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Alien: Covenant

Diez años después del desastre del Prometheus (2012), engendro perpetrado por Ridley Scott en su regreso al universo de Alien, nos llega ahora Alien : Covenant (2017), donde Scott vuelve a los orígenes. Y ni aún así…

Plan de Fuga (2017)
Compositor: Jed Kurzel
Año: 2017
Lo mejor: La integración de la música de Jerry Goldsmith y su tema alienígena, especialmente su transformación-mutación musical
Lo peor: Las comparaciones son odiosas, pero el trabajo es tan efectivo como semi-olvidable, pese al buen hacer de Kurzel NUESTRA NOTA

En cuanto a Jed Kurzel, elegido por Scott para la música original, consigue con acierto aunar el guiño de homenajear la música de Jerry Goldsmith (aún muerto da lecciones de la grandeza de su música) con el compromiso como compositor de tratar de sumar en la saga (sin gloria ni pena), pero tampoco  resta al conjunto, aportando alguna idea interesante.

Alien Covenant – A la Segunda no va la vencida…

¿Qué te pasa Ridley? Tu antes molabas, eras cool, partías la pana… Hubo una época en la que eras prácticamente un dios cinematográfico con películas icónicas; Alien, Blade Runner, Legend, Black Rain e incluso la sobrevalorada The Duellists (si, me gusta lo estético de Los Duelistas y sus actores, pero tampoco nos pasemos con lo de obra maestra).

Nadie, creo yo, pone en duda tu calidad técnica en la dirección, usualmente impecable y con buen gusto. Lo que no entiendo es la elección de alguna de tus películas y su ejecución cinematográfica, especialmente por ese bodrio de campeonato que fue Prometheus y ese bodrio a secas de Alien : Covenant (pese a que aquí al menos subsana cosillas, pero sigue finalmente en la misma línea).

Algunos defensores de Prometheus y Alien : Covenant afirman que el problema de estas películas es que a los fans duros de la saga no les gustan porque no las entienden, porque son demasiado complejas. Really? ¿De verdad? Esto lo he leído y oído en varios sitios. No quepo de perplejidad en mis adentros…

A ver… complejo o denso es 2001: Una odisea Espacial, Solaris, Primer o Interestellar, pero… ¿Prometheus y Alien : Covenant? Apaga y vámonos…

Alien : Covenant corrige el error de Prometheus y ataca ciertos problemas yendo al grano y linealizando la historia; diez años después de la misión Prometheus, en el 2104, arranca la misión colonizadora de la nave espacial Covenant, donde Walter (un genial Michael Fassbender, como siempre, lo mejor de la película, y no es poco) es el androide encargado de velar por la misión, con 2.000 colonos y 1.400 embriones que viajan a bordo para colonizar el planeta elegido, Origae-6, que cumple los requisitos de habitabilidad necesarios.

Una tripulación de 15 miembros en hibernación acompaña a Walter, quienes serán despertados por el androide cuando la nave sufre un grave percance que además provocará la muerte del capitán (testimonial participación de James Franco, quien al parecer tenía más participación en el guión original de John Logan) y algún colono.

Mientras la tripulación repara las averías (donde Ridley Scott nos presenta un poco a los personajes y algunas de sus motivaciones) la Covenant recibe un extraño mensaje de origen humano de un planeta cercano a la nave que parece ser completamente habitable.

El nuevo capitán, Christopher Oram (buen hacer de Billy Crudup), desoye a su segundo oficinal, Daniels (también buen hacer de Katherine Waterston, vista en Fantastic Beasts and Where to Find Them), y decide ir de exploración al planeta. Y todos sabemos o intuimos que nos vamos a encontrar…

Evidentemente, si el oficial primero hubiera hecho caso a su segundo oficial, Daniels, todos hubieran comido perdices y hubieran sido felices… o no… pero el infierno se desatará. Y no solo en la película. Algunos espectadores, pasada media hora, volvemos a pedir explicaciones de por qué es tan difícil hacer al menos una película digna de Alien (ya no voy a decir innovadora, pero decente como mínimo).

