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Género
Ciencia Ficción
Lo mejor
Para amantes del sonido Goldsmith 100% que reside en cada nota del score, o amantes del sonido sintetizado y electrónico de los 80
Lo peor
Si eres enemigo acérrimo del sintetizador sin acompañamiento orquestal

Alien Nation

1988

Historia de una Edición Rechazada

No es del agrado de un compositor, lógicamente, ver como rechazan tu trabajo, y máxime cuando el resultado del compositor reasignado es inferior al tuyo. En la historia del cine hay cantidad de ejemplos con respecto a esto, como el famoso y popular score rechazado de Gabriel Yared para Troy frente al del incombustible James Horner, o el reemplazo del magistral trabajo de Elmer Bernstein para The Scarlett Letter por un más que funcional y simple correcto trabajo del genial John Barry.

Jerry Goldsmith se ha visto envuelto en varios casos de éstos, como Timeline, pero también, en otros casos, ha sido el compositor de relevo, con resultados tan magistrales como The 13th Warrior o Air Force One.

El caso de Alien Nation es más bien curioso, no tanto por el score rechazado en sí, sino por el curioso historial de trabajos rechazados que acumula desde 1987 a 1989, un historial relacionado con un mismo motivo musical.

En el año 1987, Jerry Goldsmith era el compositor encargado de trabajar a las órdenes de Oliver Stone para Wall Street, impactante película sobre el mundo de la bolsa, donde Michael Douglas conseguiría un más que merecido Oscar por su excelente papel de tiburón de la Bolsa.

El score compuesto por Goldsmith no era del agrado de Oliver Stone, por lo que la partitura compuesta por el maestro californiano fue rechazada, alegándose diferencias creativas con el director, y siendo sustituido por Stewart Copeland, el que fuera batería del mítico grupo The Police, quien compuso una curiosa partitura, con ritmos muy percusivos y urbanos, un peculiar estilo que le acompañaría en toda su carrera, y que nos regalaría excelentes trabajos como Rapa Nui o la serie Dead Like Me (traducida como Tan Muertos como Yo).

Goldsmith se llevó su tema bajo el brazo, y al año siguiente, Graham Baker lo solicitó para un modesto film de ciencia-ficción, una historia policiaca con un trasfondo de fantástico y ciencia-ficción de por medio (la raza humana coexiste en la Tierra con una raza alienígena).

Goldsmith había trabajado con Graham Baker en The Final Conflict (1981), el episodio final de la saga The Omen (La Profecía), iniciada en 1976, y que le supuso el único Oscar que Goldsmith tiene en sus vitrinas, con su famoso Ave Satani, aunque para muchos aficionados, The Final Conflict es su obra maestra para la saga, pese a no haber sido ni tan siquiera nominada a los Oscar (opinión que comparto).

Goldsmith compuso un score completamente electrónico y sintetizado, algo que ya podemos leer en la propia carátula del score editado por Varèse Sarabande, donde se lee Music Composed and Perfomed.

El resultado es una obra muy potente, con toques exóticos y misteriosos que le confieren un remarcado carácter etéreo y ambiental, buscando un sonido alienígena, con fantásticos cortes de acción, y un bello y melancólico motivo, que se correspondía con el que fuera rechazado para Wall Street, y que Goldsmith recuperó para Alien Nation.

Pero, una vez más, el trabajo de Goldsmith fue rechazado (según dicen los rumores, una de las posibles causas es que sonaba demasiado “extraño”), y reemplazado por el score de un editor de música de cine llamado Curt Sobel, que apenas acumulaba experiencia en la composición (tan solo The Flamingo Kid, de 1984), y del que guardo recuerdo por su colaboración en la serie The Young Indiana Jones Chronicles.

La música de Sobel no dejó de ser un simple acompañamiento ambiental, brillando puntualmente en algún corte de acción, mientras que el score de Goldsmith hubiera lucido de manera realmente brillante en momentos esenciales de la película, como el excelente prólogo, o varias de las persecuciones y peleas que tienen lugar durante la misma, como el clímax final o la escena de la playa.

Curiosamente, durante la comercialización previa al estreno de la película, la música del trailer que se podía ver en los cines pertenecía al score rechazado de Jerry Goldsmith (incluso seguía apareciendo como el compositor asignado al proyecto).
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Y como no hay dos sin tres, dos años después, en 1990, Jerry Goldsmith iniciaría una intensa colaboración con el director Fred Schepisi con The Russia House, adaptación del best-seller de John Le Carré con un inconmensurable Sean Connery en el reparto, y cuyo bellísimo tema de amor, uno de los mejores compuestos por el maestro californiano, provenía del motivo rechazado que había arrastrado desde Wall Street y Alien Nation.

