambos contendientes cuelgan de un lateral del tren, a nada del vació absoluto y una muerte seguro, Goldsmith lanza una magistral fase de acción musical final, donde la percusión (las cajas o snare drums) marca el ritmo de ostinato sobre el que los vientos (especialmente las trompetas y trompas) marcan la batalla final, todo ello a través del motivo central, que va completamente increcendo.

El clímax final es magistral, explotando finalmente el corte en una espiral de violencia muy de la marca del Maestro californiano, donde el cocinero pasa a mejor vida y Deakin para al siguiente nivel: desenmascarar al resto del pasaje.

Deakin al descubierto: Buscando Aliados

Tras la muerte del cocinero, Deakin queda al descubierto, y solo encontrará auxilio en la bella Marica (Make Up Your Mind), donde Goldsmith nos ofrece de nuevo música de suspense, mientras los conspiradores buscan a Deakin, quien conseguirá ocultarse en el compartimiento de la chica, quien descubrirá que el gobernador Fairchild (su pareja), es uno de los traidores del pasaje (momento que Deakin aprovechará para pedir ayuda a la chica).

El corte abre con el sonido de campanas y unas vibrantes notas de piano made in Goldsmith, que sirven de introducción al motivo de cuatro notas de tensión interpretado por las flautas.

La segunda parte del corte diez, Leaving the Fort, es el leitmotiv asociado a los villanos, donde vemos a lo indios abandonando el Fuerte rumbo al encuentro del tren, en el paso de Breakheart, con Goldsmith ofreciéndonos una versión más rítmica con el sintetizador y la orquesta.

A New Friend es un breve corte donde Goldsmith ofrece una versión delicada y tranquila del motivo central para el momento en el que Deakin encuentra la ayuda del mayor Claremont, el único personaje (junto con la chica) del que se fía, y su único aliado para combatir el doble frente que se avecina: los indios por un lado, y el pasaje del tren por el otro lado (liderado por el gobernador).

En éste corte, encontramos una curiosa variación del motivo de suspense de dos notas, donde las cuerdas y los vientos son sustituidos por los punteos de un bajo eléctrico, que convierte las dos notas en tres (emulando el refuerzo de piano ya comentado). Goldsmith cierra el corte con una nueva (y no última) explosión del motivo central para la marcha del tren, muy cerca ya del paso de Breakheart.

Clímax Final: La Batalla Final

Here They Come podría ser, y no creo equivocarme en esto, uno de los cortes más vibrantes que ha compuesto el maestro en toda su carrera. En tan solo un minuto, nos ofrece una brillante y heroica variación del tema central, mientras vemos al tren acercarse a la trampa que les han preparado Calhoun y sus hombres.

Las trompas suenan más enérgicas y heroicas que nunca, y en la fase final, Goldsmith ofrece la melodía principal con las trompas en solitario, mientras que el resto de la orquesta sirve de refuerzo, a través de unos golpes sonoros que hacen aún más vibrante y enérgica la melodía, justo para el momento en el que tren pasa a través de un paso elevado.

Pocas veces un minuto escaso ha sido tan vibrante y heroico como este magnífico corte, un ejemplo (y van mil) de lo que un compositor puede hacer con un potente tema central y con el oficio que atesoraba el Maestro, y que vale por puñados de partituras de acción modernas que no le llegan ni a las raíces del suelo que pisan las suelas de los zapatos de Jerry Goldsmith.

Se puede decir más claro, pero no más alto: ESTO ES MUSICA.

Antes del Raiding Party, el corte donde comienza el clímax final, Goldsmith ofrece un tema que no ha sido editado, y que no es más que un compendio de variaciones sobre el material editado (a modo casi de relleno), funcionando magistralmente y cuya omisión no puede considerarse un drama (hay otras partituras en donde la cosa sí tiene delito, y mucho).

La apertura del corte Raiding Party se produce mediante el motivo electrónico de Calhoun, quienes se preparan para asaltar el tren, sin saber que Deakin y el mayor les han preparado una trampa (Deakin roba un caballo de los indios y planta dinamita en varios sitios cercanos a la vía del tren).

Goldsmith utiliza el motivo principal para mostrarnos toda la escena, con la llegada de los indios al tren, utilizando las flautas, percusión y los acordes de una guitarra acústica para darle un carácter heroico y vibrante al plan de Deakin, en un desenlace final que va in crescendo, donde la sección de vientos y metales se luce sobremanera, con los violines reforzando en todo momento.

La sección de metales y maderas acompañan la marcha del tren mientras toda la acción va desembocando en sucesivas explosiones y un desconcierto total.

En ese momento, una trompeta con sordina, los acordes de la guitarra y la percusión van introduciendo una excelente fase de transición musical (donde irrumpen puntualmente maderas y metales para el avance del tren), explosionando en un magnífico clímax final, donde flautas y trompas dialogan heroicamente a través del leitmotiv principal, rematando con una violenta fase final donde toda la sección de vientos vuelve a emular el movimiento de la locomotora del tren.

Un parte de la vía del tren es dinamitada, y los hombres de Calhoun y el gobernador deberán cambiar los raíles para poder proseguir su camino hacia el fuerte, con todo el caos y desconcierto que ello conlleva, agravado por más explosiones de dinamita que se van produciendo.

No Entry narra este momento, con música de tensión made in Goldsmith, donde el motivo central domina el corte, donde Goldsmith construye un vibrante corte lleno de tensión, dominado por los acordes de guitarras, vientos y el piano, para dar paso a la confrontación final, donde aparece al rescate el ejército del Fuerte Humboldt, dando al traste con los planes del gobernador y Calhoun.