Life (2017), siendo más manida y típica, y por ende menos pretenciosa, le da vueltas a Alien : Covenant, convirtiéndose, hasta el momento, en una de las sorpresas más estimulantes y frescas de terror espacial en los últimos años, a reivindicar de aquí al futuro.

Hay que decir, como defensa de la nueva entrega de Alien, que hasta que bajan al planeta, aún con sus tópicos, la película funciona bien, sin más, pero luego no solo se desinfla, sino que se acaba complicando sola la existencia con absurdeces, estúpidos dilemas y un guión a la deriva (eso si, mejor que lo de Prometheus, que tampoco es mucho decir).

El primer error, visto el patógeno de infección, es bajar a un planeta que (ojo al dato) NUNCA antes habías explorado y hacerlo sin ponerte un traje espacial… con dos cojones, si señor. Me gusta el riesgo, ou yeah. Siendo esto un error de campeonato, el resto ya va solo, para que contarlo.

Fassbender se salva de todo, y en edición doble (la escena del flautín toco yo, sujetas tú, es una chorrada que no aporta nada), pero no es suficiente. Sí, está bien hecha, está entretenida, tiene imágenes potentes (el lanzamiento del patógeno sobre los ingenieros está francamente genial), y sí, va apareciendo lo que será ya una versión aproximada del Alien final.

Pero creo que seguimos dando palos de ciego (esta vez más orientados), sacando jugo a una naranja que ya no da de más, liándolo todo más aún, y sin necesidad.

SPOILER

Dos películas para complicar una trama que se resume en: Los ingenieros crean a los humanos, y estos crean a los androides (David). A los ingenieros no les gustan los humanos, y deciden que igual es mejor exterminarlos, pero les sala rana la jugada en Prometheus.

Visto lo visto, David, que reniega de la mortalidad, fragilidad y debilidad humana, también lo hace de los ingenieros, y como se cree con complejo de Dios, decide hacer lo que en teoría está prohibido para él… CREAR, y de paso tratar de aniquilar a la raza humana y hacer un genocidio con los ingenieros (probablemente la mejor escena de la película). Y ahí está el origen de ALIEN, y de paso, del xenomorfo, creado por David en su búsqueda de conseguir una criatura perfecta que de paso fulmine a los humanos. ¿Veis? No era tan complejo, a qué no… Y para eso dos películas mal explicadas y que rozan lo absurdo. Venga, va…

FIN SPOILER

En fin, esperaremos a las siguientes secuelas, pero esto no pinta bien.

Algunas anécdotas y curiosidades

–        La película iba a llamarse Paradise Lost en lugar de Covenant, clara referencia a un poema de John Milton, que habla de Adán y Eva, y de cuya historia se recoge una línea de diálogo donde David le pregunta a su “hermano” androide Walter si prefiere servir en el cielo o reinar en el infierno (en el poema, este diálogo lo dice Satanás, quien ha sido expulsado del cielo y decide, en lugar de tratar de congraciarse con Dios reinar en el infierno).

–        James Franco se incorporó a última hora, e iba a tener más recorrido al inicio de la película, pero no llega a tener recorrido en la línea temporal de la película (aunque si una breve aparición en un video que está viendo su pareja, Daniels, para recordarle). Se decidió recortar su presencia e ir al grano

–        El androide David elige su nombre al ver un busto de David creado por Miguel Angel en la compañía Weyland, símbolo de perfección y belleza (algo que define el complejo de dios que tendrá David)

–        La pieza musical de Richard Wagner elegida para la película, The Entry of the Gods Into Valhalla, hace referencia a una historia donde un enano que se hará con un anillo que usará para destruir a sus dioses, algo que expresa perfectamente la idea de David con el genocidio de los ingenieros y sus oscuras maquinaciones con los humanos de la Covenant.