No cabe duda que, de todas las posibilidades que han podido darse a lo largo de los años (desde 1987 a 1990), el resultado final ha sido magistral, ya que The Russia House es, con mucho, una de las mejores obras de Jerry Goldsmith, redonda, compacta y sin fisuras, aunando un bellísimo tema de amor, magistrales pasajes de tensión y misterio, e instrumentación y sonoridades propias de los países del Este (Rusia), con un End Title antológico, y la presencia del saxofonista Branford Marsalis (que colaboraría con James Horner en Sneakers, traducida como Los Fisgones).

Y quien sabe, de no haber sido rechazada Wall Street, quizás la carrera del maestro hubiera ido por otros derroteros, nunca se sabe (menudo multiverso tendríamos), pero gracias a Varèse Sarabande tenemos la posibilidad de juzgar lo que hubiera sido Alien Nation, y vistos los resultados, cabría terminar diciendo que donde Sobel simplemente ambientaba, Goldsmith hubiera logrado sacar brillo a las imágenes con su estilo, porque si una cosa sabía hacer el californiano, y en eso era uno de los pocos, era impregnar de vida las imágenes, dandole a la película el tono que necesitaba.

Coexistencia Extraterrestre y Humana

Graham Baker dirige esta película de ciencia-ficción donde una raza alienígena llega a la Tierra, estableciéndose pacíficamente, y conviviendo así con la raza humana, con todos los problemas de integración que eso conlleva (igualdad de oportunidades, racismo, nuevas costumbres,… y nuevas drogas).

James Caan interpreta al detective Sykes, cuyo compañero ha sido asesinado por un alienígena, por lo que formará pareja con un alienígena recién ascendido a detective llamado Sam Francisco (interpretado por Mandy Patinkin, de las series Dead Like Me o Criminal Minds o la mítica película The Princess Bride).

Pese a las suspicacias de Sykes, ambos acabarán formando un buen tándem y colaborarán juntos para detener al magnate alienígena William Hancourt (Terence Stamp, por aquella época recién salido de Wall Street y compartiendo cartel con Young Guns), quien se dedica a comercializar una droga alienígena que provoca que los recién llegados trabajen con más energía y sean más productivos y eficientes (aunque un exceso en la dosis los convierte en un arma de matar, con una fuerza sobrehumana), y que era utilizada para los trabajos de minería de los extraterrestres, antes de llegar a la tierra (detalle argumental similar al de la brillante Atmósfera Cero).

La cinta no deja de ser un típico Thriller policiaco con un trasfondo de ciencia-ficción, donde el ritmo no decae a lo largo de una escasa hora y media, destacando los maquillajes y efectos especiales a cargo del gran Stan Winston, un guión bien ejecutado (con escenas memorables, como la escena de la tortura en la playa, donde el agua de mar es como el ácido para los alienígenas), algunas escenas de acción bien ejecutadas (como las persecuciones finales de coche), y, sobre todo, la interpretación de James Caan, quien se merienda toda la película.

Como curiosidad, la película dio origen a una serie de televisión, donde los actores principales no repetirían en sus roles, que estuvo en antena dos temporadas desde 1989 a 1990.

Una de las escenas del film: James Caan como el detective Sykes junto a Mandy Patinkin

¿Qué te vas a encontrar?

Un score completamente electrónico y sintetizado, compuesto por el que, en mi humilde opinión, ha sido el mejor compositor de música de cine de la historia, imprimiendo, con un estilo propio e inconfundible, un sello de calidad a todas las películas en las que participaba.

No hay ni un ápice de orquesta, y todo ha sido compuesto e interpretado por el maestro, pero en cada nota se detecta ese estilo Goldsmith que tanto amamos todos aquellos que seguimos enamorados con la música del californiano.

Tensión, acción, drama, ritmos de baile (“Alien Dance”), … Goldsmith puro y duro, y eso es algo que a lo que muchos se podrían aferrar para darle una oportunidad a este trabajo (para todos aquellos que huyan de este tipo de score, en los que no hay ni una nota de orquesta). Además, es fácil encontrar la equivalencia entre las sonoridades y los elementos orquestales, y, sobre todo, observar la gran cantidad de excelentes recursos sintetizados de Goldsmith para asociar a todo tipo de situaciones (la condición de raza alienígena, situaciones de peligro, toques místicos…).

