Análisis
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Género
Aventuras, Ciencia Ficción, Fantástico, Futurista
Lo mejor
La evolución con propósito narrativo de su tema central de cuatro notas, y el color orquestal que toma a veces el score, en lo que probablemente tiene mucho que ver Conrad Pope, director de la partitura
Lo peor
La acción es apenas incidental, siguen ahí las repeticiones sampleadas y obstinadas, y ya tenemos el miedo en el cuerpo ante la posibilidad de que Tom Holkenborg herede el mundo sonoro de Avatar, de alas de James Horner

Alita: Battle Angel

2019

En el casting por relevar a James Horner en las secuelas de Avatar hay un nombre que parece contar con alguna papeleta más que otros: Tom Holkenborg (aka Junkie XL), que ha firmado los dos últimos proyectos producidos por James Cameron, en menos de un año. El primero de ellos, el más interesante, es Alita: Battle Angel (Alita: Ángel de combate, 2019), una película dirigida por Robert Rodríguez y que ha sorprendido por su realismo y espectacularidad, a partes iguales, por la visualmente atractiva recreación del manga de Yukito Kishiro, y el cuidado puesto en el retrato a los personajes.

Colaboración indispensable para ese retrato es la música, toda vez que la acción cuida de sí misma. Holkenborg asienta su partitura sobre tres esquemas musicales: por un lado el mencionado retrato de los personajes, con una música delicada, contenida, que adquiere una evolución dramática, siendo protagonista en la parte final; el futuro fantástico en el que se desenvuelve la historia, representada mediante música electrónica, y que también adquiere desarrollo durante el score, siendo presentada más tímidamente en el primer tercio de película (In time you´ll remember), que adquiere su forma completa en la escena final, ya plenamente electrónico (Motorball); por último, la mencionada acción, que circunda los más que de sobra conocidos caminos de la música de acción actual: ostinatos de cuerda sampleados, trompas (¿del “destino”?), poca incidentalidad de la música, y la sensación esa de que algo grande está pasando (que quedó bien en los noventa cuando la pusieron en práctica Zimmer, Gregson-Williams, Glennie-Smith…, pero que ahora ya aburre hasta el extremo).

Las secuencias de acción más interesantes son aquellas en las que se aprecia un trabajo de orquestación más sinfónico y colorista, algo nuevo y puede que hasta ajeno para Holkenborg (su orquestador, Conrad Pope, es de sobra conocido, y uno de los mejores en su trabajo). También suenan muy “Avatar”, quizá porque además la película se ha “temptrackeado” con este score en un buen puñado de escenas. Especialmente recomendable es el corte Double identity, y ya un poco más trillado (“a la Remote Control”) en The Warrior Within.

En Grevishka´s Revenge, además de lo anteriormente dicho, se incorpora “a todo trapo” ese estilo Holkenborg que ha quedado claro ya en solo media década de carrera, y que se basa en una línea de percusión acelerada, con propósitos creemos que macarras, y que nació para el mundo en Mad Max: Fury Road (Mad Max: Furia en la Carretera, 2015) de George Miller, su cinta más reconocible hasta la fecha.

Si la banda sonora de Alita, no obstante, tiene un referente claro, ese no es otro que la dirección musical de James Cameron (Avatar). Todo el score está construido alrededor de un sencillo motivo temático de cuatro notas, presentado ya desde el principio (Discovery) y que adquirirá pleno significado en el desenlace de la película (In the Clouds y Raising the Sword) llegando a una satisfactoria evolución y conclusión. Una idea, por tanto, similar al motivo de tres notas (“I – see – you”) que centraba toda la atención del score de Horner para Avatar, y que nos da una pista de la implicación de Cameron en la banda sonora de este proyecto, y por donde pueden ir los tiros en el futuro. Al inicio de Unlocking the past parece que las naves del coronel Quaritch se aproximan al árbol madre de Pandora. Ahí hay un copia pega fijo.

También en lo positivo, y volviendo a los malditos ostinatos de la música de acción de hoy en día, el score tiene matices que lo alejan de esa forma de componer plana que se ha impuesto. Plana por la ausencia de melodía, de notas casi, y por la poca repercusión narrativa. Un ejemplo es el que quizá es el mejor corte de este score: With me, donde comienza a desarrollar con piano el tema de cuatro notas, y donde aparece hasta una flauta. Este desarrollo se completará, como hemos dicho, en la romántica escena final (In the clouds) dándole al mismo tiempo un trágico y cálido sentido a la historia de amor de los dos protagonistas, y por cierto, dejando la satisfactoria impresión de que las escenas épicas y monumentalmente fantásticas y sin sentido del cine de hoy en día, son mucho más interesantes cuando el espectador logra entender a los personajes que las desarrollan e identificarse con ellos, porque como ellos también han sentido amor, desesperación, angustia, o miedo. Y en eso, la música siempre tendrá más poder que ningún otro elemento cinematográfico. No podrán con ella.

Alita: Battle Angel

  1. A Discovery
  2. I Don’t Even Know My Own Name
  3. What’s Your Dream?
  4. Double Identity
  5. The Warrior Within
  6. A Dark Past
  7. In Time You’ll Remember
  8. Nova’s Orders
  9. Jackers Mission
  10. Unlocking the Past
  11. Whose Body Is This?
  12. Grewishka’s Revenge
  13. Broken Doll
  14. With Me
  15. I’d Give You My Heart
  16. You Just Lost a Puppet
  17. What Did You Do?
  18. In the Clouds
  19. Raising the Sword
  20. Motorball
Duración total: 76:29 minutos
Compositor: Tom Holkenborg (Junkie XL)
Sello: Milan Records
Formato: CD
Fecha de lanzamiento 15 de Febrero del 2019
Alita: Battle Angel