–        La computadora de la Covenant, al igual que la Nostromo de Alien (1979) vuelve a llamarse Madre, claro guiño de Ridley al original, y un símbolo protector de la tripulación de ambas naves. Hay más guiños: la música de Jerry Goldsmith, los diseños y dibujos de Giger, la escena de sexo del baño de Covenant con la escena de Alien del 79 con la muerte de Lambert, la escena del Face Hugger,…

–        El patógeno de infección, que se transmite por el aire, al parecer fue una idea que se manejó en Alien 3 (1992) aunque finalmente se descartó en el guión final.

–        Una de las Tagline de los anuncios comerciales de Alien : Covenant es “El camino al Paraíso comienza en el Infierno”, clara referencia también a La Divina Comedia de Dante. Es algo que se puede observar una vez vamos viendo el desarrollo de la película al bajar a ese “paraíso perdido”, y especialmente en el final de la película.

–        Como aperitivo a la película de Alien : Covenant, se ofrecieron dos pequeños anticipos llamados La Última Cena (donde vemos a la tripulación de Covenant antes de hibernar) y especialmente el interesante El Cruce, que transcurre entre Prometheus y Alien: Covenant, donde vemos el viaje de la doctor Shaw y David en la nave de los ingenieros rumbo al planeta de éstos últimos (donde ya intuimos cosas que veremos reflejadas en la película final).

Nueva entrada en la Saga – Jed Kurzel

Compositor y músico australiano, cuyo hermano es director de cine (Justin Kurzel, quien perpetró recientemente el bodrio de Assassin’s Creed, con música de Jed), en el 2001 lideró el grupo de blues y rock The Mess Hall, sacando tres discos, el tercero de los cuales, Devils Elbow (2007), ganó el Australian Music Prize.

En el 2000 tuvo su primer trabajo como compositor de bandas sonoras en el corto Sammy Blue, dirigido por Kim Farrant, con quien repetiría ya en un largo documental llamado Naked on the Inside (2006).

Tras un nuevo corto en el 2009, Castor & Pollux, compondría la banda sonora para el debut cinematográfico como director de su hermano Justin Kurzel en Snowtown (2011), un drama biográfico basado en hechos reales de corte violento y criminal.

Éste trabajo le reportaría un premio a mejor compositor en los APRA-AGSC Screen Music Awards, además de ser nominado al oscar australiano, a los Australian Film Institute Awards del 2011, por su composición.

Con Justin Kurzel colaboraría además en Macbeth (2015) y la nefasta adaptación del videojuego Assassin’s Creed (2016); en ambos proyectos coincidirían Michael Fassbender y Marion Cotillard.

Por el camino, hasta llegar a Alien Covenant, también compondría la música del western Slow West (2015), el thriller Son of Gun (2014) y la película de terror The Babadook (2014).

Alien Covenant – Música Pre-existente

No es casual el uso de la música de Jerry Goldsmith si Ridley Scott deseaba volver a los orígenes de Alien, a 1979, sin renunciar al entronque natural de Alien : Covenant con Prometheus.

En cuanto al aire clásico, Jed Kurzel recupera el tema central de Jerry Goldsmith en The Covenant, que oímos en pantalla cuando Walter recorre los pasillos de la Covenant para ver que todo esté en orden, controlando la nave a todos los niveles.

Además, Planet 4 (Main Theme), contiene más material de Goldsmith, donde al tema de principal del Alien de 1979 de Goldsmith se une otro de sus famosos temas, en concreto ese tema etéreo y misterioso que oímos cuando la tripulación del Nostromo despierta (también lo reutiliza en la parte final del corte Wheat Field, dándole un toque misterioso).

Kurzel lo integra todo perfectamente en su partitura, y baste decir que cuando Jerry Goldsmith sale en pantalla (SI, SALE, está bien escrito), todo se ilumina de una forma mágica, dando vida a los fotogramas.