Estas escenas finales fueron rellenadas con extractos de los cortes Box Car Fight y Runaway, formando un popurri que no fue incluido (acertadamente) en la edición por ser un mero (aunque correcto) relleno de los cortes anteriormente descritos, y que encaja perfectamente con las imágenes (servidor lo hubiese disfrutado igualmente, pero no deja de ser música de la librería del propio score creado por el Maestro).

Epílogo

Reunited – Breakheart Pass End Credits funciona como el perfecto coda final a esta aventura en el oeste a lo Agatha Christie.

Hay escenas donde uno se percata de lo grande que es el cine, y como la música ayuda a  engrandecer aún más si cabe cada fotograma de la película a la que acompaña (y más si es Goldsmith, experto en dar vida a películas muertas).

La escena donde la caballería acude al tren desde la lejanía, sobre un bello paisaje nevado, es utilizada por Goldsmith para ofrecernos un bello coda final (Reunited) donde la música refleja tranquilidad y sosiego, indicando que todo ha terminado, que la tensión se ha mitigado, evitando cualquier asomo de temas heroicos, vibrantes o explosivos (viendo en pantalla como Marica se reúne con su padre, un oficial del Fuerte Humboldt).

Es una escena casi paisajística, de postal, y Goldsmith así lo interpreta, ofreciendo un bellísimo pasaje musical donde sugiere y evoca tranquilidad y sosiego

Y de todo ello es culpable Goldsmith, culpable de crear un maravilloso y exquisito pasaje lírico donde una flauta alto lleva inicialmente la melodía, con los acordes de la guitarra formando un delicado ostinato.

La flauta alto es reemplazada por un oboe, que interpreta de forma delicada el motivo central, para, posteriormente, ser reemplazado a su vez por una trompeta, donde acaba alcanzando un contenido y bello clímax musical.

Y aún es más culpable de la delicatessen que nos espera acto seguido, cuando vemos como el personaje de Deakin se aleja un poco del tren, quedando en un segundo plano, momento en el que un magistral solo de trompeta interpreta el motivo central, resaltando por un lado la soledad del personaje, y por otra la satisfacción del deber cumplido, con es toque patriótico que tan bien se le daba al Maestro (evocando el carácter gubernamental del personaje muy del Goldsmith de los 70 como en Twilight’s Last Gleaming, McCarthur o Patton).

Acto seguido, todo desemboca en un magnífico reprise del tema central, muy al estilo del Main Title, con un crescendo final maravilloso. En éste enlace tienes el final de la película (advertido quedas por si algún día quieres ver la película).
Escuchar tema →

Bonus Tracks

Casi como pura anécdota, nos encontramos con dos breves bonus tracks. El primero es Four Styles, donde unos acordes de guitarra interpretan un rítmico, vibrante y breve motivo.

El segundo, Charge, es el típico toque de corneta de ataque estilo El Sexto de Caballería, veinte segundos de ¡A la Carga!.

Lo dicho, pura anécdota.

En Resumen…

Es una de esas obras que muchas veces no son comentadas por el grueso de aficionados a la música de cine, incluso cuando el tema de conversación es Jerry Goldsmith. Son los denominados trabajos de segunda línea, los tapadillos, tan maravillosos y fascinantes como los de primera línea, pero que tristemente suelen permanecer ocultos en términos populares.

Joyas como Capricorn One (1978), The Swarm (1978), Coma (1978), The Great Train Robbery (1979), Outland (1981), Leviathan (1989), The Chairman (1969), The Challenge (1982) o éste Breakheart Pass (1975), con motivos centrales realmente memorables, y un desarrollo temático a la altura del genio y la calidad que atesoraba Goldsmith.

Y muy pocos compositores (por no decir casi ninguno) han logrado acumular tanta calidad en trabajos de segunda línea, condenados en muchos casos (como Warlock, Leviathan o The Vanishing) al más oscuro y profundo olvido, y del que son rescatados simple y llanamente porque donde figuraba Music By aparecía un tal Jerry Goldsmith… Y eso tiene muchísimo mérito.

Siempre lo dije, y siempre lo seguiré repitiendo: cuando falleció Jerry Goldsmith, una parte del cine murió para el que escribe, pero su música me ayuda a rememorar una y otra vez la magia del cine, esa que hoy día brilla por su ausencia en la mayor parte del panorama actual.

De todas formas, cuando no me guste el panorama, siempre me queda refugiarme en el pasado, y con trabajos como Breakheart Pass, esto me será muchísimo fácil.

Por cierto, sino la has escuchado…¡Ya estás tardando!

*Especial agradecimiento a Pablo Laspra por la ayuda en la elaboración de este estudio.

  1. Breakheart Pass – Main Title (02:33)
  2. Free Ride / Hot Stove (05:01)
  3. Medical Supplies (03:58)
  4. The Trestle (02:55)
  5. On The Move / Runaway (02:47)
  6. No Word Yet (00:58)
  7. Night Watch / Help Yourself (05:39)
  8. Who Are You? (00:44)
  9. The Casket / Box Car Fight (07:11)
  10. Make Up Your Mind / Leaving The Fort (01:27)
  11. A New Friend (01:47) Here They Come (00:59)
  12. Raiding Party (03:55)
  13. No Entry (01:29)
  14. Reunited / Breakheart Pass – End Credits (04:05)
  15. (Bonus track) Four Styles (00:11)
  16. (Bonus track) Charge (00:20)
Duración total: 45:59 minutos
Compositor: Jerry Goldsmith
Sello: La-La Land Records
Formato: CD
Fecha de lanzamiento 2006