Alien Nation pertenece a la trilogía sintetizada del maestro, que comenzó con el thriller futurista Runaway (1984), siguiéndole la partitura rechazada de Alien Nation (1988), y finalizando con el thriller judicial Criminal Law (1989), todas ellas compuestas e interpretadas por Goldsmith, tres de sus obras más criticadas (en mi opinión, injustamente).

Estas obras sirvieron para apuntalar el uso del sintetizador y la electrónica por parte de Goldsmith (algo que ya había iniciado años atrás en auténticas maravillas como Logan’s Run o The Illustrated Man), y fusionarlo perfectamente con la orquesta, regalando auténticas obras maestras como Total Recall (1990), o genialidades como The Ghost and the Darkness (1996) o Star Trek First Contact (1995).

Recapitulando todo lo anterior, estamos ante una obra de Goldsmith al 100%, que serviría para apuntalar el estilo del maestro en el mundo del sintetizador y la electrónica, y un trabajo puente a Total Recall, donde observamos algunas líneas y recursos musicales que Goldsmith desarrollaría posteriormente.

Motivos Principales

Escuchando el score, se observan dos motivos centrales:

  • El motivo alienígena o extraterrestre (leitmotiv principal). El mejor ejemplo es el primer corte Alien Landing, el excelente prólogo de la película. Una especie de voz sintetizada adornada con una serie de sonoridades místicas y misteriosas, a las que le siguen una serie de latidos o golpes electrónicos, que sirven para reflejar la dualidad de la situación que vive la humanidad: expectación por la llegada de los extraterrestres y preocupación por sus intenciones. Ese motivo se desarrolla perfectamente a lo largo de todo el score, siendo parte indivisible de los cortes de acción.
  • El motivo de Sykes: es un tema más melódico, el famoso motivo rechazado de Wall Street que se convertiría en el famoso tema de amor de The Russia House, y que se escucha en la segunda parte del primer corte, Alien Landing, donde un saxofón sintetizado esboza de forma melancólica las notas del motivo de Sykes, o en los cortes Take It Easy o The Wedding.

En cuanto a los temas de acción, son marca de la casa y con el estilo inconfundible del maestro, siempre liderados o conducidos por el motivo de principal, y que ya podemos escuchar en el corte dos, Out Back (el tiroteo del principio), alcanzado ritmos trepidantes como en el corte A Game of Chicken (persecución final de coches, donde se produce una colisión frontal). Goldsmith combina el motivo alienígena, donde la voz sintetizada irrumpe de forma intermitente, con ritmos de baterías o sonidos muy percusivos, y con sintetizadores emulando los vientos y las cuerdas.

Los temas de misterio o de tensión son también muy Goldsmith, con sonidos metálicos repitiéndose, o bucles electrónicos, oscilantes y repetitivos, que narrarían la investigación o los momentos de mayor tensión, desarrollando sonoridades que un año después, por ejemplo, aplicaría a la excepcional Leviathan (1989), o a las sonoridades misteriosas y etéreas de Total Recall, como en el corte The Mutant, uno de los mejores temas del score.

Breves anotaciones sobre algunos cortes

Goldsmith regala abundante material de acción a lo largo del disco editado, como el ya comentado, Out Back, o los magistrales Tow Truck Getaway (donde algunos sonidos de sintetizador te traen a la memoria algunas sonoridades de Rent-A-Cop), el violento Tell Them (con Sam irrumpiendo bomba en mano en una reunión del villano), donde hay un ligero deja vú a su trabajo para Runaway, y el excepcional A Game of Chicken, donde encontramos un pasaje de acción que es un claro anticipo de material futuro para pasajes de acción de Total Recall (cercano al minuto uno).

El clímax final, la batalla en los muelles con el villano alienígena, William Hancourt, vendría representada por los cortes A Nice View (momento en el que Sykes salta a una embarcación, perseguido por William, quien se ha metido una sobredosis de droga)y el adrenalítico Just Ugly, puro ejemplo del oficio de un Goldsmith que no conoce limitaciones en los sintetizadores a la hora de ofrecernos cortes de acción trepidantes y vibrantes.

El primero es un corte propulsivo, con el tema de acción principal lanzado sobre una base de sintetizadores caóticos y desconcertadores, que sugieren urgencia y peligro, mientras que el segundo es la resolución climática, uno de los mejores cortes de acción, donde unos teclados sintetizados marcan el ritmo principal de acción, emulando el típico sonido de acción de piano del maestro, para la lucha entre Sykes y William en plena mar.