En Spores, aunque no es Jerry Goldsmith, Kurzel hace un uso de las percusiones un tanto marcianas y alienígenas, consiguiendo un efecto muy Goldsmith, muy a lo Alien (salvando las distancias), con algunas distorsiones electrónicas de tono amenazador.

De igual manera, es obligado el peaje de Prometheus con el tema de Harry Gregson-Williams se necesario; David y la doctora Elizabeth Shaw, cuya historia en la anterior cinta encuentra desarrollo en Alien : Covenant, sumándose a ésta última para dar continuidad dentro del universo fílmico de la franquicia. Este material, curiosamente, no aparece en la película.

Alien Covenant – Aportación Musical de Jed Kurzel

Jed Kurzel aporta a la saga de Alien, y en concreto a Alien Covenant, dos temas de cosecha propia:

  • El tema de la Covenant: Es un tema que trata de transmitir optimismo, y que suele venir precedido de unas sonoridades etéreas con las flautas, al estilo de Goldsmith. Es un tema que aparece por primera vez en The Covenant, y que representa los sueños y esperanzas de la colonia humana del Covenant, así como de la tripulación.
  • El tema de peligro (o tema alienígena): Es un tema electrónico, casi una especie de llamada, un zumbido electrónico que acompañará a muchas de las escenas de tensión y de acción de la película, casi siempre vinculadas con el patógeno, con los xenomorfos o con David.  EL primer corte del CD, Incubation, un corte breve pero tenso, que marca la línea musical de lo que encontraremos en el CD, nos muestra ese zumbido, en clara referencia a la incubación del patógeno.

El tema del Covenant cierra la partitura en Alien Covenant Theme (no exento de unas sonoridades-percusiones inquietantes), y la abre/anticipa en The Covenant, teniendo un papel delicado en A Cabin on the Lake, donde Daniels rememora sus sueños truncados con el recién fallecido capitán de la Covenant (construir una cabaña junto al lago en la nueva colonia, Origae-6).

Sails (navegando) es uno de los mejores cortes de la banda sonora, conde Kurzel rinde tributo a Goldsmith con ese sonido etéreo pero acariciando su tema para la Covenant mientras la tripulación va rumbo al planeta.

Kurzel nos ofrece también su tema central en una versión espectacular e impresionista en el corte Wheat Field, donde la tripulación recorre los campos de maíz del supuestamente nuevo Edén. Aquí, el tema de Kurzel se mezcla con  material etéreo de Goldsmith, consiguiendo un ajuste perfecto, todo sea dicho de paso.

El tema de los zumbidos alienígenas representan, principalmente, la amenaza, al principio del patógeno de contagio, y finalmente del propio xenomorfo. Pero Kurzel, quizás como un anticipo del peligro que acecha a la Covenant, ya nos lo anticipa en el primer conflicto que tiene la misión (Neutrino Burst), con una radiación neutrónica que sacude y daña a la nave especial, un corte percusivo e intenso.

Spores marcaría musicalmente el primer indicio alienígena (ese patógeno de infección aérea), siendo este corte muy del Universo musical de Alien, anticipo del violento corte in crescendo que encontraremos en el largo tema The Med Bay, quizás el corte más intenso y punto de inflexión de toda la película.

Kurzel ofrece la versión amenazadora de su tema de peligro, zumbando aquí y allá, generando zozobra y malestar, mientras dos miembros de la Covenant, uno con el grupo de exploración volviendo de la nave de los ingenieros, y otro a bordo del módulo de aterrizaje, dentro de la bahía médica, comienzan a experimentar todo tipo de malestares.

El primero en quedarse por el camino es de la bahía médica, una escena gore bien resuelta en lo estético, y absurda cinematográficamente hablando (falta coherencia y sentido común, fatal vamos); la música de Kurzel pasa de zozobra a intensa con la aparición de una percusión constante, con picos de tensión constante, provocando en el espectador malestar e incomodidad.

