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Género
Drama
Lo mejor
Una música para ser sentida, un personaje imprescindible de la película, un elemento clave. Debería ser ejemplo en las escuelas de cine
Lo peor
No tiene edición física, y los arqueólogos de dentro de mil años deberían poder encontrar un CD de Adú. Los archivos digitales se perderán en el tiempo

Adú

2020

El pasado año 2020 ha habido personas que lo han pasado mal, otras que lo han pasado muy mal, muchas que ya no están, y miles que siguen de fiesta. Roque Baños es uno de los que lo ha pasado muy mal. Justo antes de que todo fuese a peor escribió, desde el corazón, como siempre, la música de Adú, dirigida por Salvador Calvo, y nominada a trece premios Goya. En la segunda ocasión que trabaja para Calvo, tras 1898, Los últimos de Filipinas (2016), el compositor murciano ha creado una de las mejores bandas sonoras de su carrera. Sencilla, emotiva, y significativa. La película no existiría sin ella, o sería un filme muy distinto, y peor.

Baños genera una corriente narrativa con su tema principal, ya presente desde el primer plano de la película (Un mundo prohibido) mientras vemos las luces de decenas de cuerpos en las cámaras de seguridad de la valla de Melilla. Es el tema de la desesperanza, de las cadenas, de los seres atrapados. A lo largo de todo el metraje aparecerá en numerosas ocasiones, siempre potenciando ese sentimiento de impotencia de quién quiere salir de su hogar, para ir a no se sabe dónde, viviendo todo tipo de dificultades. Escapar de donde uno nunca debería querer salir, y el drama que eso genera. A eso parece responder el tema principal de Roque, acompañando exilio, muerte, cárcel, pérdida, unas veces con violines, otras con un cello solista, o con instrumentación étnica, que abarca desde el laúd, la kora, el ukelele, y una rica variedad de percusiones árabes. Una fusión entre lo occidental y lo oriental, entre el Norte y el Sur. Melilla, por que no.

Es un tema, a pesar de la tristeza que lo sostiene, muy bello, rico en matices, y que adquiere singulares variaciones a lo largo del metraje, sobre todo a partir del momento en que el niño protagonista, Adú, conoce a Massar, el joven que lo ayudará a llegar hasta Marruecos (La enfermedad). Es tan rica y variada la forma en que Baños utiliza el tema que cada uno tendrá su momento favorito, pero por proponer dos, señalamos la agudeza de las cuerdas en la escena del avión, cuando Adú se queda solo (En la oscura noche). Imposible no quedarse sin respiración, no sentirlo cerca. O como no, en la escena del estrecho, ya hacia el final, cuando Adú y Massar mastican chocolate con la vista puesta en Europa.

Esta pieza, conocida como Baraka, compuesta entre Baños y Cherif Badua, especialista senegalés en la kora, es estremecedora, ejerciendo la voz masculina de contrapunto con el tema principal, en el que es sin duda el clímax musical de la película. Baraka (bendición para los musulmanes, que ironía), bajo el nombre de “Sababoo”, ha sido nominada al Goya a la mejor canción, en una rara ocasión, pero que bonita, en la que un elemento musical puramente incidental ha recibido la atención y el premio del cine español, de momento en forma de candidatura.

El contrapunto al tema principal es un motivo secundario que aparece por primera vez cuando Adú y su hermana tratan de subir a un camión en Camerún (Mbouma), una segunda vez cuando suben en un coche para coger un avión que les lleve a París (A través de África), y una tercera vez cuando una patrulla de la Guardia Civil rescata a Adú en el estrecho para llevarle a la Península (En las puertas del paraíso). Este tema, más étnico que el primero, menos moldeable, y más colorista, es igualmente precioso, especialmente porque precisamente contrasta con el de la desesperanza, y aparece en aquellos momentos en los que Adú sonríe ante la posibilidad de lograr escapar (del hogar, entiéndase de nuevo la genial contradicción que encierra el tema de la desesperanza). Este tema está compuesto sobre una base rítmica africana y la línea melódica es ejecutada por el arpa senegalés, la kora. Solo en la tercera ocasión que aparece, durante el rescate en el estrecho, es ejecutado por un elemento no étnico, como es el piano, muestra de su cercanía ya a la pretendida libertad, a España, a occidente, al Norte, al lugar donde termine la desesperanza, al muro, al fin y al cabo.

De hecho, el piano, enlazando de forma completamente coherente en la narrativa musical que ha presentado Baños, es el protagonista del siguiente momento musical y cinematográfico (Despedidas), ya al final de la película, y que presenta el tercer motivo temático de la partitura. Aquel que se asocia con la relación entre los personajes de Luis Tosar y su hija en la ficción, interpretada por Anna Castillo. Solo aparece enteramente en este momento, si bien es apuntado unas escenas atrás durante una conversación entre padre e hija en Alhucemas. Merece la pena centrarse en este tema un poco.

Y es que hasta aquí podría decir que Adú me parece una de las mejores bandas sonoras de Roque Baños sin lugar a duda. Tiene todos los elementos, han sido mencionados: belleza, variedad, peso narrativo, coherencia… Pero tras Despedidas va mucho más allá. En una conversación telefónica entre Tosar y Castillo, sin palabras, sin líneas de guión, y tantas cosas que decir, resumidas en una sola, pero a gritos, no se oye más que un piano, y un poco más adelante una flauta. Una melodía en piano de esas que ya no se escuchan, escrita para comunicar aquello que no se puede con palabras. Amo la música de cine por escenas como ésta, por músicas como ésta.

Lo que hace el cine es comunicar, y la música es una parte fundamental de ese lenguaje, que ya muy poca gente entiende, especialmente en Estados Unidos. Un lenguaje del que Roque Baños es un maestro. Un lenguaje, el musical, que solo es capaz de articular el músico, pero que todo el mundo es capaz de entender y abrazar. La buena magia.

Adú

  1. Un Mundo Prohibido (3:24)
  2. Mbouma (2:19)
  3. ¿Qué Harías Si Me Muero? (2:37)
  4. El Peor Viaje (3:42)
  5. Libres (2:16)
  6. A Través de África (3:05)
  7. En la Oscura Noche (2:05)
  8. La Magia Mala (2:46)
  9. Ecos de un Pasado (2:39)
  10. El Monte Gurugú (2:12)
  11. La Enfermedad (2:09)
  12. Baraka (2:26)
  13. Perdidos (3:14)
  14. En las Puertas del Paraíso (1:42)
  15. Despedidas (4:07)
  16. Un Mundo Nuevo (2:23)
Duración total: 43:06 minutos
Compositor: Roque Baños
Sello: Mira Mi Música
Formato: Descarga Digital
Fecha de lanzamiento 20 de Marzo de 2020
Adú