Simplemente por comparar, donde Goldsmith pone acción y tensión, con los sintetizadores y la electrónica transmitiendo emoción y con ritmos trepidantes en el clímax final, Sobel solo introduce guitarra eléctrica y algo de oscuridad con sintetizadores, limitándose a un zumbido ambiental de fondo.

Destaca la construcción del corte The Beach, que correspondería a la tortura de un alienígena en plena playa, donde el corte abre con el motivo principal y unas sonoridades realmente siniestras, emulando el sonido como de aire viciado, una brisa maligna que recuerda al score de Poltergeist II (el reverendo y su ejército de almas atormentadas), irrumpiendo, posteriormente, una sonoridades violentas para el momento en el que el alienígena es arrojado al mar (emulando de una forma siniestra a los vientos), con la reaparición, al final del corte, del motivo principal.

El sonido misterioso de sintetizador, esa especie de bucle que suena una y otra vez, repitiéndose durante varios segundos, abre uno de los mejores cortes del CD, 772 – I Shall Remember, donde al minuto dos y cuarenta encontramos material que anticipa el uso de ciertas líneas sonoras de Total Recall.

Entre tanta acción solo encontramos descanso cuando aparece el motivo de Sykes (que en el corte final, The Wedding, la boda de la hija de Sykes, acaba convirtiéndose en el motivo de la amistad de Sykes con Sam Francisco), y puntualmente, en el relajante corte de piano Jerry’s Jam y el rítmico Alien Dance, que pone música a la danza exótica de una bella alienígena en un Pub nocturno, con sonoridades muy propias de los ochenta, en la línea de los dos cortes electrónicos de ritmos ochenteros para las escenas del pub en Outland (1981), los famosos The Rec Room y Rec Room #2.

Y donde debería de sonar The Wedding de no haberse rechazado el score de Goldsmith, perfecto cierre para la película, nos encontramos con la enésima canción de los 80 a modo de títulos de crédito final (como la gamberrada que le hicieron a Grusin con The Goonies, y no fue el único caso…).

Curiosidad

Al final del corte The Wedding, una vez finalizado el mismo, si dejas seguir funcionando el CD, y no lo detienes una vez acabado el corte, encontrarás unas breves lineas de diálogo del maestro Goldsmith.

Un regalillo de la discográfica, que ya hiciera lo mismo en otros trabajos como Total Recall, donde al final del corte A New Life encontramos el anuncio de Memory Call.

Conclusiones Finales

Sólo puedo recomendar este score a dos tipos de personas: los fanáticos o acérrimos de Jerry Goldsmith (algunos incluso reniegan) y los amantes de los trabajos sintetizados y electrónicos de los 80.

No obstante, hay una cosa que si quiero comentar: creo que es un score, a mi juicio, que crece con cada escucha, donde se detecta el estilo inconfundible del maestro, y que muchísimos compositores hubieran deseado firmar en los años 80, destacando de la media de trabajos hechos de la época, donde los cortes de acción no son estridentes ni crispantes, emulando perfectamente las sonoridades orquestales del maestro, y sirviendo de puente a obras magnas como Total Recall o Small Soldiers (1998), o excelentes vehículos de acción como Chain Reaction (1996), Executive Decision (1996) o U.S. Marshals (1998).

Dicho esto, que cada uno decida si introducirse o no a paladear este buen trabajo de Goldsmith, un ejemplo más de la profesionalidad del maestro y de la inoperancia de los productores de Hollywood (aunque gracias a ello, tenemos una de sus obras maestras más ejemplares, The Russia House).

Alien Nation

  1. Alien Landing (3:47)
  2. Out Back (2:00)
  3. Are You Alright? (1:50)
  4. Take It Easy (2:53)
  5. The Vial (2:12)
  6. Jerry’s Jam (1:51)
  7. Alien Dance (1:57)
  8. Are You There? (2:01)
  9. The Beach (3:40)
  10. Tow Truck Getaway (1:51)
  11. 772 - I Shall Remember (4:08)
  12. Tell Them (1:29)
  13. A Game Of Chicken (2:26)
  14. Overdose (2:26)
  15. Got A Match? (2:53)
  16. A Nice View (2:34)
  17. Just Ugly (1:57)
  18. The Wedding (4:43)
Duración total: 46:37 minutos
Compositor: Jerry Goldsmith
Formato: CD
Fecha de lanzamiento 2005
Alien Nation