Al final del corte, las percusiones se intensifican, añadiendo capas metálicas y ruidosas hasta el fatal desenlace, como era de esperar para varios tripulantes de la Covenant.

Al episodio del módulo le sigue al ataque nocturno en los campos de maíz (Grass Attack), un corte tenso, de nuevo con aparición del zumbido alienígena, donde Kurzel también recupera sonoridades de Goldsmith con los vientos, y añadiendo percusiones del anterior corte, The Med Bay, con un desenlace intenso, con aparición en pantalla de una figura salvadora… David.

Le siguen dos interesantes cortes que marcan argumentalmente Alien : Covenant; primero Dead Civilization, donde Kurzel muestra música desoladora (incluso con un leve toque étnico) para las imágenes de miles de ingenieros muertos, como calcinados, casi una gran tragedia griega, al estilo del Pompeya (¿que ha pasado aquí?). Es una escena potente donde la música de Kurzel marca desasosiego.

Tras un corte de transición y ambiental, Survivors, llega el Payload Deployment, donde Scott nos cuenta la historia de la gran tragedia de los ingenieros, y a la vez continuación de ese corto promocional que nos ofreció el director en El Cruce, donde se nos muestra el genocidio de David desde la nave; la música, primero misteriosa, se vuelve violenta y agresiva en la parte final, cuando el patógeno comienza a invadir y atacar toda forma de vida en la ciudad de los ingenieros.

Tras un rítmico Command Override, el terror y la violencia toma los mandos de la nave musical: Face Hugger nos muestra ya, por si quedaba duda, no solo la naturaleza oscura de David y sus intenciones, sino el verdadero comienzo del xenomorfo… los huevos de la mítica Alien, creación del siniestro androide en su búsqueda de la perfección y la aniquilación de la raza humana.

La música es siniestra y oscura, donde el sonido etéreo de Kurzel hace aparición (guiño al sonido Goldsmith), para luego volver a quedar todo asfixiado por música opresiva que acaba desembocando en una fase musical crispante al minuto dos. El tema continúa su recorrido, apareciendo un tema de acción percusivo que será salto y seña en el desenlace final, dando un toque de urgencia y premura para los supervivientes de la Covenant en su desesperada huida del funesto planeta (hay que salir ya de ese infernal paraíso).

Chest Burster, que en Alien era el famoso momento de la muerte de John Hurt, es aquí la propia del capitán de la Covenant, al que un xenomorfo le revienta el pecho tras haber sido infectado. Sin embargo, la música tiene un toque melódico y delicado, donde David contempla emocionado su creación, en una escena que uno logra llegar a entender su motivación inicial pero que acaba rozando lo ridículo (no es una escena bien ejecutada, donde precisamente la música quizás ayude a entender esa motivación, alejándose de lo que debería ser una escena de terror).

Lonely Perfection mezcla misterio, ese sonido crispante y le da finalmente más cuerpo al tema de peligro; el patógeno se ha quedado atrás; ahora tenemos al xenomorgo, ha evolucionado, y la música de Kurzel también. Ahora la orquesta lo materializa y le da más cuerpo, le otorga músculo, preparándolo para la lucha final.

Esa batalla llega, y Cargo Lift, en la huida del planeta, nos lo muestra musicalmente; Kurzel lanza su tema amenazador y alienígena para la contienda, mientras Daniels se enfrenta a vida o muerte en el elevador de carga con un hacha en la mano. La música es rítmica y percusiva, y el tema de la criatura, ahora con texturas orquestales, y con la electrónica acompañando, dan más cuerpo y empaque al xenomorfo, en una buena escena de acción algo empañada por el mareo de ciertas fases.

