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Género
Aventuras, Fantástico
Lo mejor
Doyle se ha disfrazado, pero no ha hecho el ridículo como Judi Dench, con el gorrito verde. A Doyle lo verde le ha quedado bien.
Lo peor
La música de acción es de Doyle o de cualquier otro.

Artemis Fowl

2020

Artemis Fowl es la última película del prolífico director y actor inglés Kenneth Branagh, acompañado, como cada vez desde 1989 (Henry V), por “su compositor” Patrick Doyle, en la que es sin duda una de las relaciones “director-compositor” más leales y duraderas de la historia del cine. Y ahí radica uno de los problemas de éste último título, y podría hacerse extendible a algún que otro más en los últimos años: las películas de Brannagh en la última década, con contadas excepciones (Murder on the Orient Express, All ls True), son blandas, superficiales y hasta ridículas por momentos (Jack Ryan: Shadow Recruit, Cinderella). Y todo eso se aplica para Artemis Fowl (2020). Y todo eso se aplica para la música de Patrick Doyle.

En algunas ocasiones Doyle esquiva el ridículo, o sale bien parado en comparación, siendo el caso más notable su buena banda sonora para Thor (2011), y en otras se contagia de lo anodino, como en la edulcorada y olvidable La Cenicienta (lo mejor de este título era la música del tráiler, de James Newton Howard). Con Artemis Fowl, que es también uno de los productos Disney de los últimos tiempos, se ha quedado en el medio. Puede que no esté tan mal.

En lo positivo, el compositor escocés ha conseguido dotar de un buen puñado de temas al score. Nada del otro mundo, muy Doyle todo ello. Y es que tras más de tres décadas difícil será que una línea melódica, o el uso de cualquier instrumentación, nos sorprenda. Pero es sentido, y eso es lo mejor que se puede decir de esta banda sonora. Las partes íntimas, de ahora en adelante “la parte intimista”, que relatan la relación del preadolescente Artemis con su padre, y con la chica, un hada con un pasado fantástico con alguna reminiscencia al Úlster (de donde es natural Branagh, por cierto), son resueltas normalmente al piano por el compositor de Uddingston con acierto: no sobrecompone y aporta un tono melancólico apropiado.

La joya de la mezcla, no obstante, serán los pasajes musicales paisajísticos, en los que Doyle aporta una sencilla paleta de instrumentación gaélica. Father and Son y Surfing son lo mejor del score, en el primero con el fiddle como protagonista, y en el segundo con una voz femenina cantando en esas lenguas protocélticas que tanto han hecho por la identidad del pueblo irlandés. El primero es una pieza maravillosa, a la altura de lo que Doyle compuso para ese otro título Disney que tan redondo salió: Brave (Brave: Indomable, 2012). Mientras que el segundo es mucho más novedoso en ese “canon” Doyle: sintetizadores, gaitas, la voz gaélica, y flauta irlandesa (entre los aficionados a las bandas sonoras más conocida por “whistle”, con todos los prefijos que se le quieran poner, tin, penny, etc). En ambos casos esa primera experiencia Disney de Doyle está muy presente, y puede ser visto como una forma de continuidad, en la que el compositor demuestra sentirse muy atraído por esas raíces culturales a juzgar por la calidad de lo compuesto.

El resto del score está dominado por tres ingredientes: un tema principal decente aunque normalito, que aparece enteramente por primera vez en Haven City y que tendrá su mejor rendición hacia el final (Bring Him Back); un montón de música electrónica, sampleados de violín y percusión repitiendo notas (es lo que los productores de Hollywood han descubierto como urgencia, tensión creciente, y que por lo tanto va a hacer que los jóvenes del mundo no se despeguen de sus sillones y alucinen, y que no tiene nada que ver, aunque lo parezca, con los arpeggios y ostinatos de antaño); y por último la música de acción. Lo dejo para el final porque es de lo que menos me apetece hablar, pero no puedo ignorarla, porque hay mucha, y es muy floja. Y eso naturalmente merece un comentario.

Hay una escena en mitad de la película en la que un troll entra en la mansión de los Fowl y lo destroza todo durante cinco minutos. Me acordé de una escena similar compuesta hace unos años por James Horner en The Spiderwick Chronicles (Las crónicas de Spiderwick, 2007), en la que trompas, trompetas y trombones florecían, se expandían rítmicamente y mantenían el pulso de la acción, mientras la melodía generaba en el espectador la impresión de que realmente los personajes estaban en la cuerda floja. En la escena de Doyle hay un montón de instrumentos que si no están digitalizados, lo parecen, repitiendo constantemente un mismo acorde. No hay motivos melódicos, mismo patrón rítmico, sonido enlatado, nada de nada. Y como esta, las demás escenas de acción de la película. No es que considere que Doyle fuera nunca un gran compositor de música de acción, en realidad nunca fue su gran virtud, tiene otras, pero es que este hombre compuso una de las mejores secuencias de acción de los noventa (Grand Central, diez minutos, en Carlito´s Way, dirigida por Brian De Palma en 1994).

La de Carlito´s Way era también la época en la que Branagh lo llamaba para hacer adaptaciones de Shakespeare, como Hamlet (1996), Mucho ruido y pocas nueces (1993) o versiones de grandes obras de la literatura inglesa como Frankenstein (1994). De aquella época no queda mucho. Doyle hace ahora películas en Hollywood, para su amigo Ken Branagh, a quién probablemente debe el hecho de haberle abierto las puertas de un mundo que le ha dado la posibilidad de ser nominado al Oscar, al Globo de Oro, al César, de poner música a una aventura de Harry Potter cuando tenía niños en su propia casa, y sobre todo de conmover, de escribir Non Nobis Domine para Enrique V, o Le Voyage de Camile para la Indochina (1992) de Regis Wargnier. Y aún de vez en cuando, y a medida que pasa el tiempo, aún puede hacer una buena banda sonora como Brave, y unos años después, mientras sigue pasando, un buen corte como Father and Son.

Artemis Fowl

  1. Father and Son (3:44)
  2. Talented Tunneller (2:45)
  3. Surfing (1:37)
  4. Therapy (1:43)
  5. Time to Believe (2:26)
  6. Haven City (1:58)
  7. Commander Root (1:28)
  8. You’re Not Going (1:36)
  9. Do Not Engage (1:34)
  10. To the Surface (2:24)
  11. Containment (2:03)
  12. Full Scale Recovery (1:41)
  13. Battle Stations (3:39)
  14. Fairy Fight (1:03)
  15. Negotiation (1:07)
  16. The Artist (1:08)
  17. We Meet Again (1:38)
  18. Beechwood Short (1:01)
  19. The Aculos (2:08)
  20. New Recruit (1:54)
  21. Troll Fight (2:21)
  22. The Fatal Blow (2:08)
  23. Collapse (2:28)
  24. Fairy Dust (1:45)
  25. Bring Him Back (2:12)
  26. A Dear Friend (2:58)
  27. Worth Fighting For (2:36)
  28. That’s My Ride (2:54)
Duración total: 57:59 minutos
Compositor: Patrick Doyle
Sello: Walt Disney Records
Formato: Descarga Digital
Fecha de lanzamiento 12 de Junio del 2020
Artemis Fowl