Tras la batalla del elevador de carga, aún quedará una última sorpresa final en Bring It to my Turf (llévalo a mi térreno) y Terraforming Bay. En el primero, Kurzel recurre a las percusiones rítmicas, algo más aceleradas, de The Med Bay, con más capas electrónicas, y con el zumbido por aquí y por allá, anticipando el clímax final en el siguiente corte.

Aquí, Kurzel comienza la contienda musical con misterio y el zumbido, con una percusión in crescendo, recuperando el material de acción de Cargo Lift, donde los metales se elevan poderosos y peligrosos, con las cuerdas zozobrando y crispando, con aparición estelar del zumbido con latido electrónico y orquestal, mientras Daniels se bate en duelo a muerte con el xenomorfo, en una escena que recuerda al clímax final de Aliens, donde el tutti orchestra termina tras el final de la batalla.

Cierra Alien Covenant Theme,donde Kurzel trata de devolvernos optimismo, pero su música, primero etérea y misteriosa, y luego melódica, donde esboza su tema central con los metales y luego con las cuerdas, está manchada por unas percusiones inquietantes, y aunque la orquesta sigue su camino, el de la Covenant no promete nada bueno.

Wagner, los Dioses y el Valhalla – Hola, Soy David

Esta pieza, que abre y cierra la película, tiene su especial relevancia en el perfil del personaje de David, quien como la pieza de Wagner, se cree con el poder suficiente como para acabar con sus dioses, con sus creadores, la raza humana, mortales, insignificantes, y por ende, con los creadores de éstos, los ingenieros.

La pieza de Wagner es magnífica y espectacular, y dota, especialmente en el tramo final de la película, en el inquietante y aterrador epílogo final, de un carácter épico y a la par descorazonador para toda la colonia de la Covenant, y por extensión puede que de la humanidad.

Es, quizás, la mejor pieza para cerrar la película, dotándole de un sentido completo que arranca con el prólogo de la película, donde Weyland (Guy Pearce) habla por primera vez con su nueva creación David, observándose ya detalles que explicarán algunas de sus motivaciones finales.

Un broche magnífico para cerrar una película irregular, con sus momentos, pero mala en términos generales. Una pena, porque creo que consigue ciertos méritos para luego tirarlos pronto todos por tierra. ¿Por qué?

En Conclusión

Jed Kurzel, con su entrada en la saga de Alien con su Alien: Covenant no pasará a la historia de la música del cine (si lo hicieron Jerry Goldsmith y James Horner, y si me apuras, Elliot Goldenthal), pero sin embargo su aportación a la saga es positiva; no sólo por la tarea de la integración de la música del Maestro Jerry Goldsmith en la nueva partitura, sino por su aportación musical con dos motivos que sin ser memorables cumplen musicalmente su labor.

La transformación musical de su tema de amenaza o alienígena, que muta de un zumbido electrónico con las esporas del patógeno de infección a un potente tema orquestal aún más amenazador y poderoso, es prueba de que, mejor o peor, él se ha esforzado en aportar, salvándose de la quema final de Alien: Covenant.

Alien: Covenant

01. Incubation (01:07)
02. The Covenant (03:25)
03. Neutrino Burst (02:57)
04. A Cabin On The Lake (01:55)
05. Sails (03:18)
06. Planet 4 (Main Theme) (02:06)
07. Launcher Landing (01:19)
08. Wheat Field (01:39)
09. Spores (02:17)
10. The Med Bay (07:25)
11. Grass Attack (03:16)
12. Dead Civilization (02:51)
13. Survivors (01:35)
14. Payload Deployment (01:46)
15. Command Override (01:47)
16. Face Hugger (03:56)
17. Chest Burster (01:24)
18. Lonely Perfection (03:21)
19. Cargo Lift (04:44)
20. Bring It To My Turf (02:05)
21. Terraforming Bay (03:02)
22. Alien Covenant Theme (01:42)

Duración total: 58:57 minutos
Compositor: Jed Kurzel
Sello: Milan Records
Formato: CD
Fecha de publicación: 26 de Mayo 2017